Compuesta
por el R.P. Fr. Pedro del Espíritu Santo, Carmelita Descalzo, quien la dedicó
al glorioso Patriarca San José, dignísimo esposo de la madre de Dios, y singular
protector del Carmelo reformado.
Reimpresa
y añadida con los actos de Fe, Esperanza y Caridad
Sale
a la luz a expensas de la Comunidad de PP. Carmelitas Descalzos de la ciudad de
Ávila.
1924
Imp. catól. y Enc. de Sigirano Díaz Ávila.
COMENZAMOS: 6 de octubre.
FINALIZAMOS: 14 de octubre.
FESTIVIDAD: 15 de octubre.
Introducción
a la Novena
Siendo loable máxima de los fieles valerse
de la intercesión de los santos cuando desean conseguir de la Divina Majestad algún
espiritual o temporal beneficio, claro se deja entender con cuánta confianza
pueden esperar de Dios el buen despacho de sus oraciones y súplicas los
devotos, que para este efecto toman por intercesora a la gloriosa madre y
seráfica virgen Santa Teresa de Jesús; pues como afirma en la bula de su
canonización el Santísimo Padre Gregorio XV, dispuso Dios que naciese esta santa
virgen para manifestar a todo el Orbe su Divina Bondad, y para que todos alabasen
al Señor, porque en estos últimos tiempos no apartó de nosotros sus misericordias.
Y esto lo confirma la misma Santa, cuando dice en el libro de su vida: (Vid., cap.
39, núm. 41.)
Que la prometió el Señor no negarla cosa que la pidiese, y que la dijo en otra
ocasión (Chron. Carm. Disc. lib. 2. cap. 25, núm. 5.); Ya sabes el desposorio que hay entre Mí y tí; y habiendo esto,
lo que Yo tengo es tuyo; y así te doy los trabajos y dolores que Yo padecí; ya
con esto puedes pedir a mi Padre como cosa propia. De cuya oferta puede
inferirse, que estando vinculado nuestro bien en el abundantísimo tesoro de la
pasión y méritos de Jesucristo, sí este soberano tesoro está en manos de Santa
Teresa, podemos decirla lo que los egipcios al antiguo José (Génes, 47,
v. 25):
Nuestra salud está en tus manos.
Con qué solicitud tomará la Santa a cargo
suyo conseguir de Dios (si conviene)
lo que desean los devotos que la toman por intercesora, se infiere del grande
amor que viviendo en la tierra tuvo la Santa a sus prójimos, y del fervoroso
celo de la salvación de las almas; porque habiendo sido este amor caridad y celo cortado al
molde de la caridad de Dios que abrasaba su virginal pecho, como
dice el llmo. Sr. D. Fray Diego de Yepes, obispo de Tarazona (Yep. Iib.
3, cap, 23 y 25.);
y siendo este
amor de Dios igual a aquel en que los serafines se abrazan, en sentir del mismo Ilustrísimo, no hay duda que,
si nuestra petición no es opuesta a la salud eterna, podemos fiar de su
intercesión el deseado logro, porque si este amor y abrasado celo no se
disminuye, sino que se aumenta en la gloría por estar allí la caridad en su
cumplida perfección, como dice San Pablo (1. ad. Cor., cap. 15.), infiera el devoto con qué
cuidado solicitará de Dios nuestro bien, reinando en la gloria, quien viviendo
en la tierra así deseaba el bien del prójimo y la salvación de las almas.
Para lograr más oportunamente la intercesión
de los Santos, suelen los fíeles ejercitarse por espacio de nueve días en
devotas oraciones, que por su duración llaman comúnmente novenas, cuyo
ejercicio es tan recomendable como provechoso y eficaz, pues como afirma el
apóstol Santiago: Son de mucho valor las
deprecaciones continuadas de los justos (Episl.
Jac. cap. 5, v. 17.).
