sábado, 27 de mayo de 2023

NOVENA EN HONOR DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD.

 

Novena compuesta por un sacerdote de la Compañía de Jesús, con Imprimátur otorgado por Mons. Pedro Espinosa y Dávalos, gobernador de la Mitra (luego Obispo) de Guadalajara (México), el 19 de Agosto de 1853. Los Gozos son de la autoría del Beato Diego José de Cádiz OFM Cap.

COMENZAMOS: 26 de junio del 2023.

FINALIZAMOS: 3 de junio del 2023.

FESTIVIDAD: Domingo siguiente a Pentecostés. Este año 2023 sería el 4 de junio.

MODO DE PRACTICAR LA NOVENA.

El tiempo de hacer esta novena puede ser cualquiera del año, pues todos los días son del Señor; pero principalmente se podrá hacer nueve días antes de la fiesta de la Santísima Trinidad, en el cual tiempo, con la dirección del confesor, comulgará tres veces, ayunará si pudiere, los tres días de las témporas de aquella semana (Miércoles, Viernes y Sábado infraoctava de Pentecostés), y frecuentará entre día actos de fe, esperanza y caridad de este sacrosanto misterio.

NOVENA EN HONOR DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo , y del Espíritu Santo. Amén.

Puesto de rodillas delante de alguna imagen de la Beatísima Trinidad, hará con todas veras este Acto de Contrición:

   Amorosísimo Dios, Trino y Uno, Padre, Hijo y Espíritu Santo, en quien creo, en quien espero, a quien amo con todo mi corazón, cuerpo y alma, potencias y sentidos, por ser Vos mi Padre, mi Señor y mi Dios, infinitamente bueno y digno de ser amado sobre todas las cosas: me pesa, Trinidad Santísima; me pesa, Trinidad misericordiosísima; me pesa, Trinidad amabilísima, de haberos ofendido, sólo por ser quien sois; propongo y os doy palabra de nunca más ofenderos y de morir antes que pecar; espero en vuestra suma bondad y misericordia infinita, y en la poderosísima intercesión de vuestra querida Hija, Madre y Esposa María Santísima mi Señora, que me habéis de perdonar todos mis pecados y me daréis gracia para perseverar en un verdadero amor y cordialísima devoción de vuestra siempre amabilísima Trinidad. Amén.

ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS

   Augustísima e inefable Trinidad, Eterno Dios Trino y Uno: humildemente postrado ante tu divina presencia como hijo de la Iglesia católica, creo y confieso que eres un solo Dios en la Esencia y Trino en las Personas. Yo te adoro Padre Ingénito, Hijo Unigénito y Espíritu Santo Consolador, tres Personas distintas y un solo Dios verdadero, te deseo alabar, servir y amar, como te aman, sirven y alaban los espíritus angélicos, que dividió tu sabiduría en tres jerarquías, y cada jerarquía en tres coros, para que fueran sombra de tu Trinidad admirable. Yo te pido me des una fe firme de este altísimo Misterio, un aborrecimiento eficaz a toda ofensa tuya, especialmente mortal, un vivísimo dolor de las muchas que contra ti he cometido y un amor ardientísimo tuyo, con el cual observe tus divinos preceptos y solo atienda a agradarte y servirte, de modo que merezca verte, como deseo, por toda la eternidad; y juntamente te pido, misericordiosísima Trinidad, me concedas el favor que deseo alcanzar en esta novena, si ha de ser para gloria tuya y bien de mi alma. Amén.

—Aquí se rezan tres Credos, y al fin de cada uno un Gloria Patri.

DÍA PRIMERO

   Benignísimo Dios Trino y Uno, Criador amantísimo de los hombres: yo te ofrezco el ardientísimo amor con que los Serafines todos se abrazan en tu purísimo amor, con el cual incesantemente se consagran en sentidos afectos a tu mayor obsequio, ¡ojalá yo te amara tan fina y puramente como estos amantes espíritus! Concédeme, amabilísimo Dios, una centella de tu amor, y pues los Serafines al amarte, alaban tu santidad, repitiendo «Santo, Santo, Santo»; haz que yo solo tenga aprecio a la virtud y santidad, y que la conserve en esta vida, para merecer amarte con los Serafines eternamente en la gloria. Amén.

