Traducción
de la Novena publicada en Cremona (Italia) por la imprenta de Pietro Ricchini
en 1765, con licencia eclesiástica. Los Gozos fueron publicados en Valencia por
la imprenta de la viuda de Agustín Laborda en 1808.
COMENZAMOS: 22 de abril.
FINALIZAMOS: 30 de abril.
FESTIVIDAD: 1º de mayo.
SAGRADA
NOVENA EN HONOR DE SAN PEREGRINO LAZIOSI, DE LA ORDEN DE LOS SIERVOS DE MARÍA
VIRGEN DOLOROSA
Por
la señal ✠ de la Santa Cruz, de nuestros ✠ enemigos,
líbranos
Señor
✠
Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo ✠,
y del Espíritu
Santo. Amén.
Ven oh Santo Espíritu, llena los corazones
de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu divino amor.
℣.
Envía vuestro
Espíritu y serán creadas todas las cosas.
℟.
Y se renovará
la faz de la tierra.
ORACIÓN
Oh Dios, que
os habéis dignado instruir los corazones de vuestros fieles con las luces del
Espíritu Santo, os pedimos que por este mismo Espíritu sepamos obrar
rectamente, y nos alegremos con su celestial consuelo. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
ACTO
DE CONTRICIÓN
Señor mío Jesucristo, Dios y Hombre verdadero. Criador, Padre, y Redentor mío, por ser vos quien sois, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa, Señor, de haberos ofendido, y propongo firmemente la enmienda de nunca más pecar, y de apartarme de todas las ocasiones de ofenderos, y de confesarme, y cumplir la penitencia que me fuere impuesta; ofrezcos mi vida, obras y trabajos en satisfacción de todos mis pecados: así como os la suplico, así confió en vuestra divina bondad, y misericordia infinitas, me los perdonaréis por los méritos de vuestra preciosísima Sangre, Pasión y muerte, y me daréis gracia para enmendarme, y perseverar en vuestro santo servicio hasta el fin de mi vida. Amén.
DÍA PRIMERO
– 22 DE ABRIL
Consideremos aquella grande contrición de
corazón y aquellas grandes lágrimas con que San Peregrino lloró amargamente la
ofensa hecha a San Felipe Benicio, por medio del cual dolor mereció convertirse
de pecador en un gran Santo. Roguemos a su Divina
Majestad para que quiera concedernos un verdadero arrepentimiento para poder
llorar abundantemente nuestros pecados, y por medio de una verdadera contrición
cambiarnos de míseros pecadores en verdaderos hijos de Dios. Amén.
—Rezar un Padre Nuestro, Ave María y Gloria.
ORACIÓN A
SAN PEREGRINO PARA SER LIBERADO DE TODA ENFERMEDAD
Oh
Glorioso Sacerdote San Peregrino, Consolador y Padre de todos los enfermos y
afligidos: Vos que por los méritos de la Santísima Pasión de Jesucristo que con
toda humildad siempre compadecisteis e imitasteis impetraste la salud a tantos
enfermos, retornándoles la vista perdida, sanando llagas incurables,
enderezando a mancos y cojos, sanando paralíticos y apopléjicos, liberando de
paroxismos y contracciones y convulsiones de nervios, interceded para vuestro
siervo y devoto tal prodigio de gracia que también yo, como tantos otros, me
vea liberado de la tormentosa enfermedad de… en que me encuentro. Sí, Santo
glorioso, no os dignéis en abandonarme en esta miseria, no tanto por mis
méritos, sino para hacer avergonzar y confundir mi malicia, la cual me hace
indigno de vuestros favores, porque me constituye en grado de crucificar con
mis culpas a aquel Redentor Crucificado que tanto amasteis vos, y en virtud del
cual podéis concederme la ansiada sanidad. He aquí,
pues, que humildemente contrito os ofrezco mi corazón enmendado esperando con
esto seguramente tal gracia, en cuanto sea para mayor gloria de Jesús, de vos
mismo y de mi alma. Amén.
GOZOS EN
HONOR A SAN PEREGRINO, CONFESOR DE LA ORDEN DE LOS SIERVOS DE MARÍA SANTÍSIMA
Pues
padeciendo en el suelo
De
Dios fuiste tan premiado,
Sed
nuestro pío abogado,
¡Oh
Peregrino!, desde el Cielo.