Para este efecto se ofrece a la piedad de los
fieles la presente Novena, no porque otras muchas de la misma Santa que hay impresas
dejen de ser muy a propósito para implorar su patrocinio, sino para más abundancia,
y para que entre todas elija el devoto la que más le haga al caso, y mueva más
su voluntad en orden a este efecto. Lo cual todo ceda en mayor honra y gloria de
Dios, obsequio y culto de tan prodigiosa y seráfica virgen y aumento de su
devoción en el corazón de todo cristiano.
DISPOSICIÓN,
ORDEN Y TIEMPO PARA
HACER ESTA NOVENA
El que desea y pretende lograr de Dios, por
intercesión de los Santos algún beneficio temporal o espiritual, de tal manera
ha de disponer su alma y purificar su conciencia, dice San Agustín, (D. Aug.
Serm. 47, de Sanct.) que no solo merezca
conseguir la gracia o favor que desea, sino que imitando sus virtudes se haga
digno de lograr como ellos la gloria; por
que como afirma el venerable Beda (Bed. apud. Alap. Ep. Jac 4, 25.), mal pide a Dios el que no procurando
ajustarse a sus obligaciones quiere conseguir de su Majestad algunos
beneficios.
Por tanto, el devoto que hace o pretende hacer
esta novena para lograr mediante ella la intercesión de la gloriosa Madre Santa
Teresa de Jesús, lo primero que ha de procurar ha de ser poner cuidado durante
los nueve días, en observar con solicitud los mandamientos divinos; poniendo gran
diligencia en traer arregladas a la razón sus pasiones y apetitos. Lo segundo procurará
confesar y comulgar en alguno de los días de la Novena, cuya diligencia será
bien practicarla el primer día, o antes de comenzarla, si siente gravada su conciencia
con alguna culpa mortal. Lo tercero procurará en todos sus pensamientos, palabras
y obras buscar siempre la mayor honra y gloría de Dios, a imitación de la
Santa, la cual decía de sí: (Ep. Jacobi, 4, v. 5.) Me parece ser honra mía que nuestro Señor sea alabado, y ninguna
cosa se me da por lo demás. Esto sabe El bien, o yo estoy muy ciega, que ni
honra, ni vida, ni gloria ni bien ninguno en cuerpo y alma hay que me detenga,
ni quiera, ni desee mi provecho sino su gloría; y finalmente, ha de
procurar que el favor que pretende alcanzar de Dios por intercesión de la Santa
no sea desagradable a su Majestad, o poco conducente para el bien de su alma,
porque en este caso esté cierto que no lo conseguirá; no porque la Santa sea
poco poderosa para conseguirnos de Dios muchos beneficios, sino porque como
dice el Apóstol Santiago (Ep. Jacobi, 4, v. 3.): El no conseguir lo que pedimos es porque pedimos mal. Y de cualquiera manera deberá
resignar en la voluntad de Dios sus peticiones, aprendiendo de Platón, que, aunque
filósofo gentil, hacía así oración a sus falsos dioses: Oh Júpiter, danos lo que nos conviene,
aunque no te lo pidamos; y aunque con error o ignorancia te pidamos lo contrario,
no nos lo concedas. El tiempo oportuno para hacer esta Novena será aquél
en que el devoto se halle con alguna aflicción o trabajo, o desea conseguir algún
especial favor por intercesión de la Santa.
No ocurriendo esto podrá hacerse dos veces
al año; esto es, desde el día 19 hasta el 27 de agosto, en que la Iglesia
celebra la Transverberación de su corazón seráfico, y desde el día 7 hasta el
15 de octubre que es el día de su festividad.
NOVENA A SANTA TERESA DE
JESÚS, FUNDADORA DE LA ORDEN CARMELITA DESCALZA
—Puesto de
rodillas delante de algún altar o imagen de la gloriosa Santa Teresa de Jesús,
levantará el corazón a Dios, haciéndose presente a toda la Santísima Trinidad;
y habiendo hecho la señal de la cruz…
Por
la señal ✠ de la Santa Cruz, de nuestros ✠ enemigos,
líbranos
Señor
✠
Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo ✠,
y del Espíritu
Santo. Amén.
