Traducción
de una Novena compuesta en francés a honor de Santa Juana de Arco, sin autor ni
fecha conocidos.
COMENZAMOS: 21 de mayo.
FINALIZAMOS: 29 de mayo.
FESTIVIDAD: 30 de mayo.
NOVENA EN
HONOR A LA HEROICA LIBERTADORA DE FRANCIA SANTA JUANA DE ARCO, VIRGEN Y MÁRTIR
Por
la señal ✠ de la Santa Cruz, de nuestros ✠ enemigos,
líbranos
Señor
✠
Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo ✠,
y del Espíritu
Santo. Amén.
℣. ¡Oh Dios, ven en mi ayuda!
℟. Señor, apresúrate a socorrerme.
Gloria al
Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y
siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.
ACTO
DE CONTRICIÓN
Señor mío Jesucristo, Dios y hombre
verdadero, por ser Vos quien sois, y
porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón de haberos
ofendido, y propongo firmemente de nunca más pecar, y confesarme, y confío me
perdonaréis por vuestra santísima Pasión y muerte. Amén.
ORACIÓN
INICIAL
Oh Señor todopoderoso, que,
para salvar a la Francia, le hablaste a Santa Juana de Arco, y por tu misma voz
le indicaste el camino que debía seguir para hacer cesar los males que afligían
a su Patria, habla así hoy no solamente a los franceses, sino también a todos
los que tienen en su corazón el bien de Francia. Habla, Señor, y que tu palabra
sea la bendición que apoye a los obispos, que facilite a las autoridades la
tarea de asegurar la verdadera grandeza de la Patria, que persuada a todo
francés de la necesidad de seguir la voz de Dios, a fin de que, habiendo
imitado a Santa Juana de Arco en esta tierra, le sea dado a todos el participar
un día en la gloria de la heroína ante la cual tenemos el honor de inclinarnos
diciéndola: «¡Santa Juana, ruega por nosotros;
Santa Juana, ruega por tu Patria!» Amén.
SALUTACIÓN A SANTA JUANA DE ARCO
Dios te
salve, Santa Juana de Arco, Jesús y María están
contigo, bendita tú entre todas las doncellas del mundo, y bendito es tu
consejo. Santa Juana de Arco, Patrona y Guardiana de la Francia, que, por tu
oración incesante, nuestra patria vuelva a ser cristiana y recupere su unidad. Amén.
DÍA PRIMERO – 21 DE MAYO
Oh Santa
Juana,
el Señor encargó a San Miguel Arcángel
que se te apareciera y te anunciara tu misión de salvar el Reino de Francia.
Juana, tu gran deseo de servir a Dios y de hacer todo lo que le agrada, te hizo
pronunciar el «fíat» a pesar de tus miedos de
no ser digna y capaz de cumplir esta misión. El Cielo te ha dado una espada
para combatir, y las voces de Santa Catalina y Santa Margarita para guiarte.
Intercede para que podamos siempre responder a nuestra vocación.
—Pedir la
gracia o favor que se desea obtener.
ORACIÓN
PARA TODOS LOS DÍAS
Oh Santa Juana de Arco, tu
martirio es la gran victoria de Dios sobre nuestros enemigos. Intercede, desde
el Reino de los Cielos, para que seamos preservados de las guerras contra
nuestro país y los asaltos contra nuestra fe. Que la Francia se acuerde que es
la Primogénita de la Iglesia. Señor, te damos gracias porque Tú has bendecido a
nuestro país, dándonos a Santa Juana de Arco. Suscita ahora numerosas
vocaciones para conservar intacta la misión apostólica de la Francia. Amén.
—Rezar un
Padre nuestro, Ave María y Gloria.
℣.
Ruega por
nosotros, Santa Juana de Arco.
℟. Para que seamos dignos de las promesas de Cristo.
ORACIÓN
Oh Dios, que
admirablemente levantaste a la bienaventurada virgen Santa Juana para defender
la fe y la patria: te suplicamos por su intercesión, le des a tu Iglesia,
vencidas las insidias de los enemigos, el gozar de perpetua paz. Por
Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.
DÍA SEGUNDO – 22 DE MAYO
Por
la señal…
℣.
¡Oh Dios, ven en mi ayuda!
℟. Señor, apresúrate a socorrerme.
Gloria al
Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y
siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.
—Acto
de Contrición, Oración Inicial y Salutación.
