lunes, 22 de mayo de 2023

NOVENA EN HONOR A SAN FELIPE NERI.


Novena compuesta por un padre de la Congregación del Oratorio en Lima, reimpresa en 1795 y en 1849. El Dr. Don Juan Domingo González de la Reguera, Arzobispo de Lima, concedió 80 días de Indulgencia a cuantos hicieren la Novena; y los Drs. Don Pedro José Chávez de la Rosa y Don Blas Sobrino y Minayo, Obispos de Arequipa y Trujillo respectivamente, concedieron cada uno 40 días de Indulgencia.

COMENZAMOS: 17 de mayo.

FINALIZAMOS: 25 de mayo.

FESTIVIDAD: 26 de mayo.

ADVERTENCIAS

Para esta Novena, como para las demás, es diligencia indispensable procurar estar en gracia de Dios, mediante una buena confesión y comunión: o a lo menos proponer de corazón hacerlo cuanto antes, porque querer que Dios nos conceda lo que le pedimos, aunque sea por medio de los santos, y no hacer nosotros lo que su divina Majestad nos manda, es insufrible desacato, que atrae sobre nosotros su justa indignación.

Esta Novena comienza el diez y siete de mayo, para concluir el veinte y cinco, que es víspera del santo Patriarca, en cuyo tiempo, si hay oportunidad se leerá en la vida del Santo, la virtud que corresponda al día.

El rosario menor, o corona Neriana, cuyo autor fue San Felipe Neri, consta de dos jaculatorias: la primera que hace veces de Padre nuestro, por decirlo así, es esta: Virgen y Madre, y se responde: Madre y Virgen: la segunda que hace de Ave María es: Virgen María Madre de Dios, y se responde: ruega a Jesús por mí: esta se repite setenta y tres veces, que forman la corona de siete misterios, y tres más de estas que decimos jaculatorias segundas: distinguiendo cada diez con un Gloria Patri, el que también se añade al fin de las tres últimas.

Se empieza así: Gloria Patri…

. Virgen y Madre.

. Madre, y Virgen.

. Virgen María, Madre de Dios.

. Ruega a Jesús por mí.

De este modo prosiguen hasta ajustar las diez, luego el Gloria Patri, y después Virgen y Madre.

Este rosario se rezará cada día de la Novena, si hubiere lugar, para obligar a la Santísima Virgen a que interponga sus ruegos para la gracia que pedimos. Las Indulgencias concedidas por la Novena se aplican también cuantos rezaren el rosario menor o Corona neriana.

NOVENA AL GLORIOSO PATRIARCA SAN FELIPE NERI, APÓSTOL DE ROMA Y FUNDADOR DE LA CONGREGACIÓN DEL ORATORIO

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo , y del Espíritu Santo. Amén.  

ACTO DE CONTRICIÓN

   Por vuestro santísimo amor, perdono, Señor, a todos mis enemigos: tened misericordia de mí.

ORACIÓN PREPARATORIA PARA TODOS LOS DÍAS.

   Gloriosísimo Padre San Felipe Neri, Apóstol de Roma, espejo de Santidad, luz clarísima de la Iglesia: por aquella ardiente llama de caridad en que, a mayor gloria de Dios y salud de las almas, se abrazaba vuestro amante corazón: humildemente os suplico, que, desde este día hasta el último de mi vida, seáis mi protector, y dirijáis en todos mis pasos: Y asimismo seáis guarda vigilante de mis sentidos, para que no se empleen en los bienes falaces de este mundo. En vos, santísimo abogado mío, pongo toda mi esperanza: volved pues los ojos hacia quien humilde os honra e implora tan necesitado vuestro auxilio: atended a este corazón que se ofrece gustoso a vuestros sagrados pies, en muestra de devoción a vuestro nombre. Y pues ninguno hasta aquí ha recurrido a vos, que no haya logrado por vuestra intercesión ser oído: alcanzadme de la bondad infinita, con el perdón de mis pecados, que adorne mi alma con aquellas virtudes con que tanto complacisteis a sus divinos ojos. Asimismo, os suplico que roguéis por nuestro Soberano Sumo Pontífice, y lo que él quiere que pidamos: por nuestro Católico Monarca, su Real familia, sus armas y monarquía. Por nuestros Príncipes eclesiásticos y seculares, y por todas las necesidades de la Iglesia y del Estado, como también que me alcancéis la gracia particular que deseo, si conviene para mayor gloria de Dios, honra vuestra, y bien de mi alma. Amén. 

