Novena
compuesta en italiano por un sacerdote de la Compañía de Jesús en Milán, y
traducida al español por un devoto de San Luis Gonzaga. Con licencia otorgada
por el obispo de Barcelona en 1844.
COMENZAMOS: 12 de junio.
FINALIZAMOS: 20 de junio.
FESTIVIDAD: 21 de junio.
MODO DE REALIZAR LA NOVENA
Empieza
y continúa la Novena en gracia de Dios; confiésate si conoces que lo necesitas,
y conclúyela con la santa Comunión.
Se
pone en cada día una meditación de la vida de San Luis Gonzaga, el fruto que se
puede sacar, y una oración al Santo. Puedes emplear devotamente un cuarto de
hora, o por lo menos leerlo con cuidado.
Después
de este ejercicio rezarás seis veces el Padre Nuestro y Ave María con el Gloria
Patri, en memoria de los seis años que San Luis Gonzaga vivió en religión, los
que podrás aplicar por el alma del Purgatorio que fue más devota de San Luis
Gonzaga; como así mismo para alcanzar alguna gracia especial. Y luego dirás la
oración que allí se pone para tomar al Santo por protector, con la antífona y
oración propia del Santo.
Puedes
hacer cada día dos visitas a algún altar de San Luis Gonzaga, o en tu casa a alguna
imagen suya, rezándole cada vez doce Gloria Patri, que hacen en todo veinte y
cuatro, que tantos fueron los años que San Luis Gonzaga vivió en la tierra.
Oye
devotamente cada día el santo sacrificio de la Misa, y mientras asistes a ella
da gracias a la Santísima Trinidad por la gloria que ha dado a San Luis
Gonzaga, y a este efecto podrás decir él Te Deum, o tres veces el Credo.
Harás
otra visita a la Santísima Virgen María, saludándola tres veces con la Salve a
honra de su triplicada virginidad. Puedes considerar que te hallas a los pies
de la devota imagen de nuestra Señora del Buen Consejo, así llamada porque dio
a San Luis Gonzaga el consejo de entrar en la compañía de Jesús; y suplícale te
sea maestra en la elección del estado que debes tomar. Y si ya le has elegido,
que te enseñe el modo con que has de agradar a Dios en el estado que tienes.
NOVENA EN HONOR DE SAN LUIS GONZAGA
Por
la señal ✠ de la Santa Cruz, de nuestros ✠ enemigos,
líbranos
Señor
✠,
Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo ✠,
y del Espíritu
Santo. Amén.
ACTO
DE CONTRICIÓN
Señor mío
Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador y Redentor mío, por ser Vos quien sois y
porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido;
propongo firmemente nunca más pecar, y apartarme de todas las ocasiones de
ofenderos, confesarme y cumplir la penitencia que me fuera impuesta. Ofrezcoos,
Señor, mi vida, obras y trabajos, en satisfacción de todos mis pecados, y, así
como lo suplico, así confío en vuestra bondad y misericordia infinita, que los
perdonaréis, por los méritos de vuestra preciosísima sangre, pasión y muerte, y
me daréis gracia para enmendarme, y perseverar en vuestro santo amor y servicio
hasta la muerte. Amén.
DÍA PRIMERO - 12 DE JUNIO
MEDITACIÓN: PUREZA Y CASTIDAD DE SAN LUIS GONZAGA.
Considera
que San Luis Gonzaga conservó
ileso hasta la muerte el lirio de su virginal inocencia. A don tan excelente
concurrió el Cielo con un raro privilegio, porque le eximió de todo estímulo de
la carne y de todo pensamiento impuro, de suerte que, como afirma la sagrada
Rota, Luis debe por esto llamarse Ángel: «Númquam stímulum carnis in córpore passus est, nec cogitatiónem
ullam in mente impúram hábuit. Mérito ígitur Alóysim Angélicus dici potest, qui
angélicam puritátem hábuit». “Él nunca
sufrió el estímulo de la carne en su cuerpo, ni tuvo ningún pensamiento impuro
en su mente. Mérito por lo tanto puede llamarse Alóysim Angélico, que tenía
pureza angelical”. Luis
correspondió a estas misericordias de Dios observando una guarda exactísima de
sus sentidos, y consagrando con voto su virginidad a Jesús y María, cuando
tenía solos nueve años de edad.