… se dirá con el mayor fervor y devoción que
pueda, la oración siguiente:
ORACIÓN PREPARATORIA
PARA TODOS LOS DÍAS,
QUE SIRVE DE ACTO DE
CONTRICIÓN
Amabilísimo
Jesús, dulcísimo Redentor mío, Padre de misericordias, postrado a vuestros pies, confieso, Señor, y aborrezco de todo corazón
mis culpas.
Pésame, Dios mío, de haberos ofendido, por
sólo ser Vos quien sois. Creo firmemente todos los misterios y artículos de la
santa fe católica. Amóos con todo mi corazón, y quisiera amaros como os aman
los serafines del cielo. Espero en vuestra infinita misericordia. Yo os ofrezco
todos mis pensamientos, palabras y obras, especialmente esta Novena, para mayor
gloria vuestra y obsequio de la gloriosa virgen Santa Teresa de Jesús. Confío,
Señor, que por vuestra divina bondad todo lo recibiréis en mayor servicio
vuestro, y me daréis gracia para llorar con verdadera contrición mis culpas, y
perseverar en vuestro divino amor hasta el fin de mi vida. Amén.
—Después
dirá la oración siguiente, que sirve para todos los días:
ORACIÓN A SANTA TERESA
Gloriosísima
madre y seráfica virgen Santa Teresa de Jesús, esposa amante de Jesucristo, hija muy amada de la madre de Dios,
vigilante reformadora de su sagrada orden del Carmen, ángel purísimo en la
admirable candidez del alma y cuerpo, iluminado querubín en celestial
sabiduría, y serafín abrasado en amor de Dios; a vuestras virginales plantas
llego, solicitando vuestra piedad en esta Novena. Bien quisiera haber empleado
toda mi vida en imitar vuestras heroicas virtudes, para que así fuese digno de
que intercedieseis por mí ante la Divina Majestad, para que yo emplee lo que
resta de mi vida en disponer mi alma para conseguir una feliz muerte. Pero,
aunque no soy digno de que lleguen a vuestros oídos mis súplicas, confío en que
vuestros elevados méritos han de inclinar la divina clemencia, para que yo
logre el cumplimiento de mis deseos y peticiones. Ruegoos, gloriosa virgen, os dignéis aceptar el corto obsequio que
os ofrezco en esta Novena, y alcanzadme de vuestro divino esposo la gracia y
favor que en ella os pido, si conviene para mayor honra y gloria suya, obsequio
vuestro, y bien de mi alma. Amén.
—Dicha
esta Oración levantará el corazón a Dios y pedirá a su Majestad la gracia o
favor que desea conseguir por intercesión de la gloriosa virgen Santa Teresa de
Jesús, con mucha fe y confianza de que se lo concederá el Señor, si conviene
para el bien de su alma. Después dirá la Oración siguiente…
DÍA PRIMERO —6 de octubre.
ORACIÓN A DIOS
Omnipotente
Dios. Rey supremo de todo lo
criado, que para desterrar del corazón humano la tibieza en serviros, y para
enfervorizar las almas en la virtud, infundisteis en el corazón de la seráfica
virgen Santa Teresa de Jesús tan fervoroso aliento en los primeros pasos de su
vida, que, no teniendo más de siete años, ya la animaba tan grande espíritu,
que abrasada de caridad salió de casa de sus padres, caminando a tierra de
moros para que la quitasen la vida por vuestro amor, y por la salvación de las
almas; y no habiendo logrado tan feliz suerte, derramaba tiernas lágrimas. A
Vos, Dios mío, doy infinitas gracias por los ardores tan tempranos con que
ilustrasteis a esta heroica virgen, haciendo que luciese en ella el fuego de
vuestro amor antes que el rayo de la perfecta discreción; y os suplico que por su intercesión y méritos comuniquéis a mi alma
este fervor, para que ya que en mis primeros años antes os ofendí que
aprendiese a amaros, en lo restante de mi vida degüelle mis pasiones con la
espada de vuestro santo temor y llorando amargamente mis culpas, sólo me emplee
en lo que más convenga a vuestro sentó servicio y bien de mi alma.
