En
las Oraciones para cada día de la Novena se glosan los principales documentos
publicados durante el glorioso Pontificado de San Pío X.
Los
hechos milagrosos que se relatan, constan probados en el expediente de
canonización y son recogidos por sus más eminentes biógrafos.
COMENZAMOS: 25 de agosto.
FINALIZAMOS: 2 de septiembre.
FESTIVIDAD: 3 de septiembre.
NOVENA A
SAN PÍO X
Por
la señal ✠ de la santa Cruz; de nuestros ✠ enemigos
líbranos,
Señor
✠
Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo ✠,
y del Espíritu
Santo. Amén.
ACTO DE CONTRICIÓN- PARA
TODOS LOS DÍAS DE LA NOVENA
Señor mío
Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Criador y Redentor mío, por
ser Vos quien sois, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo
corazón de haberos ofendido: propongo firmemente de nunca más pecar, y de
apartarme de todas las ocasiones de ofenderos, y de confesarme, y cumplir la
penitencia que me fuere impuesta: ofrezcoos mi vida, obras y trabajos en
satisfacción de todos mis pecados; y así como os lo suplico, así confió en
vuestra bondad y misericordia infinita me los perdonaréis por los merecimientos
de vuestra preciosísima Sangre, Pasión y Muerte, y me daréis gracia para
enmendarme, y para perseverar en vuestro santo servicio hasta la muerte. Amén.
ORACIÓN PREPARATORIA
PARA TODOS LOS DÍAS DE LA NOVENA
Eterno
Dios, que por tu inagotable
Providencia das a tu Iglesia en cada momento el Pastor más conveniente a sus
supremos intereses, por la memoria del que fue Padre celosísimo y eficaz para
la propagación de nuestra Fe y para el bien de toda la humanidad, San Pío X, te rogamos nos induzcas cada día más a tener fidelidad absoluta
a las enseñanzas del Pontificado tradicional y legítimo; y, siguiendo la
consigna del ilustre Santo, sea norma de nuestra vida instaurarlo todo en
Cristo, para lograr así la paz del mundo y asegurar nuestra perseverancia
final.
Te pedimos
de un modo especial, ¡oh Dios misericordioso!, imprimas en nuestros corazones un profundo amor y devoción al
Santísimo Sacramento del Altar, para que siendo fieles devotos de quien mereció
ser designado como el Papa de la Eucaristía, no pase día sin que acompañemos a
Jesús en la soledad de su Sagrario, para merecer recibirlo con la mayor
frecuencia posible durante nuestra vida y especialmente, en la hora de nuestra
muerte. Te suplicamos, además, nos alcances el favor que pedimos en esta Novena
si ha de ser para tu mayor honra y gloria.
Interponemos
como intercesores a nuestras súplicas, a tan Santo Pontífice, a todos nuestros
Patrones y Abogados y de un modo especial, a la Virgen Santísima, cuya
protección, por medio del Santo Rosario, quiso San Pío X fuera la que asegurara
la salvación del mundo.
—En honor
del Santísimo Sacramento, del que tan ejemplar devoto fue San Pío X, rezaremos
un Padrenuestro, Avemaría y Gloria, rogando por las necesidades de la Iglesia,
con el propósito de ganar las indulgencias concedidas.
DÍA PRIMERO - 25 DE AGOSTO
Glorioso
San Pío X, que pusiste un empeño
especial en mantener la fuerza de nuestra fe y la disciplina eclesiástica,
condenando las innovaciones peligrosas en tu admirable encíclica “Pascéndi”, ruega a Dios para que nunca se
perturbe ni altere la pureza de la fe y cada día seamos todos más sinceramente
adictos y fieles a los principios inmutables de nuestra Religión. Haz, con tu intercesión, que nuestros sacerdotes sean para todos
ejemplos vivientes por sus virtudes, su fidelidad a la Santa Iglesia y su encendida
caridad, a fin de que, siendo cada día más Santos, merezcan por su perfección
santificarnos a todos y llevarnos al cumplimiento de todos nuestros deberes
individuales y sociales, como prenda de nuestra perseverancia final. Amén.
