domingo, 14 de abril de 2024

NOVENA EN HONOR A SAN JORGE MÁRTIR.

 



Adaptación y traducción de la novena atribuida al padre Luigi di Maio, párroco de Testaccio (Barano d’Ischia, Italia), con Imprimátur otorgado por Mons. Pasquale Ragosta, Obispo de Ischia, el 23 de Abril de 1916.

COMENZAMOS: 14 de abril.

FINALIZAMOS: 22 de abril.

FESTIVIDAD: 23 de abril.

NOVENA EN HONOR A SAN JORGE MÁRTIR  

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo , y del Espíritu Santo. Amén.

ACTO DE CONTRICIÓN PARA TODOS LOS DÍAS

   Salvador mío, Jesucristo crucificado, yo soy uno de los principales pecadores de la tierra que tanto te ha ofendido. Yo no sé cómo pueda borrar mi ingratitud a la vista de tan innumerables beneficios. Yo contemplo, Dios mío, que estuviste pendiente de una cruz, en la que fijaron con fuertes clavos tus sagradas manos y pies, y contemplo con el dolor más vehemente de mi alma el horrible tormento que allí sufrías. Dios mío, yo deseo, a imitación del gran héroe del cristianismo San Jorge Mártir, llevar a la perfección la santa fe, para poder combatir las persecuciones en contra de la Fe Católica, arrancando de mi corazón las ponzoñosas ideas que me hieran y corrompan. Heme aquí, dulcísimo Jesús, que me acerco a ti para implorar tu divina gracia y merecer por tu infinita clemencia el perdón de mis pecados. Amén.

ORACIÓN INICIAL

   Admirable Señor, autor de todo lo creado, en quien tengo fijos mis ojos: a ti, oh Señor Jesucristo, acudo lleno de esperanza y de fe, para que, por intercesión del gloriosísimo campeón de la Fe Católica, San Jorge Mártir, sean atendidas mis principales necesidades, lo mismo que me libres de los abominables actos del pecado; y así como él venció las horribles tentaciones, así yo me vea lejos de las venenosas flechas que puedan herir mi corazón. Así te lo suplico, ¡oh divino Creador!, por los inmensos dolores que sufrió María Santísima al pie de la Cruz. Amén.

—Cinco Padrenuestros y sus Avemarías.

DÍA PRIMERO - 14 DE ABRIL

   Oh gran protector nuestro y mártir San Jorge, que supiste conservar incorrupta la flor de la virginidad no sólo en la corte del emperador Diocleciano, sino también en medio de la corrupción de las milicias idólatras, os alabamos; y agradecemos nos obtengáis de Dios la pureza de mente y corazón.

Jaculatoria

Ah, mirad a vuestro pueblo, dulce y santo Protector: Jorge bienaventurado, admitid nuestra oración.

ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS

   Oh glorioso protector y mártir San Jorge, vos que sois nuestra consolación y apoyo, ¡ah!, no desdeñéis estas devotas súplicas y estos humildes obsequios que píamente os presentamos. El Señor os designó como patrón de este nuestro país, a fin de ser el socorro en las calamidades y en las aflicciones. Por eso, ¡oh ínclito Protector nuestro!, por las penas y tormentos que habéis soportado, con los cuales llegasteis a poseer a Jesucristo, único objeto de vuestro amor, complaceos de obtenernos de Dios librarnos de los males que nos rodean, la santa providencia y el divino auxilio en nuestras necesidades espirituales y temporales: Vos que sois siempre potente, siempre eficaz, desplegad vuestro digno patrocinio sobre esta tierra y este mar y este pueblo: Obtenednos gracias y favores del Cielo. Vos que sois nuestro guía y modelo, haced que bajo vuestra escolta recorramos todo el discurso de nuestra vida, y cuando estemos para partir de este mundo a la eternidad, venid junto a nuestro lecho de agonía, confortadnos con vuestra presencia, para que nuestra alma, guiada por Vos, llegue segura a los gozos del Cielo. Amén.