—Aquí se pedirá a la Santísima Trinidad lo que se desea.

ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS.

   Misericordiosísimo Dios, Uno en la Esencia y Trino en las Personas, que me criaste a imagen y semejanza tuya, para que en esta vida te conozca y te amé, y en la otra te goce eternamente: yo te suplico por ti mismo, y por los méritos de mi Redentor Jesucristo, no permitas que por la culpa se borre en mi alma tu divina Imagen, sino que solo atienda en todos mis pensamientos, palabras y obras a agradarte, para que siendo morada tuya, siempre habites en mí por la gracia. A ti, pues, Eterno Padre, que me diste a tu Hijo para mi remedio; a ti, Hijo Unigénito, que te hiciste Hombre para redimirme; a ti, Espíritu Santo consolador, que santificas el alma para hacerla hija de Dios; a ti, Trinidad Divina, con todo afecto te pido me des tus eficaces auxilios, para vencer mis desordenadas pasiones y borrar mis culpas por medio de una verdadera confesión, y que en lo venidero no ame otra cosa sino a ti, perseverando en tu gracia hasta la muerte.

   Gloria te sea dada, Trinidad Santísima, dulcísima, hermosísima, nobilísima, excelentísima, resplandeciente, serena y ajena de toda turbación: imperial Majestad, por las rubicundas Llagas de mi amador, amado y escogido entre millares mi Señor Jesucristo. Amén.

GOZOS EN HONOR DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD

Dios Uno y Trino a quien tanto

Arcángeles, Querubines,

Ángeles y Serafines

Dicen: Santo, Santo, Santo.

 

Gózate, amable Deidad,

En tu incomprensible esencia,

Y de que por tu clemencia

Perdonas nuestra maldad;

Por esta benignidad,

En místico dulce canto,

Ángeles y Serafines

Dicen: Santo, Santo, Santo.

 

¡Oh inefable Trinidad,

Bien sumo, Eterno, Increado,

Al hombre comunicado

Por exceso de bondad!

Y porque en la eternidad

De tu ser te gozas tanto,

Ángeles y Serafines

Dicen: Santo, Santo, Santo.

 

Gózate, pues tu luz pura,

Con ser tan esclarecida,

No llega a ser comprendida

Por alguna criatura;

Por eso al ver tu hermosura,

Con sagrado horror y encanto,

Ángeles y Serafines

Dicen: Santo, Santo, Santo.

 

Eres Todopoderoso,

Sabio, Inmenso, Criador,

Justo, Remunerador,

Bueno, Misericordioso;

En tus Santos prodigioso

Has sido y eres; por tanto,

Ángeles y Serafines

Dicen: Santo, Santo, Santo.

 

Gózate de que en tu ser

Todo es sumo, todo igual;

Que perfección desigual

En Ti no puede caber;

Llegando esto a conocer

El Trisagio sacrosanto,

Ángeles y Serafines

Dicen: Santo, Santo, Santo.

 

Aunque ciega, nuestra fe

Se aventaja a la razón,

Pues con la revelación

Iluminada se ve;

Enigma es todo lo que

Ahora vemos; entretanto,

Ángeles y Serafines

Dicen: Santo, Santo, Santo.

 

Fiada nuestra esperanza

En tu promesa divina

Hacia la patria camina

Con segura confianza;

Entretanto que esto alcanza,

Con el más melifluo canto,

Ángeles y Serafines

Dicen: Santo, Santo, Santo.

 

Tu suma amable bondad

Nuestro corazón inflama,

Derivándose esta llama

De tu inmensa caridad;

Amad, criaturas, amad

A quien por amarlo tanto,

Ángeles y Serafines

Dicen: Santo, Santo, Santo.

 

Sea ya nuestro consuelo

El Trisagio que Isaías

Con suaves melodías

Oyó cantar en el Cielo,

Donde con ferviente anhelo,

Por dar al Infierno espanto,

Ángeles y Serafines

Dicen: Santo, Santo, Santo.

 

Dios Uno y Trino a quien tanto

Arcángeles, Querubines,

Ángeles y Serafines

Dicen: Santo, Santo, Santo.

