lunes, 8 de diciembre de 2025

NOVENA DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA.

 

Recopilado de varios autores por un devoto de este misterio.

Málaga. Imprenta de Martínez de Aguilar hoy del avisador malagueño. Calle del Marqués, n.° 12. 1856.

 

COMENZAMOS: 29 de noviembre.

FINALIZAMOS: 7 de diciembre.

FESTIVIDAD: 8 de diciembre.

 

ADVERTENCIA

 

El presente volumen contiene varios ejercicios piadosos (Novena, elogios dispuestos en forma de trisagios, Letanía de la Inmaculada, Devoto Duodenario que se contempla el día octavo de cada mes) dedicados por diferentes autores a la Santísima Virgen en el Misterio de su Concepción Inmaculada, y recopilados por un devoto de este Misterio, que lo expende gratis, con el fin de que se extienda y se propague cada día más la devoción, el culto, la veneración y la alabanza á Maria Santísima, pura, inmaculada y santa en el primer instante de su ser.

   Tanto por Su Santidad como por varios Llmos. Sres. Arzobispos y Obispos, estén concedidas innumerables indulgencias a los fieles cristianos que practiquen estos ejercicios en honor de la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen.

 

Bendita sea tu pureza,

Y eternamente lo sea,

Pues todo un Dios se recrea

En tan graciosa belleza.

A ti, celestial princesa,

Virgen sagrada María,

Te ofrezco desde este día

Alma, vida y corazón;

Mírame con compasión.

No me dejes, Madre mía.

Vivir ni morir,

sin tu santa bendición.

 

NOVENA DE LA INMACULADA CONCEPCION DE LA VIRGEN MARÍA.


Se empezará diciendo:

“Bendito y alabado sea el Santísimo Sacramento del Altar, y la Inmaculada Concepción de María Santísima, Madre de Dios y Señora nuestra, concebida sin pecado original en el primer instante de su ser.”

 

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo , y del Espíritu Santo. Amén.

 

ACTO DE CONTRICIÓN

 

   Señor mío Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Criador, Padre y Redentor mío, por ser vos quien sois, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón de haberos ofendido, y propongo firmemente la enmienda, de nunca más pecar, de apartarme de todas las ocasiones de ofenderos, de confesarme, y cumplir la penitencia que me fuere impuesta; por vuestro amor perdono a todos los que me hubieren ofendido. Ofrézcoos mi vida, obras y trabajos en satisfacción dé todos mis pecados; y así como os lo suplico así confió en vuestra bondad y misericordia infinita, que me los perdonareis por los merecimientos de vuestra preciosísima sangre, pasión y muerte, y me daréis gracias para enmendarme y perseverar en vuestro santo servicio hasta la muerte. Amén.

 

ORACIÓN AL ETERNO PADRE

 

   Oh Padre Todo Poderoso, de infinita justicia y misericordia, que habiendo previsto desde la eternidad la caída de los ángeles y de los hombres determinasteis dejar a aquellos en su perdición y salvar a este por medio de vuestro Unigénito, el cual haciéndose hombre satisficiese con su pasión y muerte a vuestra justica, y nos mereciese la gracia y gloria que perdimos por el pecado a cuyo fin le   preparasteis una Madre digna de tal Hijo distinguiéndola con el nombre de MARÍA, que significa mar de gracias y de dones eminentes. Alabado y engrandecido seáis por las excelencias que comunicasteis a esta Señora, haciéndola más limpia y brillante que el Sol, más alta que los cielos, más santa que los serafines, espejo sin mancha de vuestras infinitas perfecciones, principio de la salud de los hombres, restauradora de la ruina de los Ángeles, Emperatriz del mundo, depositaría y dispensadora de los tesoros celestiales, obra maestra de vuestra sabiduría, poder, amor y magnificencia. Admitid, Señor benignísimo, los piadosos afectos con que en estos nueve días me dedico a considerar, venerar y engrandecer tantos dones y privilegios como para gloria vuestra y felicidad del género humano habéis derramado con esplendidez sobre María santísima, siendo el primero y fundamento de ellos el de su purísima Concepción, llena de gracia, sin mancha de pecado original, como lo creo, confieso y proclamo con todas las veras de mi alma, dispuesto a defender en cuanto alcancen mis fuerzas este misterio singular y admirable, de tanto honor para vos, de tanta exaltación para la santísima María, y de tanto consuelo para sus devotos. Concededme, Padre Clementísimo, por fruto de este novenario, que ahora y todos los días de mi vida se aumente sin cesar mi amor a vos y mi devoción a Maria santísima, por cuya Concepción inmaculada os pido y espero conseguir la pureza y perfección de mis costumbres, la perseverancia final y la gloria eterna. Amén.