GOZOS EN HONOR A SAN JORGE MÁRTIR

Pues el Cielo os ha exaltado

Dándoos el más alto honor:

San Jorge, Mártir sagrado,

Sed nuestro protector.

   

Vinisteis vos a la vida

De Capadocia allá en el pueblo,

Descendiendo de gente muy noble

Y por la verdadera Fe enaltecida.

Desde infante habéis mostrado

Hacia Jesús profundo amor.

San Jorge, Mártir sagrado,

Sed nuestro protector.

   

De las armas la carrera

A los veinte años abrazabais,

Mientras con hechos demostrabais

Vuestra fe pura y sincera.

Tan valiente sois, que encumbrado

Os ponen en gran honor.

San Jorge, Mártir sagrado,

Sed nuestro protector.

 

Matando a un dragón terrible

Al ser infernal vencíais,

Y los laureles santos revivíais

Con un vigor increíble,

Bienes del mundo habéis rechazado:

Sólo Jesús os llena el corazón.

San Jorge, Mártir sagrado,

Sed nuestro protector.

 

Entre los pobres repartís

Vuestra paternal herencia,

Y mostráis tanta clemencia

Que a Jesús en todo seguís:

Hicisteis voto de castidad,

Dándoos por entero al Señor.

San Jorge, Mártir sagrado,

Sed nuestro protector.

   

Ostentáis vuestro celo sin cuento,

Predicando la Ley divina,

En tal manera que os destina

El tirano prontamente al tormento.

Mas después de tormentado,

No sentís ningún dolor.

San Jorge, Mártir sagrado,

Sed nuestro protector.

   

Ante un caso tan notable

Muchos gentiles se convirtieron,

Con tanta fe que sufrieron,

Por Cristo, muerte espantable.

El tirano, del todo airado,

Os tortura con más rigor.

San Jorge, Mártir sagrado,

Sed nuestro protector.

   

Bien y talmente como honrándoos

Y enalteciendo vuestro heroísmo,

Los ídolos del paganismo

Se aterran homenajeándoos...

El verdugo presto ha cortado

Vuestra cabeza con gran furor.

San Jorge, Mártir sagrado,

Sed nuestro protector.

    

Guiando la hueste Cristiana

Como caudillo admirable,

En más de una jornada memorable,

Habéis vencido la hueste pagana.

Nuestro pueblo os ha rezado

Siempre con sincero fervor.

San Jorge, Mártir sagrado,

Sed nuestro protector.

   

Como el cielo os ha exaltado

Poniéndoos en lugar de honor:

San Jorge, Mártir sagrado,

Sed nuestro protector.

. Ruega por nosotros, bienaventurado mártir San Jorge.

. Para que seamos dignos de las promesas de Cristo.

ORACIÓN

   Oh Dios, que nos alegras por los méritos y la intercesión de tu bienaventurado mártir San Jorge, concédenos propicio que cuantos beneficios pidamos por él, obtengamos por tu gracia. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

En el nombre del Padre, y del Hijo , y del Espíritu Santo. Amén.

jueves, 11 de abril de 2024

NOVENA EN HONOR A SAN EXPEDITO.

 


Tomado del Devocionario de la Virgen Coronada Nuestra Señora del Rosario de Nueva Pompeya (3ª edición), compilado por Fray Juan de la Cruz de Azpilcuets (en el siglo José Gregorio Venancio Ocáriz Zuza) OFM Cap., publicado en Winterberg (Chequia) en 1935.

COMENZAMOS: 10 de abril.

FINALIZAMOS: 18 de abril.

FESTIVIDAD: 19 de abril. 

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo , y del Espíritu Santo. Amén.

