Adaptación de una novena de autor
desconocido. Los Gozos fueron compuestos por el padre José Bau Burguet en 1928.
COMENZAMOS: En octubre.
FINALIZAMOS EN SU FESTIVIDAD “TRADICIONAL” : ultimo domingo litúrgico de octubre.
La Novena a Cristo Rey se reza nueve días antes de la Fiesta de Cristo Rey, y también puede ser rezada en cualquier época del año.
Por la señal ✠ de
la Santa Cruz, de nuestros ✠
enemigos, líbranos Señor ✠ Dios nuestro. En el nombre del Padre, y
del Hijo ✠,
y del Espíritu Santo. Amén.
ACTO DE CONTRICIÓN
Señor mío Jesucristo, Dios y Hombre verdadero,
Padre amoroso, Criador y Redentor mío, en
quien creo, en quien espero, y a quien amo sobre todas las cosas, me pesa, Dios
mío, pésame en el alma de haberos ofendido por ser Vos tan bueno, tan justo, y
digno de ser siempre amado; y propongo ayudado de vuestra divina gracia de
enmendarme, y de confesar todos mis pecados, perseverando en vuestro santo
servicio todo el tiempo de mi vida. Amén.
ORACIÓN INICIAL
¡Oh Jesús! Te reconozco por Rey Universal. Todo
cuanto ha sido hecho Tú lo has creado. Ejerce sobre mí todos tus derechos.
Renuevo las promesas de mi bautismo, renunciando a Satanás, a sus seducciones y
a sus obras; y prometo vivir como buen cristiano. Muy especialmente me
comprometo a procurar, según mis medios, el triunfo de los derechos de Dios y
de tu Iglesia. Divino Corazón de Jesús, te ofrezco mis pobres obras para
conseguir que todos los corazones reconozcan tu sagrada realeza, y para que así
se establezca en todo el mundo el Reino de tu Paz.
ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS
Omnipotente y sempiterno Dios, que quisisteis restaurar en vuestro
querido Hijo, Rey del Universo, todas las cosas, concédenos que todas las
familias de las Gentes disgregadas por la herida del pecado se sometan a su
suavísimo imperio. Que con Vos y el Espíritu Santo vive y reina Dios por todos
los siglos de los siglos. Amén.
DÍA PRIMERO
“¿A quién buscáis? – ¿A
Jesús Nazareno? Yo soy”
Señor y Rey nuestro: siempre dejas que te descubra tu
amor, aun cuando tus criaturas tan amadas por Ti, te busquen para martirizarte.
Sabiendo que Tú eres Jesús Nazareno, te buscamos hoy de nuevo para prenderte
otra vez, mas no con cadenas y cuerdas, sino con nuestras miserias y nuestros
amores, pues sabemos es lo que más ata y sujeta tu misericordioso y amante
Corazón, y así preso por amor, conducirte en triunfo al trono que te han
formado los corazones amantes, para que empieces tu reinado de misericordia y
amor en la tierra. Amén.
—Uniendo mi corazón al Corazón de Cristo Rey y mis intenciones a las suyas, rezaré: Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
ORACIÓN FINAL.
—Eterno Padre, derrama tus misericordias sobre toda la
tierra, reino de tu Hijo Jesús. Amén.
—¡Oh Cristo Rey!, establece tu paz en tu reino. Amén.
—Espíritu Santo, abrasa al mundo en tu purísima y ardiente
amor. Amén.
—Madre querida, une cada vez más y más a tu Hijo Divino, toda
misericordia, con tus hijos, toda miseria. Amén.
—San José, enséñanos a amar a Jesús y a María. Amén.
GOZOS EN HONOR A CRISTO REY
Gloria
canta, prez y honor
A
Jesús la humana grey:
¡Viva, viva Cristo Rey!
Reina en mí, Dios del amor.
Cantad
himnos de victoria,
Hombres
y Ángeles unidos;
Todos
de amor encendidos,
Cantad
al Rey de la gloria.
Siglos
todos de la historia,
Aclamadle
triunfador:
¡Viva, viva Cristo Rey!
Reina en mí, Dios del amor.
Gloria
a Ti, Jesús amado,
Rey
de nuestros corazones,
Árbitro
de las naciones,
En
tierra y cielo adorado.