EJEMPLO: San Pío X predice la curación de una niña
En Venecia, junto a la
Iglesia de Santa María de los Milagros, el Siervo de Dios se encontró con una
pobre mujer que llevaba en brazos a una niña moribunda.
«Eminencia,
bendiga a esta niña que muere», suplicó
la desventurada madre.
El Patriarca bendijo a la niña, y
dirigiéndose a la pobre mujer la animó diciéndole: «Estate tranquila, porque tu niña no muere».
Los hechos confirmaron estas palabras del
Santo Patriarca de los venecianos.
Antífona: En la recepción de la Sagrada Comunión
halló siempre el combustible que mantuvo ígneo el fuego de la caridad en su
corazón, haciendo se despojara de todo, para entregarse a sus prójimos en una
suprema superación de humildad y renunciamiento.
℣. Ruega por nosotros, San Pío X.
℟. Para que seamos dignos de alcanzar las
promesas de Nuestro Señor Jesucristo.
ORACIÓN
Oh Dios, que para defender la fe
católica y restaurar todas las cosas en Cristo has llenado al Sumo Pontífice
San Pío X de celeste sabiduría y apostólica fortaleza; concede propicio que, siguiendo sus enseñanzas y ejemplos,
consigamos los premios eternos. Por el mismo Jesucristo Nuestro Señor, que
contigo vive y reina en unidad del Espíritu Santo por los siglos de los siglos. Amén.
En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del
Espíritu Santo. Amén.
DÍA SEGUNDO - 26 DE AGOSTO
Por
la señal...
Acto
de Contrición y Oración inicial...
Glorioso San Pío X, que
como dice uno de tus biógrafos,
«fue como una necesidad para tu corazón hablar de María,
predicar sobre María, promover en todos el amor y la devoción a María», ruega a Dios nos infunda la confianza en tan eficaz mediadora,
para que, en todas nuestras necesidades, en nuestros pesares, en nuestros
dolores, alcemos los ojos hacia su inagotable bondad, para encontrar el remedio
necesario o la resignación imprescindible. Haz, por tu intercesión, que siempre
vayamos a Dios por el amor a su Inmaculada Madre, para que, siguiendo tu
ejemplar e ilimitada confianza en su poderosa intercesión, merezcamos gozar de
su constante protección en esta vida y su definitiva ayuda en la hora de
nuestro tránsito. Amén.
EJEMPLO: San Pío X cura una paralítica
En 1913, una
pobre madre suplicaba a Pío X curase a una hija suya, paralítica desde hacía
muchos años.
–
«No puedo –respondió
el Pontífice–, solamente el Señor
puede hacer milagros».
La
mujer no se convenció y con acento de mayor fe replicó: «Sí. Vos podéis. Basta que queráis hacerlo».
–
«No puedo… solamente el Señor puede hacer milagros», insistió el Papa.
–
«Padre Santo, Vos representáis a Jesucristo en la tierra. Vos
podéis hacer el milagro» –insistió
la madre.
–
«Tened confianza –dijo
entonces el Papa–. El Señor sanará a
vuestra hija».
En
el mismo momento la hija sintió un estremecimiento, se irguió, y con gran
admiración de los presentes, echó a andar.
—La
antífona y la oración se rezarán todos los días.
DÍA TERCERO - 27 DE AGOSTO
Por
la señal...
Acto
de Contrición y Oración inicial...
Glorioso
San Pío X, que
supiste mantener durante tu ilustre Pontificado las prerrogativas de la Iglesia
en sus relaciones con el Estado, protestando de manera eficaz contra las
persecuciones de que fueron objeto las corporaciones religiosas por parte de
los poderes laicos, manifestando cuánto apenaban tu corazón de Padre las
vejaciones de que fueron objeto, intercede
para que Dios conceda a todos los religiosos que cada día perseveren más en el
espíritu de su orden, y cumplan la altísima misión que sus fundadores se
impusieron. Haz, por tu intercesión, que todos los estados católicos mantengan
relaciones de cordial colaboración, y los que no lo son de respetuosa
tolerancia, con nuestra Santa Iglesia, y que cada día ésta aumente su
influencia en la Sociedad, para llevar a mayor número de hombres al camino de
la verdadera felicidad y la eterna salvación.
