Patriarca
de muchas Religiones, y a quien Cristo encomendó su iglesia, llamándole GRAN
PADRE
Esta
Novena fue compuesta por un hijo de su Sagrada Religión.
La
saca a luz un devoto del Santo, agradecido de los favores que de su mano ha
recibido.
Establecimiento
tipográfico dé Pedro J . de Lopetedi. León 1859.
COMENZAMOS: 19 de agosto.
FINALIZAMOS: 27 de agosto.
FESTIVIDAD
VETUS ORDO: 28 de agosto.
ADVERTENCIA
Adviértase, que esta Novena se imprime a
costa de un Devoto por agradecido al Santo, de haberle consolado en todas sus
necesidades; y lo mismo hará con los que hicieren
esta Novena.
Y también se advierte, que en todos los días de la Octava del Glorioso Santo hay
Jubileo de Porciúncula en su Iglesia de San Felipe el Real de esta Corte.
ITRODUCCIÓN
Necesitando
nuestra tibieza de la intercesión de los Santos, para que con eficacia lleguen
nuestros ruegos a los divinos oídos, siendo S. Agustín aquel Santo tan amante
de Dios, y tan amado suyo, que habiéndole encomendado en la tierra la dirección
de las Almas, vio Santa Gertrudis en el Cielo, que Dios llenaba de bendiciones
a los Devotos de este Gran Patriarca; interés grande será nuestro el solicitar
una protección tan provechosa, para conseguir cuanto pidiéremos al Altísimo en
nuestras necesidades. A este, fin tan útil se
dirige el escribir esta Novena, para que, alabando a Dios en las gracias, de
que dotó a este excelso Padre en el mundo, sea nuestro intercesor en el Cielo,
enderezando al Señor, por sus manos nuestras súplicas.
Esta novena se podrá hacer en cualquier
tiempo del año, pues para oírnos Dios, no hay tiempo importuno; pero será muy
congruo a la devoción hacerla desde el día diez y
nueve de Agosto, hasta un día antes del veinte y ocho, en que nuestra Madre la
Iglesia celebra la fiesta de este gloriosísimo Padre, y fué también el día de
su Conversión milagrosa: o puede comenzarse desde este día, hasta el siguiente
a su octava; aunque no sería fuera de propósito dedicarse a su devoción, desde el día 27 de Abril, hasta el día 5 de Mayo, en que los hijos de Agustino celebran su Conversión,
después de aplaudir las glorias de Su Madre Santa Mónica, a cuyas lágrimas se
debió lograr la Iglesia un tan gran Defensor suyo.
Cualquiera, que determinare hacer esta
Novena, procure disponerse con un verdadero arrepentimiento de sus pecados,
confiese, y comulgue el primer día, absteniéndose en este, y todos los demás de
culpa grave, y ejercitándose en buenas obras; porque nada merecen ruegos, que
proceden de un corazón dañado y asi para conseguir, es menester no estar en el desagrado
divino, pues mal puede mirar el Señor con ojos benignos, a quien le tiene
agraviado.
Por
la señal ✠ de la Santa Cruz, de nuestros ✠ enemigos,
líbranos
Señor
✠
Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo ✠,
y del Espíritu
Santo. Amén.
—Postrados
humildemente, se repetirán tres veces:
Con todo
mi amor te amo,
Jesús, por
ser tú quién eres,
Pésame de
haber pecado.
Propongo
nunca ofenderte.
ORACIÓN PARA TODOS LOS
DÍAS A LA TRINIDAD SANTÍSIMA.
Sacrosanta, individua Trinidad Beatísima, en
tres personas distintas un sólo Dios Verdadero,
a cuya presencia se postran las mas altas inteligencias, y claman
incesantemente los Serafines: Santo, Santo, Santo , Señor Dios de los
Ejércitos, supuesto, que os vuestra voluntad, que los mortales nos valgamos en
nuestras necesidades de la intercesión de vuestros amigos los Santos, que os
gozan eternamente, siendo el Gran Doctor, y Sol de la Iglesia San Agustín, tan
amante, y favorecido vuestro, que pusisteis en él con colores más vivos,
vuestra imagen, y semejanza, en un entendimiento casi divino en una voluntad todo
incendios de vuestro amor, y del prójimo, llenando su corazón de delicias a la
Bienaventuranza: Conózcase Omnipotente
Señor lo que le amáis, en la piedad, y prontitud, con qué concedéis nuestras
súplicas, mediando su intercesión.