Antífona: Bendita sea la Santa e individua Trinidad, que todas las cosas cría y gobierna, ahora y siempre, y por infinitos siglos de los siglos.

. Bendigamos al Padre y al Hijo con el Espíritu Santo.

. Alabémosle y ensalcémosle en todos los siglos.

ORACIÓN

   Omnipotente y sempiterno Dios, que concediste a tus siervos el conocer la gloria de tu eterna Trinidad en la confesión de la verdadera fe y el adorar la Unidad en tu augusta Majestad; Te rogamos, Señor, que por la fuerza de esa misma fe nos veamos siempre libres de todas las adversidades. Por Cristo, Señor nuestro. Amén.

En el nombre del Padre, y del Hijo , y del Espíritu Santo. Amén.


viernes, 26 de mayo de 2023

NOVENA A NUESTRA SEÑORA DEL SAGRADO CORAZÓN.


Traducción por el P. Vicente Casas MSC de la 14ª edición francesa de la Novena dispuesta por el padre Francisco María Víctor Jouët MSC, y publicada en Barcelona por la imprenta La Hormiga de Oro en 1892, con aprobación del Obispo de Barcelona.

COMENZAMOS: 22 de mayo.

FINALIZAMOS: 30 de mayo.

FESTIVIDAD: 31 de mayo.

PRÓLOGO DEL AUTOR: CONFIANZA

Esperad aún, esperad contra toda esperanza, esperad a pesar de todos los obstáculos, todos los que leáis estas líneas: Nuestra Señora del Sagrado Corazón, la Abogada de las causas difíciles, es también la Abogada de las causas más desesperadas; ánimo, pues, y confianza.

La Virgen, que sobre la tierra y hasta el pie de la Cruz consoló al Corazón de un Dios anegado en un abismo de padecimientos, ¿no podrá acaso consolar vuestro pobre corazón?

La que consoló al Soberano Señor de los ángeles y de los hombres, ¿no tendrá algún consuelo para un hijo de Dios?

La que ha alentado tantos espíritus abatidos, ¿no podrá alentar el vuestro?

La que Jesús os ha dado por Madre, que os ha amado tiernamente, y cuyo poder es tan grande en el Cielo, ¿se negará a venir en vuestra ayuda cuando la invoquéis en vuestras congojas y en vuestros padecimientos?

¡Lejos de vosotros tan triste pensamiento!… Como aplastaríais a una venenosa serpiente, hollad con vuestros pies, no solamente la desconfianza, si acaso ha invadido alguna vez vuestra alma, sino que también el menor temor, y la más leve duda; Nuestra Señora del Sagrado Corazón está muy cerca de nosotros.

Abandonad, pues, vuestro corazón a la esperanza al leer estas pocas páginas. Su única ambición es hacer resonar en vuestros oídos las hermosas y dulces palabras del Acordaos a Nuestra Señora del Sagrado Corazón; hacéroslas amar; hacerlas brillar en lo íntimo de vuestra alma, como un rayo de luz que nada puede oscurecerle, y que resplandece en el seno de las más espesas tinieblas; moveros a pronunciarlas como la expresión de vuestra invencible esperanza; grabarlas para siempre en vuestro espíritu, cuando en torno vuestro todo parezca conspirar a vuestra ruina; traerlas a vuestros labios en la hora del peligro, y sobre todo en el momento supremo de vuestra agonía para que ellas sean para vosotros una tabla de salvación y os conduzcan al puerto.

Desconocida en otro tiempo, tú resuenas ahora, ¡oh sublime súplica!, bajo todos los cielos; nacida ayer en el santuario de Issoudun a los pies de la primera Imagen de Nuestra Señora del Sagrado Corazón, aprobada hoy por la Sede Apostólica: enriquecida con indulgencias por el Sumo Pontífice, no cesas de resonar en el seno de la misma Ciudad Eterna, en el templo, dedicado a La que tienes por objeto, hecho centro general de toda la Archicofradía. Ayer todavía te pronunciaban con amor pocos labios piadosos; hoy eres conocida en todos los países, todas las lenguas del mundo te repiten a cada momento del día y en todos los peligros, en las empresas importantes, en las congojas más crueles, en las enfermedades más dolorosas, en las miserias más desesperadas.