DÍA PRIMERO – 17 DE MAYO

DEL AMOR DE DIOS

MEDITACIÓN

   Considera, cristiano, cuán grande fue el amor de Felipe para con Dios, pues para darle suficiente espacio a esta divina llama, se le rompieron milagrosamente dos costillas, siendo tal el incendio en que se abrazaba que llegaba a decir: «Basta, Señor, basta, que no puedo más». Alabarás a Dios por el excesivo amor con que enriqueció el corazón de San Felipe, y avergonzado de tu monstruosa frialdad, pedirás a la divina Majestad, por los méritos de su fiel siervo, que te conceda el mismo amor.

—Aquí se hace pausa el tiempo conveniente.

ORACIÓN

   Espíritu Santo, Dios todopoderoso, dulcísimo Esposo de las almas que os adoran: eficaz y deliciosa llama que propicio a las afectuosas humildes súplicas de vuestro fidelísimo siervo San Felipe Neri, os dignasteis ocupar sensiblemente su amante corazón, y hacer en él vuestra perpetua y agradable morada: introducid, Espíritu amantísimo, un rayo de vuestro divino fuego en mi helado corazón, para que olvidando todo lo visible, solo a Vos ame, que merecéis infinitamente ser amado. Precepto vuestro es, ayudadme, Clementísimo, a cumplirlo, como vuestro siervo Felipe lo ha cumplido; por cuyos méritos os pido también la particular gracia que solicito, si conviene para mayor gloria vuestra y bien de mi alma. Amén.

—Aquí se rezan cinco Padre nuestros y Ave Marías, con su Gloria Patri, para alcanzar de Dios el don de la perseverancia en su santo servicio por intercesión de Nuestro Padre San Felipe Neri.

ORACIÓN

   ¡Oh Santo Patriarca!, gloriosísimo Felipe, Serafín de caridad, que sois tan propicio para alcanzar a vuestros devotos las llamas del divino amor: vos que con solo aplicar a vuestro sagrado pecho a vuestros hijos espirituales les comunicabais el celestial incendio en que se abrazaba vuestro amante corazón: ved aquí que se ofrece a vuestras entrañas de misericordia, la más bella ocasión de ejercitar su caridad: desamorado y enteramente helado soy para mi Señor y Dios, haga pues ahora, Protector amantísimo, vuestra intercesión lo que entonces hacía vuestro sagrado contacto. Nada quiero más que despreciarme y olvidarme, para solo apreciar y amar a mi Dios, obedeciéndole en todo, y retornándole amor por amor, como vos lo hicisteis: esto os suplico encarecidamente, y también la gracia particular que solicito, si conviene para mayor gloria de Dios y bien de mi alma. Amén.

—Aquí alentando la confianza, se hace al Santo la petición que traemos.

ELOGIOS EN HONOR AL SANTO PATRIARCA SAN FELIPE NERI

Felipe, si es tu blasón

Que el Cielo de almas se llene,

Pedid lo que más conviene

Para nuestra salvación.

   

Fénix del amor divino

Que en sacro fuego abrasado

Os advertís transformado

En Serafín peregrino:

Como que Dios os previno

Para su grata mansión.

Pedid lo que más conviene

Para nuestra salvación.

  

Vuestro cuerpo virginal

Un templo a Dios le prepara,

Donde el corazón es el ara,

Y el pecho el arco triunfal:

El rito el más celestial

Y todo vos la oblación.

Pedid lo que más conviene

Para nuestra salvación.

  

Elevado entre esplendores

Cuando la Misa decíais,

Siempre al encuentro salíais

Al Dios de vuestros amores:

De aquí los grandes temores

Y sacra palpitación.

Pedid lo que más conviene

Para nuestra salvación.

  

Al que se os lamenta helado,

De su amor mal satisfecho,

Aplicado a vuestro pecho

Lo despedís abrasado.

¡Oh contacto que has formado

Tanta santificación!

Pedid lo que más conviene

Para nuestra salvación.

  

De Roma Apóstol glorioso,

Que, aspirando a su reforma,

Os hacéis espejo y norma

De su Clero numeroso,

Y así lograsteis dichoso

Tan divina pretensión.

Pedid lo que más conviene

Para nuestra salvación.

  

Al Orbe tenéis atento

Viendo en vos tan familiares

Los milagros a millares,

Las profecías sin cuento.

Para el triste sois contento,

Para el pobre protección.

Pedid lo que más conviene

Para nuestra salvación.

  

Por la Palma suspiráis,

Y ya que no se os permite,

Ofrecéis como en desquite

La penitencia que usáis:

Y tanta sangre arrojáis

Cuanta os vertiera el Japón.

Pedid lo que más conviene

Para nuestra salvación.

  

Venera tanta virtud

El mar y se consolida,

Los muertos recobran vida,

Los moribundos salud:

Su regla la juventud,

La ancianidad perfección.

Pedid lo que más conviene

Para nuestra salvación.

  

Vuestra voz llave del Cielo,

Terror fue para el abismo,

Que atropellado en sí mismo

Huye de aceptar el duelo:

Y en eterno desconsuelo

Publica su confusión.