Amén.
EJEMPLO: San Pío X cura a un ciego de nacimiento.
Un señor alemán,
ya de edad madura, ciego de nacimiento, asistía a una audiencia del Papa.
Cuando éste se le acercó y se enteró de su desgracia, le recomendó tuviera
confianza en Dios, y le puso las manos sobre los ojos.
Al contacto de las manos prodigiosas del
Papa, el ciego recobró instantáneamente la vista.
—La
antífona y la oración se rezarán todos los días
DÍA CUARTO - 28 DE AGOSTO
Por
la señal...
Acto
de Contrición y Oración inicial...
Glorioso San Pío X, que
en tus constantes desvelos por la organización y eficacia de la acción social
católica, cuidaste de dar a esta obra toda la importancia que merece, fijando
normas concretas y eficaces para que nunca perdiera su primitivo espíritu, asegura con tu intercesión la continuidad de su actuación y la
fidelidad inmutable a los principios que motivaron su creación, apartándola de
cualquier desviación y evitando pueda mover a ninguno de sus actuantes el menor
interés material, y sí sólo los supremos que inspiraron su fundación. Ruega
para que toda la actuación de las organizaciones de Acción Católica sea eficaz
por la pureza de intención de sus militantes y por su inhibición de toda
finalidad que no sea el bien de los humildes y la santificación del mundo. Amén.
EJEMPLO: San Pío X cura a una enferma de lepra.
En el año 1914,
un obispo del Brasil tenía a su madre enferma de lepra, y habiendo oído hablar
de la fama de santidad de Pío X, se trasladó a Roma, para implorar del Siervo
de Dios la curación de su madre.
Presentándose al Santo Pontífice, le rogó le
alcanzase la gracia de su curación. El Papa le exhortó a encomendarse a la
Virgen Santísima y a otros Santos.
El Obispo insistió y le dijo: «Por lo menos,
Beatísimo Padre, dígnese repetir las palabras de Cristo: “Volo, mundáre”
(Quiero; sé limpio)».
El Papa repitió: «Volo, mundáre». Cuando el Obispo regresó a su patria encontró a su madre
completamente curada de la lepra.
—La
antífona y la oración se rezarán todos los días
DÍA QUINTO - 29 DE AGOSTO
Por
la señal...
Acto
de Contrición y Oración inicial...
Glorioso
San Pío X, que, manteniendo las
genuinas tradiciones de la Iglesia, supiste modernizar en cuanto era preciso su
consuetudinario derecho, infunde por tu
intercesión a todos un profundo respeto y sumisión a todas sus disposiciones e
intercede, para que, en todo momento, la interpretación de sus preceptos sea la
más conveniente a los intereses de la Cristiandad, a la pureza de costumbres y
a la perseverancia de todos los fieles. Alcanza del Todopoderoso que los
inmejorables principios del derecho canónico influyan en las legislaciones de
todos los Estados, para que en todos ellos rijan las normas de estricta
justicia y caridad que inspiraron siempre sus instituciones y que establecieron
en el mundo el respeto que merece el hombre por ser hecho a imagen y semejanza
de Dios, y a la Iglesia como supremo representante de Dios en la tierra y
garante del orden moral. Amén.
EJEMPLO: San Pío X cura a una religiosa, enferma
desde hacía quince años.
La superiora de un colegio de la India
inglesa, padecía una grave enfermedad de estómago, para cuya curación habían
fracasado todos los remedios. Las niñas, el día de
su Primera Comunión, en enero de 1914, se dirigieron al Santo Padre pidiendo la
curación de su amada religiosa.
La enferma iba empeorando por falta de nutrición.
