Novena
compuesta a principios del siglo XIX por un terciario carmelita, y publicada en
la traducción del libro Tesoro del Carmelo del Padre Simón Grassi OCARM en
1864. El Arzobispo de Toledo otorgó 40 días de Indulgencia por cada día de la
Novena.
COMENZAMOS: 7 de julio.
FINALIZAMOS: 15 de julio.
FESTIVIDAD: 16 de julio.
ADVERTENCIAS PARA
EJECUTAR CON PERFECCIÓN ESTA NOVENA
La
primera advertencia es, que esta novena se puede
hacer en cualquier tiempo del año, o en nueve días continuos, o en nueve
sábados seguidos, escogiendo este día, por estar dedicado especialmente a María
santísima. Pero el tiempo más propio de hacerla es por el mes de Julio; o nueve
días antes de la fiesta de la Virgen del Carmen: o dándola principio el día 15,
que es la víspera de la Virgen, para que se concluya el día 23, que es el
último de su octava.
La
segunda es, que esta novena puedes hacerla en tu
casa delante de alguna imagen de la Virgen del Carmen; pero lo mejor será
hacerla en la iglesia delante del altar de la Virgen, si le hubiere, y si no,
podrás llevar la Imagen en alguna estampa o medalla, para tenerla presente. Y
rezarás la novena de rodillas, si no lo impide enfermedad, u otra justa causa.
La
tercera es, que confieses y comulgues el día que la
comienzas, si pudieres; y si no, otro día dentro de ella: y que todos los días
para rezarla te dispongas con los actos de fe, esperanza, caridad y contrición,
como adelante se ponen, haciéndolos de todo corazón muy de veras, para procurar
tener el alma limpia de culpas. Porque ofrecer a Dios y a la Virgen
santísima alabanzas y oraciones el alma que se halla con mancha de culpa grave
(aunque siempre es bueno emplearse en buenas obras), viene a ser como ofrecer
manjares regalados en plato inmundo, que no pueden comerse. Y también confesarás y comulgarás el día que la acabes.
La
cuarta es, que el primer día de la novena
determines el motivo o fin por que la haces; esto es, aquello que especialmente
deseas conseguir por este medio: y esto lo pidas, por la intercesión de María
santísima, a la majestad de Dios con mucha humildad y confianza, y con entera
resignación en su voluntad divina, pidiéndolo solo si ha de ser para mayor
honra y gloria de su divina Majestad, y provecho de tu alma: y estando
dispuesto para quedar tan contento, si no lo consiguieses, como si lo hubieras
conseguido, considerando no es la voluntad de Dios entonces concederlo, y
anteponiéndola a tu propia voluntad y deseo, con total conformidad.
La
quinta y última es, que ofrezcas a la majestad de
Dios en reverencia de María santísima, cada día alguna especial obra de virtud,
como limosna, ayuno, oír misa, mortificarte particularmente en alguna cosa, un
rato de oración mental, frecuentes actos de fe, esperanza, caridad y
contrición, conformidad con la voluntad de Dios, etc. Y ten gran confianza de
que, si así hicieres, alcanzarás de la majestad de Dios, por la intercesión de
María santísima, lo que pides, si conviene para tu mayor bien.
NOVENA EN
HONOR A NUESTRA SEÑORA DEL CARMEN
—Puesto de rodillas delante de la imagen de la Virgen del Carmen,
con profunda humildad y reverencia te persignarás devotamente, y avivando la fe
de que está presente Dios, levantarás a su Majestad el corazón, y dirás la
oración siguiente:
Por
la señal ✠ de la Santa Cruz, de nuestros ✠ enemigos,
líbranos
Señor
✠ Dios
nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.