DÍA PRIMERO —29 de noviembre.

 

Elogios para este día.

 

   Dios te salve, Reyna de los Ángeles, concebida con más luces de gracia que las de todos ellos, con un cuerpo terreno más puro que las estrellas, digno de comunicar al Verbo divino el ser humano, y con un alma llena de sabiduría y de virtud, imagen admirablemente expresiva de la Trinidad beatísima. Dios te salve, Azucena cándida que, floreciendo entre las espinas de los pecadores, no padeces el menor detrimento en tu integridad y perfección. Luna bellísima, que luces en la noche del mundo delincuente con los brillos del Sol de justicia. Aurora feliz, que desde tu origen alboreas los cielos y la tierra creciendo sin interrupción en los resplandores de la santidad. Toda eres hermosa ¡Oh María! Toda eres hermosa ¡Oh amiga la más querida del Espíritu Santo! En ti no hay mancilla de pecado, ni lunar de defecto alguno. Te suplicamos, Señora nos alcances la pureza de intención en todas nuestras obras para agradar a Dios y merecer verle y gozarle en el cielo. Amén.

 

—En seguida se dirá por tres veces en honor de las tres divinas Personas:

 

Bendita y alabada sea la beatísima Trinidad, porque crio á Maria santísima, concebida en gracia, sin pecado original, para que fuese digna Madre del Verbo divino y abogada poderosa de los pecadores.

 

—Un Dios te salve Maria y Gloria Patri.

 

HIMNO A LA PURÍSIMA CONCEPCIÓN DE NUESTRA SEÑORA


   ¡Oh Virgen sacrosanta!

La más pura y hermosa,

Tu Concepción dichosa

Mi vos ensalzará.

 

   ¡Oh cándida Azucena,

Suavísima, fragante,

Y en el primer instante

Única pura flor!

 

   ¡Oh mística, purpúrea,

Bella, divina Rosa!

Qué intacta, qué graciosa;

No la vio el mundo igual.

 

   ¡Oh bellísima Aurora

Siempre al orbe delicia,

Del Sol de la Justicia

Vestida en suma luz!

 

   ¡Oh Sol entronizado

En la mitad del día,

Dulcísima alegría

De la ciudad Dios!

 

   ¡Oh Luz esplendorosa,

Solaz de los mortales,

Remedio de los males

Del afligido Adán!

 

   ¡Oh Estrella refulgente!

¡Oh precioso Ornamento

Del alto firmamento!

Mis ojos alzo á tí.

 

   ¡Oh Espejo sin mancilla

De celestial pureza!

Conozco mi vileza

Mirando tu beldad.

 

   De los celestes dones

Que tu pecho atesora,

Da parte, da, Señora,

A un mísero infeliz.

 

   Cual luna clara, hermosa,

Fanal de navegantes,

Mis pasos vacilantes

Guía seguros tú.

 

   Alúmbrame, Señora,

Con un rayo divino;

Tú misma en el camino

Recto condúceme.

 

   Condúceme benigna,

De tu piadosa mano,

Al gozo soberano,

A la mansión feliz.

   ¡Oh Virgen sacrosanta!

La más pura y hermosa,

Tu Concepción dichosa

Mi vos ensalzará.

 

 

. Por tu Inmaculada Concepción, Virgen Madre de Dios.

. Defiéndenos del enemigo maligno.

 

ORACIÓN

 

   ¡Oh Dios! que por la inmaculada Concepción de la Virgen preparaste una morada digna para tu Hijo; te rogamos que asi como por la muerte prevista de este Hijo la preservaste de toda mancha, asi también por su intercesión nos concedas, que purificados de nuestras culpas logremos tu eterna posesión. Por el mismo Jesucristo Señor Nuestro, que contigo en unidad del Espíritu Santo vive y Reyna, Dios por todos los siglos. Amén.