Y vos, benigno
Padre Agustino, Abogado y Fortaleza de todos los atribulados, inclinaos al Trono de la
Trinidad Santísima, y representad nuestras miserias, con palabras dignas de nuestra
Sabiduría y eficacia, correspondiente a vuestro piadoso amor. Supisteis, por
experiencia, los trabajos, las congojas, y plagas, que se padecen en este mar
proceloso, donde no hay rumbo sin riesgo, ni navegación sin escollo; y asi, ponemos humildes en vuestra dirección, segura todos
nuestros pasos inciertos, para que los conduzcáis al puerto de la salud, que
ese Dios Misericordioso, que no quiere la muerte del pecador, sino que se convierta
y viva; y asi, pedidle Padre amoroso, que no nos niegue la entrada del puerto, a
que anhelamos solícitos, pues es nuestro principio, y fin y nuestro norte
único, que vive y Reyna en Trinidad perfecta, por los siglos de los siglos. Amén.
—Se dirá
ahora tres veces Padre nuestro, y tres veces Ave María; y a cada Padre nuestro
y Ave María, Gloria Patri, el Filio, el Spiritui Santo, en honra, y gloria de
la Trinidad Santísima y del grande amor, que San Agustín tuvo siempre a este
Misterio Divino, de cuyos profundos Arcanos escribió el Santo Doctor quince
libros.
PRIMER DÍA —19 de
agosto.
DOLOR DE LOS PECADOS.
Gloriosísimo
Padre, y Patriarca San Agustín pecador maravilloso, que,
a repetidos golpes de un dolor grande, supisteis labrar el hierro más tenáz de
tus continuas culpas. Justo portentoso, que haciendo escala de los pecados,
pisándolos, y descubriéndolos, subiste a la Bienaventuranza; atiende a mi miseria, ayuda mi tibieza, saquen tus ya dorados
yerros fuego de mi empedernido corazón, para que encendido en llamas del Amor
Divino, me arrepienta de mis culpas, y pisándolas con este arrepentimiento, las
descubra al Médico Divino; y asi, dejándolas de todo punto, me encamine a solo
amar a Dios en quien creo, y todo lo que me manda creer la Santa Madre Iglesia:
en quien espero me ha de perdonar las culpas, porque me pesa haberlas cometido,
solo por ser un señor tan perfecto, y piadoso, a quien de todo corazón me pesa
haber ofendido y propongo no ofenderle mas ayudado con la gracia de mí Señor Jesucristo, que vive y reina con el Padre, en unidad del
Espíritu Santo, Dios por todos los siglos de los siglos. Amén.
ORACIÓN PARA TODOS LOS
DÍAS
Salve, Gran Padre, a quien Cristo encomendó
su Iglesia.
Salve, Ángel Custodio, que las guardas, y
defiendes, sirviéndola de atalaya tu corazón celoso.
Salve, Querubín Sabio, que con la espada de tu
pluma defiendes, la planta del Espiritual Paraíso.
Salve Trono de la Trinidad Santísima.
Salve piélago de Sabiduría, abismo de humildad, y Etna del divino incendio.
Salve Clarín de Sabios y armonía de los Cielos, Martillo de los Herejes, terror del Infierno,
y Protector de Cristianos.
Salve Lengua y pluma del Divino Espíritu, Índice vivo de la
Trinidad, clara imagen, y semejanza suya.
Salve, una y mil veces Gran Padre Agustino, para que por tu intercesión todos nos salvemos.
℣. Rogad por nosotros Bienaventurado Padre San
Agustín.