ACTO DE CONTRICIÓN
Dios mío y
Señor mío, postrado delante de tu Majestad soberana, con
todo mi ser, mi alma y mi corazón, te adoro, confieso, bendigo, alabo y
glorifico. A Ti te reconozco por mi Dios y mi Señor. En Ti creo, y creo
firmemente todos los misterios de la santa Fe Católica, en que quiero vivir y
morir. En Ti espero, y de Ti espero me has de perdonar mis culpas, dar tu
gracia y perseverancia en ella, y la gloria que tienes ofrecida a los que
perseveran en tu amor. A Ti amo sobre todas las cosas por tu bondad infinita. A
Ti doy infinitas gracias por todos los beneficios que me has hecho, y me estás
haciendo siempre. A Ti confieso mi suma ingratitud, y todas mis culpas y
pecados: de todo me arrepiento, y te pido me perdones. Pésame, Dios mío, de
haberte ofendido, por ser quien eres. Pésame de todo corazón, porque eres mi
Dios infinitamente bueno, y digno de ser amado. Propongo firmemente, ayudado
con tu gracia, nunca más pecar, y apartarme de las ocasiones de ofenderte:
confesarme, y satisfacer por mis culpas; y procurar en todo servirte y
agradarte. Espero en Ti, Señor, que por tu misericordia infinita me perdonarás,
y darás tus auxilios para que, perseverando en tu gracia, logre gozarte
eternamente en la gloria. Perdóname, Señor, para que con alma limpia y pura
alabe a María santísima, tu Madre y mi Señora; y alcance por su intercesión lo
que en esta novena pido, si ha de ser para mayor honra y gloria tuya, y
provecho de mi alma. Amén.
OFRECIMIENTO
DE LA NOVENA
¡Oh Virgen María, Madre de Dios y de los
pecadores, especial protectora de los que visten tu sagrado Escapulario! Por
lo que su Majestad te ha engrandecido, escogiéndote para verdadera Madre suya,
te suplico me alcances de tu querido Hijo Jesús el perdón de mis pecados, la
enmienda de mi vida, la salvación de mi alma, el remedio de mis necesidades, el
consuelo de mis aflicciones, y lo que en esta novena especialmente pido, si
conviene para su mayor honra y gloria, y bien de mi alma. Que yo, Señora, para
conseguirlo me valgo de tu intercesión poderosa: y quisiera tener el espíritu
de todos los Ángeles, Santos y justos, para alabarte dignamente; y uniendo con
sus afectos mis voces, te saludo una y mil veces diciendo:
Dios te
salve, María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre
todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María,
Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora, y en la hora de nuestra
muerte. Amén.
(Tres veces)
DÍA PRIMERO – 7 DE JULIO
ORACIÓN PARA
EL DÍA PRIMERO
¡Oh Virgen
del Carmen!, ¡María santísima, que fuiste figurada en aquella nubecita que el
grande profeta de Dios, Elías, vio levantarse del mar, y con su lluvia fecundó
copiosamente la tierra, significando la purísima fecundidad con que diste al
mundo a tu querido Hijo Jesús, para remedio universal de nuestras almas!
Ruégote, Señora, me alcances de su Majestad copiosas lluvias de auxilios, para
que mi alma lleve abundantes frutos de virtudes y buenas obras, con que,
sirviéndole con perfección en esta vida, merezca gozarle en la eterna: y al
presente consiga lo que en esta novena por tu intercesión especialmente le
pido, que así, Señora, te lo suplico humildemente, diciendo:
Dios te salve,
Reina y Madre de misericordia, vida y dulzura, esperanza nuestra, Dios te
salve. A ti llamamos los desterrados hijos de Eva, a ti suspiramos gimiendo y
llorando en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a
nosotros esos tus ojos misericordiosos; y después de este destierro muéstranos
a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh Clementísima!
¡Oh piadosa! ¡Oh dulce siempre Virgen María! Ruega
por nosotros, santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las
promesas de Nuestro Señor Jesucristo. Amén.
—Después
de la Salve, la siguiente Letanía, con la antífona que está al fin de ella:
Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo, ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos.
Dios
Padre celestial, ten
piedad de nosotros.