 

ORACIÓN PARA CONCLUIR TODOS LOS DÍAS

 

   Soberana Emperatriz del cielo y de la tierra concebida en tanta pureza, que después de la de Dios no puede imaginarse otra mayor. Gloria de la celestial Jerusalén, donde brillando con el resplandor de la luz eterna, manifiestas insignemente la grandeza de la santísima Trinidad y aumentas el gozo de los bienaventurados. Alegría de Israel, a cuya nación consolaste dándole el Salvador que esperaba, y que la engrandeció asociándole la nación gentil, formando de entrambas una sola que es la Iglesia Católica. Honorificencia de nuestro pueblo español al que elegiste para que entre todos los del mundo, fuese el primero que te diese culto público en el templo que edifico nuestro Apóstol Santiago en Zaragoza, cuando aun viviendo entre los mortales te dignaste visitarnos en persona, ofrecernos tu protección e imprimir en nuestros corazones el amor que siempre te hemos profesado, con celo por tus preeminencias, y singularmente por tu Inmaculada Concepción, bajo cuyo misterio te celebramos como a nuestra principal Patrona. Continua Señora amabilísima, tu beneficencia sobre nuestro reino, sosteniéndolo en la fe y piedad de nuestros mayores y en la lealtad para con nuestros reyes; asiste siempre a nuestro católico monarca y a los que mandan en su nombre, para que sus disposiciones sean las más acertadas y útiles a la gloria de Dios y felicidad de esta nación; ruega por el Sumo Pontífice y demás prelados de la Iglesia, por el clero y el estado religioso, por todas las almas del Purgatorio, por todas las almas del universo, para que en ninguna se malogre el fruto de la sangre de tu divino Hijo; alcanza la extirpación de todas las herejías, errores, escándalos y pecados de la tierra, para que en ella sea santificado el nombre de Dios, y cumplida su santísima voluntad como se hace en el cielo. Amén.

 

“Bendito y alabado sea el Santísimo Sacramento del Altar, y la Inmaculada Concepción de María Santísima, Madre de Dios y Señora nuestra, concebida sin pecado original en el primer instante de su ser.”

 

En el nombre del Padre, y del Hijo , y del Espíritu Santo. Amén.

 

DÍA SEGUNDO —30 de noviembre.

Por la señal...

Acto de contrición...

Oración al Eterno Padre.

 

ELOGIOS PARA ESTE DÍA


   Dios te Salve, Reyna de los Arcángeles, concebida en gracia, no solo para anunciar de palabra como ellos los más grandes misterios, sino también para concurrir a efectuarlos y cumplirlos con el consentimiento de tu humildad, la sangre de tu corazón, y con la fiel cooperación a las obras del Verbo humanado. ¡Oh Señora! tu Concepción es el más plausible anuncio de la felicidad del mundo. Dios te salve, Vara prodigiosa de la raíz de Jessé, formada para producir la flor saludable Jesucristo. Paloma inocente, destinada para traernos el ramo de oliva, prenda de la clemencia divina para con los pecadores. Arco del cielo, que entre las nubes del mundo culpable resplandeces con los colores de todas las gracias, publicando la misericordiosa alianza de Dios con los hombres. Nave mística del mercader, que nos traes del cielo a la tierra el pan de vida eterna. Alcánzanos un amor fervoroso a Jesucristo y una fiel correspondencia a sus beneficios, con la que merezcamos la salvación. Amén.

 

—En seguida se dirá por tres veces en honor de las tres divinas Personas:

 

Bendita y alabada sea la beatísima Trinidad, porque crio á Maria santísima, concebida en gracia, sin pecado original, para que fuese digna Madre del Verbo divino y abogada poderosa de los pecadores.

 —Un Dios te salve Maria y Gloria Patri.