Amén.
—Acabada
esta Oración rezará tres veces el Padre Nuestro y Ave María con el Gloria
Patri, en honra y gloria de la Santísima Trinidad, y en nacimiento de gracias
por los particulares favores que hizo nuestra Madre Santa Teresa de Jesús.
GOZOS
DE LA SERÁFICA VIRGEN Y
MÍSTICA DOCTORA
SANTA TERESA DE JESÚS.
Por
tu seráfico ardor
Del
Carmelo eres Princesa:
¡Oh
soberana Teresa,
quién
no admira tu fervor!
Morir
siendo niña intentas
por
la gloria de tu amado;
pero
no africano airado
puso
en tí manos violentas.
El
darte palma mejor
fué
del amor dulce presa:
¡Oh
soberana Teresa,
quién
no admira tu fervor!
Violentado
el natural
en
contienda belicosa,
te
consagras por Esposa
del
Príncipe celestial
Exhalar
busca tu ardor
los
Vesubios que represa:
¡Oh
soberana Teresa,
quién
no admira tu fervor!
Tal
volcán tu corazón
reconcentra,
y tan fogoso,
que
dulcemente envidioso
le
hiere angélico harpón,
Como
en él triunfó el amor
de
su fuego fué pavesa:
¡Oh
soberana Teresa,
quién
no admira tu fervor!
Cual
vara a Ester misteriosa
un
clavo te alarga Cristo;
y
con pasmo poco visto
te
dice: ya eres mi Esposa.
Que
celes, dice, su honor,
y
en su celo te interesa.
¡Oh
Soberana Teresa,
quién
no admira tu fervor!
Al
Sacro monte Carmelo
ilustras
con nuevas flores;
y
renuevas sus verdores
con
infatigable anhelo.
Debe
a tu heroico valor
los
rigores que hoy profesa.
¡Oh
Soberana Teresa,
quién
no admira tu fervor!
Tanta
es tu sabiduría,
y
tal doctrina atesora,
que
te acredita doctora
en
mística Teología.
De
tus libros el primor
a
todo sabio embelesa:
¡Oh
Soberana Teresa,
quién
no admira tu fervor!
Con
un collar misterioso,
y
ropa de gran belleza,
acreditan
tu pureza
María
y su casto Esposo.
Angélico
es tu candor,
pues
hasta el Cielo lo expresa:
¡Oh
Soberana Teresa,
quién
no admira tu fervor!
Las
tres Personas divinas
forman
solio en tu interior,
acrecentando
el favor
con
expresiones muy finas.
Por
gracia de ese tenor
grande
el mundo te confiesa:
¡Oh
Soberana Teresa,
quién
no admira tu fervor!
El
amor su flecha toma
para
quitarte la vida;
y
tan diestro fué en la herida,
que
la transformó en paloma.
Más
fuego busca tu ardor
volando
a la empírea mesa:
Por
tu seráfico ardor,
Del
Carmelo eres Princesa:
¡Oh
Soberana Teresa,
quién
no admira tu fervor!
LAUS
DEO
ANTIFONA: Intenté tomar una esposa para mí; En otras palabras, ella es la
maestra de la disciplina de Dios y la conductora de sus obras.
℣. Olvídate de tu pueblo y de la casa de tu
Padre.
℟.
Y el Rey codiciará tu belleza.
ORACIÓN
Escúchanos,
Dios nuestro salvador, para
que nos regocijemos en la Fiesta de la Bienaventuranza, Teresa, tu Virgen y
Madre nuestra; para que seamos nutridos de sus doctrinas celestiales y
entrenados en el afecto de la piedad y la devoción. Por Cristo Nuestro Señor. Amén.
En el
nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.