Pedid lo que más conviene

Para nuestra salvación.

   

Por caridad noche y día

Tenéis las puertas patentes

Para cuantos penitentes

Vienen a vos a porfía:

Pues para maestro y guía

Lográis particular don.

Pedid lo que más conviene

Para nuestra salvación.

  

Morador feliz del Cielo,

Que mantenéis soledad

Entre la publicidad,

Que os pide audiencia y consuelo,

Formado para modelo

De la mental Oración

Pedid lo que más conviene

Para nuestra salvación.

     

Llevando a un pobre el sustento

En noche muy tenebrosa,

En una profunda fosa

Caéis con golpe violento:

Más un Ángel al momento

Os extrajo sin lesión.

Pedid lo que más conviene

Para nuestra salvación.

  

En parto el más arriesgado,

Terremoto o tempestad,

Quien os clama con verdad

Halla en vos un abogado

Que piadoso, de contado,

Empeña su intercesión.

Pedid lo que más conviene

Para nuestra salvación.

  

Vuestra angélica pureza

Azucena fue fragante,

Que a la Iglesia militante

Por sus dotes embelesa:

Pues discernís con destreza

El candor y la infección.

Pedid lo que más conviene

Para nuestra salvación.

  

Nobleza condecorada,

Hacienda, Mitras, Capelos,

Como amante de los Cielos,

Son para vos polvo y nada:

Conociendo a una mirada

Los que les tienen pasión.

Pedid lo que más conviene

Para nuestra salvación.

  

Enfermo de amor un día,

Por premiar vuestro cariño,

Os dio su divino Niño

La misma Virgen María.

Los favores que os haría

No admiten explicación.

Pedid lo que más conviene

Para nuestra salvación.

  

Tomáis con amor filial

De Jesús la lección propia,

Y vino a salir la copia,

Conforme al original:

Dulce, inocente, jovial,

Y humilde de corazón.

Pedid lo que más conviene

Para nuestra salvación.

  

Felipe, si es tu blasón

Que el Cielo de almas se llene,

Pedid lo que más conviene

Para nuestra salvación.

ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS DÍAS, PARA LOGRAR EL PATROCINIO DEL SANTO EN TEMBLORES, TEMPESTADES, Y OTROS GRAVES RIESGOS: Y MÁS EN PARTICULAR PARA LA HORA DE LA MUERTE, EN LA QUE ES ESPECIALÍSIMO ABOGADO PARA SUS DEVOTOS

Santísimo Padre Felipe Neri, que abrasado en caridad estáis siempre atento a las súplicas de los que confiadamente os invocan, por aquellos tremores que continua y dulcemente agitaban vuestro dichoso corazón a presencia del soberano Huésped que lo ocupaba, os suplico que cuando me vea cercado de la tribulación o amenazado de la justa ira de Dios, con tempestad, temblor, u otra adversidad, me protejáis, libertéis y alcancéis gracia para aprovecharme de esos auxilios. Asimismo, os ruego encarecidamente que me asistáis en la hora de mi muerte, como tantas veces lo habéis hecho con vuestros devotos, y aunque soy el último y más indigno de todos, Vos, Padre piadosísimo, no atendáis al mérito, sino a la necesidad. Hacedme propicia a la Santísima Virgen, para que mediante su favor logre después de una vida verdaderamente cristiana, una feliz muerte en compañía de Jesús y Maria, y de vos, Santo mío. Amén.

Antífona: Este es el que obró grandes virtudes ante Dios, y repleto su corazón con la llama celestial alabó al Señor: que interceda por los pecados de todas las gentes, y nos proteja de todo peligro de alma y cuerpo.

. Ruega por nosotros, Santo Padre Felipe.

. Para que, ardiendo en amor divino, seamos dignos de las promesas de Cristo.

ORACIÓN

   Oh Dios, que admirablemente dilataste el corazón de tu confesor el bienaventurado San Felipe, movido agitadamente en el amor divino, fracturando las costillas, te suplicamos por su intercesión que crees en nosotros un corazón puro, y renueves un espíritu recto en nuestras entrañas, para que, con temor y temblor de la magnitud de tu brazo, y amándote con perfecta caridad, merezcamos ser libres de las conmociones de la tierra y de toda adversidad. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

En el nombre del Padre, y del Hijo , y del Espíritu Santo. Amén.



DÍA SEGUNDO – 18 DE MAYO

Por la señal…

Acto de Contrición y Oración Inicial.