Cayó pronto en un estado de postración tan extrema, que, en la noche del 7 de
febrero siguiente, ante el temor de que muriese, le fue administrada la
Extremaunción.
Al día siguiente llegaba para las Hermanas
de Belgaum el siguiente telegrama:
«Roma 7 de
febrero de 1914. – Padre Santo concede
con gusto bendición Apostólica solicitada – Cardenal
Merry de Val».
Le mostraron el telegrama a la enferma. En
aquel momento estaba sola. Las hermanas se hallaban en el refectorio. Lo leyó y llena de fe intentó levantarse; se vistió y se
sentó en una silla.
Cuando las hermanas la vieron levantada no
querían creer lo que veían sus ojos. Les dijo que quería comer y quedaron
asombradas. Unas querían que comiese, otras se oponían diciendo que era mejor
esperar unos días. La enferma cortó toda vacilación. Quería comer enseguida.
Entre las dudas de unas y la fe de otras comió sopa, pan y carne. Desde aquel día volvió a ocupar su lugar en el
refectorio. Llena de vigor y de vida, volvió a su trabajo.
—La antífona
y la oración se rezarán todos los días.
DÍA SEXTO - 30 DE AGOSTO
Por
la señal...
Acto
de Contrición y Oración inicial...
Glorioso
San Pío X, que hiciste norma de tu
Pontificado “INSTAURÁRE ÓMNIA IN
CHRISTO” restaurarlo todo en Cristo, intercede
para que, siguiendo tus enseñanzas y ejemplos, adaptemos nuestra vida a la
estricta observancia de los Mandamientos, para que, siendo fieles devotos de la
Iglesia, seamos dignos de llamarnos hijos de Dios. Te rogamos de un modo
especial, logres que Dios imprima en nuestros corazones todo el ardor de
caridad que abrasaba el tuyo, para que, por los frutos de esta excelsa virtud,
seamos humildes en nuestras relaciones con los pobres, justos con los que de
nosotros dependen, respetuosos con nuestros superiores e imitadores en toda
nuestra vida pecadora de las excelsas virtudes en que brilló la tuya.
Amén.
EJEMPLO: San Pío X profetiza
La visión profética que tuvo de todos los
acontecimientos, le hacía exclamar frecuentemente: «Veo una gran guerra. Las cosas van mal», repetía con insistencia al
Cardenal Secretario de Estado, que se maravillaba de la seguridad con que
hablaba el Pontífice y creía se refería a la guerra de los Balcanes–. «No hablo de esta guerra –decía
el Padre Santo en 1914, cuando la expedición italiana a Libia–. Todo esto es nada comparado con la gran guerra que vendrá».
Y si el Cardenal le observaba que no se
vislumbraba guerra alguna, el Santo viejecito replicaba: «Eminencia, no pasaremos de 1914».
—La
antífona y la oración se rezarán todos los días
DÍA SÉPTIMO - 31 DE AGOSTO
Por
la señal...
Acto
de Contrición y Oración inicial...
Glorioso
San Pío X, que, para dar fuerza a
nuestra naturaleza, nos invitaste con reiterada insistencia a recibir la
Sagrada Comunión, impulsando a todos los cristianos a frecuentar lo más posible
ese Sacramento de Amor, ruega por nosotros para
que, siguiendo tu voluntad inspirada por Dios, nos acerquemos asiduamente al
Santo Sacrificio de la Misa y saquemos del celestial banquete todas las fuerzas
necesarias para mantenernos fieles a las promesas del bautismo. Haz que Dios
nos perdone cualquier negligencia o falta de devoción que hayamos tenido en
nuestras Comuniones, y que cada día nos acerquemos con mejor preparación, mayor
fuerza de alma y más encendido amor a recibir a Cristo en la Eucaristía. Amén.
EJEMPLO: San Pío X cura a un niño gravemente enfermo.
A un niño de
seis años, de la familia Conradi, a consecuencia de una caída se le había
destrozado un riñón y lacerado la vejiga. El caso era desesperado y los
médicos le concedían pocas horas de vida.