DÍA SEGUNDO —7 de octubre.
Por
la Señal...
Acto
de contrición y oración a Santa Teresa.
ORACIÓN A DIOS
Clementísimo
Dios, que para manifestar cuan
bueno y suave sois para los que en Vos esperan y a Vos buscan, iluminasteis el
alma de la gloriosa virgen Santa Teresa de Jesús con tan soberanas luces, y la
enriquecisteis de tan fervoroso aliento, que ni las tinieblas del mundo
pudieran oscurecerla, ni la flaqueza de su natural acobardarla, para que dejase
de despreciar las vanidades del mundo, dejándolas por consagrarse esposa
vuestra en la sagrada religión del Carmen; y en premio de su seráfica
resolución llenasteis su corazón de suavísima celestial dulzura; gracias os
doy, Dios y Señor mío, por el seráfico ardor con que adornasteis a esta vuestra
regalada esposa, manifestando en su heroica resolución el gran poder de vuestro
brazo, y poderosa eficacia de vuestros auxilios: y os suplico que por sus merecimientos iluminéis mi alma con estas
soberanas luces, y confortéis mi corazón con los auxilios de vuestra gracia,
para que conociendo la vanidad del mundo, que hasta ahora he seguido, me anime
a despreciarla, y sólo busque las cosas celestiales, y lo que sea más
conducente para gloria vuestra y bien de mí alma. Amén.
—Acabada
esta Oración rezará tres veces el Padre Nuestro y Ave María con el Gloria
Patri, en honra y gloria de la Santísima Trinidad, y en nacimiento de gracias
por los particulares favores que hizo nuestra Madre Santa Teresa de Jesús.
—Por último,
los Gozos con la antífona y oración.
DÍA TERCERO —8 de octubre.
Por
la Señal...
Acto
de contrición y oración a Santa Teresa.
ORACIÓN A DIOS
Amantísimo
Dios, cuyo fuego divino abrasa
en amor los humanos corazones, que para dar a conocer cuánto cabe de amor
divino en el pecho humano, infundisteis en el alma y corazón de vuestra amada
esposa Santa Teresa de Jesús tan activo celestial incendio, que no hallando sosiego
por la dulce inquietud que esta llama divina la causaba, mereció que un serafín
hiriese y traspasase muchas veces su abrasado corazón con un dardo de este
sagrado fuego, abriendo puerta en él, para que exhalando encendidos volcanes,
inflamase en amor los corazones más tibios; los cielos, Señor, publiquen
vuestras glorias siglos infinitos por el seráfico ardor y fuego divino con que
abrasasteis el fervoroso corazón de esta admirable virgen, haciéndola por medio
de esta amorosa transformación toda vuestra y quedando Vos todo suyo; yo os suplico, que todos los que celebramos la soberana dicha de su
alma feliz, y felicidad de corazón tan amante, por su intercesión y méritos nos
concedáis que nuestros corazones sean abrasados con el fuego que en el suyo
ardió, para que amándoos con toda el alma en esta vida, cantemos eternamente
vuestras misericordias en la gloria. Amén.
—Acabada
esta Oración rezará tres veces el Padre Nuestro y Ave María con el Gloria
Patri, en honra y gloria de la Santísima Trinidad, y en nacimiento de gracias
por los particulares favores que hizo nuestra Madre Santa Teresa de Jesús.
—Por
último, los Gozos con la antífona y oración.
DÍA CUARTO —9 de octubre.
Por
la Señal...
Acto
de contrición y oración a Santa Teresa.