ACTO DE CONTRICIÓN

   Dios y Señor de todo lo creado, me reconozco indigno de estar en vuestra presencia y me arrepiento de todos mis pecados. Vos sois, Dios mío, Río cristalino de agua viva, que riega alegremente la Ciudad Santa; venid a mi corazón para regar en él todo lo que estuviere seco. Me pesa, Señor, el haber pecado; propongo firmemente no volver a pecar. Os suplico me deis gracia para hacer con fruto esta novena y os lo pido por los dolores de vuestra Santa Madre y los méritos del glorioso Mártir San Expedito. Amén.

ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS

   Glorioso Mártir San Expedito, con una fe viva me acerco a vuestro trono de gloria y os suplico me alcancéis del Señor el perdón de mis culpas, luces y virtudes, que me sostengan en la perseverancia, aun en medio de las más amargas penas, y la gracia de… (expresar el favor que se desea recibir) que por vuestra mediación pido en esta novena, si es para gloria de Dios y bien de mi alma. Amén.

DÍA PRIMERO – 10 DE ABRIL

ORACIÓN

   Protector mío, San Expedito, interceded por mí, infundiendo en mi corazón una fe viva, para que sometiendo con sencillez el entendimiento a la palabra infalible, logre enriquecerme con el temor santo de Dios.

Aquí se dirán tres Padre nuestros, una Salve y Gloria, pidiendo la gracia que se desea alcanzar.

. Ruega por nosotros, bienaventurado San Expedito.

. Para que seamos dignos de las promesas de Cristo.

ORACIÓN

   Concédenos te suplicamos, Dios omnipotente, que cuantos recordamos el nacimiento al Cielo de tu bienaventurado Mártir San Expedito, seamos por su intercesión fortalecidos en el amor de tu nombre. Por Jesucristo Señor nuestro. Amén.

En el nombre del Padre, y del Hijo , y del Espíritu Santo. Amén.

domingo, 31 de marzo de 2024

NOVENA EN HONOR A JESÚS NAZARENO CON LA CRUZ A CUESTAS.

 


Novena compuesta por el Padre Fray José de San Juan OP, maestro de novicios en el Convento de Santo Tomás de Madrid.

MODO DE HACER LA NOVENA

   Esta Novena se puede hacer cuando a cada uno le pareciere; y especialmente cuando se viere en algún conflicto, o cuando se hallare necesitado de alcanzar de Nuestro Señor alguna gracia o favor. Para lo cual el tiempo más oportuno será en los nueve viernes que hay desde el primero antes de Septuagésima hasta el últimos antes de Ramos, o en los nueve días consecutivos desde el viernes antes de Septuagésima, o en cualquier otro tiempo del año, según instare la urgencia o necesidad de cada uno. El lugar donde se ha de hacer esta Novena, será en la Iglesia donde hubiere Altar o Capilla en donde esté la imagen de Jesús Nazareno con la Cruz a cuestas; y si no se pudiere, la hará cada uno en su casa, delante de alguna Imagen o Estampa que represente este Paso.

   El día primero, en el cual se ha de dar principio a esta Novena, se ha de limpiar primero la conciencia examinándola diligentemente, y se confesará y recibirá la Sagrada Comunión, y la misma diligencia se hará el día último. Esto se entiende cuando la Novena se hiciere en nueve días consecutivos. Pero cuando se haya de hacer en nueve viernes, será muy adecuado confesar, y comulgar en cada uno de ellos, y en aquel día ayunar, y hacer alguna abstinencia, partiendo de su comida con algún pobre. Lo que se ha de meditar en el ejercicio de este Novenario, será algún Paso de lo que sucedió a Jesús Nazareno con la Cruz a cuestas, desde que salió de la casa de Pilatos, hasta llegar al monte Calvario, según el orden que va señalado.