DEL AMOR AL PRÓJIMO

MEDITACIÓN

   Considera cuán grande e infatigable fue la caridad de San Felipe Neri para con los prójimos. Mírale siempre empleado en toda suerte de trabajo para remediar sus necesidades espirituales y corporales, ya con pláticas, ya con ejercicios de piedad, ya con perpetua asistencia al confesionario. Advierte como en sus enfermedades, en sus prisiones y penurias procuraba su socorro con cuanto tenía, llegando para este efecto al extremo de vender sus libros y pobres alhajas, y cercenar de su corto sustento, sin otro interés que el bien de sus almas. Alabarás al Señor que dio tanta caridad a este su siervo; y avergonzado ver en ti tan poca, pedirás al Santo glorioso te la consiga de su Majestad. Amén.

—Aquí se hace pausa el tiempo conveniente.

ORACIÓN

   Eterno Dios, que después de haber prevenido a vuestro siervo San Felipe Neri con las más abundantes celestiales luces, y encendido en su corazón un ardientísimo deseo de vuestra mayor gloria y salud de las almas, lo sacasteis de la soledad para hacerlo un grande Apóstol de Roma y un insigne Padre de los pobres: haced, mi Dios, que animado yo de un igual celo procure, a lo menos con un buen ejemplo, la salvación de mis hermanos. Dadme un corazón compasivo, ojos y lengua de caridad, aun para mis enemigos, y que con todos igualmente conserve aquella paz y dulzura de espíritu que hace el propio carácter de vuestros siervos. Asimismo, la gracia particular que os pido por los méritos de vuestro amantísimo San Felipe, si conviene para mayor gloria vuestra, y bien de mi alma. Amén.

—Aquí se rezan cinco Padre nuestros y Ave Marías, con su Gloria Patri, para alcanzar de Dios el don de la perseverancia en su santo servicio por intercesión de Nuestro Padre San Felipe Neri.

ORACIÓN

   Gloriosísimo Protector mío, que todo os consagrasteis a procurar la eterna salud de vuestros prójimos, dadme a conocer la grandeza de esta obra para que os imite: muestre celo ardiente e industrioso en solicitar la conversión de infieles, herejes y pecadores, me haga también diligente en cuanto me sea posible para su remedio; y vuestra tierna compasión para los necesitados, torne en mi corazón un sistema perpetuo de compasión para con ellos. En fin, alcanzadme, oh Padre, una perfecta caridad hacia todos, como la habéis alcanzado a muchos de vuestros devotos, y asimismo el bien que además solicito por vuestro medio, si conviene para mayor gloria de Dios, y bien de mi alma. Amén.

—Aquí alentando la confianza, se hace al Santo la petición que traemos. Los Elogios y las Oraciones se dirán todos los días.

DÍA TERCERO – 19 DE MAYO

Por la señal…

Acto de Contrición y Oración Inicial.

DE LA ORACIÓN

MEDITACIÓN

   Considera, alma devota la continua oración de San Felipe Neri, ya mental, ya vocal, sin que hubiese tentación ni ocupación que le impidiese tan santo ejercicio: pareciéndole que se convertía en bestia el rato que por mandato de los médicos la dejaba. Humíllate en la presencia de Dios, y confúndete de tu tibieza, pues cualesquiera leve embarazo o sugestión es suficiente para que dejes la oración y te prives de tanto bien. Alabarás al Señor que concedió a nuestro Santo el don de oración tan sublime, y le pedirás por su intercesión que te lo conceda. Amén.

—Aquí se hace pausa el tiempo conveniente.

ORACIÓN

   Señor mío Jesucristo, única luz del universo, ya por vuestra misericordia conozco que mis enormes delitos han provenido de mi falta de oración: si yo hubiese recurrido a Vos, si hubiese orado, nunca hubiera errado nunca os hubiera ofendido. Perdón, Señor, perdón: que con todas veras os ofrezco mediante Vuestra misericordia, enmendarme y obedeceros. Ea bien mío, continuad vuestra obra: enseñadme, hacedme dócil a vuestras divinas inspiraciones, comunicadme el don de oración: alimentad mi alma con este pan celestial, para que desde esta vida quede unido para siempre con Vos. Todo os lo suplico por los méritos de vuestro siervo San Felipe, y la gracia particular que solicito, si es para mayor gloria vuestra, y bien de mi alma. Amén.

—Aquí se rezan cinco Padre nuestros y Ave Marías, con su Gloria Patri, para alcanzar de Dios el don de la perseverancia en su santo servicio por intercesión de Nuestro Padre San Felipe Neri.

ORACIÓN

   Oh Santísimo Patriarca, varón extático, morador de los cielos en medio de la multitud de los hombres, que merecéis por justo elogio que se os llame el amante de la oración, pues no solo la tuvisteis continua y fervorosa, sino que fundasteis para tan santo ejercicio una Congregación que quisiste se titulase del Oratorio: Yo el más indigno de Vuestros devotos, y por tanto el más necesitado de vuestra protección, recurro a vos, suplicándoos me alcancéis de la divina Majestad la virtud de la oración, y su práctica hasta el último día de mi vida, como con otros muchos lo habéis ejecutado, y también fidelidad en aprovecharme de las luces que se dignare su Majestad comunicarme, y que a ejemplo vuestro fabrique yo en mi corazón una interior soledad, donde siempre le ame, le adore y obedezca. Y así mismo os suplico me consigáis la especial gracia que por vuestra mediación solicito, si conviene para mayor gloria de Dios y bien de mi alma. Amén.