¡Oh santa oración del Acordaos a Nuestra Señora del Sagrado Corazón!, tú eres el objeto de nuestro amor. Desde el día en que nuestros labios tuvieron por vez primera la dicha de pronunciarte, tú has sido para nosotros un fiel sostén. Mañana y tarde, y con frecuencia durante las horas del día, nuestra lengua te ha hecho subir hasta el trono de la Madre de Misericordia y ha alcanzado de esta Reina incomparable gracias sin número.

Mas, ¿cuál es la virtud oculta que hace tan eficaces tus acentos? ¿Qué sublime elocuencia encierras, pues, en ti, para hacernos tan propicia a la Virgen Inmaculada? ¡Ah!, he aquí la causa de este misterioso poder: Tú recuerdas a la Madre de Dios el infalible poder que su divino Hijo le ha dado sobre su Corazón adorable, y esta divina Madre, que lo es también nuestra, invocada bajo este título, siente más vivamente el deseo de socorrernos. Por la gloria de Dios y nuestra satisfacción derrama Ella con abundancia sobre nuestras almas todos los tesoros de amor y de misericordia, de luz y de salvación, de los cuales el Sagrado Corazón de Jesús es la fuente inagotable.

AVISOS IMPORTANTES

En este mismo instante y a todas las horas del día, miles de asociados extendidos sobre toda la superficie del mundo, comienzan a su vez novenas a la poderosa Abogada de las causas difíciles y desesperadas.

Para asegurar más la eficacia de sus ardientes súplicas, estas almas cristianas, al mismo tiempo que forman sus intenciones particulares, tienen la santa costumbre de unir sus novenas a todas las que se hacen en Issoudun, Roma y Barcelona, centros de la Archicofradía de Nuestra Señora del Sagrado Corazón, y nos lo dan a conocer.

Esta mutua correspondencia de oraciones comunica a sus novenas una incomparable fuerza y facilita mucho su buen éxito.

Recomendamos encarecidamente a las personas que hagan alguna novena, que la santifiquen con una buena confesión y una fervorosa comunión. De esta excelente práctica depende muchas veces el fruto de esta Novena.

NOVENA DEL ACORDAOS A NUESTRA SEÑORA DEL SAGRADO CORAZÓN, ESPERANZA DE LOS DESESPERADOS

Postrados de rodillas ante la imagen de Nuestra Señora del Sagrado Corazón, y hecha la señal de la Cruz, se dice primeramente el Acto de Contrición.

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo , y del Espíritu Santo. Amén.

ACTO DE CONTRICIÓN

   Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Criador y Redentor mío, por ser Vos quien sois y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón de haberos ofendido: propongo firmemente de nunca más pecar, y de apartarme de todas las ocasiones de ofenderos, y de confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta: ofrezcoos mi vida, obras y trabajos en satisfacción de todos mis pecados; y así como os lo suplico, así confío en vuestra bondad y misericordia infinita me los perdonaréis, por los merecimientos de vuestra preciosísima Sangre, Pasión y Muerte, y me daréis gracia para enmendarme y para perseverar en vuestro santo servicio hasta la muerte. Amén.

ORACIÓN PREPARATORIA PARA TODOS LOS DÍAS

   Dios omnipotente, ante cuya soberana presencia dedicamos a María esta Novena bajo el excelso título de Nuestra Señora del Sagrado Corazón, derramad sobre nuestras almas vuestras más abundantes misericordias y abrasadlas en el fuego santo de la caridad, para que nuestra devoción a la Purísima Madre del Verbo hecho carne, al paso que redunde en obsequio de Aquella que es Todopoderosa en sus súplicas al Corazón de Jesús, nos alcance su maternal protección, y sea poderoso auxilio que nos conserve en el camino del bien en esta vida, fuerte escudo que nos defienda contra los ataques de los enemigos de nuestra salvación y segura esperanza de la gloria que nos está prometida. Amén.

DÍA PRIMERO – 22 DE MAYO

MEDITACIÓN: EL PODER INEFABLE DE NUESTRA SEÑORA DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS. «Acordaos, ¡oh Nuestra Señora del Sagrado Corazón!, del inefable poder que vuestro Hijo divino os ha dado sobre su Corazón adorable».

