Novena
publicada en el Devocionario Carmelitano, publicado en Madrid por la Librería
Católica de Gregorio del Amo y Gómez en 1899. Imprimátur de Mons. Dr. José
María de Cos y Macho, Arzobispo-Obispo de Madrid-Alcalá, el 6 de Febrero de
1890. Puede rezarse en cualquier momento del año, especialmente en preparación
a su fiesta el 29 de Mayo, o antes del 16 de Diciembre, fiesta de la traslación
de sus reliquias.
COMENZAMOS: 20 de mayo.
FINALIZAMOS: 28 de mayo.
FESTIVIDAD
VETUS ORDO: 29 de mayo.
NOVENA EN HONOR
DE SANTA MARÍA MAGDALENA DE PAZZI, VIRGEN CARMELITA.
Arrodillado
el devoto ante el altar o imagen de la Santa hará la señal de la Cruz y
comenzará diariamente con el siguiente Acto de contrición:
Por
la señal ✠ de la Santa Cruz, de nuestros ✠ enemigos,
líbranos
Señor
✠
Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo ✠,
y del Espíritu Santo. Amén.
ACTO DE CONTRICIÓN
Señor mío Jesucristo, Dios y Hombre
verdadero, Criador, Redentor y Padre amantísimo de mi alma, en quien creo y espero, a
quien amo sobre todas las cosas; postrado ante vuestra Majestad soberana,
horrorizado y confuso a vista de tantos pecados cometidos por una ingrata y vil
criatura, os pido humildemente que no me tratéis como por ellos merezco, sino
según vuestra infinita misericordia. Perdonadme, Padre amabilísimo, ya que los
detesto de lo íntimo de mi corazón, y me pesa de haberlos cometido, sólo por
ser ellos agravios injurias hechas a vuestra suma bondad, infinitamente digna
de ser amada. Propongo, con el auxilio de vuestra gracia, nunca más pecar,
confesarme y daros toda la satisfacción posible; más como ésta, por mi parte,
no será bastante, os ofrezco los méritos de vuestra Sangre
preciosísima, los de vuestra inmaculada Madre la Virgen María y los de vuestra
fidelísima sierva y amante esposa, Santa María Magdalena de Pazzi, tan
penitente y acrisolada en el fuego de la tribulación. Perdón una y mil veces,
Dios mío; perdón y gracia para perseverar fiel en vuestro servicio y amor hasta
el último aliento de mi vida. Amén.
ORACIÓN PARA TODOS LOS
DÍAS
¡Oh extática Virgen y amada protectora mía,
Santa María Magdalena, fragante lirio
del Carmelitano jardín, y serafín humano inflamado en divino amor! Vos,
que fuisteis la mujer fuerte en las tentaciones y persecuciones que os movió el
espíritu infernal, y que, fiel y constante, no sólo sufristeis con inalterable
paciencia los trabajos, enfermedades, escrúpulos, arideces, desolaciones y
desamparos a que plugo a vuestro Divino Esposo sujetaros por espacio de cinco
años; sí que también, ansiosa de manifestarle vuestro amor padeciendo por Él,
le pedisteis con heroísmo «no morir, sino vivir
para más y más padecer»; Vos,
que merecisteis ser regalada con tantos éxtasis y visiones consoladoras, con
tan grandes favores como llevar en el alma las llagas de vuestro Amado, y
sufrir en el cuerpo los dolores de su Pasión Sacratísima, quedando tan
inflamada en su amor, que tuvisteis que exclamar: «No más, Dios mío, pues no puedo sufrir más tan grande llama»,
rogad por mí a vuestro Esposo Jesús, que me dé gracia para
desterrar la tibieza de mi corazón, paciencia y resignación para sufrir con
firme constancia las tribulaciones que me enviéis, fortaleza para resistir y
vencer las tentaciones de los enemigos de mi alma, y que me inflame en su amor
durante mi vida, para poder con Vos amarle por toda una eternidad en el Cielo. Amén.
—Ahora, en
reverencia de las cinco llagas de Nuestro Señor Jesucristo, las que Él imprimió
místicamente en el alma de la Santa, y en memoria de los cinco años de tribulaciones
con que ella fue acrisolada se dirán cinco Padrenuestros, Avemarías y Gloria
Patris, y después la oración propia de cada día en particular.