ORACIÓN A DIOS
Dulcísimo
Jesús mío, esposo
amantísimo de las almas puras, que para manifestar que criasteis al hombre para
que fuese delicioso jardín de vuestros recreos y dulce objeto de vuestros amantes cariños, hermoseasteis
el alma de la gloriosa virgen Santa Teresa de Jesús con tan precioso adorno de
virtudes, que robándoos el afecto mereció que celebraseis con ella purísimos
desposorios, dándola por arras uno de los clavos de vuestra pasión santísima,
encargándola que como verdadera esposa celase vuestro honor divino, y poniendo
en sus manos el riquísimo tesoro de vuestros trabajos y méritos, para que así
pidiese a vuestro eterno Padre como cosa propia. A Vos, divino Redentor mío,
alaben y glorifiquen todos los celestiales orbes por tan soberano favor con que
honrasteis a esta vuestra regalada esposa, haciendo con él en su alma tan
sagrada operación, que no podía caber en sí; y os suplico que, por sus ruegos y méritos, me concedáis vuestra
gracia, para que, purificada mi alma de la escoria de todo afecto terreno,
merezca ser delicioso jardín de vuestros dulces recreos en esta vida, y os
dignéis recibirla por esposa vuestra en la gloria. Amén.
—Acabada
esta Oración rezará tres veces el Padre Nuestro y Ave María con el Gloria
Patri, en honra y gloria de la Santísima Trinidad, y en nacimiento de gracias
por los particulares favores que hizo nuestra Madre Santa Teresa de Jesús.
—Por
último, los Gozos con la antífona y oración.
DÍA QUINTO —10 de octubre.
Por
la Señal...
Acto
de contrición y oración a Santa Teresa.
ORACIÓN A DIOS
Altísimo y
poderoso Dios, que
para dar a entender que en las grandes obras que emprende vuestra omnipotente
mano no necesitáis los poderosos del mundo, escogisteis a la gloriosa virgen
Santa Teresa de Jesús para la ardua empresa de reformar la Orden profética, y
fundar la sagrada religión de Carmelitas
descalzas, infundiendo en su alma para la ejecución tan fervoroso celo
de muestra mayor gloria, y de la salvación de las almas, que sin que pudiesen
entibiarla las contradicciones del mundo, fundó treinta y dos conventos, cuyo
fervoroso aliento premiasteis, aun en esta vida, poniendo en su cabeza virginal
una hermosísima corona; gracias os doy, Dios y Señor mío, por tan singular
favor con que honrasteis a esta fervorosa virgen, haciéndola por él digna de
grandes alabanzas en todo el mundo; y os suplico
que por sus elevados méritos y poderosa intercesión me concedáis mucha gracia
para cuidar con fervoroso celo de la salvación, de mi alma, y para reformar mi
vida y costumbres de tal manera que Vos seáis glorificado y honrado en vuestra
criatura en esta mortal vida, y merezca después de ella ser coronado de gloria
en la eterna. Amén.
—Acabada
esta Oración rezará tres veces el Padre Nuestro y Ave María con el Gloria
Patri, en honra y gloria de la Santísima Trinidad, y en nacimiento de gracias
por los particulares favores que hizo nuestra Madre Santa Teresa de Jesús.
—Por
último, los Gozos con la antífona y oración.
DÍA SEXTO —11 de octubre.
Por
la Señal...
Acto
de contrición y oración a Santa Teresa.
ORACIÓN A DIOS
Sapientísimo
Dios, cuya eterna sabiduría,
bajando del cielo, alumbró las oscuras tinieblas del mundo; que para ilustrar
vuestra Iglesia con soberanas luces, y para manifestar a las almas el camino
seguro de la gloria, iluminasteis el entendimiento de la gloriosa virgen Santa
Teresa de Jesús, con tan superior noticia y clara inteligencia de las cosas
sobrenaturales y divinas, y enderezasteis su corazón y pluma, mostrándoos
liberal, no sólo en darla en grado muy subido esta penetración de misterios,
sino también palabras para declararos: a Vos, Señor, alaben todos los cielos
por la singularísima honra a que sublimasteis a esta querúbica y prudentísima
virgen, graduándola mística Doctora de vuestra Iglesia para tanto bien de
nuestros corazones al deseo de las cosas celestiales y menosprecio de las
terrenas; y os suplico que por sus
méritos e intercesión sea yo alumbrado con los rayos de su celestial doctrina,
y afervorizado con el luego de sus eficaces palabras, para practicar con mucho
espíritu las virtudes, y caminar fervoroso por las sendas de la perfección en
esta vida, hasta llegar a las alturas de la gloria. Amén.
