Traducción
de la Novena dispuesta por una monja clarisa del convento de Santa Clara de
Kenmare (Irlanda) en 1863, publicada en Londres por la Librería de Thomas
Richardson e hijo en 1868. El Acto de contrición es tomado del Manual de
Oraciones del III Concilio de Baltimore.
COMENZAMOS: 8 de septiembre.
FINALIZAMOS: 16 de septiembre.
FESTIVIDAD: 17 de septiembre.
Por
la señal ✠ de la Santa Cruz, de nuestros ✠
enemigos, líbranos
Señor
✠
Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo ✠,
y del Espíritu
Santo. Amén.
ACTO DE CONTRICIÓN
Oh Dios mío, de
todo corazón lamento haberte ofendido, y detesto todos mis pecados, porque temo
la pérdida del Cielo y las penas del Infierno, pero más que todo, porque ellos
Te ofendieron, mi Dios, que eres el Sumo Bien y merecedor de todo mi amor. Firmemente
resuelvo, con el auxilio de Tu gracia, confesar mis pecados, hacer penitencia,
y enmendar mi vida.
DÍA PRIMERO – 8 DE SEPTIEMBRE.
Oh dulce Jesús, que nos habéis enseñado a ser
mansos y humildes de corazón, os ofrezco Vuestra profunda
humildad, y en unión con ella, la humildad de San Francisco, en reparación por
todos mis pecados de soberbia, y para obtener gracia en adelante para practicar
la más profunda humildad en todo pensamiento, palabra y obra.
—Cinco
Gloria Patri en honor a las llagas de Jesús, y los sagrados Estigmas de San
Francisco.
ORACIÓN A SAN FRANCISCO
DE ASÍS
(Tomada del Retiro Espiritual)
¡Oh seráfico San Francisco!, que
ahora estáis en posesión de esa sede entre los Serafines, que desde toda la
eternidad fue preparado para vos, dignaos, como suplicamos, uniros a nosotros,
mientras damos gracias a vuestro Divino Bienhechor por haberos elegido para ser
el compañero de Su cruz, y el peculiar objeto de Su amor. Confiadamente
presentamos a vos todas nuestras presentes peticiones, convencidos que vuestra
influencia en el Cielo debe ser grande, puesto que vuestra semejanza a
Jesucristo aseguró el suceso de vuestras oraciones aun en la tierra. Vos
prontamente cortaste todo lazo humano, y desdeñasteis a cualquier padre que no
fuera Dios. Penetrado con las grandes verdades de la fe, pisoteasteis todo lo
que el mundo llama delectable y valioso, y abrazasteis tan despojada pobreza y
austera penitencia tan pronto que parecíais aquel Varón de Dolores, que no
tenía dónde recostar Su Sagrada Cabeza. La cruz de Jesús se convirtió en
vuestra delectación, vuestro único tesoro, y la estrecha unión con su adorable
Víctima fue la única alegría que vuestra alma pura podía apreciar. Finalmente,
la espada de la mortificación abrió para vos un pasaje al Corazón de Jesús, la
más profunda humildad os introdujo en las más interiores recámaras de ese
sagrado santuario, el don de la sublime oración abrió para vos tan arrobadoras
bellezas en Jesús, que todo objeto humano desapareció de vuestros ojos. Jesús
se convirtió verdaderamente en “vuestro Dios y
vuestro Todo”. El ardor de vuestro amor os hizo totalmente ser un
ardiente holocausto; y vuestro mismo cuerpo, purificado y sometido, fue honrado
con el más precioso de todos los favores, las sagradas marcas de las llagas de
vuestro Redentor. Desde ese feliz momento el resto de vuestro destierro fue un
martirio de amor, hasta que el mismo amor puso un fin a vuestra vida mortal. ¡Oh terrestre Serafín!, tened compasión de nuestra
tibieza. Que vuestra celestial contemplación ilumine nuestras tinieblas,
acordaos que la ceguera de los pecadores frecuentemente arrancaba lágrimas de
vuestros ojos. Vos lamentabais incesantemente que Jesús hubiese padecido tales
tormentos, y aún nadie pensase en Sus sufrimientos. Ahora
vos podéis satisfacer vuestro ardiente deseo de ver a Jesús amado obteniendo
para nosotros el más generoso y perfecto amor de Dios, la más profunda y
práctica humildad, un sincero amor a la pobreza, un vivo celo de nuestra propia
perfección, y la de otros, el espíritu de oración basada y alimentada por la
mortificación universal, y las intenciones particulares de esta Novena.
LETANÍA DE SAN FRANCISCO
DE ASÍS
Señor, tened piedad de nosotros.
Cristo,
tened piedad de nosotros.
