Novena
compuesta por un padre de la Congregación del Oratorio en Lima, reimpresa en
1795 y en 1849. El Dr. Don Juan Domingo González de la Reguera, Arzobispo de
Lima, concedió 80 días de Indulgencia a cuantos hicieren la Novena; y los Drs.
Don Pedro José Chávez de la Rosa y Don Blas Sobrino y Minayo, Obispos de
Arequipa y Trujillo respectivamente, concedieron cada uno 40 días de
Indulgencia.
—COMENZAMOS:
17 de mayo.
—FINALIZAMOS:
25 de mayo.
—FESTIVIDAD: 26 de mayo.
ADVERTENCIAS
Para
esta Novena, como para las demás, es diligencia indispensable procurar estar en
gracia de Dios, mediante una buena confesión y comunión: o a lo menos proponer
de corazón hacerlo cuanto antes, porque querer que Dios nos conceda lo que le
pedimos, aunque sea por medio de los santos, y no hacer nosotros lo que su
divina Majestad nos manda, es insufrible desacato, que atrae sobre nosotros su
justa indignación.
Esta
Novena comienza el diez y siete de mayo, para concluir el veinte y cinco, que
es víspera del santo Patriarca, en cuyo tiempo, si hay oportunidad se leerá en
la vida del Santo, la virtud que corresponda al día.
El
rosario menor, o corona Neriana, cuyo autor fue San Felipe Neri, consta de dos
jaculatorias: la primera que hace veces de Padre nuestro, por decirlo así, es
esta: Virgen y Madre, y
se responde: Madre y Virgen: la segunda que hace de
Ave María es: Virgen María Madre de
Dios,
y se responde: ruega a Jesús por mí: esta se repite setenta y
tres veces, que forman la corona de siete misterios, y tres más de estas que
decimos jaculatorias segundas: distinguiendo cada diez con un Gloria Patri, el
que también se añade al fin de las tres últimas.
Se
empieza así: Gloria Patri…
℣.
Virgen y Madre.
℟.
Madre, y Virgen.
℣.
Virgen María, Madre de Dios.
℟.
Ruega a Jesús por mí.
De este
modo prosiguen hasta ajustar las diez, luego el Gloria Patri, y después Virgen
y Madre.
Este
rosario se rezará cada día de la Novena, si hubiere lugar, para obligar a la
Santísima Virgen a que interponga sus ruegos para la gracia que pedimos. Las
Indulgencias concedidas por la Novena se aplican también cuantos rezaren el
rosario menor o Corona neriana.
NOVENA AL
GLORIOSO PATRIARCA SAN FELIPE NERI, APÓSTOL DE ROMA Y FUNDADOR DE LA
CONGREGACIÓN DEL ORATORIO
Por
la señal ✠ de la Santa Cruz, de nuestros ✠ enemigos,
líbranos
Señor
✠
Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo ✠,
y del Espíritu
Santo. Amén.
ACTO
DE CONTRICIÓN
Por vuestro
santísimo amor, perdono, Señor, a todos mis enemigos: tened misericordia de mí.
ORACIÓN
PREPARATORIA PARA TODOS LOS DÍAS.
Gloriosísimo
Padre San Felipe Neri, Apóstol de Roma, espejo de
Santidad, luz clarísima de la Iglesia: por aquella ardiente llama de caridad en
que, a mayor gloria de Dios y salud de las almas, se abrazaba vuestro amante
corazón: humildemente os suplico, que, desde este día hasta el último de mi
vida, seáis mi protector, y dirijáis en todos mis pasos: Y asimismo seáis
guarda vigilante de mis sentidos, para que no se empleen en los bienes falaces
de este mundo. En vos, santísimo abogado mío, pongo toda mi esperanza: volved
pues los ojos hacia quien humilde os honra e implora tan necesitado vuestro
auxilio: atended a este corazón que se ofrece gustoso a vuestros sagrados pies,
en muestra de devoción a vuestro nombre. Y pues ninguno hasta aquí ha recurrido
a vos, que no haya logrado por vuestra intercesión ser oído: alcanzadme de la
bondad infinita, con el perdón de mis pecados, que adorne mi alma con aquellas
virtudes con que tanto complacisteis a sus divinos ojos. Asimismo, os suplico
que roguéis por nuestro Soberano Sumo Pontífice, y lo que él quiere que
pidamos: por nuestro Católico Monarca, su Real familia, sus armas y monarquía.
Por nuestros Príncipes eclesiásticos y seculares, y por todas las necesidades
de la Iglesia y del Estado, como también que me alcancéis la gracia particular
que deseo, si conviene para mayor gloria de Dios, honra vuestra, y bien de mi
alma. Amén.