—Acabada
esta Oración rezará tres veces el Padre Nuestro y Ave María con el Gloria
Patri, en honra y gloria de la Santísima Trinidad, y en nacimiento de gracias
por los particulares favores que hizo nuestra Madre Santa Teresa de Jesús.
—Por
último, los Gozos con la antífona y oración.
DÍA SÉPTIMO —12 de octubre.
Por
la Señal...
Acto
de contrición y oración a Santa Teresa.
ORACIÓN A DIOS
Prudentísimo Dios, cuya divina clemencia
manifestáis purificando las almas para hacerlas digno templo de vuestra
habitación, que para dar a entender lo que os agrada en las almas el
conocimiento propio y dolorosa memoria de las culpas, adornasteis a la gloriosa
virgen Santa Teresa de Jesús con una hermosa capa y riquísimo collar de oro,
que la vistieron María Santísima y su purísimo esposo San José, en señal de su
candidez, y que estaba ya purificada de los defectos que ella tanto ponderaba
en su humilde conocimiento; todos los coros angélicos os alaben, Dios y Señor
mío, por la gran pureza con que hermoseasteis el alma de esta heroica virgen,
manifestando con tan manifiesto adorno su purísima inocencia, y dejándola con
él consoladísima; yo os suplico que por los
méritos e intercesión de esta alma tan pura me concedáis una humildad grande,
por medio de la cual, conociéndome a mí mismo, llore amargamente mis muchos
defectos, con tanto dolor de todos ellos, que merezca el que adornéis mi alma
con la hermosa vestidura de vuestra divina gracia en esta vida, y después de
ella consiga gozar de vuestra presencia en la gloria.
Amén.
—Acabada
esta Oración rezará tres veces el Padre Nuestro y Ave María con el Gloria
Patri, en honra y gloria de la Santísima Trinidad, y en nacimiento de gracias
por los particulares favores que hizo nuestra Madre Santa Teresa de Jesús.
—Por
último, los Gozos con la antífona y oración.
DÍA OCTAVO —13 de
octubre.
Por
la Señal...
Acto
de contrición y oración a Santa Teresa.
ORACIÓN A DIOS
Eterno Dios, cuya divina esencia, una en
tres Personas distintas, es aclamada en la gloria con seráficos pregones, que para
mayor gloria de este altísimo misterio y para manifestar el excesivo amor con
que aun en esta vida premiáis las almas que con fervor os sirven, honrasteis a
la gloriosa virgen Santa Teresa de Jesús, representando en lo interior de su alma
las tres divinas personas, en unidad de esencia, dándola a conocer, según su
capacidad, cómo sois Trino y Uno; hermoseando su alma con singularísimas
gracias que cada persona la comunicó, para que en todas saliese muy perfecta;
los serafines, Señor, continúen eternamente en loor vuestro sus trinas
aclamaciones por tan singular honra a que sublimasteis a esta prodigiosa
virgen, la cual, lejos de ensoberbecerse con tan superior favor, se humillaba
juzgándose indigna de tan, elevada merced, yo os suplico
que por sus grandes méritos y eficaz intercesión, me concedáis tanta gracia y
pureza de conciencia, que merezca mi alma ser digna habitación y templo de la
Trinidad Santísima en esta vida, para cantar eternamente en compañía de los
serafines vuestras divinas alabanzas en la gloria.
Amén.
—Acabada
esta Oración rezará tres veces el Padre Nuestro y Ave María con el Gloria
Patri, en honra y gloria de la Santísima Trinidad, y en nacimiento de gracias
por los particulares favores que hizo nuestra Madre Santa Teresa de Jesús.
—Por
último, los Gozos con la antífona y oración.
DÍA NOVENO —14 de octubre.