   En llegando la hora del ejercicio de la Novena, te pondrás de rodillas delante de la Santa imagen, y te persignarás del modo acostumbrado. Y luego con todo rendimiento y humildad le pedirás perdón de tus pecados, la oración que se pone en su lugar; y juntamente licencia para comparecer y ponerte en Su presencia, avergonzándote de que por causa de tus pecados va el Señor cargando con aquella Cruz a dar la vida en ella en el monte Calvario. Córrete; y duélete el ver aquel amantísimo Señor en tantas congojas, tristezas, y dolores, en las cuales tus culpas le han constituido.

NOVENA EN HONOR A JESÚS NAZARENO CON LA CRUZ A CUESTAS

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo , y del Espíritu Santo. Amén.

ORACIÓN PREPARATORIA

   Jesús Nazareno, Criador y Redentor mío, a quien me humillo, y en cuya presencia conozco debo ser vilmente despreciado, por haberos sido ingrato, desagradecido y olvidadizo de tan grandes beneficios como me habéis hecho, padeciendo por mí gravísimas culpas, tantos trabajos, especialmente los dolores que sufristeis, cuando cargaron sobre vuestros delicados hombros esa muy pesada Cruz, para rendir en ella la vida en el monte Calvario: Me pesa, Señor, de todo corazón de haberos ofendido. Pésame, Señor, de haber sido yo la causa de que llevéis esa Cruz, sufriendo tantos dolores, amarguras, y congojas. Pésame de mi ingratitud y descuido, y de no haberos dado continuamente rendidas gracias por tan grandes beneficios. Dadme licencia, Señor benignísimo, para comparecer y ponerme en vuestra presencia, aunque bien conozco soy indigno de tan grande beneficio, así por mis gravísimos pecados, como porque soy polvo y ceniza. Señor, perdonadme. Y pues no deseáis la muerte del pecador, sino que se convierta y viva, yo me convierto a Vos y deseo vivir en adelante, según vuestra Santa Ley, y seguir vuestros pasos, sin perderos de vista hasta la hora de mi muerte. Señor, dadme vuestra bendición, y recibidme en vuestra gracia, como a otro hijo Pródigo. Sea mi abogada vuestra Santísima Madre la Virgen Purísima Santa María. Así sea, Señor. Amén Jesús.

—Acabada esta Oración, harás ante la Imagen de Jesús Nazareno una profunda reverencia, inclinando la cabeza muy devotamente, y puesto otra vez, como antes, delante de la Santa Imagen, meditarás el Paso siguiente.

DÍA PRIMERO

MEDITACIÓN

   Este día meditarás cómo el Señor oyó la sentencia inicua que dio Pilatos para que fuese crucificado; y al punto le quitaron aquellos verdugos la Púrpura y el Alba que por desprecio le vistió Herodes, y le volvieron a poner los vestidos suyos propios, para que, así caminando al lugar del suplicio, fuese mejor de todos conocido. Y sacándole fuera, le echan una soga al cuello, como a malhechor, y le cargan la pesada Cruz, para que el mismo Señor la lleve a cuestas.

   Detente en esta meditación, y no sea de paso, antes sí procurando penetrarla, y considerando con estudio, diligencia y atención lo que allí sucedió, y la humildad y obediencia del Señor, para que así se mueva tu voluntad a un afecto y sentimiento de lo mucho que por ti padeció. Síguele los pasos sin perderle de vista.

—Después de haber meditado el Paso precedente, leerás con atención lo que dijo el Profeta Real en el Salmo 3 en nombre de nuestro Redentor según los Sagrados Expositores, y es lo siguiente:

   «Mira, Señor, y Padre mío, cómo se han multiplicado mis enemigos y perseguidores. Muchos en gran manera se han conspirado, y levantado contra mí, para hacerme todo pesar y molestia, hasta quitarme la vida. Los más de ellos me improperan y me hieren, diciendo: “No hallarás salud en tu Dios, en quien dices tienes confianza, ni salvará tu alma de nuestras manos”. Mas tú, oh Padre mío, eres mi defensor, mi protector, mi libertador. En estas tribulaciones y persecuciones constituido, con grande afecto, a ti, Señor, levanté la voz, y tú desde el alto trono de tu gloria, en donde resides, en tu magnificencia, en medio de tus Ángeles, oíste mi clamor».