DÍA PRIMERO – 20 DE MAYO
¡Oh sabia y prudente Virgen María Magdalena,
que, desde vuestros más tiernos años, conociendo que Dios os había criado para
que ya os entregaseis a Él sin reserva alguna, deseando ser absolutamente suya
hasta la muerte, no pensando en toda la vida ni deseando sino agradarle, y
estando velando siempre para no perderle; y que por esto renunciasteis al mundo
y las caricias paternas para más consagraros a Él con los votos de la
Observancia Carmelitana, donde fue siempre la máxima que salió de vuestros
labios, y que practicasteis sin cesar: «Amar a
Dios y aborrecerse a sí misma; en esto consiste la perfección». Alcanzadme
de Dios, ¡oh Santa mía!, el
que me penetre bien de que soy criatura suya y le pertenezco totalmente;
porque, cumpliendo las promesas hechas en el Bautismo, renunciando a todo lo
que pueda apartarme de Él, viva siempre como cosa suya, hasta poseerle por toda
una eternidad en el Cielo. Alcanzadme
también el favor que pido en esta Novena, si ha de ser para gloria del Señor y
bien de mi alma. Amén.
—Aquí se
pedirá la gracia particular que por intercesión de la Santa se desea alcanzar
en esta Novena.
ORACIÓN PARA TODOS LOS
DÍAS
Poderosa
protectora mía Santa María Magdalena de Pazzi, especial abogada de las
personas tentadas y atribuladas: ya que vuestro Divino Esposo Jesús os
enriqueció con tantos dones suyos en la tierra, y, glorificándoos ahora en el
Cielo, se complace en oír las súplicas de los que os invocan con fervor,
concediéndoles los favores que piden por medio de vuestra intercesión; yo, el
más indigno de vuestros devotos, a Vos acudo con la esperanza de que me alcanzaréis
lo que os pido en esta Novena, si conviene para mi eterna salvación; y si no,
implorad para mí lo que sea más del agrado de Dios, y sobre todo la fidelidad y
perseverancia en su santo servicio, para que, experimentadas por vuestra
mediación las divinas misericordias en la tierra, pueda con Vos cantarlas
eternamente en el Cielo. Amén.
GOZOS DE LA GLORIOSA
VIRGEN CARMELITA SANTA MARÍA MAGDALENA DE PAZZI
Pues
sois del divino amor
Y
de tantos dones llena,
Dad,
María Magdalena,
Al
que os invoca favor.
De
nobles padres nacisteis
En
Florencia, ciudad bella,
Y
niña aún, como estrella
De
virtud resplandecisteis,
Y
ya a la oración os disteis
Con
admirable fervor.
Dad, María Magdalena,
Al que os invoca favor.
Del
Carmelo religiosa
Abrazasteis
la Observancia,
Y,
venciendo con constancia
A
la serpiente engañosa,
Merecisteis
ser esposa
Del
Divino Salvador.
Dad, María Magdalena,
Al que os invoca favor.
Por
cinco años Vos sufristeis
Ser
del demonio tentada,
De
enfermedades cargada,
Y
muy desolada os visteis;
Mas
todo lo padecisteis
Con
admirable valor.
Dad, María Magdalena,
Al que os invoca favor.
Finezas
tan peregrinas
Premiando
el Esposo amado,
Vuestra
cabeza ha adornado
Con
su corona de espinas,
Y
con sus llagas divinas
Marca
en vuestra alma su amor.
Dad, María Magdalena,
Al que os invoca favor.
Singularmente
arrobada,
Os
daba fina instrucción
Jesús,
y su Corazón
Os
dio como a esposa amada.
Quedando
en Él transformada,
Creces
tomó vuestro ardor.
Dad, María Magdalena,
Al que os invoca favor.
Llegasteis
Vos a obtener
Cuanto
Él padeció el sufrir,
Y
no pedisteis morir;
Vivir,
sí, por padecer.
Penar
en Vos llegó a ser
La
satisfacción mayor.
Dad, María Magdalena,
Al que os invoca favor.
Pide,
de mi Hijo esposa,
Os
dijo el Eterno Padre,
Aquello
que más le cuadre
A
tu sed tan fervorosa:
Vos
le pedisteis ansiosa
Almas
que le den honor.
Dad, María Magdalena,
Al que os invoca favor.
En
la Sacra Eucaristía
Hallasteis
vuestro consuelo,
Y
varios Santos del Cielo
Y
vuestra Madre María,
Os
honraron a porfía
Como
a esposa del Señor.