—El Himno y la oración final con …

“Bendito y alabado sea el Santísimo Sacramento del Altar…” 

DÍA TERCERO —1º de diciembre

 

ELOGIOS PARA ESTE DÍA

 

   Dios te salve, Reyna de los Principados, hija de Reyes según la carne, primogénita del Altísimo según el espíritu; concebida en gracia para ser solio de su gloria y majestad, y tener la primacía sobre todas las gentes, y la dirección especial de los escogidos. Dios te salve, Princesa esplendidísima, madre del amor casto, del temor saludable, del verdadero conocimiento y de la santa esperanza; tu posees el don de consejo y de equidad, la prudencia y la fortaleza; por ti reinan los reyes, los legisladores decretan leyes justas; los príncipes mandan, y los jueces administran justicia; en ti esta toda la gracia de luz y de camino recto, toda esperanza de vida y de virtud. Nosotros pues, princesa generosísima, amándote con toda la ternura de nuestras entrañas, nos postramos a tus pies, nos ponemos bajo tu dirección, y te pedimos nos llenes de esas tus gracias, y sobre todo de la dulzura de tu espíritu, para que, consolados en el Señor, se nos haga suave su yugo, y ligera la carga de su ley santísima, y sirviéndole en esta vida logremos gozarle en la eterna. Amén.


—En seguida se dirá por tres veces en honor de las tres divinas Personas:

 

Bendita y alabada sea la beatísima Trinidad, porque crio á Maria santísima, concebida en gracia, sin pecado original, para que fuese digna Madre del Verbo divino y abogada poderosa de los pecadores.

 —Un Dios te salve Maria y Gloria Patri.

—El Himno y la oración final con …

“Bendito y alabado sea el Santísimo Sacramento del Altar…” 

DÍA CUARTO —2 de diciembre.

Por la señal...

Acto de contrición...

Oración al Eterno Padre.

 

ELOGIOS PARA ESTE DÍA

 

   Dios te salve, Reyna de las Potestades celestiales, superior a ellas en prepotencia contra las infernales; tú eres la insigne mujer predestinada para quebrantar la cabeza y destruir el imperio de la serpiente sobre los hijos de Eva. Dios te salve, segunda Eva, tanto más dichosa que la primera cuanto fue mayor tu gracia original, a la que correspondiste tan fiel, que mereciste ser Madre del Salvador, el cual despojó a los principados y potestades del abismo, venciéndolas en su propia persona, y alcanzándonos la gloriosa libertad de hijos de Dios. Estér piadosa, que viéndote libre del decreto general de muerte, ganaste para nosotros con tus ruegos y virtudes la gracia del Divino Asuero, a despecho del tenebroso Aman. Judit valiente, que habiendo degollado con tu virtud al infernal Holofernes, causas tal terror a los demonios, que al oír tu nombre huyen despavoridos y cesan de tentarnos. Bendita seas entre todas las mujeres, y bendito sea el Señor que tan de lleno te ha conferido su poder. No dejes de emplearlo, Señora, contra los enemigos de nuestras almas, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.


—En seguida se dirá por tres veces en honor de las tres divinas Personas:


Bendita y alabada sea la beatísima Trinidad, porque crio á Maria santísima, concebida en gracia, sin pecado original, para que fuese digna Madre del Verbo divino y abogada poderosa de los pecadores.

 —Un Dios te salve Maria y Gloria Patri.

—El Himno y la oración final con …

“Bendito y alabado sea el Santísimo Sacramento del Altar…”

 

DÍA QUINTO —3 de diciembre

Por la señal...

Acto de contrición...

Oración al Eterno Padre.

 

ELOGIOS PARA ESTE DÍA

 

   Dios te salve, Reyna dé las Virtudes de los cielos a las que sobrepujas, porque tienes mayor poder para obrar milagros, y porque tú misma eres el mayor milagro del orbe, y un abismo de milagros, los cuales principiando en tú Concepción, se multiplicaron tanto en toda tu vida, que ni los hombres ni los ángeles pueden numerarlos y mucho menos comprenderlos. Dios te salve Hija prodigiosa de Adán, heredera de su naturaleza y libre de sus miserias; participante de su carne y no de su concupiscencia; más bella que todas las mujeres y más casta que todos los ángeles; hija de tu propio Hijo, y madre de tu Creador, al que concebiste sin varón, llevaste en tu vientre sin molestia, y diste a luz sin dolores; juntando los gozos de madre con el honor de virgen; mártir y más que mártir sin derramar sangre; muerta sin enfermedad, sepultada sin corrupción, y resucitada con gloria; despreciada con Cristo en el monte Calvario, y honrada con Cristo en el trono de la Beatísima Trinidad. ¡Oh Señora dichosísima!, haz en nosotros el milagro de que nos despojemos del hombre antiguo pecador, y nos revistamos del nuevo, justo y santo, para que imitando la vida de nuestro Señor Jesucristo logremos su gloria. Amén.