FRUTO
Coteja la pureza de este Ángel con tu vida,
y confúndete detestando tus pasados desaciertos. Guarda con cuidado la castidad
propia de tu estado, y ponla bajo del patrocinio de Santa María y de San Luis
Gonzaga, con firme voluntad de evitar toda sombra de culpa, y de peligro en tal
materia.
ORACIÓN PARA EL DÍA PRIMERO
Angélico joven San Luis Gonzaga, suplícoos que, desde el
Cielo, en donde ya vivís glorioso en el coro de los vírgenes, miréis con piedad
por mí, que vivo entre tantos peligros de perder la pureza. Alcanzadme con vuestra intercesión, que en adelante todos mis
pensamientos, palabras y obras respiren candor de virtud, de tal suerte que no
desagraden al Rey y a la Reina de las vírgenes, Jesús y María. Amén.
—Aquí rezarás seis veces el Padre Nuestro, con el Ave María, y
Gloria Patri. Luego pedirás al Santo el favor que más deseas.
CONSAGRACIÓN
A SAN LUIS GONZAGA
¡Oh
gloriosísimo San Luis Gonzaga!,
lirio
de pureza, espejo de modestia y Ángel en las costumbres: mirad, Santo mío, que
yo os escojo por mi especial abogado y protector en el negocio de mi salvación
eterna. Sed vos el director de mi vida y el ejemplar de mis acciones. Defended
de toda impureza mis sentidos, mi entendimiento y mi corazón, que yo desde
ahora por vuestra mano los entrego todos a mis dulcísimos amores Jesús y María.
Sed siempre mi ángel de guarda en todos los peligros y
tentaciones, y no me desamparéis jamás, ni en vida, ni en muerte. Amén.
GOZOS
EN HONOR DEL ÁNGEL JESUITA SAN LUIS GONZAGA
Ejemplar
de perfección,
De
toda virtud modelo.
Sed
en todo desconsuelo,
Luis
Gonzaga, nuestro patrón.
De
Gonzaga en noble cuna
Fue
Castellón vuestro oriente,
Que
en Vos nobleza eminente
Con
la santidad se aduna:
De
la gracia en posesión
Entráis
antes que del suelo.
Sed
en todo desconsuelo,
Luis
Gonzaga, nuestro patrón.
«Jesús, María» dijeron
Luego
al hablar vuestros labios,
Que
nunca en ellos resabios
De
otro lenguaje cupieron:
A
Dios diste el corazón
Desde
niño sin recelo.
Sed
en todo desconsuelo,
Luis
Gonzaga, nuestro patrón.
Siempre
a más favor aspira
La
virtud de vuestro pecho,
Que
publicó con despecho
El
padre de la mentira:
Burla
de la noche el hielo
Vuestra
alta contemplación.
Sed
en todo desconsuelo,
Luis
Gonzaga, nuestro patrón.
Cuando
rendido en la cama
Estabais
al dulce sueño
Os
respetó como dueño
La
actividad de la llama:
Os
libró del agua el Cielo
Atento
a vuestra oración.
Sed
en todo desconsuelo,
Luis
Gonzaga, nuestro patrón.
Aunque
como ángel voláis
De
la virtud a la altura,
Por
cilicio a la cintura
Espuelas
os aplicáis;
Alas
vuestro corazón,
Tiene
para tanto vuelo.
Sed en todo desconsuelo,
Luis Gonzaga, nuestro patrón.
Siendo
niño, a María ofrecisteis
Con
voto virginidad,
Y
de cualquier liviandad
A
la menor sombra huisteis:
Con
todo, en la confesión
Surcáis
mar de llanto y duelo.