Dios
Hijo Redentor del mundo, ten
piedad de nosotros.
Dios
Espíritu Santo, ten
piedad de nosotros.
Santísima
Trinidad que eres un sólo Dios, ten
piedad de nosotros.
Santa
María, ruega
por nosotros.
Santa
Madre de Dios, ruega
por nosotros.
Santa
Virgen de vírgenes, ruega
por nosotros.
Madre
de Cristo, ruega por nosotros.
Madre
de la Iglesia,
ruega por nosotros.
Madre
de la Divina gracia, ruega
por nosotros.
Madre
purísima, ruega
por nosotros.
Madre
castísima, ruega
por nosotros.
Madre
inviolada, ruega
por nosotros.
Madre
incorrupta, ruega
por nosotros.
Madre
amable, ruega
por nosotros.
Madre
admirable, ruega
por nosotros.
Madre
del Buen Consejo, ruega
por nosotros.
Madre
del Creador, ruega
por nosotros.
Madre
del Salvador, ruega
por nosotros.
Madre
de los Carmelitas, ruega
por nosotros.
Virgen
prudentísima, ruega
por nosotros.
Virgen
venerable, ruega
por nosotros.
Virgen
laudable, ruega
por nosotros.
Virgen
humildísima, ruega
por nosotros.
Virgen
poderosa, ruega
por nosotros.
Virgen
clemente, ruega
por nosotros.
Virgen
fiel, ruega
por nosotros.
Espejo
de justicia, ruega
por nosotros.
Trono
de la Sabiduría, ruega
por nosotros.
Causa
de nuestra alegría, ruega
por nosotros.
Vaso
espiritual, ruega
por nosotros.
Vaso
honorable,
ruega por nosotros.
Vaso
de insigne devoción, ruega
por nosotros.
Rosa
mística, ruega
por nosotros.
Torre
de David, ruega
por nosotros.
Torre
de marfil, ruega
por nosotros.
Casa
de oro, ruega
por nosotros.
Arca
de la Alianza, ruega
por nosotros.
Puerta
del Cielo, ruega
por nosotros.
Estrella
de la mañana, ruega
por nosotros.
Arca
de salvación, ruega
por nosotros.
Mística
ciudad de Dios, ruega
por nosotros.
Adoratriz
perpetua de Jesús Sacramentado, ruega
por nosotros.
Salud
de los enfermos, ruega
por nosotros.
Refugio
de los pecadores, ruega
por nosotros.
Consuelo
de los afligidos,
ruega por nosotros.
Auxilio
de los Cristianos, ruega
por nosotros.
Corredentora
del género humano,
ruega por nosotros.
Medianera
de todas las gracias,
ruega por nosotros.
Terror de los demonios, ruega
por nosotros.
Exterminadora
de todas las herejías, ruega
por nosotros.
Reina
Inmaculada, ruega
por nosotros.
Reina
de los Ángeles, ruega
por nosotros.
Reina
de los Patriarcas, ruega
por nosotros.
Reina
de los Profetas, ruega
por nosotros.
Reina
de los Apóstoles, ruega
por nosotros.
Reina
de los Mártires, ruega
por nosotros.
Reina
de los Confesores, ruega
por nosotros.
Reina
de las Vírgenes, ruega
por nosotros.
Reina
de todos los Santos, ruega
por nosotros.
Reina
concebida sin mancha de pecado, ruega
por nosotros.
Reina
asunta a los Cielos, ruega
por nosotros.
Reina
del Santísimo Rosario, ruega
por nosotros.
Reina
del clero, ruega
por nosotros.
Reina
de la Iglesia, ruega
por nosotros.
Reina
de la familia, ruega
por nosotros.
Reina
de la paz,
ruega por nosotros.
Cordero
de Dios que quitas los pecados del mundo, perdónanos Señor.
Cordero
de Dios que quitas los pecados del mundo, escúchanos Señor.