DÍA PRIMERO – 17 DE MAYO
DEL AMOR
DE DIOS
MEDITACIÓN
Considera, cristiano, cuán
grande fue el amor de Felipe para con Dios, pues para darle suficiente espacio
a esta divina llama, se le rompieron milagrosamente dos costillas, siendo tal
el incendio en que se abrazaba que llegaba a decir: «Basta, Señor, basta, que no puedo más». Alabarás a Dios por el
excesivo amor con que enriqueció el corazón de San Felipe, y avergonzado de tu
monstruosa frialdad, pedirás a la divina Majestad, por los méritos de su fiel
siervo, que te conceda el mismo amor.
—Aquí se
hace pausa el tiempo conveniente.
ORACIÓN
Espíritu Santo, Dios todopoderoso, dulcísimo
Esposo de las almas que os adoran:
eficaz y deliciosa llama que propicio a
las afectuosas humildes súplicas de vuestro fidelísimo siervo San Felipe Neri,
os dignasteis ocupar sensiblemente su amante corazón, y hacer en él vuestra
perpetua y agradable morada: introducid, Espíritu amantísimo, un rayo de
vuestro divino fuego en mi helado corazón, para que olvidando todo lo visible,
solo a Vos ame, que merecéis infinitamente ser amado. Precepto vuestro es,
ayudadme, Clementísimo, a cumplirlo, como vuestro siervo Felipe lo ha cumplido;
por cuyos méritos os pido también la particular gracia que solicito, si
conviene para mayor gloria vuestra y bien de mi alma. Amén.
—Aquí
se rezan cinco Padre nuestros y Ave Marías, con su Gloria Patri, para alcanzar
de Dios el don de la perseverancia en su santo servicio por intercesión de
Nuestro Padre San Felipe Neri.
ORACIÓN
¡Oh Santo Patriarca!, gloriosísimo Felipe, Serafín
de caridad, que sois tan propicio para alcanzar a vuestros devotos las llamas
del divino amor: vos que con solo aplicar a vuestro sagrado pecho a vuestros
hijos espirituales les comunicabais el celestial incendio en que se abrazaba
vuestro amante corazón: ved aquí que se ofrece a vuestras entrañas de
misericordia, la más bella ocasión de ejercitar su caridad: desamorado y
enteramente helado soy para mi Señor y Dios, haga pues ahora, Protector
amantísimo, vuestra intercesión lo que entonces hacía vuestro sagrado contacto.
Nada quiero más que despreciarme y olvidarme, para solo apreciar y amar a mi
Dios, obedeciéndole en todo, y retornándole amor por amor, como vos lo
hicisteis: esto os suplico encarecidamente, y también la gracia particular que
solicito, si conviene para mayor gloria de Dios y bien de mi alma. Amén.
—Aquí
alentando la confianza, se hace al Santo la petición que traemos.
ELOGIOS
EN HONOR AL SANTO PATRIARCA SAN FELIPE NERI
Felipe,
si es tu blasón
Que
el Cielo de almas se llene,
Pedid
lo que más conviene
Para
nuestra salvación.
Fénix
del amor divino
Que
en sacro fuego abrasado
Os
advertís transformado
En
Serafín peregrino:
Como
que Dios os previno
Para
su grata mansión.
Pedid
lo que más conviene
Para
nuestra salvación.
Vuestro
cuerpo virginal
Un
templo a Dios le prepara,
Donde
el corazón es el ara,
Y
el pecho el arco triunfal:
El
rito el más celestial
Y
todo vos la oblación.
Pedid
lo que más conviene
Para
nuestra salvación.
Elevado
entre esplendores
Cuando
la Misa decíais,
Siempre
al encuentro salíais
Al
Dios de vuestros amores:
De
aquí los grandes temores
Y
sacra palpitación.
Pedid
lo que más conviene
Para
nuestra salvación.
Al
que se os lamenta helado,
De
su amor mal satisfecho,
Aplicado
a vuestro pecho
Lo
despedís abrasado.
¡Oh
contacto que has formado
Tanta
santificación!
Pedid
lo que más conviene
Para
nuestra salvación.
De
Roma Apóstol glorioso,
Que,
aspirando a su reforma,
Os
hacéis espejo y norma
De
su Clero numeroso,
Y
así lograsteis dichoso
Tan
divina pretensión.
Pedid
lo que más conviene
Para
nuestra salvación.
Al
Orbe tenéis atento
Viendo
en vos tan familiares
Los
milagros a millares,
Las
profecías sin cuento.
Para
el triste sois contento,
Para
el pobre protección.
Pedid
lo que más conviene
Para
nuestra salvación.
Por
la Palma suspiráis,
Y
ya que no se os permite,
Ofrecéis
como en desquite
La
penitencia que usáis:
Y
tanta sangre arrojáis
Cuanta
os vertiera el Japón.
Pedid
lo que más conviene
Para
nuestra salvación.
Venera
tanta virtud
El
mar y se consolida,
Los
muertos recobran vida,
Los
moribundos salud:
Su
regla la juventud,
La
ancianidad perfección.
Pedid
lo que más conviene
Para
nuestra salvación.
Vuestra
voz llave del Cielo,
Terror
fue para el abismo,
Que
atropellado en sí mismo
Huye
de aceptar el duelo:
Y
en eterno desconsuelo
Publica
su confusión.