Sed
en todo desconsuelo,
Luis
Gonzaga, nuestro patrón.
De
ángeles por el sustento
Anheláis
con tal deseo,
Que
os le dio el gran Borromeo
Con
indecible contento;
Se
os abrasó el corazón
Hecho
un Etna, un Mongibelo.
Sed
en todo desconsuelo,
Luis
Gonzaga, nuestro patrón.
De
la juventud espejo,
Para
que fueseis un día,
Os
llamó a la compañía
La
Virgen del Buen Consejo:
Buscasteis
la religión
Con
ansias, afán y anhelo:
Sed
en todo desconsuelo,
Luis
Gonzaga, nuestro patrón.
Con
angélico recato,
Del
mundo ya retirado,
Aun
desde el noviciado,
Con
Dios solo es vuestro trato:
Absorto
en contemplación
Erais
de ángeles modelo:
Sed
en todo desconsuelo,
Luis
Gonzaga, nuestro patrón.
En
las ciencias Querubín
Luego
os mostráis estudiando,
Y
al Dios de amor contemplando
Sois
teólogo Serafín:
Toma
el cielo por blasón
Sacaros
luego del suelo.
Sed
en todo desconsuelo,
Luis
Gonzaga, nuestro patrón.
De
dolencias la Piscina
Ángel
de vida os publica,
Vuestro
poder multiplica
Aceite,
vino y harina:
De
ajenas deudas razón
Dais
con dinero del cielo.
Sed
en todo desconsuelo,
Luis
Gonzaga, nuestro patrón.
Mayor
en lo celestial
Es
aún vuestra asistencia;
Quien
de virtud pida ciencia
Seguro
tiene el caudal:
Milagros
de devoción
Son
fruto de vuestro celo.
Sed
en todo desconsuelo,
Luis
Gonzaga, nuestro patrón.
Ejemplar
de perfección,
De
toda virtud modelo.
Sed
en todo desconsuelo,
Luis
Gonzaga, nuestro patrón.
Antífona: Lo hicisteis poco inferior a los Ángeles, y
le coronasteis de gloria y honor.
℣. Rogad por nosotros, bienaventurado San Luis
Gonzaga.
℟. Para que seamos dignos de las promesas de
nuestro Señor Jesucristo.
ORACIÓN
¡Oh Dios!,
dispensador
de los dones celestiales, que habéis unido en el angélico Luis, una admirable
inocencia de vida con un gran espíritu de mortificación, haced, por sus méritos
y oraciones, que, si no hemos imitado su pureza, por lo menos imitemos su
penitencia. Por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.
En el nombre del Padre, y del Hijo ✠,
y del Espíritu Santo. Amén.
DÍA SEGUNDO - 13 DE JUNIO
Por
la señal ✠...
Acto
de contrición.
MEDITACIÓN: PUREZA DE CONCIENCIA DE SAN LUIS GONZAGA.
Considera
que San Luis Gonzaga, aunque
inocentísimo y virgen, se tuvo por gran pecador. Un pequeño hurto de una poca pólvora
y una palabra menos compuesta sin saber lo que se decía, antes del uso de
razón, fueron los grandes pecados que cometió en todo el discurso de su vida. Y
con todo Luis los lloró como excesos enormísimos, hasta desmayarse de dolor. No
tuvo en algún tiempo otras culpas más graves que le pudiesen hacer reo en el
tribunal de la penitencia. Vivía con tal pureza de conciencia y tan lejos de
todo defecto, que el cardenal Belarmino, su confesor, discurrió haber sido Luis
con rarísimo privilegio confirmado en gracia.
FRUTO
Repasa en tu pensamiento los pecados que has
cometido, que serán bien diferentes en la cualidad y en el número, de los
pecados de Luis. Haz reflexión sobre si tienes algún remordimiento de no
haberlos declarado bien al confesor. Duélete frecuentemente, por ser ofensas
cometidas contra un Dios dignísimo de ser amado. Repite con David a Dios: «Contra Vos solo he pecado, y a vuestra vista cometí la maldad» (Salmo L,
4).