℞. Para que seamos dignos de las promesas de Cristo.
ORACION
Dios,
que revelando al Bienaventurado Padre Agustino los más Arcanos Misterios de tu
Sabiduría, y excitando en su corazón las llamas de la Caridad Divina renovaste
en tu Iglesia el milagro de la Columna de Nube y Fuego; concédenos, que con su guía pasemos tan felizmente los peligros
de esta vida, que merezcamos llegar a la prometida Patria, por Cristo Nuestro
Señor. Amén.
En el
nombre del Padre, y del Hijo ✠,
y del Espíritu
Santo. Amén.
SEGUNDO DÍA —20 de
agosto.
Por
la señal...
Postrados
humildemente, se repetirán tres veces:
Con todo mi amor te amo,
Jesús, por ser tú quién eres,
Pésame de haber pecado.
Propongo nunca ofenderte.
Oración
para todos los días a la Trinidad Santísima.
DESEO DE EJERCITAR LAS VIRTUDES.
¡Oh
Glorioso y amado Padre Agustino! Salomón de la Ley de
Gracia, más Sabio, que aquel primero, pues permaneciste siempre, después de tu
conversión, después que renacisteis a mejor vida, en el Sagrado Bautismo, con
un corazón tan dócil, que el ejemplo imaginario de lo que obraba, y podía en el
más frágil, la eficacia de la Divina Gracia, te arrastro tanto en seguimiento
de todas las virtudes, que jamás las perdisteis de vista, hasta llegar a
lograrlas: llévame en tu compañía,
para que aficionándome solo a la suavidad de tus fragancias, deteste él mal
olor de los vicios, y unido con mi Señor Jesucristo (de quien ofrezco no
apartarme) me sea fácil llevar la cruz, que en mi estado me diere, muy conforme
y aun alegre, procurando le sean agradables mis pensamientos, mis palabras y
mis obras, hasta la hora de mi muerte, en cuyo trance espero no me falles,
hasta llevarme a gozar de Su Majestad, que, vive, y reina con el Padre, y el Espíritu
Santo, Dios por todos los siglos de los siglos.
Amén.
—Finalizar
con la oración para todos los días.
TERCER DÍA —21 de agosto.
Por
la señal...
Postrados
humildemente, se repetirán tres veces:
Con todo mi amor te amo,
Jesús, por ser tú quién eres,
Pésame de haber pecado.
Propongo nunca ofenderte.
Oración
para todos los días a la Trinidad Santísima.
HUMILDAD.
¡Oh Glorioso y amado Padre mío Agustino! A
quien con mucha razón llaman los Padres de la Iglesia Monstruo en nuestra
naturaleza; pues siéndolo en sabiduría, tan lejos estuvo esta de desvanecerte,
que fuiste de la Humildad el abismo, y nada fué más humilde que tú, abatiéndote
tanto, que solo tu pluma supo retratar tus yerros, y tu lengua abatir el
elevado estilo de la elocuencia, solo por acomodarte al genio de los humildes,
haciéndote ignorante, para que los rudos te entendiesen y se aprovechasen de tu
Doctrina santa. Mucho, Padre amado, me combaten las olas de la Soberbia, deme tu piedad la mano para que no me precipite en tan peligroso
rumbo, y abatiéndome con Humildad al profundo de un verdadero conocimiento,
postrado en la tierra de mi ser, considere la nada de que fui creado, lo inútil
que soy en este mundo, y aspire solo al socorro de la gracia de mi Señor
Jesucristo, que vive y reina con el Padre, y el Espíritu Santo, Dios por todos
los siglos de los siglos. Amén.
—Finalizar
con la oración para todos los días.
CUARTO DÍA —22 de agosto.
Por
la señal...
Postrados
humildemente, se repetirán tres veces:
Con todo mi amor te amo,
Jesús, por ser tú quién eres,
Pésame de haber pecado.
Propongo nunca ofenderte.
Oración
para todos los días a la Trinidad Santísima.