Dad, María Magdalena,
Al que os invoca favor.
Siempre
humilde y penitente,
El
cuerpo mortificabais,
Y
las Reglas observabais
Siempre
en todo lo obediente.
Llena
de amor vehemente,
Morís
víctima de amor.
Dad, María Magdalena,
Al que os invoca favor.
De
toda alma atribulada
Sois
benigna Protectora;
Y
la que tentada llora,
Por
Vos se ve consolada:
Toda
enfermedad curada
Es,
si os ruegan con fervor.
Dad, María Magdalena,
Al que os invoca favor.
Fina
amante del Señor,
De
gloria y de poder llena,
Dad, María Magdalena,
Al que os invoca favor.
Antífona: Las muchas aguas no apagaron su caridad, ni las corrientes la
arrastraron, porque el amor es tan fuerte como la muerte.
℣.
La gracia es difusa en tus labios.
℟.
Porque el Señor te bendijo eternamente.
ORACIÓN
Oh Dios, amador de la virginidad, que
adornaste a la bienaventurada virgen María Magdalena, inflamada en tu amor, con
celestiales dones, concédenos a cuantos la veneramos con festiva
celebración, que imitemos su pureza y castidad. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
En el
nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.
DÍA SEGUNDO – 21 DE MAYO
Por
la señal…
Acto
de Contrición, Oración para todos los días, y los cinco Padre nuestros, Ave
Marías y Glorias.
ORACIÓN
¡Oh humilde Virgen! Conociendo que la humildad
es la base y fundamento del edificio de las virtudes, y que no hay perfección
sin la imitación de Aquel que, siendo Dios, tomó la forma de esclavo y se humilló
por nuestro amor hasta la muerte de cruz, os enamorasteis de esta virtud, de
manera que, no sólo siendo noble servíais a los criados y a los pobres, y
religiosa os sujetabais a vuestros inferiores, sí que también buscabais las
humillaciones con más ansia que el mundano las alabanzas, y teníais tan bajo
concepto de Vos misma, que os confesabais «la
criatura más vil e inservible, y la más pecadora y criminal de las mujeres». Alcanzadme
del Señor luz para conocer mi miseria y mi nada, gracia para vencer mi orgullo
y vanidad, y un santo amor a los desprecios y humillaciones, que tanto merezco
por mis pecados; para que, humillándome por su amor, a imitación vuestra, en
este mundo, pueda ser después, como Vos, exaltado en la gloria celestial. Esto
os pido, Santa mía, junto con el favor que solicito en esta Novena, si es del
agracio de Dios y bien de mi alma. Amén.
—Pedir la
gracia que se desea alcanzar. La Oración y los Gozos se dirán todos los días.
DÍA TERCERO – 22 DE MAYO
Por
la señal…
Acto
de Contrición, Oración para todos los días, y los cinco Padre nuestros, Ave
Marías y Glorias.
ORACIÓN
¡Oh admirable Virgen!, que desprendida totalmente
de Vos misma, y conformada siempre a la voluntad divina, conservasteis una
tranquilidad e inalterable paz interior, tanto en las enfermedades, penas y
tribulaciones amarguísimas, como en la salud, delicias y especiales favores
celestiales, considerando que todo cuanto os acontecía, todo venía dispuesto
por el Padre y Dador de todo bien, en las manos del cual os pusisteis como
blanda cera, para que obrase en Vos cuanto a Él le pluguiese, diciéndole, como
su Divino Hijo vuestro Esposo: «No se
cumpla, ¡oh Padre!, jamás mi voluntad, sino la vuestra!».
Pedid al Señor que yo sepa imitaros, y que nada desee sino el
cumplimiento de su voluntad santísima, para que, obrando como Vos, todo lo que
venga, sean satisfacciones, sean penas, sean agravios y tribulaciones, sean
favores y prosperidad, sea enfermedad o salud, nada me turbe y anonade, sino
que lo reciba todo como venido de su mano divina, y, bendiciendo siempre en la
tierra su santo nombre, merezca glorificarlo en el Cielo. Alcanzadme también lo
que pido en esta Novena, si es de su agrado y para provecho de mi alma. Amén.
—Pedir la
gracia que se desea alcanzar. La Oración y los Gozos se dirán todos los días.
DÍA CUARTO – 23 DE MAYO
Por
la señal…
Acto
de Contrición, Oración para todos los días, y los cinco Padre nuestros, Ave
Marías y Glorias.