—Aquí alentando la confianza, se hace al Santo la petición que traemos. Los Elogios y las Oraciones se dirán todos los días.

DÍA CUARTO – 20 DE MAYO

Por la señal…

Acto de Contrición y Oración Inicial.

DE LA HUMILDAD

MEDITACIÓN

   Considera la humildad admirable a que llegó el glorioso San Felipe Neri, pues procuraba encubrir con el más diligente cuidado las grandes gracias, y excelentes dotes que el Señor le había comunicado y aun la salud que por su medio lograban los enfermos: teniéndose en tan bajo concepto que se reputaba por menos que pecador, y aun por un demonio. Para tu confusión, pues de cualquiera buena obra que mediante Dios haces, solicitas el aplauso, y quieres que llegue a noticia de todos: y siendo peor que Lucifer en ofender a Dios recibes pesadumbre cuando no te tienen por bueno. Toma la resolución de imitar a nuestro Santo y alabando a Dios porque lo hizo tan profundamente humilde, le suplicarás te conceda virtud tan necesaria. Amén.

—Aquí se hace pausa el tiempo conveniente.

ORACIÓN

   Supremo Señor de majestad infinita, que os habéis dignado tomar la forma y naturaleza de siervo, y en ellas humillaros hasta el extremo de lavar los pies a los hombres, sin exceptuar los del sacrílego traidor, confieso Dios mío, con el mayor dolor, el fondo de soberbia y vanidad que hay en mi corazón: perdonadme, Señor, por Vuestra profundísima humildad, y por ella, y los méritos de vuestro siervo San Felipe, concededme que huya generosamente de cuanto pueda atraerme el aplauso de las criaturas: que solo a Vos atribuya todo lo bueno y perfecto: que jamás desee ser preferido; en fin, Señor, la humildad de corazón, y la particular gracia que solicito, si conviene para mayor gloria vuestra y bien de mi alma. Amén.

—Aquí se rezan cinco Padre nuestros y Ave Marías, con su Gloria Patri, para alcanzar de Dios el don de la perseverancia en su santo servicio por intercesión de Nuestro Padre San Felipe Neri.

ORACIÓN

    Admirable protector mío San Felipe Neri, vivo retrato de Jesucristo Nuestro Señor y fiel imitador de sus virtudes, que fuisteis tan humilde que os tuvisteis por el peor de los hombres, alegrándoos de ser despreciado, y teniendo por cosa vil sus alabanzas: desde ese excelso trono de gloria en que os halláis sublimado en recompensa de vuestra rara humildad, volved compasivo los ojos hacia esta soberbia criatura que tenéis a vuestros pies, altiva en los pensamientos, jactanciosa en las palabras, y ambiciosa en las obras. Doleos de mí, y para remedio de tanto mal, conseguidme de la clemencia de nuestro amable Jesús la humildad de corazón: como también, si conviene a mayor gloria de Dios y bien de mi alma, lo demás que os suplico. Amén.

—Aquí alentando la confianza, se hace al Santo la petición que traemos. Los Elogios y las Oraciones se dirán todos los días.

DÍA QUINTO – 21 DE MAYO

Por la señal…

Acto de Contrición y Oración Inicial.

DE LA POBREZA DE ESPÍRITU

MEDITACIÓN

   Considera el horror que tuvo el glorioso San Felipe a las máximas del mundo, que dicta deberse trabajar y desvelar por amontonar riquezas y adquirir sublimes honores, pues puso su mayor cuidado en apartar de sí lo uno y lo otro aun cuando más porfiadamente le seguían. Para confusión tuya, que pones tu mayor desvelo en buscarlas a toda costa, atropellando luces y desengaños que te muestran su vanidad. Bendice al Señor que concedió a nuestro Santo un corazón tan desprendido, y por su medio pedirás te lo conceda. Amén.

 —Aquí se hace pausa el tiempo conveniente.

ORACIÓN

   Dulcísimo Jesús, que siendo Señor y creador de Cielo y tierra, elegiste para nuestra enseñanza vivir en la mayor pobreza y abatimiento, y que concediste esta virtud a vuestro amante siervo San Felipe Neri, con el privilegio de conocer la avaricia de los hombres con sólo mirarlos al rostro, concededme benigno por su intercesión, que no me deje cautivar del interés y la ambición, sino que viva siempre como siervo de un Dios pobre y abatido por mi amor, y así mismo os pido la gracia particular que deseo, si es de vuestro santísimo agrado. Amén.