Se pidió al Padre Santo una bendición
especial para aquella familia. El Santo Padre escuchó el relato y al terminar
dijo: «Pobre madre: sí, les envío una bendición particular».
Al oír la noticia la madre, con toda su fe
exclamó: «Pío
X ha enviado su bendición; mi Jorge curará».
Y así fue; la
vejiga, contra todos los diagnósticos de los médicos, se cicatrizó y el riñón
destrozado volvió a su estado normal sin necesidad de intervención quirúrgica.
—La
antífona y la oración se rezarán todos los días.
DÍA OCTAVO - 1 DE SEPTIEMBRE
Por
la señal...
Acto
de Contrición y Oración inicial...
Glorioso
San Pío X, que con tu inagotable
celo por el culto externo que debemos a Dios, dictaste normas acertadísimas
para que en todo momento tenga nuestra liturgia la solemnidad y dignidad
debidas y sean nuestros templos modelos de sobriedad y pureza artística, haz que Dios conceda a nuestra Iglesia, el sentido artístico más
depurado para el acertado cumplimiento de aquellas normas y concede un
verdadero espíritu artístico a todas las manifestaciones religiosas, para que
mueva nuestras almas a la meditación y a la piedad. Ruega para que nuestras
multitudes aprecien el valor inestimable de la oración y que la severidad de
los cantos religiosos armonice en todo momento con la profundidad de todos
nuestros ritos y con la solemnidad de nuestras ceremonias religiosas.
Amén.
EJEMPLO: San Pío X cura el brazo a un impedido.
A las audiencias
públicas que celebraba el Padre Santo, acudían toda clase de personas, entre
éstas algunos enfermos, confiando en lograr su curación por la intercesión del
Pontífice. En una de aquellas audiencias, pasó Pío X junto a un infeliz
que tenía un brazo inerte, quien mostrándoselo y en todo apremiante de súplica,
le dijo: «Padre
Santo, cúrame para que pueda ganar el sustento para los míos».
– «Sigue tu
camino… y ten fe en el Señor», le
dijo el Pontífice.
Y tocándole el brazo repitió: «Ten fe, el Señor te curará».
En el mismo instante, el brazo inerte
recobró su fuerza y sus movimientos. Profundamente emocionado el hombre gritó: «¡Padre Santo!
¡Padre Santo!».
El Papa se detuvo y
poniendo sus dedos sobre los labios le impuso silencio.
—La
antífona y la oración se rezarán todos los días
DÍA NOVENO - 2 DE SEPTIEMBRE
Por
la señal...
Acto
de Contrición y Oración inicial...
Glorioso
San Pío X, que
en tu admirable Encíclica “E Suprémi
Apostolátus”, afirmaste
que la paz que todos los hombres dicen desear, únicamente puede lograrse con
una absoluta sumisión del hombre a Dios, ruégale que
infunda en los corazones de todos, y muy especialmente a los conductores de las
naciones, un profundo respeto a las enseñanzas del Evangelio y sincero
reconocimiento de la autoridad de la Iglesia, para que, bajo el manto protector
de Cristo Nuestro Señor y de su Santísima Madre, todos se reconozcan vasallos
de Dios. Haz por tu poderosa intercesión que el mundo recobre la paz, que las
naciones apacigüen sus odios, que las razas se sientan igualadas ante Dios y
que, como bendición del Cielo, seamos librados del terrible azote de una guerra
que sería el fin de la civilización cristiana y posiblemente del mundo.
Amén.
EJEMPLO: San Pío X prevé los estragos de la guerra
En 1912 se propuso al Santo Padre la compra,
por un Instituto religioso, de una gran propiedad situada en Gradisca, donde
existían espléndidos edificios.
–
«No es posible –contestó
el Padre Santo–, porque todos aquellos
edificios serán destruidos».
Años después, en la
guerra europea, todos aquellos edificios se convirtieron en un montón de
ruinas.
—La
antífona y la oración se rezarán todos los días.
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