ORACIÓN PARA EL DÍA SEGUNDO
Angélico
joven San Luis Gonzaga, moveos a compasión de mi
pobre alma, rea de tantas y tan graves culpas. Alcanzadme luz para conocer la
cantidad y gravedad de ellas, y espíritu para detestarlas con aquella perfecta
contrición que Vos tuvisteis de culpas tan ligeras. Yo junto mi dolor y propósito con el vuestro, y sólo me pesa de
haber pecado, porque ofendí a un Dios de infinita bondad. Amén.
—Seis veces el Padre Nuestro, con el Ave María, y Gloria Patri. Pide al Santo el favor que más deseas. La consagración y los gozos se rezarán todos los días.
DÍA TERCERO - 14 DE JUNIO
Por
la señal ✠...
Acto
de contrición.
MEDITACIÓN: PENITENCIA DE SAN LUIS GONZAGA.
Considera
que al paso que San Luis Gonzaga se
creyó un gran pecador, se trató también como tal con asperísima vida. Sus
ayunos fueron tan rigurosos que se tuvo por gran milagro pudiese sustentarse
con tan corto alimento. De tierna edad, y en las cortes tomaba disciplina de
sangre muchas veces en la semana, y después algunas veces al día. Ceñía sus
costados con espuelas de caballo, y atormentaba su cuerpo; aun en el tiempo de
descanso, con tales pedazos de tabla que ponía bajo la sábana, y le interrumpía
el sueño. Por eso la santa Iglesia admirando la rara unión de tanta inocencia
con tanta penitencia, hace mención de ella en la oración del Santo que arriba
se puso.
FRUTO
Aunque tuvieses la inocencia de Luis, no
debías omitir la penitencia exterior, diciendo San Pablo que los que son de Cristo, han de crucificar su carne: «Qui Christi
sunt, carnem suam crucifixérunt».
(Gálatas
V, 24) ¿Cuánto más
deberá abrazar la penitencia el que es pecador? Mira qué debieras tú
hacer, y qué es lo que haces. El que ha pecado es reo, y merece castigo. Oye a
San Bernardo, que te dice «Si bien lo piensas
dirás conmigo: reo es de muerte; sea crucificado» (Certe si recto sentis, mecum
dices: reus est mortis; crucifígátur).
ORACIÓN PARA EL DÍA TERCERO
Angélico
joven San Luis Gonzaga, yo
debiera ejercitarme en aquellas austeridades tan grandes, con que Vos martirizasteis
vuestra inocencia. Con todo, bien sabéis vos cuánto busqué mi amor propio, las
delicias, huyendo del padecer. Suplícoos, oh gran Santo, me alcancéis de Jesús
crucificado el espíritu de penitencia que corresponde a tantas maldades como he
cometido. Por lo menos conseguidme que yo
abrace con resignación y lleve con paciencia aquellas cruces que el Cielo me
envía para mi espiritual provecho.
Amén.
—Seis
veces el Padre Nuestro, con el Ave María, y Gloria Patri. Pide al Santo el
favor que más deseas. La consagración y los gozos se rezarán todos los
días.
DÍA CUARTO - 15 DE JUNIO
Por
la señal ✠...
Acto
de contrición.
MEDITACIÓN: MODESTIA DE SAN LUIS GONZAGA.