—Después dirás tres Padres nuestros y tres Ave Marías, e inmediatamente la siguiente.

ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS

   Dulcísimo Jesús Nazareno, Señor y Redentor mío, que llevando sobre tus hombros tan pesada Cruz, caminas al monte Calvario, para ser en ella enclavado: Yo, miserable pecador, que fui, y soy la causa de tus dolores y Pasión, te alabo, y doy gracias, aunque muy desiguales a tan grande beneficio, porque como manso Cordero, pacientísimamente la recibiste, y llevaste al lugar de la pasión. Ahora, Señor, se verifica lo que dijo el Profeta Isaías, que tu dominio y principado le tenías sobre los hombros. Ahora también la figura del obediente Isaac, que, al mandato de su padre, llevó al monte la leña para ser con ella sacrificado. Alabo, Señor, y bendigo tu admirable paciencia, pues por mandado de Pilatos, cuando así caminabas al suplicio, iba delante uno de aquellos Sayones proclamando la sentencia que dio contra ti aquel maldito juez. ¿Quién podrá referir, Señor, los empellones y golpes que en el camino recibiste de aquellos crueles soldados? ¿Cuántos oprobios oíste de aquel grande concurso de pueblos que iba en vuestro seguimiento? ¿Cuántos haciendo burla, os arrojaban a la cabeza y a la cara lodo, y otras inmundicias? Pero vos, Señor, como inocente Cordero inclinando la cabeza, a todo callabais, y así caminabais. Oh buen Jesús, cuántas ignominias toleraste; pues no contentos aquellos malvados con que fueses cargado con la Cruz, quisieron también te acompañasen dos famosos Ladrones. Pero no se lee de ellos llevasen Cruz alguna, para que así fueses tenido por más malvado que ellos.

   ¿Pues qué hiciste tú, oh Dulcísimo Señor, porque así fueses juzgado? ¿Qué cometiste, inocentísimo Cordero, porque así fueses tratado? Verdaderamente, Señor, yo soy la llaga de tu dolor, y la ocasión de tu muerte. Yo cometí la maldad, y tú sufres el castigo. Yo hice los pecados, y tú te sujetas a los tormentos. Yo me ensoberbecí, y tú eres humillado. Yo fui el desobediente, y tú hecho obediente hasta la muerte y así pagas la culpa de mi desobediencia. Ruégote piadoso, Señor, me concedas que merezca yo ser enclavado en vuestra Cruz por penitencia de mis pecados. Dadme que acabe yo mi vida en tu servicio. Yo, Señor, me entrego a ti, y me pongo debajo de tu protección. Defiende a este pobre siervo tuyo de todos los males. Enseña y alumbra mi entendimiento, gobierna esta mi alma, rige mis potencias y sentidos, fortalece mi espíritu contra la desordenada flaqueza de mi corazón, dadme Fe cierta, esperanza firme y caridad pura y perfecta, y que en todo lugar y tiempo cumpla tu Santa voluntad. Señor, aparta de mí, y de todos los Fieles todo lo que te desagrada, y concédenos todo lo que contenta a tus beatísimos ojos; y haz que seamos tales, cuales lo quieres que seamos. Encomiéndote a mis padres, hermanos, parientes, bienhechores, amigos, y a todos aquellos por quien debo rogarte. Encomiéndote a toda tu Iglesia, y a nuestros Católicos Monarcas. Haz que todos, Señor, te sirvan, todos te conozcan, todos te amen, y entre sí se amen. Apaga las herejías, convierte a la Fe a todos los que aún no tienen conocimiento de tu Santo Nombre: danos paz entre los Príncipes Cristianos, y consérvanos en ella, así como tú lo quieres, y a nosotros conviene. Debajo de tu fiel amparo encomiendo todas tus criaturas, para que a los vivos concedas gracia, y a los difuntos eterno descanso. También, Señor, te pido me concedas el favor que solicito conseguir de tu piedad en esta Novena, si conviniere para tu gloria, y para salvación de mi alma. Oh gloriosa Reina de los Ángeles, oh Santos y Santas de Dios; sed mis medianeros y abogados, rogad al Señor por mí, para que por Vuestros méritos y oraciones, sea yo de Dios favorecido ahora, y en la hora de mi muerte. Amén Jesús.