Cordero
de Dios que quitas los pecados del mundo, ten piedad de nosotros.
Antífona: Bajo tu amparo nos acogemos, santa Madre de
Dios; no deseches las súplicas que te dirigimos en nuestras necesidades, antes
bien, líbranos de todo peligro, ¡oh siempre
Virgen, gloriosa y bendita!
℣. Ruega por nosotros, santa Madre de Dios.
℟. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor
Jesucristo.
Oremos: Oh Dios, que decoraste a la bienaventurada siempre Virgen y Madre tuya
María con el singular título del Monte Carmelo, concédenos propicio a cuantos
celebramos su memoria, que revestidos de su amparo merezcamos alcanzar el gozo
sempiterno. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.
ORACIÓN FINAL
Oh
inmaculada Virgen María del Carmen, dulcísima
Madre de Dios, reina de los Ángeles, abogada de los pecadores y seguro consuelo
de atribulados, escuchad benigna, os suplico, los ruegos de este vuestro
miserable siervo, y concededme por vuestra gracia, que sea yo del número de
aquellos que Vos amáis y bondadosa favorecéis. Purificad, ¡oh purísima Virgen!, mi corazón de toda
inmundicia de pecado; alejad de mí todo lo que desagrade a vuestros castísimos
ojos; librad mi alma de todo afecto terreno, e inspirándome el amor de los
bienes celestiales y eternos, haced, benignísima Señora, que este amor sea mi
único afán, el único móvil de todos mis pensamientos y afectos. Rogad ahora y
siempre por mí, ¡oh Virgen sacrosanta!, y
muy particularmente en la hora de mi muerte, en aquel tremendo momento en que
estaré próximo a dar cuenta de todas mis obras y de toda mi vida al justo y
severo Juez de vivos y muertos.
No me abandonéis, no os apartéis de mí, ¡oh Virgen gloriosa y bendita!, ya que con todo el afecto
que me es posible encomiendo a vuestra piedad y cuidado la salvación de mi
pobre alma y la pureza de mi miserable cuerpo. Defendedme, Señora, de todos los
males y peligros de este mundo, y dignaos interceder por mí a vuestro divino
Hijo para que logre yo el perdón de todos mis pecados, de los cuales me
arrepiento sinceramente por haber ofendido con ellos a un Dios infinitamente
bueno e infinitamente digno de ser amado. Dadme, ¡oh
dulce y cariñosa Madre mía!, una verdadera fe, una firme esperanza, una
caridad ardiente, y alcanzadme la gracia del Espíritu Santo, con la cual pueda
hacer siempre y en todas partes su justísima y santísima voluntad. Dignaos por
vuestra piedad y clemencia, ¡oh gloriosa Reina del
Carmen!, preservar esta ciudad del hambre, de la peste, de la guerra,
pero principalmente de toda blasfemia y de todo pecado mortal. Proteged así
mismo a mis parientes y amigos, y a todo fiel cristiano, contra todos los males
espirituales y corporales. Os recomiendo también, ¡oh
bondadosa Señora!, las santas almas del Purgatorio; suplicad,
interceded, interponed vuestro todopoderoso valimiento cerca de vuestro divino
y bondadoso Jesús, para que libres de aquellas vengadoras llamas, y colocadas
en el Empíreo, gocen allí eternamente de la gloria en vuestra compañía, y
rueguen a Dios por mí, infeliz pecador. Amén.
GOZOS EN
HONOR A LA VIRGEN DEL CARMEN
Pues
sois de nuestro consuelo
El
medio más poderoso,
Sed
nuestro amparo amoroso,
Madre
de Dios del Carmelo.
Desde
que en la nubecilla
Que
sin mancha os figuró,
De
Virgen Madre adoró
Elías
la maravilla:
A
vuestro culto capilla
Erigió
en primer modelo:
Sed
nuestro amparo amoroso,
Madre
de Dios del Carmelo.