ORACIÓN
¡Oh gloriosa Virgen!,
que
conociendo que la obediencia es el camino más breve para llegar a la
perfección, y que la obediencia al confesor es el remedio necesario para las
almas tentadas y atribuladas, y el norte seguro de salvación para todos,
fuisteis tan obediente a vuestros superiores y a vuestro confesor, que no
teníais más voluntad que la suya, diciendo «que
estimabais más el más mínimo ejercicio hecho por obediencia, que la más alta
contemplación tenida por propia voluntad»,
y
hasta en vuestros últimos momentos retardasteis el morir hasta que os lo
permitió el confesor. Alcanzadme del Señor, amantísima Protectora
mía, la gracia de vencer mi amor propio, sujetándome obediente a la voluntad de
mis superiores, y la de una perfecta docilidad a los preceptos y dirección de
los que le representan sobre la tierra, para que con esta obediencia adelante
sin temor en el camino de la virtud, y llegue con toda seguridad al feliz
puerto de la gloria celestial. Alcanzadme también el favor particular que os
pido en esta Novena, si es del agrado de Dios y provecho para mi alma. Amén.
—Pedir la
gracia que se desea alcanzar. La Oración y los Gozos se dirán todos los días.
DÍA QUINTO – 24 DE
MAYO
Por
la señal…
Acto
de Contrición, Oración para todos los días, y los cinco Padre nuestros, Ave
Marías y Glorias.
ORACIÓN
¡Oh
angélica Virgen, serafín
ardentísimo, que os derretíais continuamente en el fuego del divino amor, y
sabiendo que, para mantener viva su abrasadora llama, es preciso tener puros el
alma y el cuerpo, os esmerasteis en conservar siempre intacto el lirio de
vuestra virginal pureza, huyendo de todo lo que pudiera mancillarlo, y
rodeándole, no sólo de los muros del claustro, que como a guardadores suyos
besabais con cariño, sí que también con las espinas de la más áspera penitencia
y mortificación de sentidos, mereciendo que Jesús os tomase por esposa, os
diese su corona de espinas, imprimiese en vuestra alma sus llagas, os diese su
Corazón, y la Virgen Santísima y varios Santos os pusiesen un blanquísimo velo
y os adornasen con oro y piedras preciosas! ¡Oh Santa mía!,
alcanzadme el que, si no tan puro como Vos, purificado con la
penitencia, mortifique mis sentidos, para que, viviendo castamente, merezca
arder en el amor de Dios aquí en este lugar de destierro, y amar al mismo Señor
eternamente en la celestial patria. Alcanzadme también el favor que pido en
esta Novena, sí ha de ser para gloria de Dios y bien de mi alma. Amén.
—Pedir la
gracia que se desea alcanzar. La Oración y los Gozos se dirán todos los días.
DÍA SEXTO – 25 DE MAYO
Por
la señal…
Acto
de Contrición, Oración para todos los días, y los cinco Padre nuestros, Ave
Marías y Glorias.
ORACIÓN
¡Oh pacientísima Virgen, que, meditando
siempre las penas y tormentos que vuestro celestial Esposo Jesús padeció por
nuestro amor, sufristeis, no sólo resignada, sí que también muy gozosa, cinco
años de tentaciones, visiones horribles y tratamientos crueles de parte del
espíritu infernal, acompañado todo esto de aridez de espíritu, temores de
condenación eterna, desconsuelos, desolaciones y aparente abandono de vuestro
Amado, quien os dio el participar de los dolores de su Pasión Sacrosanta: a lo
que se unieron durante toda vuestra vida enfermedades graves continuas e
intensísimos dolores en todo vuestro cuerpo; y todo lo sufristeis gozosa por su
amor, llegando vuestro heroísmo a pedir al Señor la prolongación de vuestra
vida para poder padecer más y más por amor suyo! Alcanzadme, ¡oh paciente Santa mía!, la
gracia de sobrellevar con paciencia y resignación las penas y disgustos de la
vida, y las enfermedades y tribulaciones que Dios se digne enviarme, que lo
acepto como castigo merecido por mis pecados, castigo enviado por un Padre que
me ama, y que lo sufra tranquilo y alegre por amor del que tanto padeció por
mí. Alcanzadme también lo que pido en esta Novena, si ha de ser para gloria de
Dios y bien de mi alma. Amén.
—Pedir la
gracia que se desea alcanzar. La Oración y los Gozos se dirán todos los días.