Por
la Señal...
Acto
de contrición y oración a Santa Teresa.
ORACIÓN A DIOS
Dios omnipotente,
Salvador del mundo, que para dar a entender cuan preciosa es en vuestra
presencia la muerte de los justos, y para fervorizar las almas en la virtud,
favorecisteis a la seráfica virgen Santa Teresa de Jesús en premio de su
prodigiosa vida y heroicas virtudes con una muerte tan feliz, como que fué el
divino Autor su dulce homicida, y su dichosa alma, en forma de una hermosísima
paloma, que manifestaba sus purísimos candores, voló a la gloria donde la
esperaba el candidísimo coro de las vírgenes para que en su compañía celebrase
las bodas del Cordero inmaculado: a Vos, Dios y Señor mío, eternamente alaben
todas vuestras criaturas, por la felicísima muerte con que quisisteis que esta
vuestra seráfica esposa diese principio a la mortal vida, la cual celebró el
cielo con milagrosos prodigios; yo os suplico,
que por sus grandes méritos y eficaces ruegos me concedáis que de tal manera
gobierne yo mi vida, y ajuste mis acciones a vuestra santa ley, que merezca
tener una dichosa muerte, preciosa en vuestra presencia, y en los brazos de mi
Redentor, después de la cual vuele mi alma a alabaros por infinitos siglos en
la gloria. Amén.
—Acabada
esta Oración rezará tres veces el Padre Nuestro y Ave María con el Gloria
Patri, en honra y gloria de la Santísima Trinidad, y en nacimiento de gracias
por los particulares favores que hizo nuestra Madre Santa Teresa de Jesús.
—Por
último, los Gozos con la antífona y oración.
ACTOS DE FE, ESPERANZA Y
CARIDAD.
Dios mío, verdad
inefable, yo creo todo cuanto me propone creer vuestra Santa Iglesia, porque a
ella os dignasteis revelar todas las verdades de la religión. Creo que vos sois
mi Dios, Criador de todas las cosas, y que premiáis con la eterna
bienaventuranza a los justos, así como castigáis a los pecadores con el
infierno. Creo el misterio de la Santísima Trinidad, Padre Hijo y Espíritu
Santo, tres Personas distintas y un solo Dios verdadero. Creo que la segunda
Persona, que es el Hijo de Dios, se hizo hombre en las purísimas entrañas de la
siempre Virgen María. Creo que este divino Señor, que es Jesucristo, padeció y murió
en una cruz por salvar a todos los pecadores. Creo que descendió a los infiernos,
donde sacó las ánimas de los Santos Padres que estaban esperando su santo
advenimiento. Creo que resucitó al tercero día de entre los muertos. Creo que
subió a los cielos, que está sentado a la diestra de Dios Padre todopoderoso, y
que desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos. Creo que todos
hemos de resucitar con nuestros propios cuerpos. Creo los siete Santos
Sacramentos y señaladamente el Bautismo, Penitencia, Eucaristía y Extremaunción;
y finalmente creo todo lo que cree y confiesa la Santa Iglesia Católica Romana,
en la cual solamente se halla la verdadera Fe.
ACTOS DE ESPERANZA
Dios mío, confiado en vuestras
promesas, porque sois Señor omnipotente, fiel y misericordioso, espero que me
perdonaréis todos mis pecados por los méritos infinitos de mí Señor Jesucristo:
espero también la perseverancia final en la gloria eterna.
ACTO DE CONTRICIÓN Y
CARIDAD
Dios mío, yo os amo con todo mi
corazón sobre todas las cosas, porque sois bondad infinita, y digno de infinito
amor. Me duelo con toda mi alma, y me arrepiento de todos mis pecados con los
que he ofendido a vuestra infinita bondad, y propongo con vuestra divina
gracia, la que os pido ahora y siempre, morir antes de pecar. Deseo y propongo
recibir los Santos Sacramentos en la vida y en la hora de la muerte. Amén, Jesús.
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