   Aquí nos tenéis postrados ante Vos, ¡oh Nuestra Señora del Sagrado Corazón!, y bien sabéis el motivo que nos hace dar hoy principio a esta Novena de preces. Somos débiles y venimos extenuados de fatiga a haceros presente el enorme peso de nuestras penas, la dificultad de nuestras empresas, la gravedad de nuestras luchas.

   Vos sois poderosa, ¡oh María!, y podéis venir en nuestra ayuda.

   Sí, lo confesamos, ¡oh Nuestra Señora del Sagrado Corazón! Grande fue el poder de Josué, maravilloso el de Moisés cuando hizo salir agua de la roca, sorprendente el de Elías haciéndose obedecer de los elementos; pero mayor aún, más admirable y más sublime es el poder que os ha concedido a Vos el Corazón de vuestro Hijo, Jesús.

   Más noble que el de los Profetas, más duradero que el de los reyes, más sublime que el de los Ángeles, más ilimitado que el de todos los espíritus celestiales, vuestro poder se extiende sobre todo el mundo; una sola súplica salida de vuestros benditos labios, una sola mirada vuestra adquiere sobre el Corazón de vuestro divino Hijo una influencia inenarrable.

   A la voz de su Madre Inmaculada, nuestro Soberano Juez perdona nuestros pecados y cierra el abismo de los infiernos abierto bajo nuestros pies; nos abre las puertas del Cielo, hace bajar sobre nosotros gracias saludables y nos alcanza todos los medios necesarios para llegar a la Patria bienaventurada de los elegidos.

   He aquí lo que me mueve, ¡oh Nuestra Señora del Sagrado Corazón!, a acudir a Vos. El solo pensamiento de que podéis hacerme bien, me consuela y me fortalece. Tengo motivos de esperarlo todo de una Madre que es al mismo tiempo tan poderosa y tan buena.

LETANÍA DE NUESTRA SEÑORA DEL SAGRADO CORAZÓN

Señor, tened piedad de nosotros.

Jesucristo, tened piedad de nosotros.

Señor, tened piedad de nosotros.

 

Jesucristo, escuchadnos.

Jesucristo, oídnos.

 

Padre celestial, Dios, tened piedad de nosotros.

Hijo, Redentor del mundo, Dios, tened piedad de nosotros.

Espíritu Santo, Dios, tened piedad de nosotros.

Trinidad Santa, un solo Dios, tened piedad de nosotros.

 

Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús, rogad por nosotros.

Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús, reina de la paz y de la clemencia, rogad por nosotros.

Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús, dispensadora de los dones de Dios, rogad por nosotros.

Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús, conquistadora de los corazones, rogad por nosotros.

Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús, Madre de misericordia, rogad por nosotros.

Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús, dulce presente del Cielo, rogad por nosotros.

Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús, soberana bienhechora, rogad por nosotros.

Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús, tesorera incomparable, rogad por nosotros.

Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús, augusta Medianera, rogad por nosotros.

Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús, socorro seguro en todos los peligros, rogad por nosotros.

Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús, asistencia de los que se ven abandonados, rogad por nosotros.

Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús, madre de los huérfanos y desamparados, rogad por nosotros.

Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús, esperanza de los que desesperan, rogad por nosotros.

Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús, bendecida por todas las generaciones, rogad por nosotros.

Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús, cuya suavidad sobrepuja a la dulzura de la miel, rogad por nosotros.

Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús, cuyos ruegos nunca desoye el Todopoderoso, rogad por nosotros.

Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús, tierra bendita que ha producido el fruto de vida, rogad por nosotros.

Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús, azucena inmaculada cuyos suaves olores embalsaman el universo, rogad por nosotros.

Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús, fuente misteriosa, rogad por nosotros.

Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús, asilo seguro contra todos los peligros del mundo, rogad por nosotros.

Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús, la más pura y la más amable de las criaturas, rogad por nosotros.

    

Dignaos recibir nuestras alabanzas y oír nuestros votos, ¡oh Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús!

Que el cielo os reverencie, ¡oh Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús!

Que la tierra publique vuestros beneficios, ¡oh Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús!