—En seguida se dirá por tres veces en honor de las tres divinas Personas:

 

Bendita y alabada sea la beatísima Trinidad, porque crio á Maria santísima, concebida en gracia, sin pecado original, para que fuese digna Madre del Verbo divino y abogada poderosa de los pecadores.

 —Un Dios te salve Maria y Gloria Patri.

—El Himno y la oración final con …

“Bendito y alabado sea el Santísimo Sacramento del Altar…” 

DÍA SEXTO —4 de diciembre

Por la señal...

Acto de contrición...

Oración al Eterno Padre.

 

ELOGIO PARA ESTE DÍA

 

   Dios te salve, Reyna de las Dominaciones; mil parabienes te damos, porque en el primer instante de tu ser, el Espíritu divino te recibió por su esposa, estrechándose contigo con inseparable abrazo de su amor, confirmándote en su gracia con la dulce seguridad de que fueses eternamente toda de tu Dios amado, y fuese todo tuyo tú Dios amante, con sus riquezas y su dominio sobre las obras de sus manos. Dios te salve, Señora universal del mundo, alábente los astros del firmamento, las aves del cielo, los peces del mar, las bestias de la tierra, y esta con sus árboles, plantas, flores y frutos; alábente los hombres y los ángeles; todas las criaturas te tributen honor y rendimiento, confesando tu dominio sobre ellas. Dios te salve, Señora opulentísima, que tienes en tus manos las riquezas y la gloria, la abundancia de bienes y la justicia, con todos los tesoros de que es dueño tu Esposo Omnipotente. Alcánzanos la gracia de que te reverenciemos y amemos con todo nuestro corazón, y te sirvamos como humildes y fieles esclavos, haciéndonos dignos de reinar con Jesucristo en el cielo. Amén.


—En seguida se dirá por tres veces en honor de las tres divinas Personas:

 

Bendita y alabada sea la beatísima Trinidad, porque crio á Maria santísima, concebida en gracia, sin pecado original, para que fuese digna Madre del Verbo divino y abogada poderosa de los pecadores.

 —Un Dios te salve Maria y Gloria Patri.

—El Himno y la oración final con …

“Bendito y alabado sea el Santísimo Sacramento del Altar…”

DÍA SEPTIMO —5 de diciembre

Por la señal...

Acto de contrición...

Oración al Eterno Padre.

 

ELOGIOS PARA ESTE DÍA

 

   Dios te salve, Reyna de los Tronos, preelegida por el Criador para tabernáculo de su descanso, por lo que te hizo limpia de toda mancha, y te adornó desde tu Concepción con tal superabundancia de dones y privilegios en el cuerpo y en el alma, que ni el Hijo de Dios pudo tener otra madre que tú, ¡Oh santísima Maria!, ni tú, ¡óh dignísima María!, pudiste tener otro hijo que el Hijo de Dios, y asi tu Concepción inmaculada nos trasporta de gozo, porque desde este feliz momento ya tenemos el tabernáculo de Dios con los hombres. El Señor está contigo en espíritu, y estará después en carne, y nacerá de tus entrañas, y habitará con nosotros, y seremos su pueblo, y él será nuestro Dios, y enjugará nuestras lágrimas, y desterrará nuestros dolores, y nos hará verdaderamente dichosos. Dios te salve, Trono de la divina gracia; en tí quiere Dios ser engrandecido y suplicado; tú eres el propiciatorio donde ha puesto el tribunal de su misericordia. A ti pues clamamos, á tí suspiramos, y de tí esperamos el buen despacho de nuestras peticiones. Alcánzanos en especial una perfecta pureza de alma y cuerpo, para que recibamos bien dispuestos a Jesús Sacramentado, con sus frutos de virtudes y de vida eterna. Amén.