Sea bendito y alabado el Santísimo Sacramento del Altar, y la Virgen concebida sin pecado original.

En el nombre del Padre, y del Hijo , y del Espíritu Santo. Amén.

NOVENA EN HONOR A NUESTRO SEÑOR EN LA CORONACIÓN DE ESPINAS.

 


Novena dispuesta por un esclavo de Nuestro Señor, y publicada en Lima en 1776, con licencia eclesiástica. Don Diego Antonio de Parada, Arzobispo de Lima, concedió 80 días de Indulgencia a cuantos rezaren la Novena.

NOVENA A NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO EN EL DOLOROSO PASO DE LA CORONACIÓN DE ESPINAS, PÚRPURA Y CETRO DE CAÑA, SALUDÁNDOLE LOS JUDÍOS COMO A REY DE BURLAS

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo , y del Espíritu Santo. Amén.

   Creo en Dios firmísimamente. Espero en Dios con toda confianza. Amo a Dios con toda mi alma. Pésame de haber ofendido a Dios, por ser quien es. Hágase en toda la voluntad de Dios. Amén.

ORACIÓN PREPARATORIA PARA TODOS LOS DÍAS

   Altísimo y Supremo Señor de Cielo y tierra: Padre mío, principio y último fin de mi ser: mi Dios, y todas las cosas: que por reparar los daños que me motivó la culpa, os dignasteis de enviar a vuestro precioso Hijo para que con su Pasión y su Muerte me librase de tan tirana servidumbre, me restituyese a vuestra gracia, y me moviese a amaros como a Esposo de mi alma, único objeto de Amor y Bondad por esencia, que llena y satisface la voluntad. Por aquella inexplicable caridad que os obligó a tan extremada fineza, y por los méritos del mismo Jesucristo, os pido me la concedáis con todas las demás, para que, establecido mi espíritu en la perfección, sea agradable a vuestros divinos ojos, y me dispenséis el socorro en todas las necesidades que me afligen. Libradme, Señor, de los Enemigos de vuestro Santo Nombre. No permitáis la profanación de vuestros Templos, la opresión de vuestras Esposas y la conculcación de los lugares en que os dignasteis ser adorado: y concededme lo que os pido en esta Novena, dirigiéndolo a vuestra mayor gloria. Amén.

—Aquí se rezarán tres Padre nuestros y Ave Marías gloriados, en desagravio de la mofa con que pusieron a tan Suprema Majestad la Púrpura, Corona de Espinas y Cetro de caña como a Rey de burlas.

DÍA PRIMERO

ORACIÓN

   Jesús de mi vida y Dios de amor, que con esa Corona de agudas Espinas reprimís y contenéis mis vanos y locos pensamientos, con esa Caña y Púrpura abatís mi altiva presunción y me enseñáis a ser manso y humilde, concededme, Señor, la perfecta imitación de vuestra mansedumbre y humildad, y que no aspire a otra cosa que, a complaceros, ejecutando con resignación vuestra santísima voluntad. Amén.

—Aquí se suplica lo que se pretende en la Novena, y se rezará el siguiente Rosario de la Buena muerte:

. Amoroso Jesús, por mí de Espinas coronado. . Dadnos, Señor, buena vida y buena muerte.

. Por la Jornada que hiciste del Cielo al mundo a salvarnos. . Dadnos, Señor, buena vida y buena muerte.