Considera que el nombre amabilísimo
de ángel, que a San Luis Gonzaga dio la Sagrada Rota, se lo confirmó la santa
Iglesia, diciendo en su oficio, que con razón le llamaron Ángel en carne: «Homo sine carne, aut Ángelus in carne mérito appellátus»
(Lección III de maitines) Este
nombre se adquirió con su rara modestia cuando niño, jamás dejó ver al ayuda de
cámara que lo vestía, sino las puntas de los pies. Palabras impuras, como
entendiese el significado, ni salieron jamás de sus labios virginales, ni
sufrió que otro las dijese en su presencia. Se cree que no viese jamás rostro
de mujer, pues ni miró a la cara de la emperatriz cuando la servía; ni fijó los
ojos en la de su misma madre. Tuvo por fin horror, siendo niño, de besar aún la
sombra de una niña, y no le pudieron hacer consentir en ello.
FRUTO
Examina tu interior, y mira cómo observas el
precepto del Apóstol: «Vuestra modestia sea
manifiesta a todos» (Filipenses
IV, 5).
Palabras impuras, miradas libres, señas indecentes, pinturas inmodestas,
vanidades escandalosas, son pecados y origen de pecados. Cuando Luis llegaba a
alguna conversación, luego se desvanecía toda sombra de inmodestia: tanto era
el respeto que se tenía a este Ángel en carne. El que quiera agradar a San Luis
Gonzaga, respire modestia en todas las cosas.
ORACIÓN PARA EL DÍA CUARTO
Angélico
joven San Luis Gonzaga: yo,
vuestro indignísimo siervo, quiero haceros una promesa que será muy de vuestro
agrado. Yo os ofrezco mis cinco sentidos, y singularmente los ojos, oídos y
lengua, para que los defendáis de toda fealdad. Ea pues, oh celestial modelo de
modestia, suplícoos que hagáis
con vuestro ejemplo y con vuestro patrocinio, que yo venga a ser una viva copia
vuestra, de tal suerte que todos conozcan de mi vivir modestísimo, que yo soy
un verdadero devoto vuestro. Amén.
—Seis
veces el Padre Nuestro, con el Ave María, y Gloria Patri. Pide al Santo el
favor que más deseas. La consagración y los gozos se rezarán todos los días.
DÍA QUINTO - 16 DE JUNIO
Por
la señal ✠...
Acto
de contrición.
MEDITACIÓN: EL AMOR A DIOS QUE TUVO SAN LUIS GONZAGA.
Considera que el amor de Dios es el
que hace los santos; y tanto es uno más Santo, cuanto más rico está de tan
precioso amor. Luis amó a Dios luego, siempre y ardentísimamente, de donde, en
el breve curso de su vida, llegó a una sublimísima santidad. Él mismo confesó
que empezó a amar a Dios al primer uso de razón, añadiendo: «Y de esto estoy más que cierto». Toda su vida fue una
continua unión con Dios, y aún en las cortes pasaba extático muchas horas cada
día en oración. Siendo secular le dijo Luis a un sacerdote: «¡Oh Dios! Quisiera saber amar a Dios con aquel fervor que
merece tan gran Majestad». Se
dice en su vida, que escribió un confesor suyo, que el alma y potencias de Luis
estaban llenas todas de Dios.
FRUTO
El alma de San Luis Gonzaga estaba llena del
amor de Dios: tu alma, ¿quién sabe? ¡Que no esté
llena de amor propio! El primero te introduce en el Paraíso; el
segundo te precipita al Infierno. Estos dos amores no pueden estar juntos, y de
donde está el uno, se aparta el otro. Renueva en ti los conjuros del santo
Bautismo, diciendo: «Sal de mí, espíritu
inmundo, y da lugar al Espíritu Santo» (Exi a me immúnde spíritus, et de locum
Spíritui Sancto) y
ahuyéntalo luego, si acaso le tuvieses, con un perfecto amor de Dios.