ORACIÓN
¡Oh Santa
Juana!, tú visitaste al Delfín
Carlos de Francia en Chinon, y le revelaste que él era el verdadero heredero de
Francia e hijo de rey, que sería coronado en Reims y que tú has venido para
ayudarle a cumplir este deseo del Cielo. Tú libraste enseguida numerosas
batallas contra los Ingleses, y siempre saliste victoriosa. Tú libraste
igualmente batalla al pecado en tu propio campo, y demandaste a tus soldados
que volvieran al estado de la gracia. Intercede principalmente para que nuestro
país se acuerde de su bautismo y recupere el camino de los Sacramentos.
—Pedir la
gracia o favor que se desea recibir. Las demás Oraciones se rezarán todos los
días.
DÍA TERCERO – 23 DE MAYO
Por
la señal…
℣. ¡Oh Dios,
ven en mi ayuda!
℟. Señor, apresúrate a socorrerme.
Gloria al
Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y
siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.
—Acto
de Contrición, Oración Inicial y Salutación.
ORACIÓN
¡Oh Santa
Juana!, la semana de Pascua de ese
año 1430, luego que te encontraras en una zanja de Melun, las voces de las
santas Catalina y Margarita te anunciaron que serías hecha prisionera antes de
la fiesta de San Juan, y que Dios vendría en tu ayuda durante esta época. Tú
fuiste invadida de angustia y tentada a no someterte a la voluntad divina a fin
de salvar tu vida. Ruega por nosotros, a fin que hagamos siempre la voluntad de
Dios, y no la nuestra.
—Pedir la
gracia o favor que se desea recibir. Las demás Oraciones se rezarán todos los
días.
DÍA CUARTO
– 24 DE MAYO
Por
la señal…
℣. ¡Oh Dios, ven en mi ayuda!
℟. Señor, apresúrate a socorrerme.
Gloria al
Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y
siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.
—Acto
de Contrición, Oración Inicial y Salutación.
ORACIÓN
¡Oh Santa
Juana!, fue el 26 de Mayo, después
de una ruda batalla en Compiègne, cuando fuiste alcanzada por un arquero del
bando contrario. En seguida fuiste arrestada por los borgoñones y acusada por
la Inquisición inglesa de herejía y de idolatría. A pesar de tus temores y
miedos, te dejaste aprehender, guardando confianza en tus voces, y pidiendo su
intercesión a fin de responder a las preguntas que te fueron presentadas.
Pídele a Dios, para nosotros, el coraje y la audacia para afirmar nuestra fe.
—Pedir la
gracia o favor que se desea recibir. Las demás Oraciones se rezarán todos los
días
DÍA QUINTO – 25 DE MAYO
Por
la señal…
℣. ¡Oh Dios, ven en mi ayuda!
℟. Señor, apresúrate a socorrerme.
Gloria al
Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y
siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.
—Acto
de Contrición, Oración Inicial y Salutación.
ORACIÓN
¡Oh Santa Juana!, tú
fuiste torturada moralmente, asediada por numerosos e interminables
interrogatorios, abandonada y traicionada de todos, incluyendo el rey Carlos
VII, tratada como prisionera de guerra, amenazada corporalmente por los
guardias de tu celda, acusada de numerosas faltas que no habías cometido, y sin
abogado que te defendiera. Siempre dócil a los consejos de tus voces,
respondiste sin temor a todo lo que te fue preguntado; intercede para que
siempre recurramos a la oración en nuestras dificultades.
—Pedir la
gracia o favor que se desea recibir. Las demás Oraciones se rezarán todos los
días.
DÍA SEXTO – 26 DE MAYO
Por
la señal…
℣. ¡Oh Dios, ven en mi ayuda!
℟. Señor, apresúrate a socorrerme.
Gloria al
Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y
siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.
—Acto
de Contrición, Oración Inicial y Salutación.
ORACIÓN
¡Oh Santa Juana!, todos
tus acusadores se obstinaban para hacerte caer, para hacer que te contradijeras
en los hechos que relatabas; ellos te acusaron, te amenazaron con torturas
físicas, te acosaban sin cesar por horas, mas todo en vano, porque siempre les
respondías a todas sus preguntas, hasta el día 28 de Mayo, donde, no pudiendo
más, asustada por la muerte, lo negaste todo. Luego, por la gracia de Dios,
aceptaste con coraje el martirio y volviste sobre tus negaciones. A pesar del
reconocimiento de algunos de tus jueces de la intervención divina en tu
conducta, fuiste condenada a muerte por el suplicio del fuego. Ruega para que
la Francia levante su cabeza y se acuerde de sus promesas hechas a Dios.