Que la juventud se abrigue bajo vuestro manto virginal, ¡oh Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús!

Que las madres os confíen sus familias, ¡oh Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús!

Que los ancianos os invoquen y os bendigan, ¡oh Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús!

Convertid los pecadores más endurecidos, ¡oh Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús!

Triunfad de la insensibilidad de nuestros corazones, ¡oh Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús!

Haced correr de nuestros ojos lágrimas de arrepentimiento, ¡oh Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús!

Sed nuestra armadura cuando satanás nos sitie, ¡oh Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús!

Dignaos ayudarnos a santificar nuestras penas, ¡oh Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús!

Dignaos bendecir y fecundizar nuestros trabajos, ¡oh Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús!

Dignaos guardarnos por todas partes bajo vuestro escudo, ¡oh Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús!

En nuestras caídas no os olvidemos jamás, ¡oh Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús!

Dejaos enternecer por nuestras heridas, nuestros peligros y nuestros males, ¡oh Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús!

Dígnese vuestra caridad ofrecernos sus brazos por refugio, ¡oh Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús!

Dígnese vuestra compasión cubrir nuestras faltas, ¡oh Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús!

Dígnese vuestra ternura jamás abandonarnos, ¡oh Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús!

Dígnese vuestra humildad vencer nuestro orgullo, ¡oh Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús!

Dígnese vuestro amor conducirnos al Corazón de Jesús, ¡oh Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús!

Dígnese vuestra piedad asistirnos en nuestra última hora, ¡oh Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús!

Dígnese vuestro amparo protegernos en el tribunal de Dios, ¡oh Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús!

Conservadnos a nuestro Pontífice-Rey, ¡oh Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús!

Conservad la fe en la Patria que os ama, ¡oh Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús!

Dirigid a los Obispos y al Clero en el camino de la santidad, ¡oh Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús!

Conservad el primitivo fervor en las comunidades religiosas, ¡oh Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús!

Proteged a la Catolicidad contra los esfuerzos de la impiedad, ¡oh Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús!

Atraed a la Iglesia de Jesucristo a los herejes y los cismáticos, ¡oh Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús!

Haced brillar la luz del Evangelio ante los ojos de los infieles, ¡oh Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús!

 

Cordero de Dios que borras los pecados del mundo, perdonadnos, Señor.

Cordero de Dios que borras los pecados del mundo, escuchadnos, Señor.

Cordero de Dios que borras los pecados del mundo, tened piedad de nosotros.

. Rogad por nosotros, oh Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús.

. A fin de que, por Vos, oh sublime esperanza de los desesperados, seamos dignos de las promesas de Jesucristo vuestro Hijo.

ORACIÓN

   Mi Dios, que habéis querido para el triunfo de vuestra misericordia y la salvación de las almas, dar a María, Virgen inmaculada, todo el poder que el más acendrado amor adquiere sobre el Corazón de Jesús; concedednos por sus ruegos y su intercesión la gracia de vivir y de morir con vuestro santo amor. Os lo pedimos por el mismo Jesucristo Nuestro Señor. Así sea.

ACORDAOS A NUESTRA SEÑORA DEL SAGRADO CORAZÓN

   Acordaos, ¡oh Nuestra Señora del Sagrado Corazón!, del inefable poder que vuestro Hijo divino os ha dado sobre su Corazón adorable. Llenos de confianza en vuestros merecimientos, acudimos a implorar vuestra protección. ¡Oh celeste Tesorera del Corazón de Jesús, de ese Corazón que es el manantial inagotable de todas las gracias, y el que podéis abrir a vuestro gusto para derramar sobre los hombres todos los tesoros de amor y de misericordia, de luz y de salvación que encierra! Concedednos, os lo suplicamos, los favores que solicitamos (Expóngase aquí la gracia que se desea). No, no podemos recibir de Vos desaire alguno, y puesto que sois nuestra Madre, ¡oh Nuestra Señora del Sagrado Corazón!, acoged favorablemente nuestros ruegos y dignaos atenderlos. Así sea.

—¡Nuestra Señora del Sagrado Corazón, rogad por nosotros! (3 veces).

En el nombre del Padre, y del Hijo , y del Espíritu Santo. Amén.