ORACIÓN PARA EL DÍA QUINTO
Angélico
joven San Luis Gonzaga, en
esta novena deseo abrasarme en vuestra hermosa llama. Suplícoos que hagáis que
yo ame a Dios con todo mi corazón; esta es la gracia que más nos debe importar
a mí y a Vos, Santo mío. Si yo parto de este mundo privado del amor de Dios,
habemos de ser enemigos para siempre. Ea, pues, no dejéis, ¡oh Luis!, que entre nosotros suceda tan dura separación. He
aquí pues, mi firme resolución en vida y en muerte, sea vuestro el cuidado de
que no se mude. Yo os amo, oh mi Dios, con todo mi corazón; os amo, Señor, mi
todo, por vuestra suma bondad. «Dios mío, mi todo,
sobre todas las cosas, y en todas las cosas; concededme, ¡oh Señor!, que os
ame» (San Agustín).
Amén.
—Seis
veces el Padre Nuestro, con el Ave María, y Gloria Patri. Pide al Santo el
favor que más deseas. La consagración y los gozos se rezarán todos los días.
DÍA SEXTO - 17 DE JUNIO
Por
la señal ✠...
Acto
de contrición.
MEDITACIÓN: LA CARIDAD QUE CON EL PRÓJIMO TUVO SAN LUIS
GONZAGA
Considera que el amor de Dios no
puede estar separado del amor del prójimo, y en estos dos amores consiste toda
la santidad (cf. Mateo XXII, 40), Fue en San Luis Gonzaga
el amor del prójimo igualmente fino al que tuvo a Dios. De tal fineza de amor dio
grandes pruebas en vida, y después ya glorioso en el Cielo. Desde niño se
ejercitaba en enseñar la doctrina cristiana a los ignorantes: Por amor de sus
prójimos eligió la Compañía de Jesús, como destinada toda a sus medras
espirituales. La caridad de Luis para con los pobrecitos y enfermos llegó a lo
sumo, hasta constituirle mártir; pues le vino la muerte por servir a los
enfermos de mal contagioso. Hallase ya bienaventurado en el Cielo, y con todo
parece que esté aun conversando entre nosotros repartiendo continuamente a sus
devotos todo género de gracias, hasta multiplicar vino, aceite, harina y otras
cosas comestibles para el mantenimiento de pobres personas.
FRUTO
Continuas son las ocasiones de ejercitar la
caridad con el prójimo: en casa con tus domésticos, fuera de ella con los
enfermos, con los a trabajados y pobres. Si mandas, si sirves, si haces viaje,
en todo se te presenta la caridad para hacerte observar el gran precepto del
Redentor, que nos manda amarnos mutuamente como él nos amó: «Hoc est præcéptum meum: ut diligátis ínvicem, sicut diléxi vos»
(“Este es mi mandamiento: que tú me ames a mí, como yo te he amado a ti”) (Juan XV,
12). Mira
cómo te portas tocante a odios y rencores, malas voluntades y diferencias. San
Luis Gonzaga puso paz entre su hermano y el duque de Mantúa. En semejantes
casos acude al Santo por consejo, y experimentarás maravillas.
ORACIÓN PARA EL DÍA SEXTO
Angélico
joven San Luis Gonzaga, todas vuestras virtudes
son amables y admirables. Pero la mayor y más ventajosa para mí es vuestra
amabilísima caridad, y el afán que tenéis en ayudarnos. Yo protesto que soy uno
de vuestros prójimos: miserable sí, más en fin soy vuestro, y por título
especial de haberos elegido por mi protector: cuanto más me hallo menesteroso,
tanto más dilatado campo se le abre a vuestra caridad para beneficiarme. Algún
tiempo dijo Dios en presencia de vuestra gran devota Arsilia Alíssimi: pide y otorga. Pedid pues para mí a
Dios, y otorgadme aquellas gracias que juzguéis más convenientes a mi eterna
salud. Amén.
—Seis
veces el Padre Nuestro, con el Ave María, y Gloria Patri. Pide al Santo el
favor que más deseas. La consagración y los gozos se rezarán todos los días.
DÍA SÉPTIMO - 18 DE JUNIO
Por
la señal ✠...
Acto
de contrición.
MEDITACIÓN: VOCACIÓN DE SAN LUIS GONZAGA.