Señor,
tened piedad de nosotros.
Cristo,
oídnos.
Cristo,
escuchadnos
propicio.
Dios Padre celestial, tened piedad de
nosotros.
Dios Hijo, Redentor del mundo, tened piedad de
nosotros.
Dios Espíritu Santo, tened piedad de
nosotros.
Santísima Trinidad, que sois un solo Dios, tened
piedad de nosotros.
Santa María, rogad por nosotros.
Patrona de la Orden Seráfica, rogad por nosotros.
San Francisco,
rogad por nosotros.
San Francisco, Ángel de pureza, rogad por nosotros.
San Francisco, ferviente amante de la pobreza, rogad
por nosotros.
San Francisco, perfecto despreciador del mundo, rogad
por nosotros.
San Francisco, admirable ejemplo de penitencia, rogad
por nosotros.
San Francisco, ferviente imitador de vuestro Salvador
crucificado,
rogad por nosotros.
San Francisco, portador de los estigmas de Cristo, rogad
por nosotros.
San Francisco, Serafín por el ardor de vuestro amor, rogad
por nosotros.
San Francisco, profundamente humilde, rogad
por nosotros.
San Francisco, columna de la Iglesia y defensor de la Fe, rogad
por nosotros.
San Francisco, que vivisteis y moristeis entre transportes de
amor, rogad
por nosotros.
Cordero
de Dios, que quitáis los pecados del mundo. Perdonadnos, Señor.
Cordero
de Dios, que quitáis los pecados del mundo. Escuchadnos, Señor.
Cordero
de Dios, que quitáis los pecados del mundo. Tened piedad de nosotros, Señor.
Cristo,
oídnos.
Cristo,
escuchadnos
propicio.
℣.
Ruega por nosotros, oh glorioso San Francisco.
℟.
Para que seamos dignos de las promesas de Cristo.
ORACIÓN
Señor Jesucristo, que, para sacar al mundo
de la tibieza en que había caído e inflamar nuestros corazones con el fuego de
vuestro amor, habéis impreso en el cuerpo del bienaventurado Francisco las
Sagradas llagas de vuestra Pasión, dignaos, en vista de sus méritos y de su
intercesión, concedernos la gracia de llevar constantemente la cruz y hacer
dignos frutos de penitencia. Vos que vivís y reináis en los siglos de los
siglos. Amén.
En el
nombre del Padre, y del Hijo ✠,
y del Espíritu
Santo. Amén.
DÍA SEGUNDO – 9 DE SEPTIEMBRE
Por
la señal…
Acto
de contrición.
Oh dulce Jesús, que
por nuestro amor nacisteis pobre, de una madre pobre, en un pobre establo, y
que habéis amado y honrado tan singularmente la pobreza, os
ofrezco Vuestra propia pobreza benditísima, y en unión con la santa pobreza de
San Francisco, pidiendo que como él yo también pueda ser verdaderamente pobre,
y en adelante no desear nada sino ser pobre con Vos en la tierra, para que
pueda ser rico con Vos en el Cielo.
—Cinco
Gloria Patri en honor a las llagas de Jesús, y los sagrados Estigmas de San
Francisco. La Oración y la Letanía se dirán todos los días.
DÍA TERCERO – 10 DE
SEPTIEMBRE
Por
la señal…
Acto
de contrición.
Oh dulce Jesús, que por nuestra causa tan
frecuentemente ayunasteis y velasteis en oración, os
ofrezco todos Vuestros benditos ayunos y vigilias; y en unión con ellos los
constantes ayunos y grandes austeridades del bienaventurado San Francisco,
pidiendo que por sus méritos pueda obtener gracia en adelante para mortificar
mi cuerpo en la tierra, y para conquistar mi miserable amor propio, para que
pueda ser cada día más ferviente y dedicado a Vuestro divino servicio.
—Cinco
Gloria Patri en honor a las llagas de Jesús, y los sagrados Estigmas de San
Francisco. La Oración y la Letanía se dirán todos los días.
DÍA CUARTO – 11 DE SEPTIEMBRE
Por
la señal…
Acto
de contrición.
Oh dulce Jesús, que soportasteis con tan suma
paciencia todas las pruebas y angustias de nuestra vida mortal, humildemente os
ofrezco Vuestra propia paciencia adorable: y en unión con ella la gran
paciencia con la cual San Francisco soportó tantas enfermedades y prueba, rogándoos
que por sus méritos pueda yo obtener la gracia de la paciencia, y glorificaros
llevando mansamente las pequeñas pruebas y contrariedades de mi vida diaria.
—Cinco
Gloria Patri en honor a las llagas de Jesús, y los sagrados Estigmas de San Francisco.