. Por la humildad y pobreza con que naciste en Belén. . Dadnos, Señor, buena vida y buena muerte.

. Por la Sangre que vertiste cuando Te circuncidaron. . Dadnos, Señor, buena vida y buena muerte.

. Por el dulcísimo nombre de Jesús que Te pusieron. . Dadnos, Señor, buena vida y buena muerte.

. Por la humildad con que fuiste en el Templo presentado. . Dadnos, Señor, buena vida y buena muerte.

. Por la abstinencia y ayuno que en el desierto guardaste. . Dadnos, Señor, buena vida y buena muerte.

. Por el celo de las almas con que andabas predicando. . Dadnos, Señor, buena vida y buena muerte.

. Por la muy solemne entrada que hiciste en Jerusalén. . Dadnos, Señor, buena vida y buena muerte.

. Por la Cena del Cordero que en el jueves celebraste. . Dadnos, Señor, buena vida y buena muerte.

. Amoroso Jesús, por mí de Espinas coronado. . Dadnos, Señor, buena vida y buena muerte.

. Por lo liberal que fuiste en darnos tu Cuerpo y Sangre. . Dadnos, Señor, buena vida y buena muerte.

. Por la Oración que en el Huerto hiciste a tu eterno Padre. . Dadnos, Señor, buena vida y buena muerte.

. Por el gran sudor de sangre que en tu Cuerpo padeciste. . Dadnos, Señor, buena vida y buena muerte.

. Por la crueldad con que fuiste de los Verdugos atado. . Dadnos, Señor, buena vida y buena muerte.

. Por el tropel con que fuiste llevado a casa de Anás. . Dadnos, Señor, buena vida y buena muerte.

. Por las injurias y oprobrios que en tu presencia te hicieron. . Dadnos, Señor, buena vida y buena muerte.

. Por la prisa y vilipendio con que a Caifás Te llevaron. . Dadnos, Señor, buena vida y buena muerte.

. Por la cruel bofetada que recibiste de Malco. . Dadnos, Señor, buena vida y buena muerte.

. Por la aflicción con que fuiste presentado ante Pilatos. . Dadnos, Señor, buena vida y buena muerte.

. Amoroso Jesús, por mí de Espinas coronado. . Dadnos, Señor, buena vida y buena muerte.

. Por los falsos testimonios que contra Ti levantaron. . Dadnos, Señor, buena vida y buena muerte.

. Por lo ultrajado que fuiste a la presencia de Herodes. . Dadnos, Señor, buena vida y buena muerte.

. Por los desprecios que oíste de este Rey y sus privados. . Dadnos, Señor, buena vida y buena muerte.

. Por lo que en esta ida y vuelta Te ultrajaron los Soldados. . Dadnos, Señor, buena vida y buena muerte.

. Por la burla y vendamiento de Tus ojos soberanos. . Dadnos, Señor, buena vida y buena muerte.

. Por los cinco mil azotes que a la Columna Te dieron. . Dadnos, Señor, buena vida y buena muerte.

. Por el dolor que pasaste al coronarte de Espinas. . Dadnos, Señor, buena vida y buena muerte.

. Por los desprecios que oíste, siendo sacado al balcón. . Dadnos, Señor, buena vida y buena muerte.

. Por la Sentencia de muerte que dio contra Ti Pilatos. . Dadnos, Señor, buena vida y buena muerte.

. Por la interior alegría que con la Cruz recibiste. . Dadnos, Señor, buena vida y buena muerte.

. Amoroso Jesús, por mí de Espinas coronado. . Dadnos, Señor, buena vida y buena muerte.

. Por la fatiga y congojas que con la Cruz padeciste. . Dadnos, Señor, buena vida y buena muerte.

. Por las Caídas que diste hasta llegar al Calvario. . Dadnos, Señor, buena vida y buena muerte.

. Por la vergüenza y dolor que tuviste al desnudarte. . Dadnos, Señor, buena vida y buena muerte.