LARGUEZA
¡Oh
Glorioso y amado Padre mío Agustino! Padre verdaderamente de
Pobres (como le invocan las Plumas de los
Santos) pues tan desasido fuisteis
de las cosas de este mundo, tan poca impresión hacía en tu corazón la vileza de
su precio, que despreciaste todas sus vanas esperanzas, y aun las donaciones,
que hacían los fieles a tu Iglesia, aconsejándoles las empleasen en los Templos
vivos é imágenes de Jesucristo los Parientes, y Pobres necesitados: que
Vendiste los sagrados vasos, para aliviar a los enfermos, y a los acongojados;
nada para ti, todo para todos: ejercitad
conmigo vuestro benigno genio, quitando de mi corazón toda avaricia que es la que
me daña, y poniendo en su lugar lo que más me aproveche, que es un desasimiento
total de lo terreno, para que con Largueza y liberalidad, socorra las
necesidades de los Pobres, y en ellos vuelva agradecido, lo que me ha prestado
mi Señor Jesucristo, que vive, y reina por los siglos de los siglos. Amén
—Finalizar
con la oración para todos los días.
QUINTO DÍA —23 de agosto.
Por
la señal...
Postrados
humildemente, se repetirán tres veces:
Con todo mi amor te amo,
Jesús, por ser tú quién eres,
Pésame de haber pecado.
Propongo nunca ofenderte.
Oración
para todos los días a la Trinidad Santísima.
CASTIDAD.
¡Oh Glorioso,
y amado Padre mío Agustino! Tú,
que después de convertido a Dios, te apartaste tanto de los hombres, que
practicaste una vida Angelical en la tierra tan retirado de las ocasiones de
manchar la pureza que votaste, que aun a tus propias Santas hermanas no permitías
en tu compañía, por temer, que las visitas de sus amigas podían resucitar el
peor fuego en las muertas pavesas de
tus pasados deleites, a quienes volvisteis con tanta eficacia las espaldas,
que solo los mirabas para llorarlos
arrepentido: alcanza para tus devotos
una total mortificación de pasiones, y apetitos, para que muertos al mundo,
nunca respondan a las diabólicas, é impuras sugestiones, y vivan solo en Castidad,
como los Ángeles en el Cielo, alabando a Dios é imitando al dechado de la pureza,
que es Nuestro Señor Jesucristo, que vive y reina con Dios Padre, en unidad del
Espíritu Santo, Dios por todos los siglos de los siglos.
Amén.
—Finalizar con la oración para todos los días.
SEXTO DÍA —24 de agosto.
Por
la señal...
Postrados
humildemente, se repetirán tres veces:
Con todo mi amor te amo,
Jesús, por ser tú quién eres,
Pésame de haber pecado.
Propongo nunca ofenderte.
Oración
para todos los días a la Trinidad Santísima.
PACIENCIA.
¡Oh Glorioso y amado Padre Agustino! a quien la Iglesia llama
Martillo de los Herejes, pero tan templado en la fragua del Amor Divino, que,
al compás de aquella caridad, si dabas el golpe en ellos, su ira maquinaba muchos
más contra ti, para acabarte; pero tu constancia, hecha yunque, lo sufría con tal
paciencia, que, atropellando peligros de la vida, todo tu cuidado era
reducirlos a la recta senda, imitador en esto del Divino Amante, que a las puertas
de las almas gastaba lo prolijo de una noche, y sufre la intemperie de nuestra
condición esquiva, solamente por ganarlas. Alcanza
para tus devotos Paciencia, para sufrir las flaquezas de nuestros prójimos y
airados solo con el vicio, busquemos muy constantes las personas, y sea nuestro
premio el reducirlas a que sigan a Jesús, que vive, y reina por los siglos de los
siglos. Amén.
—Finalizar
con la oración para todos los días.
SEPTIMO DÍA —25 de agosto.
Por
la señal...
Postrados
humildemente, se repetirán tres veces:
Con todo mi amor te amo,
Jesús, por ser tú quién eres,
Pésame de haber pecado.