Gloria
al Corazón sagrado
De
nuestro Dios y Señor:
¡Viva, viva Cristo Rey!
Reina en mí, Dios del amor.
Viva
el Cristo verdadero,
Al
Padre consubstancial,
Rey
de reyes inmortal,
Juez,
Maestro, Medianero.
Viva
de Dios el Cordero,
Nuestro
dulce Redentor:
¡Viva, viva Cristo Rey!
Reina en mí, Dios del amor.
No
quiso el pueblo judío
Tener
por rey a Jesús,
Y
le puso en una cruz
En
su loco desvarío.
Rey
eres, oh Cristo mío,
A
los reyes superior:
¡Viva, viva Cristo Rey!
Reina en mí, Dios del amor.
Contemplad,
fieles cristianos,
En
la cruz a Cristo nuestro;
Ved
su Corazón abierto,
Traspasados
pies y manos,
Y
rey aclamadle ufanos,
De
la muerte vencedor:
¡Viva, viva Cristo Rey!
Reina en mí, Dios del amor.
Ven,
Jesús, reina en el mundo
Por
tu dogma, por tu ley;
Ven
pronto, sé nuestro Rey,
Rey
de amor, Rey sin segundo,
Y
extirpe tu amor profundo
Todo
vicio, todo error:
¡Viva, viva Cristo Rey!
Reina en mí, Dios del amor.
Reina
en las artes y ciencias,
En
las letras, en las leyes,
Los
vasallos y los reyes,
Los
sentidos y potencias;
Reina
en todas las conciencias,
Oh
Rey pacificador:
¡Viva, viva Cristo Rey!
Reina en mí, Dios del amor.
Ven
pronto, Jesús divino,
Rey
de la tierra y el cielo,
Nuestra
luz, nuestro consuelo,
Vida,
verdad y camino;
Veloz
ven, Amante fino,
De
los padres el Mejor:
¡Viva, viva Cristo Rey!
Reina en mí, Dios del amor.
Reina
en mí, Cristo Jesús,
Paz
y bien del alma mía;
Mi
Dios de la Eucaristía,
Mi
Dios que murió en la Cruz.
A
los reinos de la luz
¿Cuándo
volaré, Señor?
¡Viva, viva Cristo Rey!
Reina en mí, Dios del amor.
Oh
Jesús, mi dulce encanto,
Hijo
de la Virgen Madre,
A
Ti gloria, gloria al Padre,
Gloria
al Espíritu Santo.
Gloria
al Rey paciente y santo,
Al
amable Salvador:
¡Viva, viva Cristo Rey!
Reina en mí, Dios del amor.
Gloria
canta, prez y honor
A
Jesús la humana grey:
¡Viva, viva Cristo Rey!
Reina en mí, Dios del amor.
℣. Bendecid vuestro pueblo, oh Jesús Rey;
gobernadnos y protegednos.
℟.
Vivid y
reinad en nuestros corazones y en los corazones de todos los hombres.
ORACIÓN
Omnipotente y sempiterno Dios, que, en tu amado Hijo, Rey universal
quisiste restaurarlo todo: concédenos propicio que todos los pueblos,
disgregados por la herida del pecado, se sometan a su suavísimo imperio. Por el
mismo Jesucristo, Nuestro Señor. Amén.
En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.
DÍA SEGUNDO
Por la señal...
Acto de contrición, Oración Inicial y
el de todos los días.
“Cristo, adivina quién te
ha herido”.
¡Oh
Jesús amante y bueno!, aquella
noche triste de tu Pasión tus ojos divinos veían a través de los siglos todos
nuestros pecados y olvidos que tan dolorosamente herían tu divino Corazón,
tanto, que para que tu pureza no te hiciese huir de nosotros, no tus verdugos,
sino el amor vendo tus ojos, a fin de que no vieses más que almas que se
perdían si Tú las dejabas.
Haz que esas almas a las que tú sangre
y tus lágrimas han lavado y purificado lleguen a amarte con tanto entusiasmo,
que se cierren sus ojos a todo lo que no seas Tú, Rey de sus amores.
Haz, Señor, que los hombres te conozcan y te
amen. Amén.
Obsequio: Cerrar los ojos a todo lo que no sea Jesús.