Considera que
a un ángel tan puro y fervoroso como San Luis Gonzaga se le debía habitación
más propia que la del siglo. La Madre de Dios le llamó al estado religioso, y
le aconsejó que entrase en la Compañía de Jesús. Para obtener Luis de su padre
la licencia de dejar el mundo, ¡cuántas lágrimas y sangre derramó! Alcanzada finalmente esta licencia, y renunciado
el marquesado de Castellón a favor de su hermano Rodolfo, partió Luis a Roma
para constituirse hijo del patriarca San Ignacio. Jamás hubo alguno que se
alegrase tanto de adquirir un principado, como el Santo de dejarlo. El
sacrificio que don Ferrante hizo a Dios de un hijo tan digno, le valió una
tranquilísima y santa muerte.
FRUTO
No dejes de hacer gran caso de las divinas
inspiraciones, pues de despreciar una sola, puede depender tu eterna ruina. Si
ya has tomado estado, mira si satisfaces enteramente a tus obligaciones. Las
omisiones pueden ser también culpa grave. Haz reflexión, que la elección del
estado, si aún no lo has elegido, es uno de los mayores negocios que puede
tener un alma cristiana; piénsalo bien, y encomiéndalo a Dios, diciéndole: «Señor, ¿qué queréis que haga?» (Actas IX,
6) El
padre, o el que tiene su lugar, guárdese de oponerse por fines humanos a la
vocación religiosa de las personas que le están sujetas.
ORACIÓN PARA EL DÍA SÉPTIMO
Angélico
joven San Luis Gonzaga, propio es de ángeles el
traernos las divinas inspiraciones. Sed pues, vos, mi ángel mensajero de la
divina voluntad; pedid a Dios qué es lo que quiere de mí, y alcanzadme con
vuestros ruegos, que yo entienda bien la voluntad del Criador; y entendida, la
ejecute con presteza y fervor. Sí, Dios mío, así os lo suplico juntamente con
vuestro siervo y mi hermano San Luis: «Enséñame
a hacer tu voluntad (Salmo
CXLII, 10). Hágase
tu voluntad, así en la tierra, como en el cielo».
Amén.
—Seis
veces el Padre Nuestro, con el Ave María, y Gloria Patri. Pide al Santo el
favor que más deseas. La consagración y los gozos se rezarán todos los días.
DÍA OCTAVO - 19 DE JUNIO
Por
la señal ✠...
Acto
de contrición.
MEDITACIÓN: MUERTE SANTA DE SAN LUIS GONZAGA.
Considera que, en el año sexto de
su vida religiosa, y en el vigésimo cuarto de su edad murió San Luis Gonzaga,
correspondiendo su felicísimo tránsito a su santísima vida. Por servir a los
enfermos de contagio, enfermó, y murió mártir de la caridad, ya que no lo había
sido de la fe, como tanto había deseado. Duró tres meses su dolorosa
enfermedad, y fueron para nosotros una escuela celestial de paciencia, de
humildad, de unión con Dios, y de todas las virtudes. Predijo el día y la hora
de su trance, y después de haber pedido y recibido muchas veces los santos
Sacramentos, besando las llagas de un crucifijo, y repitiendo los dulcísimos
nombres de Jesús y María, expiró, comprobando por el hecho lo que dice el
Espíritu Santo, que el que vive justo, muere bienaventurado: «Beáti mórtui, qui in Dómino moriúntur» (Bienaventurados los
muertos que mueren en el Señor)
(Apocalipsis
XIV, 13).
FRUTO
El que
bien vive, bien muere; y «el que vive mal, muere pésimamente» (Salmo
XXXIII, 22).
En qué consista el bien vivir y el bien morir, puedes aprenderlo de San Luis
Gonzaga, que con su inocencia y penitencia te enseña los dos únicos caminos
para vivir y morir santamente. Da una vista por tu alma, que tal vez en breve
estará de partida para el otro mundo; y con una exacta confesión, y con actos
fervorosos de fe, esperanza y caridad, ponla en aquel estado que quisieras al
punto de tu muerte. Toma a San Luis Gonzaga por abogado para aquel terrible
momento, del cual pende la eternidad, y suplícale que muera tu alma con la
muerte de los justos.