Pedid
lo que más conviene
Para
nuestra salvación.
Por
caridad noche y día
Tenéis
las puertas patentes
Para
cuantos penitentes
Vienen
a vos a porfía:
Pues
para maestro y guía
Lográis
particular don.
Pedid
lo que más conviene
Para
nuestra salvación.
Morador
feliz del Cielo,
Que
mantenéis soledad
Entre
la publicidad,
Que
os pide audiencia y consuelo,
Formado
para modelo
De
la mental Oración
Pedid
lo que más conviene
Para
nuestra salvación.
Llevando
a un pobre el sustento
En
noche muy tenebrosa,
En
una profunda fosa
Caéis
con golpe violento:
Más
un Ángel al momento
Os
extrajo sin lesión.
Pedid
lo que más conviene
Para
nuestra salvación.
En
parto el más arriesgado,
Terremoto
o tempestad,
Quien
os clama con verdad
Halla
en vos un abogado
Que
piadoso, de contado,
Empeña
su intercesión.
Pedid
lo que más conviene
Para
nuestra salvación.
Vuestra
angélica pureza
Azucena
fue fragante,
Que
a la Iglesia militante
Por
sus dotes embelesa:
Pues
discernís con destreza
El
candor y la infección.
Pedid
lo que más conviene
Para
nuestra salvación.
Nobleza
condecorada,
Hacienda,
Mitras, Capelos,
Como
amante de los Cielos,
Son
para vos polvo y nada:
Conociendo
a una mirada
Los
que les tienen pasión.
Pedid
lo que más conviene
Para
nuestra salvación.
Enfermo
de amor un día,
Por
premiar vuestro cariño,
Os
dio su divino Niño
La
misma Virgen María.
Los
favores que os haría
No
admiten explicación.
Pedid
lo que más conviene
Para
nuestra salvación.
Tomáis
con amor filial
De
Jesús la lección propia,
Y
vino a salir la copia,
Conforme
al original:
Dulce,
inocente, jovial,
Y
humilde de corazón.
Pedid
lo que más conviene
Para
nuestra salvación.
Felipe,
si es tu blasón
Que
el Cielo de almas se llene,
Pedid
lo que más conviene
Para
nuestra salvación.
ORACIÓN
FINAL PARA TODOS LOS DÍAS,
PARA LOGRAR EL PATROCINIO DEL SANTO EN TEMBLORES, TEMPESTADES, Y OTROS GRAVES
RIESGOS: Y MÁS EN PARTICULAR PARA LA HORA DE LA MUERTE, EN LA QUE ES
ESPECIALÍSIMO ABOGADO PARA SUS DEVOTOS
Santísimo
Padre Felipe Neri, que abrasado en caridad
estáis siempre atento a las súplicas de los que confiadamente os invocan, por
aquellos tremores que continua y dulcemente agitaban vuestro dichoso corazón a
presencia del soberano Huésped que lo ocupaba, os suplico que cuando me vea
cercado de la tribulación o amenazado de la justa ira de Dios, con tempestad,
temblor, u otra adversidad, me protejáis, libertéis y alcancéis gracia para
aprovecharme de esos auxilios. Asimismo, os ruego encarecidamente que me asistáis
en la hora de mi muerte, como tantas veces lo habéis hecho con vuestros
devotos, y aunque soy el último y más indigno de todos, Vos, Padre piadosísimo,
no atendáis al mérito, sino a la necesidad. Hacedme propicia a la Santísima
Virgen, para que mediante su favor logre después de una vida verdaderamente
cristiana, una feliz muerte en compañía de Jesús y Maria, y de vos, Santo mío. Amén.
Antífona: Este es el que obró grandes virtudes ante Dios, y repleto su
corazón con la llama celestial alabó al Señor: que interceda por los pecados de
todas las gentes, y nos proteja de todo peligro de alma y cuerpo.
℣.
Ruega por
nosotros, Santo Padre Felipe.
℟.
Para que,
ardiendo en amor divino, seamos dignos de las promesas de Cristo.
ORACIÓN
Oh Dios, que admirablemente
dilataste el corazón de tu confesor el bienaventurado San Felipe, movido
agitadamente en el amor divino, fracturando las costillas, te suplicamos por su
intercesión que crees en nosotros un corazón puro, y renueves un espíritu recto
en nuestras entrañas, para que, con temor y temblor de la magnitud de tu brazo,
y amándote con perfecta caridad, merezcamos ser libres de las conmociones de la
tierra y de toda adversidad. Por Jesucristo Nuestro Señor.
Amén.
En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.
DÍA SEGUNDO – 18 DE MAYO
Por
la señal…
Acto de Contrición y Oración Inicial.