—Uniendo mi corazón al Corazón de Cristo Rey y
mis intenciones a las suyas, rezaré: Padrenuestro,
Avemaría y Gloria.
—La Oración final y los
Gozos se rezarán todos los días.
DÍA TERCERO
Por la señal...
Acto de contrición, Oración Inicial y
el de todos los días.
“Luego ¿Tú eres Rey? —Bien dices: Yo soy Rey.
—Yo he venido al mundo para dar testimonio de
la verdad.
— ¿Y qué es la Verdad?”
Dios Nuestro Señor es la verdad por esencia y es verdad encantadora, es verdad que entusiasma el corazón; que este Dios Omnipotente se hizo hombre por mí, y me amo entre desprecios, entre burlas, entre toda clase de sufrimientos y no por ser necesario para salvarme, pues unas gotas de su sangre bastaban para eso, sino por ser necesario al amor grande e infinito que ardía en su Corazón por las almas.
Señor,
y Rey nuestro: enséñanos a amar como Tú, sin
retroceder ante el sacrificio y el dolor, pues queremos sufrir, amar, para que
ni un solo corazón deje de amarte; hazlos todos tuyos. Amén.
Obsequio: abrasarme con lo que me haga sufrir.
—Uniendo mi corazón al Corazón de Cristo Rey y mis
intenciones a las suyas, rezaré: Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
—La Oración final y los
Gozos se rezarán todos los días.
DÍA CUARTO
Por la señal...
Acto de contrición, Oración Inicial y
el de todos los días.
“Le despreció Herodes con todo su ejército y
vistiéndole una ropa blanca, se burló y le remitió a Pilatos”.
¡Oh
Jesús divino Rey nuestro!, cuán
grande ha de ser nuestro amor hacia Ti, que por el nuestro quisiste ser burlado
y tenido por loco, y en verdad, Jesús mío, locura de amor parece, el que la
grandeza de Dios se encierre en el cuerpecillo de un Niño, que el poder de Dios
esté sujeto con clavos, que este mismo Dios y Hombre se esconda en una pequeña
Hostia, y enamorado venga buscando la intimidad de nuestros corazones, para
tener en ellos sus delicias; Jesús amante y bueno, que el fuego de tu amor nos
convierta también en pequeñas hostias, que escondidas en tu corazón se pierdan
a todas las miradas, para que Tú seas conocido y amado. Amén.
Obsequio: huir de todo lo que me
pueda hacer apreciar.
—Uniendo mi corazón al Corazón de Cristo Rey y
mis intenciones a las suyas, rezaré: Padrenuestro,
Avemaría y Gloria.
—La Oración final y los
Gozos se rezarán todos los días.
DÍA QUINTO
Por la señal...
Acto de contrición, Oración Inicial y
el de todos los días.
“Vamos a coronarle de
Rey.
—Salve Rey de los judíos.
Y escupiéndole le tomaban
su cofia y le herían su cabeza y le daban bofetadas”
¿Qué pensabas Jesús mío en aquella triste
prisión? ¿Qué deseabas cuando eras coronado de espinas, cuando eras maltratado? Solo dos cosas, ¡Oh sabiduría y amor infinitos!: que
tú Eterno Padre fuese glorificado, que las almas se salvasen; ¿y podremos
pensar las almas en otra cosa que en Ti? ¿Podrán nuestros corazones desear otra
cosa que el que se repitan por amor aquellas palabras “Salve Rey”, pero no solo
de los judíos, sino de todas las naciones de la tierra conquistadas con tu
sufrimiento y tu muerte? Que el grito “¡Vamos a coronarle por Rey!” resuene por amor en toda la tierra, ¡oh Dios mío! Amén.
Obsequio:
apartar de mi
pensamiento lo que no sea Dios.
— Uniendo
mi corazón al Corazón de Cristo Rey y mis intenciones a las suyas, rezaré: Padrenuestro,
Avemaría y Gloria.
—La Oración final y los
Gozos se rezarán todos los días.
DÍA SEXTO
Por la señal...
Acto de contrición, Oración Inicial y
el de todos los días.
“Ecce homo.
—He aquí a vuestro Rey.