Tan
primeros para Vos
Los
hijos de Elías fueron,
Que
por timbre merecieron
Ser
de la Madre de Dios:
Es
título que por Vos
Le
dio a su heredado anhelo:
Sed
nuestro amparo amoroso,
Madre
de Dios del Carmelo.
Por
eso Vos honras tantas,
Señora,
al Carmelo hicisteis,
Que
viviendo le asististeis
Mil
veces con vuestras plantas:
Con
vuestras pláticas santas
Doblasteis
su antiguo celo:
Sed
nuestro amparo amoroso,
Madre
de Dios del Carmelo.
Del
Carmelo descendieron
De
Elías los sucesores,
Y
en la Iglesia coadjutores
De
los Apóstoles fueron:
Del
Evangelio esparcieron
La
verdad por todo el suelo:
Sed
nuestro amparo amoroso,
Madre
de Dios del Carmelo.
A
San Simón general
El
Escapulario disteis,
Insignia
que nos pusisteis
De
hijos para señal:
Contra
el incendio infernal
Es
defensivo consuelo:
Sed
nuestro amparo amoroso,
Madre
de Dios del Carmelo.
Quien
bien viviere y muriere
Con
tal señal, es notorio
Que
por Vos del Purgatorio
Saldrá
presto, si allá fuere:
El
primer sábado espere
Tomar
a la gloria el vuelo:
Sed
nuestro amparo amoroso,
Madre
de Dios del Carmelo.
Vuestro
Escapulario santo
Escudo
es tan verdadero,
Que
no hay plomo ni acero
De
quien reciba quebranto:
Puede,
aunque es de lana, tanto,
Que
vence al fuego y al hielo:
Sed
nuestro amparo amoroso,
Madre
de Dios del Carmelo.
De
vuestro Carmelo flores
Son
la variedad de Santos,
Profetas,
Mártires tantos,
Vírgenes
y Confesores,
Pontífices
y Doctores,
Que
hacen vuestro monte cielo:
Sed
nuestro amparo amoroso,
Madre
de Dios del Carmelo.
Dando
culto a vuestro honor
Durará
siempre el Carmelo,
Porque
así lo alcanzó el celo
De
Elías su fundador,
Cuando
Cristo en el Tabor
Mostró
su gloria sin velo:
Sed
nuestro amparo amoroso,
Madre
de Dios del Carmelo.
Pues
sois de nuestro consuelo
El
medio más poderoso,
Sed
nuestro amparo amoroso,
Madre
de Dios del Carmelo.
℣. La gloria del Líbano le ha sido dada a
ella.
℟. La hermosura del Carmelo y de Sarón.
ORACIÓN
Oh Dios, que
singularmente honraste a la excelentísima Virgen y madre tuya María con el
título de la humilde orden de elegidos Carmelitas, y suscitaste milagros por su
defensa, concédenos propicio, que cuantos veneramos devotos su conmemoración,
seamos protegidos por sus auxilios en el presente, y merezcamos en el futuro
alcanzar los frutos del gozo sempiterno. Tú que vives y reinas por los siglos
de los siglos. Amén.
Alabado
sea el Santísimo Sacramento del Altar, y la Virgen concebida sin pecado
original.
En
el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.
DÍA SEGUNDO – 8 DE JULIO
Por
la señal...
Acto
de Contrición, Ofrecimiento de la Novena y las tres Avemarías.
ORACIÓN PARA
EL DÍA SEGUNDO
¡Oh Virgen
del Carmen, María santísima!, que por tu singular amor a
los Carmelitas los favoreciste con tu familiar trato y dulces coloquios,
alumbrándolos con las luces de tu enseñanza y ejemplo de que dichosamente
gozaron. Ruégote, Señora, me
asistas con especialidad, alcanzándome de tu bendito Hijo Jesús luz para
conocer su bondad y amarle, conocer mis culpas y llorarlas, lo que debo
ejecutar para con toda perfección servirle; y que mi trato y conversación sean
siempre para su mayor honra y gloria, y edificación de mis prójimos: y al
presente consiga lo que en esta novena por tu intercesión especialmente le
pido, que así, Señora, te lo suplico humildemente diciendo: Dios te salve, Reina y Madre, etc.