DEL AMOR
AL PRÓJIMO
MEDITACIÓN
Considera cuán grande e infatigable
fue la caridad de San Felipe Neri para con los prójimos. Mírale siempre
empleado en toda suerte de trabajo para remediar sus necesidades espirituales y
corporales, ya con pláticas, ya con ejercicios de piedad, ya con perpetua asistencia
al confesionario. Advierte como en sus enfermedades, en sus prisiones y
penurias procuraba su socorro con cuanto tenía, llegando para este efecto al
extremo de vender sus libros y pobres alhajas, y cercenar de su corto sustento,
sin otro interés que el bien de sus almas. Alabarás al Señor que dio tanta
caridad a este su siervo; y avergonzado ver en ti tan poca, pedirás al Santo
glorioso te la consiga de su Majestad. Amén.
—Aquí se hace pausa el tiempo conveniente.
ORACIÓN
Eterno Dios, que
después de haber prevenido a vuestro siervo San Felipe Neri con las más
abundantes celestiales luces, y encendido en su corazón un ardientísimo deseo
de vuestra mayor gloria y salud de las almas, lo sacasteis de la soledad para
hacerlo un grande Apóstol de Roma y un insigne Padre de los pobres: haced, mi
Dios, que animado yo de un igual celo procure, a lo menos con un buen ejemplo,
la salvación de mis hermanos. Dadme un corazón compasivo, ojos y lengua de
caridad, aun para mis enemigos, y que con todos igualmente conserve aquella paz
y dulzura de espíritu que hace el propio carácter de vuestros siervos. Asimismo,
la gracia particular que os pido por los méritos de vuestro amantísimo San
Felipe, si conviene para mayor gloria vuestra, y bien de mi alma. Amén.
—Aquí se
rezan cinco Padre nuestros y Ave Marías, con su Gloria Patri, para alcanzar de
Dios el don de la perseverancia en su santo servicio por intercesión de Nuestro
Padre San Felipe Neri.
ORACIÓN
Gloriosísimo
Protector mío, que
todo os consagrasteis a procurar la eterna salud de vuestros prójimos, dadme a
conocer la grandeza de esta obra para que os imite: muestre celo ardiente e
industrioso en solicitar la conversión de infieles, herejes y pecadores, me
haga también diligente en cuanto me sea posible para su remedio; y vuestra
tierna compasión para los necesitados, torne en mi corazón un sistema perpetuo
de compasión para con ellos. En fin, alcanzadme, oh Padre, una perfecta caridad
hacia todos, como la habéis alcanzado a muchos de vuestros devotos, y asimismo
el bien que además solicito por vuestro medio, si conviene para mayor gloria de
Dios, y bien de mi alma. Amén.
—Aquí
alentando la confianza, se hace al Santo la petición que traemos. Los Elogios y
las Oraciones se dirán todos los días.
DÍA TERCERO
– 19 DE MAYO
Por
la señal…
Acto de Contrición y Oración Inicial.
DE LA
ORACIÓN
MEDITACIÓN
Considera, alma devota la continua oración de San Felipe Neri, ya mental, ya
vocal, sin que hubiese tentación ni ocupación que le impidiese tan santo
ejercicio: pareciéndole que se convertía en bestia el rato que por mandato de
los médicos la dejaba. Humíllate en la presencia de Dios, y confúndete de tu
tibieza, pues cualesquiera leve embarazo o sugestión es suficiente para que
dejes la oración y te prives de tanto bien. Alabarás al Señor que concedió a
nuestro Santo el don de oración tan sublime, y le pedirás por su intercesión
que te lo conceda. Amén.
—Aquí se
hace pausa el tiempo conveniente.
ORACIÓN
Señor mío
Jesucristo, única luz del universo, ya
por vuestra misericordia conozco que mis enormes delitos han provenido de mi
falta de oración: si yo hubiese recurrido a Vos, si hubiese orado, nunca
hubiera errado nunca os hubiera ofendido. Perdón, Señor, perdón: que con todas veras
os ofrezco mediante Vuestra misericordia, enmendarme y obedeceros. Ea bien mío,
continuad vuestra obra: enseñadme, hacedme dócil a vuestras divinas
inspiraciones, comunicadme el don de oración: alimentad mi alma con este pan
celestial, para que desde esta vida quede unido para siempre con Vos. Todo os
lo suplico por los méritos de vuestro siervo San Felipe, y la gracia particular
que solicito, si es para mayor gloria vuestra, y bien de mi alma. Amén.
—Aquí se
rezan cinco Padre nuestros y Ave Marías, con su Gloria Patri, para alcanzar de
Dios el don de la perseverancia en su santo servicio por intercesión de Nuestro
Padre San Felipe Neri.