—Aquí se rezan cinco Padre nuestros y Ave Marías, con su Gloria Patri, para alcanzar de Dios el don de la perseverancia en su santo servicio por intercesión de Nuestro Padre San Felipe Neri.

ORACIÓN

   Oh esclarecido Patriarca, apóstol sagrado; que con valor invicto despreciasteis los tesoros, las conveniencias, las honras y cuanto el mundo ofrece, ansiando solo a las riquezas de la gracia y excelencias del celestial paraíso: de vuestro patrocinio se vale mi afectuosa devoción para que me alcancéis del divino Maestro la gracia de mantener siempre libre mi corazón de todo afecto a los falaces bienes y honores de la tierra, y que a vuestro ejemplo solo aspire a los del Cielo, para lo cual imprima fuertemente en mi alma aquella vuestra gran máxima, y después para que conforme y gustoso con el estado en que se dignó ponerme su santa Providencia nada más anhelo que amarlo y poseerlo aquí, para poseerlo, amarlo y alabarlo en la eternidad. También, Padre amado, os pido no olvidéis la súplica particular que os hago, por si conviene a mayor gloria de Dios, y bien de mi alma. Amén.

—Aquí alentando la confianza, se hace al Santo la petición que traemos. Los Elogios y las Oraciones se dirán todos los días.

DÍA SEXTO – 22 DE MAYO

Por la señal…

Acto de Contrición y Oración Inicial.

DE LA PACIENCIA

MEDITACIÓN

   Considera que la paciencia es el camino real de la cruz necesaria a cuantos quieren hacer la voluntad de Dios y salvarse; por esta senda han ido San Felipe y todos los Santos, y aun el Santo de los Santos Jesucristo bien nuestro para enseñarnos esta verdad, quiso que toda su vida fuese un continuo sufrir y padecer. Avergonzado pues de tu delicadeza, toma prontamente la resolución de seguir a nuestro Santo, y alabarás a Dios por haberle concedido esta virtud en el más heroico grado pidiéndole también te la conceda. Amén.

—Aquí se hace pausa el tiempo conveniente.

ORACIÓN

   ¡Oh Pacientísimo Jesús!, imagen y norma perfectísima de sufrimiento, que con la fuerza de vuestra gracia hicisteis que vuestro fidelísimo siervo San Felipe Neri soportase con indecible gozo las enfermedades, persecuciones y demás trabajos que siempre siguen a los que se declaran por Vuestros: concededme por sus méritos esta virtud, no solo para vencer los transportes de la ira, sino para llevar a lo menos con conformidad los trabajos y cruces que os agrade enviarme; ser con todos pacífico, y siempre resignado con el peso y aflicciones de mi estado. En fin, mi Jesús, que vaya en vuestro seguimiento hasta la muerte para lograr entonces la triunfante corona de gloria, que tenéis ofrecida a los que toleran con paciencia por vuestro amor las tribulaciones. Así os lo suplico por los méritos de vuestro siervo San Felipe, como también la especial merced que solicito si conviene para vuestra mayor gloria, y bien de mi alma. Amén.

—Aquí se rezan cinco Padre nuestros y Ave Marías, con su Gloria Patri, para alcanzar de Dios el don de la perseverancia en su santo servicio por intercesión de Nuestro Padre San Felipe Neri.

ORACIÓN

   Amado Padre mío San Felipe, Job admirable de la ley de gracia, perfecto modelo de paciencia: con el más fervoroso afecto os ruego me alcancéis del Todopoderoso, que os comunicó tanto sufrimiento y fortaleza en las tribulaciones, así interiores como exteriores, que a vuestra imitación, mantenga siempre un exterior afable y benigno en sus mayores tribulaciones; y al mismo tiempo paz y uniformidad de ánimo en mi interior; y un ardiente deseo de padecer, como que es el carácter de los predestinados, hasta pedir a Dios lo que vuestra constante fortaleza pedía. Aumentad, Señor, los dolores, con tal que me aumentéis la paciencia. Así lo espero de vuestra benignidad, con lo demás que solicito, si conviene para mayor gloria de Dios, honra vuestra, y bien de mi alma. Amén.

—Aquí alentando la confianza, se hace al Santo la petición que traemos. Los Elogios y las Oraciones se dirán todos los días.

DÍA SÉPTIMO – 23 DE MAYO

Por la señal…

Acto de Contrición y Oración Inicial.