ORACIÓN PARA EL DÍA OCTAVO
Angélico
joven San Luis Gonzaga, si
me queréis, esta es la gracia que me habréis de alcanzar por complemento y
corona de todas las demás, y que con el corazón en los labios os pido. Suplícoos
me libréis de mala muerte; haced que yo acabe mis días en gracia de Dios,
prevenido con los santos Sacramentos, y que mis últimas voces sean Jesús y
María. Asistid, ¡oh gran Santo!, a mis
agonías; no dejéis que me venza el enemigo. Si vos, oh Luis, os empeñáis en
protegerme en los últimos alientos de mi vida, espero que la he de acabar como
Vos, diciendo a mi Jesús: «En vuestras manos,
Señor, encomiendo mi espíritu». Amén.
—Seis
veces el Padre Nuestro, con el Ave María, y Gloria Patri. Pide al Santo el
favor que más deseas. La consagración y los gozos se rezarán todos los días.
DÍA NOVENO - 20 DE JUNIO
Por
la señal ✠...
Acto
de contrición.
MEDITACIÓN: GLORIA QUE TIENE SAN LUIS GONZAGA EN EL
CIELO.
Considera que
Luis ha muerto, y se ha verificado en él el divino oráculo: «Llevármelo he, y glorificarlo he» (Salmo XC,
15). Le ha
glorificado el Altísimo en el Cielo y en la tierra. Cuanta gloria posea en el
cielo San Luis Gonzaga, lo publicó en aquel maravilloso éxtasis que tuvo Santa
María Magdalena de Pazzis, diciendo: «¡Oh, qué
gloria tiene Luis, hijo de Ignacio! Me parece, a modo de decir, que no pueda
haber tanta gloria en el cielo, como la que veo que posee Luis». A demás de esto, cuanto
guste Dios de glorificar en la tierra a este angélico joven, para comprenderlo
bien, basta leer su vida, visitar sus altares, y reparar en tantos y tan
estupendos milagros que obra el Señor a la invocación de este gran Siervo suyo.
De suerte que, como pronunciaron los auditores de la sagrada Rota: «Resplandece por todo el mundo la santidad de este Angélico joven
confirmada con gloriosísimas maravillas».
FRUTO
Debes singularmente despertar en ti dos
afectos al considerar a San Luis Gonzaga tan glorioso en el cielo y en la
tierra. El primero de esperanza de ser tú algún día participante de aquella
bienaventurada eternidad que el Santo posee. El paraíso se hizo también para
ti, y entrarás sin falla en él si emprendes firmemente el imitar las virtudes
de San Luis Gonzaga. El segundo afecto ha de ser de una tierna confianza en el
Santo, que merece tanto para con Dios, y es tan amante de ayudarnos en todas
nuestras necesidades, así espirituales, como temporales, como lo demuestra la
experiencia.
ORACIÓN PARA EL DÍA NOVENO
Angélico
joven San Luis Gonzaga, me
alegro con vos de la gloria a que os ha elevado la Majestad divina en premio de
vuestra santísima vida. Rindo gracias al Criador de haberos glorificado tan
altamente en el Cielo y en la tierra. Espero que con vuestra ayuda he de ser
compañero vuestro en el paraíso, y a fin de que esta esperanza mía sea bien
fundada, suplícoos, Santo mío, que seáis mi ángel protector; concededme que yo viva angelicalmente, para que en vuestra
compañía todos vuestros devotos y yo, salvándonos por vuestra intercesión,
bendigamos al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, y le alabemos, y ensalcemos
por siempre jamás. Amén.
—Seis
veces el Padre Nuestro, con el Ave María, y Gloria Patri. Pide al Santo el
favor que más deseas. La consagración y los gozos se rezarán todos los días.
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