ORACIÓN
Oh
Santísimo Patriarca, varón extático, morador de
los cielos en medio de la multitud de los hombres, que merecéis por justo
elogio que se os llame el amante de la oración, pues no solo la tuvisteis
continua y fervorosa, sino que fundasteis para tan santo ejercicio una
Congregación que quisiste se titulase del Oratorio: Yo el más indigno de
Vuestros devotos, y por tanto el más necesitado de vuestra protección, recurro
a vos, suplicándoos me alcancéis de la divina Majestad la virtud de la oración,
y su práctica hasta el último día de mi vida, como con otros muchos lo habéis
ejecutado, y también fidelidad en aprovecharme de las luces que se dignare su
Majestad comunicarme, y que a ejemplo vuestro fabrique yo en mi corazón una
interior soledad, donde siempre le ame, le adore y obedezca. Y así mismo os
suplico me consigáis la especial gracia que por vuestra mediación solicito, si
conviene para mayor gloria de Dios y bien de mi alma. Amén.
—Aquí
alentando la confianza, se hace al Santo la petición que traemos. Los Elogios y
las Oraciones se dirán todos los días.
DÍA CUARTO – 20 DE MAYO
Por
la señal…
Acto de Contrición y Oración Inicial.
DE LA
HUMILDAD
MEDITACIÓN
Considera la humildad admirable a que llegó el glorioso San Felipe Neri, pues
procuraba encubrir con el más diligente cuidado las grandes gracias, y
excelentes dotes que el Señor le había comunicado y aun la salud que por su
medio lograban los enfermos: teniéndose en tan bajo concepto que se reputaba
por menos que pecador, y aun por un demonio. Para tu confusión, pues de
cualquiera buena obra que mediante Dios haces, solicitas el aplauso, y quieres
que llegue a noticia de todos: y siendo peor que Lucifer en ofender a Dios
recibes pesadumbre cuando no te tienen por bueno. Toma la resolución de imitar
a nuestro Santo y alabando a Dios porque lo hizo tan profundamente humilde, le
suplicarás te conceda virtud tan necesaria. Amén.
—Aquí se hace pausa el tiempo conveniente.
ORACIÓN
Supremo
Señor de majestad infinita, que os habéis dignado
tomar la forma y naturaleza de siervo, y en ellas humillaros hasta el extremo
de lavar los pies a los hombres, sin exceptuar los del sacrílego traidor,
confieso Dios mío, con el mayor dolor, el fondo de soberbia y vanidad que hay
en mi corazón: perdonadme, Señor, por Vuestra profundísima humildad, y por
ella, y los méritos de vuestro siervo San Felipe, concededme que huya
generosamente de cuanto pueda atraerme el aplauso de las criaturas: que solo a
Vos atribuya todo lo bueno y perfecto: que jamás desee ser preferido; en fin,
Señor, la humildad de corazón, y la particular gracia que solicito, si conviene
para mayor gloria vuestra y bien de mi alma. Amén.
—Aquí se
rezan cinco Padre nuestros y Ave Marías, con su Gloria Patri, para alcanzar de
Dios el don de la perseverancia en su santo servicio por intercesión de Nuestro
Padre San Felipe Neri.
ORACIÓN
Admirable
protector mío San Felipe Neri, vivo retrato de Jesucristo
Nuestro Señor y fiel imitador de sus virtudes, que fuisteis tan humilde que os
tuvisteis por el peor de los hombres, alegrándoos de ser despreciado, y
teniendo por cosa vil sus alabanzas: desde ese excelso trono de gloria en que os
halláis sublimado en recompensa de vuestra rara humildad, volved compasivo los
ojos hacia esta soberbia criatura que tenéis a vuestros pies, altiva en los
pensamientos, jactanciosa en las palabras, y ambiciosa en las obras. Doleos de
mí, y para remedio de tanto mal, conseguidme de la clemencia de nuestro amable
Jesús la humildad de corazón: como también, si conviene a mayor gloria de Dios
y bien de mi alma, lo demás que os suplico. Amén.
—Aquí
alentando la confianza, se hace al Santo la petición que traemos. Los Elogios y
las Oraciones se dirán todos los días.
DÍA QUINTO – 21 DE MAYO
Por
la señal…
Acto
de Contrición y Oración Inicial.
DE LA
POBREZA DE ESPÍRITU
MEDITACIÓN
Considera el
horror que tuvo el glorioso San Felipe a las máximas del mundo, que dicta
deberse trabajar y desvelar por amontonar riquezas y adquirir sublimes honores,
pues puso su mayor cuidado en apartar de sí lo uno y lo otro aun cuando más
porfiadamente le seguían. Para confusión tuya, que pones tu mayor desvelo en
buscarlas a toda costa, atropellando luces y desengaños que te muestran su
vanidad. Bendice al Señor que concedió a nuestro Santo un corazón tan
desprendido, y por su medio pedirás te lo conceda. Amén.
—Aquí se hace pausa el tiempo conveniente.
ORACIÓN
Dulcísimo
Jesús, que siendo Señor y creador
de Cielo y tierra, elegiste para nuestra enseñanza vivir en la mayor pobreza y
abatimiento, y que concediste esta virtud a vuestro amante siervo San Felipe
Neri, con el privilegio de conocer la avaricia de los hombres con sólo mirarlos
al rostro, concededme benigno por su intercesión, que no me deje cautivar del
interés y la ambición, sino que viva siempre como siervo de un Dios pobre y
abatido por mi amor, y así mismo os pido la gracia particular que deseo, si es
de vuestro santísimo agrado. Amén.