Forlí
en Italia os dio cuna
Con
ilustre nacimiento,
Y
en sus bandos tu ardimiento
Seguía
triste fortuna:
Mas
Dios tu errada importuna
Suerte
la trocó en su celo;
Sed
nuestro pío abogado,
¡Oh
Peregrino!, desde el Cielo.
Patria,
delicias, riqueza,
Por
seguir mejor destino
Dejasteis,
y a otro camino
El
Ángel fiel te endereza:
De
María la belleza
Te
ofrece norte y consuelo;
Sed
nuestro pío abogado,
¡Oh
Peregrino!, desde el Cielo.
En
Siena el sacro abrazaste
Instituto
de María,
Y
en virtudes a porfía
La
perfección enlazaste:
Favores
altos lograste,
Fue
un globo de luz señuelo;
Sed
nuestro pío abogado,
¡Oh
Peregrino!, desde el Cielo.
De
bandidos insolentes
Atajaste
la fiereza,
Y
ablandando su dureza
Fueron
sus ojos vertientes;
De
tu volcán las ardientes
Llamas
encendió su hielo;
Sed
nuestro pío abogado,
¡Oh
Peregrino!, desde el Cielo.
Vino
y pan multiplicado,
Y
aun producido, que al pobre
No
le falte, sí le sobre,
Tu
compasión ha logrado:
Que
en ti el afligido ha hallado
Siempre
alivio al desconsuelo;
Sed
nuestro pío abogado,
¡Oh
Peregrino!, desde el Cielo.
Rigurosa
penitencia
La
pierna te canceró,
Y
su horror te retiró
A
ejercitar la paciencia,
Mas
Cristo dio a tu dolencia
La
sanidad sin recelo;
Sed
nuestro pío abogado,
¡Oh
Peregrino!, desde el Cielo.
En
tu tránsito sagrado
Exhaló
suavidades
Tu
cuerpo, y serenidades
Mostró
del feliz estado:
De
tu mano al ser tocado
Logró
vista un ceguezuelo;
Sed
nuestro pío abogado,
¡Oh
Peregrino!, desde el Cielo.
Incorrupto
se mantiene
Vuestro
cuerpo inanimado,
Que
Dios quiere darle el culto
De
los que en la Gloria tiene:
De
allá la salud proviene
Que
fiel la encuentra el anhelo;
Sed
nuestro pío abogado,
¡Oh
Peregrino!, desde el Cielo.
Pues
padeciendo en el suelo
De
Dios fuiste tan premiado,
Sed
nuestro pío abogado,
¡Oh
Peregrino!, desde el Cielo.
℣.
Ruega por
nosotros, bienaventurado Padre San Peregrino.
℟.
Para que
seamos dignos de las promesas de Cristo.
ORACIÓN
Oh Dios, que
diste al bienaventurado San Peregrino un Ángel por conductor, a la Virgen Madre
como maestra, y a Jesús como admirable médico para su úlcera mortal, te
suplicamos nos des, por sus méritos, que en la tierra amemos singularmente a
los santos Ángeles, a la Virgen y a nuestro Salvador, y les alabemos en el
Cielo. Por el
mismo Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.
DÍA SEGUNDO – 23 DE ABRIL
Por
la señal…
Acto
de contrición.
Consideremos aquella grande prontitud de
espíritu con la cual San Peregrino aceptó las divinas vocaciones, desde cuando
fue inspirado por la Santísima Virgen a vestir el vestido lúgubre en memoria de
sus Dolores en la religión de los Servitas, hasta merecer tener en sus viajes a
un ángel por compañero. Roguemos a su Divina
Majestad para que quiera concedernos una verdadera prontitud de espíritu, con
la cual podamos abrir el corazón a los divinos llamados, y tomar prontamente
los caminos más apropiados para asegurar nuestra eterna salvación. Amén.
—Rezar un
Padre Nuestro, Ave María y Gloria.
—La
Oración y los Gozos se dirán todos los días.
DÍA
TERCERO
– 24 DE ABRIL
Por
la señal…
Acto
de contrición.
Consideremos aquel gran fervor de
espíritu, con que San Peregrino recibió el hábito de María Virgen Dolorosa, en
virtud de la cual mereció del Cielo descendiese un globo de llamas sobre la
cabeza en presagio de aquella ardiente caridad, que debía después nutrir en el corazón.
Roguemos ahora que su Divina Majestad nos dé las llamas de amor
divino, para que quemado todo pensamiento del mundo podamos arder solo con las
ansias del Paraíso. Amén.