DE LA CASTIDAD

MEDITACIÓN

   Considera, alma devota, la angélica pureza que San Felipe Neri, quien se conservó tan puro toda su vida, que jamás empañó el candor de esta inestimable virtud, ni con un solo pensamiento, triunfando siempre de los más poderosos asaltos con que pretendió el enemigo común afearla: siendo tal la inocencia de su vida, que en medio de haber Ilegado a los ochenta años que vivió conservó siempre sin mancilla esta preciosa virtud. Confúndete de la multitud y gravedad de tus delitos: avergüénzate de la poca o ninguna vigilancia que has tenido en las ocasiones en que ha naufragado tu castidad; y esforzándote a imitar a tan gran Santo, bendecirás a Dios que le concedió esta virtud en grado tan elevado, y pedirás por su intercesión te la conceda. Amén.

—Aquí se hace pausa el tiempo conveniente.

ORACIÓN

   Jesús amabilísimo, Cordero inmaculado, a quien cerca y acompaña deliciosamente festivo el purísimo coro de Vírgenes, al que habéis agregado para que os haga corte a vuestro amante siervo San Felipe Neri. Vos, dulce Padre mío, para elevarlo a tan eminente grado, le concedisteis una gracia victoriosa y admirable con que venció esforzado, y triunfó de los enemigos de su pureza virginal: compadeceos de mí, y por sus méritos concededme con el perdón de mis gravísimos pecados, la virtud de la castidad; y para no perderla, imprimid en mi corazón un grande amor hacia ella, de modo que como guarda vigilante de vuestro santuario, resista celoso de vuestro honor y gloria los asaltos de mis enemigos, para que conservando con fidelidad el depósito que me habéis encomendado, logre la bienaventuranza que tenéis prometida a los limpios de corazón. Y a más de esta gracia, os pido otra particular que deseo, si conviene a vuestra mayor honra y gloria y bien de mi alma, por intercesión de vuestro Santo siervo. Amén.

—Aquí se rezan cinco Padre nuestros y Ave Marías, con su Gloria Patri, para alcanzar de Dios el don de la perseverancia en su santo servicio por intercesión de Nuestro Padre San Felipe Neri.

ORACIÓN

   Purísimo abogado mío, que conservasteis siempre intacta la cándida azucena de la virginidad, con tanto honor vuestro que resplandecía en vuestros santos ojos, en vuestras manos, y en todo vuestro cuerpo, exhalando tan celestial olor, que infundía espíritu y devoción: siendo por esta angélica virginal pureza, recreando con la Vista, no. solo de los Santos Ángeles, sino de la Reina de los Ángeles y del mismo Jesucristo nuestro Señor en forma de bellísimo niño. Alcanzadme, Protector mío, la virtud de la castidad, un grande amor hacia ella y cuanto conduzca a guardarla, como son la fuga de las ocasiones, humildad, mortificación, oración y frecuencia de Sacramentos. Favorecedme con vuestra asistencia, para que, venciendo con tales armas al terrible enemigo de mi salvación, logre por fin único con Vos, seguir y alabar al Cordero inmaculado por los siglos de los siglos. Últimamente os suplico la gracia particular que deseo, si conviene para mayor gloria de Dios, honra vuestra, y bien de mi alma. Amén.

—Aquí alentando la confianza, se hace al Santo la petición que traemos. Los Elogios y las Oraciones se dirán todos los días.

DÍA OCTAVO – 24 DE MAYO

Por la señal…

Acto de Contrición y Oración Inicial. 

DE LA DEVOCIÓN A MARÍA SANTÍSIMA NUESTRA SEÑORA

MEDITACIÓN

   Considera el diligente esmero y devota ternura con que Felipe amó desde que tuvo uso de razón hasta el último instante de su vida, a la Purísima Virgen María, desempeñando con el más fino primor todas las atenciones de esclavo, siervo, hijo y capellán de tan soberana Reina y Madre nuestra, sin apartar jamás del corazón su dulce regalado nombre: empleando días y noches en deliciosos coloquios y tiernísimos afectos con esta amabilísima Señora, de la que mereció favores y cariños de Madre. Avergüénzate de tu inconstancia y tibieza en el amor de esta dulcísima Reina, y bendiciendo a Dios que creó a Felipe tan amante de su Santísima Madre, le suplicarás por la misma Señora, te conceda imitarlo. Amén.

—Aquí se hace pausa el tiempo conveniente.

ORACIÓN

   Soberana Reina de los cielos, gloriosísima Madre de Dios, Virgen siempre inmaculada, que fuisteis tan amante de vuestro siervo San Felipe Neri, que quisisteis ser Madre y especialísima directora de su Congregación del Oratorio. Dignaos recibirme bajo vuestra soberana protección, por los méritos de este gran Santo, y pues sois refugio y esperanza de los pecadores, alcanzadme con el perdón de mis pecados la gracia de que desde este instante hasta el último de mi vida os ame, sirva, y honre, como él os amó, sirvió y honró. Cierto estoy, Señora, de que nada os niega vuestro Santísimo Hijo mi Señor: y de que nadie recurre a Vos con legítima confianza, que sea abandonado: Oíd pues, Madre de clemencia, al miserable pecador que os invoca: consolad al pobre que os busca: alistadme en el número feliz de vuestros esclavos, para que siempre amparado de vuestra misericordia, logre después de una buena vida, una dichosa muerte. Últimamente os suplico me alcancéis la merced particular que solicito, si conviene para mayor gloria de vuestro Santísimo Hijo y bien de mi alma. Amén.