—Aquí se
rezan cinco Padre nuestros y Ave Marías, con su Gloria Patri, para alcanzar de
Dios el don de la perseverancia en su santo servicio por intercesión de Nuestro
Padre San Felipe Neri.
ORACIÓN
Oh
esclarecido Patriarca, apóstol sagrado; que con valor invicto
despreciasteis los tesoros, las conveniencias, las honras y cuanto el mundo
ofrece, ansiando solo a las riquezas de la gracia y excelencias del celestial
paraíso: de vuestro patrocinio se vale mi afectuosa devoción para que me alcancéis
del divino Maestro la gracia de mantener siempre libre mi corazón de todo
afecto a los falaces bienes y honores de la tierra, y que a vuestro ejemplo
solo aspire a los del Cielo, para lo cual imprima fuertemente en mi alma
aquella vuestra gran máxima, y después para que conforme y gustoso con el
estado en que se dignó ponerme su santa Providencia nada más anhelo que amarlo
y poseerlo aquí, para poseerlo, amarlo y alabarlo en la eternidad. También,
Padre amado, os pido no olvidéis la súplica particular que os hago, por si
conviene a mayor gloria de Dios, y bien de mi alma. Amén.
—Aquí
alentando la confianza, se hace al Santo la petición que traemos. Los Elogios y
las Oraciones se dirán todos los días.
DÍA SEXTO – 22 DE MAYO
Por
la señal…
Acto
de Contrición y Oración Inicial.
DE LA
PACIENCIA
MEDITACIÓN
Considera que la paciencia es el camino real de la cruz necesaria a cuantos
quieren hacer la voluntad de Dios y salvarse; por esta senda han ido San Felipe
y todos los Santos, y aun el Santo de los Santos Jesucristo bien nuestro para
enseñarnos esta verdad, quiso que toda su vida fuese un continuo sufrir y
padecer. Avergonzado pues de tu delicadeza, toma prontamente la resolución de
seguir a nuestro Santo, y alabarás a Dios por haberle concedido esta virtud en
el más heroico grado pidiéndole también te la conceda. Amén.
—Aquí se hace pausa el tiempo conveniente.
ORACIÓN
¡Oh
Pacientísimo Jesús!, imagen
y norma perfectísima de sufrimiento, que con la fuerza de vuestra gracia
hicisteis que vuestro fidelísimo siervo San Felipe Neri soportase con indecible
gozo las enfermedades, persecuciones y demás trabajos que siempre siguen a los
que se declaran por Vuestros: concededme por sus méritos esta virtud, no solo
para vencer los transportes de la ira, sino para llevar a lo menos con
conformidad los trabajos y cruces que os agrade enviarme; ser con todos
pacífico, y siempre resignado con el peso y aflicciones de mi estado. En fin,
mi Jesús, que vaya en vuestro seguimiento hasta la muerte para lograr entonces
la triunfante corona de gloria, que tenéis ofrecida a los que toleran con
paciencia por vuestro amor las tribulaciones. Así os lo suplico por los méritos
de vuestro siervo San Felipe, como también la especial merced que solicito si
conviene para vuestra mayor gloria, y bien de mi alma. Amén.
—Aquí se
rezan cinco Padre nuestros y Ave Marías, con su Gloria Patri, para alcanzar de
Dios el don de la perseverancia en su santo servicio por intercesión de Nuestro
Padre San Felipe Neri.
ORACIÓN
Amado
Padre mío San Felipe, Job
admirable de la ley de gracia, perfecto modelo de paciencia: con el más
fervoroso afecto os ruego me alcancéis del Todopoderoso, que os comunicó tanto
sufrimiento y fortaleza en las tribulaciones, así interiores como exteriores,
que a vuestra imitación, mantenga siempre un exterior afable y benigno en sus
mayores tribulaciones; y al mismo tiempo paz y uniformidad de ánimo en mi
interior; y un ardiente deseo de padecer, como que es el carácter de los
predestinados, hasta pedir a Dios lo que vuestra constante fortaleza pedía.
Aumentad, Señor, los dolores, con tal que me aumentéis la paciencia. Así lo
espero de vuestra benignidad, con lo demás que solicito, si conviene para mayor
gloria de Dios, honra vuestra, y bien de mi alma. Amén.
—Aquí
alentando la confianza, se hace al Santo la petición que traemos. Los Elogios y
las Oraciones se dirán todos los días.
DÍA SÉPTIMO – 23 DE MAYO
Por
la señal…
Acto
de Contrición y Oración Inicial.
DE LA
CASTIDAD
MEDITACIÓN
Considera, alma devota, la angélica pureza que San
Felipe Neri, quien se conservó tan puro toda su vida, que jamás empañó el
candor de esta inestimable virtud, ni con un solo pensamiento, triunfando
siempre de los más poderosos asaltos con que pretendió el enemigo común
afearla: siendo tal la inocencia de su vida, que en medio de haber Ilegado a
los ochenta años que vivió conservó siempre sin mancilla esta preciosa virtud.