—La
letanía y los Gozos se rezarán todos los días.
DÍA TERCERO – 9 DE JULIO
Por
la señal...
Acto
de Contrición, Ofrecimiento de la Novena y las tres Avemarías.
ORACIÓN PARA
EL DÍA TERCERO
¡Oh Virgen
del Carmen, María santísima!, que te dignaste de admitir
piadosa con singular amor el obsequio de los Carmelitas, que entre todos los
mortales fueron los primeros que te edificaron templo en el monte Carmelo,
donde concurrían fervorosos y devotos a darte cultos y alabanzas. Ruégote, Señora, me alcances sea mi alma templo vivo de la
majestad de mi Dios, adornado de virtudes, donde su Majestad habite siempre de
mí amado, adorado y alabado, sin que jamás le ocupen los afectos desordenados
de lo temporal y terreno: y al presente consiga lo que en esta novena por tu
intercesión especialmente le pido, que así, Señora, te lo suplico humildemente
diciendo: Dios te salve, Reina y Madre, etc.
—La
letanía y los Gozos se rezarán todos los días.
DÍA CUARTO – 10 DE JULIO
Por
la señal...
Acto
de Contrición, Ofrecimiento de la Novena y las tres Avemarías.
ORACIÓN PARA
EL DÍA CUARTO
¡Oh Virgen
del Carmen, María santísima!, que para mostrar tu
especialísimo amor a los Carmelitas les honraste con el dulce nombre de hijos y
hermanos tuyos, alentando con este singular favor su confianza para buscar en
ti, como en amorosa madre, el remedio, el consuelo y el amparo en todas sus
necesidades y aflicciones, y empeñándoles en procurar imitar tus excelentes
virtudes. Ruégote, Señora, me
mires como amorosa madre, y me alcances te imite yo de modo que dignamente goce
el nombre de hijo tuyo, que mi nombre sea escrito en el libro de la
predestinación con los de los hijos de Dios y hermanos de mi Señor Jesucristo,
y al presente consiga lo que en esta novena por tu intercesión especialmente le
pido, que así, Señora, te lo suplico humildemente diciendo: Dios te salve, Reina y Madre, etc.
—La
letanía y los Gozos se rezarán todos los días.
DÍA QUINTO – 11 DE JULIO
Por
la señal...
Acto
de Contrición, Ofrecimiento de la Novena y las tres Avemarías.
ORACIÓN PARA
EL DÍA QUINTO
¡Oh Virgen
del Carmen, María santísima!, que para defender a los
Carmelitas tus hijos cuando se intentaba extinguir la sagrada Religión del
Carmen, mostrando el singular amor con que los amparas, mandaste al Sumo
pontífice Honorio III los recibiese benignamente y confirmase su Instituto,
dándole por señal de que esta era tu voluntad y la de tu Hijo Jesús, la
repentina muerte con que castigó a dos curiales que especialmente lo
contradecían. Ruégote, Señora, me
defiendas de todos mis enemigos de alma y cuerpo, para que con quietud y paz me
emplee siempre fervoroso en el servicio de Dios y tuyo: y al presente consiga
lo que en esta novena por tu intercesión especialmente le pido, que así,
Señora, te lo suplico humildemente diciendo: Dios te salve, Reina y Madre, etc.
—La
letanía y los Gozos se rezarán todos los días.
DÍA SEXTO – 12 DE JULIO
Por
la señal...
Acto
de Contrición, Ofrecimiento de la Novena y las tres Avemarías.