—Aquí se rezan cinco Padre nuestros y Ave Marías, con su Gloria Patri, para alcanzar de Dios el don de la perseverancia en su santo servicio por intercesión de Nuestro Padre San Felipe Neri.

ORACIÓN

   Benignísimo Padre San Felipe Neri, que fuiste tan amado y favorecido de la Madre de Dios, que no solamente lograsteis el alto honor de ser visitado de tan Soberana Emperatriz, sino también que a intercesión vuestra haya hecho, y haga tantos milagros: ya que sois, amado Padre mío, de tanto valimiento para con esta Madre de la gracia, alcanzadme verdadera devoción hacia su Majestad, con la que pueda yo complacerla siempre y honrarla dignamente. Hacédmela propicia, y para ello alcanzadme un grande amor a la pureza, mediante la cual sé ciertamente que esta Clementísima Reina volverá hacia mí sus ojos de misericordia, de los que protegido hasta mi muerte espero verla y amar a con Vos eternamente. Y también os ruego la pidáis la gracia particular que deseo, si conviene para mayor gloria de Dios y bien de mi alma. Amén.

—Aquí alentando la confianza, se hace al Santo la petición que traemos. Los Elogios y las Oraciones se dirán todos los días.

DÍA NOVENO – 25 DE MAYO

Por la señal…

Acto de Contrición y Oración Inicial.

DE LA PERSEVERANCIA

MEDITACIÓN

   Considera este Campeón glorioso y esforzado en las empresas del espíritu proponente digno para ejemplar de perseverancia, a nuestro amado Padre San Felipe Neri. Si atiendes al ejercicio de las más heroicas virtudes y obras meritorias de su santa vida, hallarás una constancia invicta e invariable. Si observas el tiempo que permaneció en este dichoso empleo, verás que fue el de casi ochenta años: en fin, si reflexionas sus progresos le advertirás un anhelo incesante de más amar, de más merecer, y de más servir a Jesús, a su amado Jesús. Confúndete pues, alma ingrata e inconstante, de que a la menor dificultad o sugestión vuelves la espalda, abandonas la empresa, y dejas el camino comenzado. Alabarás a Dios que dotó de tan heroica constancia a nuestro Santo, y pedirás por su mediación te la conceda hasta el último instante de tu vida. Amén.

—Aquí se hace pausa el tiempo conveniente. 

ORACIÓN

   Misericordiosísimo Dios, que mantuvisteis en vuestra gracia a vuestro fidelísimo siervo San Felipe Neri hasta el último momento de su dilatada vida, en que lleno de virtudes y merecimientos lo colocasteis en vuestro Reino: usad también conmigo esta misericordia, y pues habéis determinado no coronar sino al que legítimamente combatiere y venciere, dadme valor y fuerza para combatir y vencer a mis enemigos, y mantenerme en vuestra gracia hasta el último instante de mi vida, en que saliendo victorioso, ensalce eternamente el poder infinito de vuestra misericordiosa diestra. Finalmente os suplico la gracia particular que por intercesión de San Felipe os he pedido en esta Novena, si conviene para mayor honra y gloria vuestra, y bien de mi alma. Amén.

—Aquí se rezan cinco Padre nuestros y Ave Marías, con su Gloria Patri, para alcanzar de Dios el don de la perseverancia en su santo servicio por intercesión de Nuestro Padre San Felipe Neri.

ORACIÓN

   Gloriosísimo Patriarca, que por la sensible protección que de Vos han experimentado vuestros devotos para seguir hasta el fin en la santa resolución que han tomado de servir a Dios, sois tenido por especial abogado de la perseverancia: a vuestros pies tenéis el menor de todos, suplicándoos encarecidamente uséis conmigo de igual misericordia. Empéñese pues vuestra grande caridad en alcanzarme esta gracia final, y por consiguiente la de aprovecharme de los medios que conducen a adquirirlo. Y pues sabéis, amado Padre, que sin perseverancia nada aprovechan las demás virtudes, conseguídmela a toda costa, no perdonéis en mí aun la misma vida, que seré vuestro eterno reconocido por tan gran bien. Por último, os suplico que, con el perdón de mis pecados, me alcancéis la especial merced que os he pedido estos días, si conviene para mayor gloria de Dios, honra vuestra, y bien de mi alma. Amén.

—Aquí alentando la confianza, se hace al Santo la petición que traemos. Los Elogios y las Oraciones se dirán todos los días.


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