Confúndete de la multitud y gravedad de tus delitos: avergüénzate de la poca o
ninguna vigilancia que has tenido en las ocasiones en que ha naufragado tu
castidad; y esforzándote a imitar a tan gran Santo, bendecirás a Dios que le
concedió esta virtud en grado tan elevado, y pedirás por su intercesión te la
conceda. Amén.
—Aquí se
hace pausa el tiempo conveniente.
ORACIÓN
Jesús
amabilísimo, Cordero inmaculado,
a
quien cerca y acompaña deliciosamente festivo el purísimo coro de Vírgenes, al
que habéis agregado para que os haga corte a vuestro amante siervo San Felipe
Neri. Vos, dulce Padre mío, para elevarlo a tan eminente grado, le concedisteis
una gracia victoriosa y admirable con que venció esforzado, y triunfó de los
enemigos de su pureza virginal: compadeceos de mí, y por sus méritos concededme
con el perdón de mis gravísimos pecados, la virtud de la castidad; y para no
perderla, imprimid en mi corazón un grande amor hacia ella, de modo que como
guarda vigilante de vuestro santuario, resista celoso de vuestro honor y gloria
los asaltos de mis enemigos, para que conservando con fidelidad el depósito que
me habéis encomendado, logre la bienaventuranza que tenéis prometida a los
limpios de corazón. Y a más de esta gracia, os pido otra particular que deseo,
si conviene a vuestra mayor honra y gloria y bien de mi alma, por intercesión
de vuestro Santo siervo. Amén.
—Aquí se
rezan cinco Padre nuestros y Ave Marías, con su Gloria Patri, para alcanzar de
Dios el don de la perseverancia en su santo servicio por intercesión de Nuestro
Padre San Felipe Neri.
ORACIÓN
Purísimo
abogado mío,
que conservasteis siempre intacta la
cándida azucena de la virginidad, con tanto honor vuestro que resplandecía en
vuestros santos ojos, en vuestras manos, y en todo vuestro cuerpo, exhalando
tan celestial olor, que infundía espíritu y devoción: siendo por esta angélica
virginal pureza, recreando con la Vista, no. solo de los Santos Ángeles, sino
de la Reina de los Ángeles y del mismo Jesucristo nuestro Señor en forma de
bellísimo niño. Alcanzadme, Protector mío, la virtud de la castidad, un grande
amor hacia ella y cuanto conduzca a guardarla, como son la fuga de las
ocasiones, humildad, mortificación, oración y frecuencia de Sacramentos.
Favorecedme con vuestra asistencia, para que, venciendo con tales armas al
terrible enemigo de mi salvación, logre por fin único con Vos, seguir y alabar
al Cordero inmaculado por los siglos de los siglos. Últimamente os suplico la
gracia particular que deseo, si conviene para mayor gloria de Dios, honra
vuestra, y bien de mi alma. Amén.
—Aquí
alentando la confianza, se hace al Santo la petición que traemos. Los Elogios y
las Oraciones se dirán todos los días.
DÍA OCTAVO – 24 DE MAYO
Por
la señal…
Acto
de Contrición y Oración Inicial.
DE LA
DEVOCIÓN A MARÍA SANTÍSIMA NUESTRA SEÑORA
MEDITACIÓN
Considera
el diligente esmero y devota ternura con que Felipe amó desde que tuvo uso de
razón hasta el último instante de su vida, a la Purísima Virgen María,
desempeñando con el más fino primor todas las atenciones de esclavo, siervo,
hijo y capellán de tan soberana Reina y Madre nuestra, sin apartar jamás del
corazón su dulce regalado nombre: empleando días y noches en deliciosos
coloquios y tiernísimos afectos con esta amabilísima Señora, de la que mereció
favores y cariños de Madre. Avergüénzate de tu inconstancia y tibieza en el
amor de esta dulcísima Reina, y bendiciendo a Dios que creó a Felipe tan amante
de su Santísima Madre, le suplicarás por la misma Señora, te conceda imitarlo. Amén.
—Aquí se
hace pausa el tiempo conveniente.
ORACIÓN
Soberana
Reina de los cielos, gloriosísima Madre de Dios, Virgen siempre inmaculada,
que fuisteis tan amante de vuestro siervo San Felipe Neri, que quisisteis ser
Madre y especialísima directora de su Congregación del Oratorio. Dignaos
recibirme bajo vuestra soberana protección, por los méritos de este gran Santo,
y pues sois refugio y esperanza de los pecadores, alcanzadme con el perdón de
mis pecados la gracia de que desde este instante hasta el último de mi vida os
ame, sirva, y honre, como él os amó, sirvió y honró. Cierto estoy, Señora, de
que nada os niega vuestro Santísimo Hijo mi Señor: y de que nadie recurre a Vos
con legítima confianza, que sea abandonado: Oíd pues, Madre de clemencia, al
miserable pecador que os invoca: consolad al pobre que os busca: alistadme en el
número feliz de vuestros esclavos, para que siempre amparado de vuestra
misericordia, logre después de una buena vida, una dichosa muerte. Últimamente
os suplico me alcancéis la merced particular que solicito, si conviene para
mayor gloria de vuestro Santísimo Hijo y bien de mi alma. Amén.