La Oración y la Letanía se dirán todos los días.
DÍA QUINTO – 12 DE SEPTIEMBRE
Por
la señal…
Acto
de contrición.
Oh dulcísimo
Jesús, que nos habéis amado tanto, y que sois amado tan poco por
nosotros, me regocijo por el gran amor que el bienaventurado San Francisco tuvo
por Vos, y humildemente os pido por sus méritos, por
Vuestro propio amor inconcebible, que inflaméis en mi corazón tan ardiente
fuego de caridad, para que en adelante pueda ser enteramente consumido con el
amor, y no tener otro pensamiento o deseo que el de agradaros.
—Cinco
Gloria Patri en honor a las llagas de Jesús, y los sagrados Estigmas de San
Francisco. La Oración y la Letanía se dirán todos los días.
DÍA SEXTO – 13 DE SEPTIEMBRE
Por
la señal…
Acto
de contrición.
Oh dulcísimo
Jesús, que tan tiernamente amasteis a Vuestra propia Madre Inmaculada, y
al morir nos la disteis para que podamos honrarla y amarla, y nos disteis a
Ella para que pueda ser nuestra propia Madre; os
ofrezco el tierno amor que San Francisco tuvo por ella, y el ardiente deseo que
tuvo de que todos los hombres deban honrarla, particularmente en el misterio de
su Inmaculada Concepción, y ruego, oh dulce Jesús, por Vuestro amor a María, y
los méritos de San Francisco, que pueda siempre incrementar en fervorosa
devoción a Vuestra benditísima Madre, y nunca digamos o hagamos cualquier cosa
que sea al menos desagradable a Ella y su carísimo y adorable Corazón..
—Cinco
Gloria Patri en honor a las llagas de Jesús, y los sagrados Estigmas de San
Francisco. La Oración y la Letanía se dirán todos los días.
DÍA SÉPTIMO – 14 DE SEPTIEMBRE
Por
la señal…
Acto
de contrición.
Oh dulce Señor
Jesús, que fuisteis obediente en Nazaret a María y José, y en la cruz a
Vuestros crueles verdugos, os ofrezco la profunda obediencia del
bienaventurado San Francisco a Vuestra santísima voluntad, a sus superiores
eclesiásticos, y por amor Vuestro a todas las criaturas; y os ruego que por sus
méritos pueda obtener la gracia de una pronta, animada y amorosa obediencia
a aquellos que habéis puesto sobre mí, y
que Vos le concedáis a ellos las gracias y consolaciones especiales que
necesitan para su santo oficio.
—Cinco
Gloria Patri en honor a las llagas de Jesús, y los sagrados Estigmas de San
Francisco. La Oración y la Letanía se dirán todos los días.
DÍA OCTAVO – 15 DE SEPTIEMBRE
Por
la señal…
Acto
de contrición.
Oh dulce Jesús, Buen
Samaritano, que fuisteis tan lleno de la ternísima caridad por todas Vuestras
criaturas, os ofrezco la devoción con la cual San
Francisco atendió a los leprosos y consoló a los enfermos, el gran amor que
tuvo por sus hijos espirituales, y su infatigable celo por el bienestar de
todos los hombres; por Vuestra propia caridad inefable para con los pobres
pecadores, y por los méritos de San Francisco, humildemente os ruego la gracia
de una caridad más tierna y sacrificada hacia todos los hombres, y que pueda
ejercerla especialmente hacia aquellos con los que vivo.
—Cinco
Gloria Patri en honor a las llagas de Jesús, y los sagrados Estigmas de San
Francisco. La Oración y la Letanía se dirán todos los días.
DÍA NOVENO – 16 DE SEPTIEMBRE
Por
la señal…
Acto
de contrición.
Oh dulce Jesús, cuya amadísima Pasión es tan poco
considerada y tan poco amada, me regocijo en la gran ternura que el
bienaventurado San Francisco sintió por ella y las lágrimas que derramó sobre
Vuestros sufrimientos; ¡Oh dulce Jesús!, por
Vuestra amadísima y cruel Pasión, y por los grandes méritos de San Francisco,
que obtuvo para él el favor de la impresión de Vuestras sacratísimas llagas, concededme
la gracia de amar y compadecerme tanto de Vuestros sufrimientos que pueda ser
incitado a una continua reparación por ellos, y a una siempre creciente
devoción al adorable Sacramento del Altar; y poder llorar tanto con Vos aquí,
que pueda ser and hecho digno de regocijarme eternamente con Vos en el Cielo.
—Cinco
Gloria Patri en honor a las llagas de Jesús, y los sagrados Estigmas de San
Francisco. La Oración y la Letanía se dirán todos los días.
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