DÍA SÉPTIMO – 26 DE
MAYO
Por
la señal…
Acto
de Contrición, Oración para todos los días, y los cinco Padre nuestros, Ave
Marías y Glorias.
ORACIÓN
¡Oh
fervorosa Virgen, que herida del celo de Elías vuestro Padre y Patriarca, en medio
de tantos dolores corporales y ansiedades de espíritu, ardíais en incesantes
deseos de la gloria de Dios, llorando continuamente, no por lo que teníais que
sufrir, pues pedíais vivir para padecer más por vuestro Amado, sino porque
tantas almas, en lugar de mostrarse agradecidas al amor inmenso del Señor y de
darle honor y gloria, le ofendían y abandonaban con sus pecados, y porque
tantas otras no conocían todavía su nombre santo, deseando hasta veros privada
de los dones celestiales, con tal que os quedase la gracia y la caridad, por
darles a los prójimos, para que Él fuese conocido y amado! Alcanzadme,
¡oh celosísima Santa!, una parte de vuestro ardiente
celo de la gloria divina, para que, en lugar de ser piedra de escándalo para
mis semejantes, les sirva de edificación y, haciéndome todo para todos, con mi
caridad los gane a todos para Jesucristo, sin procurar jamás mi gloria, sino la
suya. Alcanzadme también lo que os pido en esta Novena, si ha de ser para bien
de mi alma. Amén.
—Pedir la
gracia que se desea alcanzar. La Oración y los Gozos se dirán todos los días.
DÍA OCTAVO – 27 DE MAYO
Por
la señal…
Acto
de Contrición, Oración para todos los días, y los cinco Padre nuestros, Ave
Marías y Glorias.
ORACIÓN
¡Oh Seráfica Virgen, que sumamente
enamorada de Dios, ya en vuestra infancia, huyendo de todo juego y diversión,
le buscabais en el retiro y la oración, y no siendo posible uniros a Él por
medio de la Eucaristía, como anhelabais, os arrimabais a las personas que
habían tenido tal dicha, para estar más cercana a Él; y cuando, crecida y
después de ser religiosa, teníais tanta ansia de recibirle que contabais las
horas, las que os parecían años que os retardaban de saciaros con su Cuerpo y
Sangre en la Sagrada Comunión, y le visitabais treinta y tres veces cada día en
el Santísimo Sacramento, orando extática, y llorando al tener que apartaros de
su real presencia! Alcanzadme, amantísima Patrona mía, que
viva siempre unido a mi Dios y Señor por medio de su gracia, que le reciba
dignamente en el Sacramento de su amor, y que, apartado del bullicio del mundo,
eleve a Él mi corazón por medio de la oración, visitándole cada día en los
altares si me es posible. Alcanzadme también lo que os pido en esta Novena, si
ha de ser para gloria suya y bien de mi alma.
Amén.
—Pedir la
gracia que se desea alcanzar. La Oración y los Gozos se dirán todos los días.
DÍA NOVENO – 28 DE
MAYO
Por
la señal…
Acto
de Contrición, Oración para todos los días, y los cinco Padre nuestros, Ave
Marías y Glorias.
ORACIÓN
¡Oh
fidelísima Virgen, que amando a
Dios desde que apuntó en Vos el uso de la razón, perseverasteis constante en su
amor hasta la muerte, sin cesar un solo momento de la vida de amarle con todas
las veras de vuestro corazón, sirviéndolo siempre fiel, obedeciéndole siempre
gozosa y padeciendo siempre por Él amante y fina, hasta el momento en que, por
obediencia, moristeis víctima dichosa de su amor! Oh
admirable Santa, alcanzadme del Señor, que os ha coronado de
gloria en el Cielo, la gracia de saber imitaros en esa perseverante fidelidad,
la gracia de no ofenderle más y de cumplir exactamente mis propósitos, de huir
de todo lo que pueda serme ocasión de pecar, para que, amándole más y más
siempre en esta vida, pueda amarle y siempre amarle, gozando con Vos de su
clara vista, en la eterna gloria. Alcanzadme también el favor que solicito por
medio de esta Novena, si ha de ser para gloria de Dios, honor vuestro y bien de
mi alma; y si no ha de ser así, alcanzadme lo que sea del divino agrado y más
me convenga. Amén.
—Pedir la
gracia que se desea alcanzar. La Oración y los Gozos se dirán todos los días.
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