—Rezar un
Padre Nuestro, Ave María y Gloria.
—La
Oración y los Gozos se dirán todos los días.
DÍA CUARTO – 25 de abril.
Por
la señal…
Acto
de contrición.
Consideremos la gran humildad de San
Peregrino, que, protestándose gran pecador, indigno del altísimo grado del
Sacerdocio, no quería elevarse a tal dignidad, sino por mandato de los
superiores; y tomando como timbre de gloria todas las humillaciones, ejercitaba
con suma ejemplaridad los oficios más bajos del monasterio. Roguemos ahora a su Divina Majestad el poder ejercitar tal
virtud con el conocimiento de nuestro fango, y humillarnos no solo ante los
mayores e iguales, sino también a nuestros menores. Amén.
—Rezar un
Padre Nuestro, Ave María y Gloria.
—La
Oración y los Gozos se dirán todos los días.
DÍA QUINTO – 26 DE ABRIL
Por
la señal…
Acto
de contrición.
Consideremos las grandes penitencias de San
Peregrino, que no contento de alimentar con rigurosos ayunos el hambre, y de
martirizar la carne con ásperos flagelos, quiso por más de treinta años estar
de pie sin nunca conceder a los cansados miembros el conveniente reposo. Roguemos a su Divina Majestad poder con las penitencias cancelar
nuestros pecados en vida para no tener que purgarlos entre las llamas después
de la muerte.
Amén.
—Rezar un
Padre Nuestro, Ave María y Gloria.
—La
Oración y los Gozos se dirán todos los días.
DÍA SEXTO – 27 DE ABRIL
Por
la señal…
Acto
de contrición.
Consideremos la pureza de corazón y de
costumbres de San Peregrino, el cual después de la conversión vivió entre los
hombres con inocencia angélica, y mantuvo siempre inmaculado aquel candor
virginal con el cual mereció devenir familiar a la Virgen aparecer muchas veces
para visitarlo. Pidamos a su Divina
Majestad el poder regular nuestra vida con los preceptos de la pureza para
agradar a la Madre, y poder recibir después las recompensas del Hijo. Amén.
—Rezar un
Padre Nuestro, Ave María y Gloria.
—La
Oración y los Gozos se dirán todos los días.
DÍA SÉPTIMO – 28 DE ABRIL
Por
la señal…
Acto
de contrición.
Consideremos aquella grande paciencia
que mostró San Peregrino en todos sus trabajos, especialmente al soportar las
burlas de los compañeros desleales, que escarnecían su conversión, al tolerar
por el espacio de muchos años una apestosa y tormentosa gangrena por la cual
mereció después ser sanado por el Crucificado. Roguemos
ahora a su Divina Majestad para obtener una verdadera paciencia en nuestros
trabajos y poder endulzar nuestras tribulaciones con las llagas del
Crucificado. Amén.
—Rezar un
Padre Nuestro, Ave María y Gloria.
—La
Oración y los Gozos se dirán todos los días.
DÍA OCTAVO – 29 DE ABRIL
Por
la señal…
Acto
de contrición.
Consideremos aquel gran celo de San Peregrino, el
cual con correcciones privadas y con predicaciones públicas no cesaba de
convertir pecadores a Dios, hasta reducir en un mismo templo a cuarenta
malhechores a una verdadera penitencia y santa ejemplaridad de vida. Roguemos ahora a
su Divina Majestad para que por méritos de este Santo podamos primero corregir
en nosotros mismos todas nuestras faltas y después procurar también en los
otros una verdadera enmienda de costumbres. Amén.
—Rezar un
Padre Nuestro, Ave María y Gloria.
—La
Oración y los Gozos se dirán todos los días.
DÍA NOVENO – 30 DE ABRIL
Por
la señal…
Acto
de contrición.
Consideremos aquella gran devoción que profesó siempre San Peregrino a la Santísima Virgen Dolorosa, recordándola ora llena de lágrimas por las calles del Calvario, ora traspasada de dolor al pie de la Cruz, ora oprimida por el duelo en el Sepulcro del Redentor. Procuremos ahora concebir verdaderos sentimientos de una tierna compasión hacia nuestra Reina Dolorosa, para después de haberla acompañado en sus dolores aquí en la tierra, podamos ser partícipes de sus consolaciones en el Cielo. Amén.
—Rezar un
Padre Nuestro, Ave María y Gloria.
—La
Oración y los Gozos se dirán todos los días.
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