Propongo nunca ofenderte.
Oración
para todos los días a la Trinidad Santísima.
TEMPLANZA.
¡Oh glorioso,
y amado Padre mío Agustino! Cuya
Doctrina admirable fué saludable pasto de la Iglesia, Dispensador glorioso de
los Tesoros de Dios, Siervo fidelísimo y prudente a quien el Hijo del Eterno Padre
encomendó la Familia de su Iglesia, para que guiándola con tu enseñanza, la
alimentases con el pasto saludable de tus obras: Tú, que leyendo en las Epístolas
de San Pablo, que el camino para Dios no era por
comidas, ni bebidas, dejaste los engaños, y deleites del mundo, y seguiste
la Templanza, siendo tan parco en el comer y
beber que solo lo ejecutabas para mantenerte. Alcanza para
los devotos, que, siguiendo tu ejemplo, viva tan mortificado nuestro gusto, que
no anhele a otra cosa, que, a conservar la vida, para servir más libremente con
ella a la Majestad de nuestro Divino Jesús, que vive, y reina por todos los
siglos de los siglos. Amén.
—Finalizar
con la oración para todos los días.
OCTAV0 DÍA —26 de agosto.
Por
la señal...
Postrados
humildemente, se repetirán tres veces:
Con todo mi amor te amo,
Jesús, por ser tú quién eres,
Pésame de haber pecado.
Propongo nunca ofenderte.
Oración
para todos los días a la Trinidad Santísima.
CARIDAD.
¡Oh Glorioso, y amado Padre mío Agustino! ¡Serafín abrasado
en Amor de Dios, y del prójimo! Caridad extremada
fué la tuya, pues padeciendo repetidas veces las emulaciones de la envidia, vivías
con tanto cuidado, de no volver mal por mal (como aconseja el Apóstol)
que
desterraste de tu casa, y tu familia el infame vicio de la murmuración,
mandando escribir en el lugar más público de tu Palacio unos versos, que lo
avisaban, para que los que fuesen tus comensales, tuviesen a la vista tan santo
documento. Por tanto, Padre amado,
alcánzanos del Altísimo una sola centella de tu caridad ardiente, para que,
emulando solo las virtudes de nuestros prójimos, no pronuncie nuestra lengua
sus defectos; y amándolos en Dios, y por Dios, alabemos en sus buenas obras al
Eterno Padre, que con el Hijo, y el Espíritu Santo, vive y reina Dios por los
siglos de los siglos. Amén.
—Finalizar
con la oración para todos los días.
NOVENO DÍA —27 de agosto.
Por
la señal...
Postrados
humildemente, se repetirán tres veces:
Con todo mi amor te amo,
Jesús, por ser tú quién eres,
Pésame de haber pecado.
Propongo nunca ofenderte.
Oración
para todos los días a la Trinidad Santísima.
DILIGENCIA.
¡Oh Glorioso
y amado Padre mío Agustino! Siervo
de Dios tan vigilante, que, desde el punto, que por el sagrado Bautismo
entraste en su casa, fuiste tan diligente en servirle y amarle que cual Serafín
Sagrado, no hubo instante, en que no se hallase prevenida puerta de tu corazón,
para recibir en él sagradas inspiraciones, volando siempre con deseos y obras a
su divino obsequio: Ruégote Santo mío, por
aquel tan grande amor que tuviste seas en todo tiempo mi protección y defensa,
no apartando tu auxilio de nuestra miseria para que desvelándome con tu ejemplo
y tu doctrina, viva en este mundo tan despierto y pronto a los divinos avisos,
que responda a todos ellos sin Pereza y poniendo en esto cuidado y toda
Diligencia, corra por la senda peligrosa de la vida, sin el menor tropiezo, ni
leve ofensa de nuestro Señor Jesucristo que con el Padre, y el Espíritu Santo
vive, y reina por los siglos de los siglos. Amén.
—Finalizar
con la oración para todos los días.
No hay comentarios:
Publicar un comentario