  

—En seguida se dirá por tres veces en honor de las tres divinas Personas:

 

Bendita y alabada sea la beatísima Trinidad, porque crio á Maria santísima, concebida en gracia, sin pecado original, para que fuese digna Madre del Verbo divino y abogada poderosa de los pecadores.

 —Un Dios te salve Maria y Gloria Patri.

—El Himno y la oración final con …

“Bendito y alabado sea el Santísimo Sacramento del Altar…”

DÍA OCTAVO —6 de diciembre

Por la señal...

Acto de contrición...

Oración al Eterno Padre.

 

ELOGIOS PARA ESTE DÍA

 

   Dios te salve, Reyna de los Querubines, iluminada e iluminadora, como lo significa tu nombre de María, que se te preparó desde la eternidad y se te impuso por Dios en tu Concepción. ¡Oh momento feliz! Desde entonces dotada del uso perfecto de razón, recibiste el Espíritu Santo con sus luces de fe, prudencia, entendimiento, sabiduría, consejo, y el lleno de sus demás dones, todo en grados tan altos que solo Dios los excede, para hacerte digna Madre del Verbo divino, y asimilarte a este Sol de justicia, a fin de que le ayudases a disipar del mundo las tinieblas y sombras de muerte en que yacía, y fueses Maestra de los Apóstoles, Directora de los Evangelistas, Exterminadora de todas las herejías del universo, y Luz de las gentes. Dios te salve, Estrella del mar; dirígenos para que no perezcamos en las borrascas de esta vida. Luna llena, alúmbranos en la noche de nuestros vicios para que los conozcamos y extirpemos. Lucero del alba, alégranos con la esperanza del día de la eterna claridad. Sol purísimo, foméntanos con el santo fervor, para que, desechando la tibieza, caminemos a la perfección, adelantándonos de virtud en virtud, y mereciendo ver al Dios de los dioses en la Sion celestial. Amén.


—En seguida se dirá por tres veces en honor de las tres divinas Personas:

 

Bendita y alabada sea la beatísima Trinidad, porque crio á Maria santísima, concebida en gracia, sin pecado original, para que fuese digna Madre del Verbo divino y abogada poderosa de los pecadores.

 —Un Dios te salve Maria y Gloria Patri.

—El Himno y la oración final con …

“Bendito y alabado sea el Santísimo Sacramento del Altar…”

DÍA NOVENO —7 de diciembre

Por la señal...

Acto de contrición...

Oración al Eterno Padre.

 

ELOGIOS PARA ESTE DÍA


   Dios te salve, Reyna de los Serafines, concebida en mayor caridad que la de estos sublimes espíritus, la que no dejaste de acrecentar en todos los instantes de tu larga y preciosa vida, ni aun mientras tomabas el preciso descanso del sueño, ennobleciendo todas tus acciones, aun las más mínimas, con los impulsos y fines del purísimo amor de Dios y del prójimo, y atesorando mas riquezas de santidad y méritos que todos los santos y que todos los coros de los ángeles, por lo que brillas en el cielo coronada de estrellas que publican la eminencia inefable de tus virtudes y prerrogativas, y apareces vestida de los mismos resplandores de la gloria y majestad del Sol de justicia tu divino Hijo. Dios te salve, Madre de la gracia y de la misericordia, vida, dulzura y esperanza de los pecadores. Reparadora de las ruinas de los ángeles, cuyas sillas vacías por la caída de Luzbel y sus secuaces, se llenan con las almas que tú levantas con los auxilios divinos que les dispensas. ¡Oh Reyna soberana dé los cielos! desde el alto trono de tu majestad vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos, compadécete de nuestras miserias, aplica remedio a nuestros males, y sobre todo alcánzanos un perfecto amor de Dios y del prójimo, en lo que se encierra toda la ley, para que, cumpliéndola exactamente en esta vida, merezcamos los premios eternos. Amén.


—En seguida se dirá por tres veces en honor de las tres divinas Personas:

 

Bendita y alabada sea la beatísima Trinidad, porque crio á Maria santísima, concebida en gracia, sin pecado original, para que fuese digna Madre del Verbo divino y abogada poderosa de los pecadores.

 —Un Dios te salve Maria y Gloria Patri.

—El Himno y la oración final con …

“Bendito y alabado sea el Santísimo Sacramento del Altar…”


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