—Aquí se
rezan cinco Padre nuestros y Ave Marías, con su Gloria Patri, para alcanzar de
Dios el don de la perseverancia en su santo servicio por intercesión de Nuestro
Padre San Felipe Neri.
ORACIÓN
Benignísimo
Padre San Felipe Neri, que fuiste tan amado y
favorecido de la Madre de Dios, que no solamente lograsteis el alto honor de
ser visitado de tan Soberana Emperatriz, sino también que a intercesión vuestra
haya hecho, y haga tantos milagros: ya que sois, amado Padre mío, de tanto
valimiento para con esta Madre de la gracia, alcanzadme verdadera devoción
hacia su Majestad, con la que pueda yo complacerla siempre y honrarla
dignamente. Hacédmela propicia, y para ello alcanzadme un grande amor a la
pureza, mediante la cual sé ciertamente que esta Clementísima Reina volverá
hacia mí sus ojos de misericordia, de los que protegido hasta mi muerte espero
verla y amar a con Vos eternamente. Y también os ruego la pidáis la gracia
particular que deseo, si conviene para mayor gloria de Dios y bien de mi alma. Amén.
—Aquí
alentando la confianza, se hace al Santo la petición que traemos. Los Elogios y
las Oraciones se dirán todos los días.
DÍA NOVENO – 25 DE MAYO
Por
la señal…
Acto
de Contrición y Oración Inicial.
DE LA PERSEVERANCIA
MEDITACIÓN
Considera
este
Campeón glorioso y esforzado en las empresas del espíritu proponente digno para
ejemplar de perseverancia, a nuestro amado Padre San Felipe Neri. Si atiendes
al ejercicio de las más heroicas virtudes y obras meritorias de su santa vida,
hallarás una constancia invicta e invariable. Si observas el tiempo que
permaneció en este dichoso empleo, verás que fue el de casi ochenta años: en fin,
si reflexionas sus progresos le advertirás un anhelo incesante de más amar, de
más merecer, y de más servir a Jesús, a su amado Jesús. Confúndete pues, alma
ingrata e inconstante, de que a la menor dificultad o sugestión vuelves la
espalda, abandonas la empresa, y dejas el camino comenzado. Alabarás a Dios que
dotó de tan heroica constancia a nuestro Santo, y pedirás por su mediación te
la conceda hasta el último instante de tu vida.
Amén.
—Aquí se
hace pausa el tiempo conveniente.
ORACIÓN
Misericordiosísimo
Dios, que mantuvisteis en
vuestra gracia a vuestro fidelísimo siervo San Felipe Neri hasta el último
momento de su dilatada vida, en que lleno de virtudes y merecimientos lo
colocasteis en vuestro Reino: usad también conmigo esta misericordia, y pues habéis
determinado no coronar sino al que legítimamente combatiere y venciere, dadme
valor y fuerza para combatir y vencer a mis enemigos, y mantenerme en vuestra
gracia hasta el último instante de mi vida, en que saliendo victorioso, ensalce
eternamente el poder infinito de vuestra misericordiosa diestra. Finalmente os
suplico la gracia particular que por intercesión de San Felipe os he pedido en
esta Novena, si conviene para mayor honra y gloria vuestra, y bien de mi alma. Amén.
—Aquí se rezan
cinco Padre nuestros y Ave Marías, con su Gloria Patri, para alcanzar de Dios
el don de la perseverancia en su santo servicio por intercesión de Nuestro
Padre San Felipe Neri.
ORACIÓN
Gloriosísimo
Patriarca, que por la sensible
protección que de Vos han experimentado vuestros devotos para seguir hasta el
fin en la santa resolución que han tomado de servir a Dios, sois tenido por
especial abogado de la perseverancia: a vuestros pies tenéis el menor de todos,
suplicándoos encarecidamente uséis conmigo de igual misericordia. Empéñese pues
vuestra grande caridad en alcanzarme esta gracia final, y por consiguiente la
de aprovecharme de los medios que conducen a adquirirlo. Y pues sabéis, amado
Padre, que sin perseverancia nada aprovechan las demás virtudes, conseguídmela
a toda costa, no perdonéis en mí aun la misma vida, que seré vuestro eterno
reconocido por tan gran bien. Por último, os suplico que, con el perdón de mis
pecados, me alcancéis la especial merced que os he pedido estos días, si
conviene para mayor gloria de Dios, honra vuestra, y bien de mi alma. Amén.
—Aquí
alentando la confianza, se hace al Santo la petición que traemos. Los Elogios y
las Oraciones se dirán todos los días.
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