. Por el terrible tormento que pasaste al enclavarte. . Dadnos, Señor, buena vida y buena muerte.

. Por las blasfemias que oíste al poner la Cruz en alto. . Dadnos, Señor, buena vida y buena muerte.

. Por la sed que padeciste en Tu boca soberana. . Dadnos, Señor, buena vida y buena muerte.

. Por el amargor que en ella dejó la hiel y vinagre. . Dadnos, Señor, buena vida y buena muerte.

. Por la promesa que hiciste del Paraíso al Ladrón. . Dadnos, Señor, buena vida y buena muerte.

. Por el perdón que pediste para todos tus contrarios. . Dadnos, Señor, buena vida y buena muerte.

. Por la aflicción y congojas que al expirar padeciste. . Dadnos, Señor, buena vida y buena muerte.

. Amoroso Jesús, por mí de Espinas coronado. . Dadnos, Señor, buena vida y buena muerte.

. Por la llaga que abrieron en tu pecho Sacrosanto. . Dadnos, Señor, buena vida y buena muerte.

. Por aquella Sangre y agua que por ella derramaste. . Dadnos, Señor, buena vida y buena muerte.

. Por las penas y amarguras de tu Santísima Madre. . Dadnos, Señor, buena vida y buena muerte.

. Por la aflicción que pasó viéndote muerto en sus brazos. . Dadnos, Señor, buena vida y buena muerte.

. Por el dolor que sintió al verte dar sepultura. . Dadnos, Señor, buena vida y buena muerte.

. Por las angustias y penas que en su soledad pasó. . Dadnos, Señor, buena vida y buena muerte.

. Por tu muerte y sepultura. . Dadnos, Señor, buena vida y buena muerte.

. Por tu santísima Resurrección. . Dadnos, Señor, buena vida y buena muerte.

. Por tu admirable Ascensión. . Dadnos, Señor, buena vida y buena muerte.

. Por la gloria que posees a la diestra de Dios Padre. . Dadnos, Señor, buena vida y buena muerte.

. Amoroso Jesús, por mí de Espinas coronado. . Dadnos, Señor, buena vida y buena muerte.

ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS.

   Oh buen Jesús, amado Padre, Dueño y Venerado Esposo de mi alma, no retiréis, Señor, de mí vuestras misericordias, pues las solicito confiado. Dispensadme los más benéficos consuelos. Purificadme de todas las imperfecciones que me distraen de vuestra gracia soberana y me impiden la unión que con Vos deseo. Llenadme el corazón de humildad, para tenerlo siempre postrado a vuestros divinos pies. Haced que viva en lo próspero y adverso solo en Vos y por Vos, y que triunfe de mis pasiones y enemigos. Y si por la enormidad de mis delitos desmerezco este favor, vuestra piedad inmensa me dispensará este logro, pues a este fin interpelo el valor de esas heridas de vuestro Cuerpo purísimo, superabundante a la más condigna satisfacción, y concededme benigno lo que os suplico en esta Novena, interponiendo los ruegos de María Santísima, Madre especial de Mercedes y Misericordia, de quien espero sea mi intercesora y Abogada en la vida y en la muerte. Amén.

ORACIÓN QUE DECÍA SAN AGUSTÍN A NUESTRA SEÑORA

   Madre de toda Piedad, acordaos que mientras el Mundo es, no se sabe hayáis dejado sin consuelo a quien os lo llega a pedir. Que no se ha oído decir que quien llego a vuestros ojos con miserias, dejase de salir remediado. Fiado en vuestras entrañas piadosas y condición liberal, me arrojo a vuestros pies soberanos. No querráis, oh Madre del Verbo y Palabra eterna, despreciar mis palabras y ruegos; sino oídme propicia, y otorgadme lo que con lágrimas de corazón os suplico. Amén.

En el nombre del Padre, y del Hijo , y del Espíritu Santo. Amén.