—Pedir la
gracia o favor que se desea recibir. Las demás Oraciones se rezarán todos los
días.
DÍA SÉPTIMO – 27 DE MAYO
Por la señal…
℣. ¡Oh Dios, ven en mi ayuda!
℟. Señor, apresúrate a socorrerme.
Gloria al
Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y
siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.
—Acto
de Contrición, Oración Inicial y Salutación.
ORACIÓN
¡Oh Santa
Juana!, tú fuiste sostenida
sobrenaturalmente por el Cielo, pero no escapaste a las angustias provocadas
por la sentencia. Tú habías preferido «ser
decapitada siete veces en vez de ser quemada y reducida a cenizas». Sobre
la hoguera, una vez atada, pediste perdón a los ingleses y a todos tus
enemigos, por las batallas libradas contra ellos, y, con voz alta y clara,
perdonaste a todos los que te habían condenado: «Mis
Santos no me engañaron, mi misión era de Dios. San Miguel, Santa Margarita y
Santa Catalina, vosotros todos, mis hermanos y hermanas del Paraíso, venid en
mi ayuda…». En medio de las llamas, mirabas la cruz que te fue
presentada, y pronunciaste el Nombre de Jesús antes de morir. Sé nuestro modelo
en la obediencia, en la confianza en Dios, y en la perseverancia en nuestra
misión.
—Pedir la
gracia o favor que se desea recibir. Las demás Oraciones se rezarán todos los
días.
DÍA OCTAVO – 28 DE MAYO
Por
la señal…
℣. ¡Oh Dios, ven en mi ayuda!
℟. Señor, apresúrate a socorrerme.
Gloria al
Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y
siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.
—Acto
de Contrición, Oración Inicial y Salutación.
ORACIÓN
¡Oh Santa
Juana!, luego que el verdugo
Godofredo Thérage apagara el brasero a fin de que todos vieran el cadáver
desfigurado de aquella que les hacía temblar, apartó las cenizas y el milagro
apareció ante sus asustados ojos: ¡Tu corazón estaba
allí, lleno de una sangre escarlata y pareciendo vivo todavía! Esparcido
fue luego azufre y aceite sobre él, encendido y apagado el fuego nuevamente,
siempre dejándole intacto. Inquieto de este milagro, y temiendo la emoción del
pueblo, el cardenal de Inglaterra Enrique de Beaufort ordenó que tus huesos,
tus cenizas y sobre todo tu corazón fueran arrojados inmediatamente al Sena. El
verdugo dijo entonces: «Tengo gran temor de ser
condenado por haber quemado una santa». Entre la multitud se elevó un
grito: «¡Nosotros todos estamos perdidos, porque
una santa ha sido quemada!». Ayúdanos a servir a Dios, y a no buscar
sino la gloria del Cielo.
—Pedir la
gracia o favor que se desea recibir. Las demás Oraciones se rezarán todos los
días.
DÍA NOVENO – 29 DE MAYO
Por
la señal…
℣. ¡Oh Dios, ven en mi ayuda!
℟. Señor, apresúrate a socorrerme.
Gloria al
Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y
siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.
—Acto
de Contrición, Oración Inicial y Salutación.
ORACIÓN
Después
de tu muerte, ¡oh Santa Juana!, murió
la prosperidad de los ingleses en Francia. Luego de la hoguera de Ruan, ellos
no conocieron más que decepciones y derrotas. Con gran vergüenza y confusión,
ellos fueron rechazados de todos los países que habían conquistado. Todos
aquellos que habían juzgado con mala fe a la Doncella encontraron la muerte
poco tiempo después de la suya: el obispo Pedro Cauchon de Beauvais,
enriquecido por el rey Enrique VI de Inglaterra, murió súbitamente antes de
afeitarse; fue excomulgado póstumamente por el Papa Calixto III en 1457 y sus
huesos arrojados a las bestias feroces. Así se cumplió la predicción hecha a
Juana, en su prisión, por sus voces: «Tú tendrás
socorro. Serás liberada por una gran victoria. Toma todo por gracia. No te
preocupes por tu martirio. Tú vendrás finalmente al Reino del Paraíso». Que
la resurrección sea el solo fin de nuestra vida. Hazte presente a nuestro lado,
y contribuye aún a la santificación de nuestro país.
—Pedir la
gracia o favor que se desea recibir. Las demás Oraciones se rezarán todos los días.
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