ORACIÓN PARA
EL DÍA SEXTO
¡Oh Virgen
del Carmen, María santísima!, que para señalar a los
Carmelitas por especiales hijos tuyos los enriqueciste con la singular prenda
del sagrado Escapulario, vinculando en él tantas gracias y favores para los que
devotamente le visten; y cumpliendo con sus obligaciones procuran vivir mostrando,
en imitar tus virtudes, que son tus hijos. Ruégote,
Señora, me alcances lo ejecute yo así siempre, y señalándome en servirte con
amorosos obsequios, merezca lograr los frutos de tan santa devoción, y me
muestre agradecido a favor tan singular: y al presente consiga de la majestad
de Dios lo que en esta novena por tu intercesión especialmente le pido, que
así, Señora, te lo suplico humildemente diciendo: Dios te salve, Reina y Madre, etc.
—La
letanía y los Gozos se rezarán todos los días.
DÍA SÉPTIMO – 13 DE JULIO
Por
la señal...
Acto
de Contrición, Ofrecimiento de la Novena y las tres Avemarías.
ORACIÓN PARA
EL DÍA SÉPTIMO
¡Oh Virgen
del Carmen, María santísima!, que diste en tu santo
Escapulario a los que devotamente le visten un firmísimo escudo para defenderse
de todos los peligros de este mundo y de las asechanzas del demonio,
acreditando esta verdad con tantos y tan singulares milagros. Ruégote, Señora, me sea a mí defensa poderosa en esta mortal
vida, para que en todas las tribulaciones y riesgos halle la seguridad, y en
las tentaciones salga con victoria, logrando siempre tu especial asistencia
para conseguirlo, y al presente me alcances de tu bendito Hijo Jesús lo que en
esta novena por tu intercesión especialmente le pido, que así, Señora, te lo
suplico humildemente diciendo: Dios te salve, Reina y Madre, etc.
—La
letanía y los Gozos se rezarán todos los días.
DÍA OCTAVO – 14 DE JULIO
Por
la señal...
Acto
de Contrición, Ofrecimiento de la Novena y las tres Avemarías.
ORACIÓN PARA
EL DÍA OCTAVO
¡Oh Virgen
del Carmen, María santísima!,
que ofreciste tu especial asistencia en
la hora de la muerte a los que devotamente visten tu santo Escapulario, para
que logren por medio de la verdadera penitencia salir de esta vida en gracia de
Dios, y librarse de las penas del Infierno. Te ruego,
Señora, me asistas, ampares y consueles en la hora de mi muerte, y me alcances
verdadera y perfecta penitencia y contrición de todos mis pecados, encendido
amor de Dios, y deseo de verle y gozarle, para que mi alma no se pierda ni
condene, sino que vaya segura a la felicidad eterna de la gloria: y al presente
consiga de su divina Majestad lo que en esta novena por tu intercesión
especialmente le pido, que así, Señora, te lo suplico humildemente diciendo:
Dios te salve, Reina y Madre, etc.
—La letanía y los Gozos se rezarán todos los días.
DÍA NOVENO – 15 DE
JULIO
Por
la señal...
Acto
de Contrición, Ofrecimiento de la Novena y las tres Avemarías.
ORACIÓN PARA
EL DÍA NOVENO
¡Oh Virgen
del Carmen, María santísima!,
que,
extendiendo tu amor a favorecer a los Carmelitas, aun después de la muerte,
como piadosísima Madre de los que visten tu santo Escapulario, consuelas sus
almas cuando están en el Purgatorio, y con tus ruegos consigues salgan de
aquellas penas cuanto antes, para ir a gozar de Dios en la gloria. Ruégote, Señora, me alcances de su Majestad cumpla yo con las
obligaciones de cristiano, y con la devoción de tu santo Escapulario de tal
modo, que logre este singularísimo favor: y al presente consiga lo que en esta
novena por tu intercesión especialmente le pido, que así, Señora, te lo suplico
humildemente diciendo: Dios te salve, Reina y Madre, etc.
—La
letanía y los Gozos se rezarán todos los días.
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