¡Oh divino Jesús!, como
te presentan por Rey, coronada de espinas tu cabeza, tu cuerpo cubierto de
heridas, llenos de lágrimas tus ojos; pero era preciso que ésa fuese tu
presentación, pues no sólo eres nuestro Rey, sino nuestro modelo, y nunca mejor
que entonces podías decir: “Aprended de Mi que soy manso y humilde de corazón”.
Caigan, Señor, en presencia de tanta grandeza, de tanta humildad, de tanto
amor, todos los idolillos que queden en nuestros corazones. Déjanos recoger tu
sangre y tus lágrimas, para que derramándolas sobre los corazones de todas las
criaturas seamos de nuevo purificados y envueltos en el amor. Amén.
Obsequio:
Procurar con
empeño la humildad.
—Uniendo mi corazón al
Corazón de Cristo Rey y mis intenciones a las suyas, rezaré: Padrenuestro,
Avemaría y Gloria.
—La Oración final y los
Gozos se rezarán todos los días.
DÍA SÉPTIMO
Por
la señal...
Acto
de contrición, Oración Inicial y el de todos los días.
“Señor, acuérdate de mí cuando vengas a tu
reino.
—En verdad te digo que
hoy estarás conmigo en el Paraíso”.
Quisiéramos,
Señor, presentarte
en el día de tu fiesta los corazones de todos los hombres rendidos a tu amor;
pero mira, Rey nuestro, cuantos millones de ellos están envueltos en las
tinieblas de la muerte y del pecado y no te conocen; por ellos te pedimos
nosotros que tenemos la dicha de conocer tu Corazón, toda misericordia. “Señor,
acuérdate de estos desgraciados cuando estés en tu Reino”, haznos,
Señor, oír: “pronto,
muy pronto estarán conmigo en el Paraíso”. Amén.
Obsequio:
actos de fe,
esperanza y caridad.
—Uniendo mi corazón al Corazón de Cristo Rey y
mis intenciones a las suyas, rezaré: Padrenuestro,
Avemaría y Gloria.
—La Oración final y los
Gozos se rezarán todos los días.
DÍA OCTAVO
Por la señal...
Acto de contrición, Oración Inicial y
el de todos los días.
“Mujer, he ahí tu Hijo”. “He ahí tu Madre”.
Más uno de los soldados le abrió el costado
con una lanza y salió de él sangre y agua.
¡La
Madre de nuestro Dios es nuestra Madre querida! ¡Que felicidad y que confianza!
El Corazón de nuestro Dios es nuestro Cielo, nuestro tesoro.
Madre bendita, queremos amarte como te amaba Jesús, y a Él, como Tú le amabas;
enséñanos las delicadezas del amor, la felicidad de la vida de unión, de unión
intima, confiada, amorosa; haznos chiquitos, muy chiquitos, para poder entrar y
perdernos en el Corazón de Jesús, sin tener más móvil ni deseos que amaros y
haceros amar. Amén.
Obsequio:
consagrarme
de todo corazón a la Santísima Virgen.
—Uniendo mi corazón al Corazón de Cristo Rey y
mis intenciones a las suyas, rezaré: Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
—La Oración final y los Gozos
se rezarán todos los días.
DÍA NOVENO
Por la señal...
Acto de contrición, Oración Inicial y
el de todos los días.
“Jesús Nazareno, Rey de los judíos”.
“Regnavit a ligno Deus” (Reino desde el madero)
“Y al nombre de Jesús doblarán las rodillas
en el Cielo, en la tierra y en los infiernos”
¡Oh
Rey divino!, al presentarte en
este día bendito nuestras adoraciones, te ofrecemos cuantos somos, tenemos y
deseamos; no nos detiene nuestra miseria, pues eres todo misericordia;
confiamos conseguir todas nuestras peticiones, pues eres todo amor y el amor
atiende siempre, y te lo pedimos en unión de nuestra Reina y Madre Inmaculada y
de los Ángeles Custodios de todas las almas
¡Señor!, arroja de tu reino a los demonios y a
todos tus enemigos y concede a la Iglesia una era de paz. Lleva a Ti en este
día a las almas del Purgatorio, un perdón general a todos los pecadores y
poniendo luz en sus inteligencias y amor en sus corazones, prueba una vez más
que es más grande tu misericordia que nuestra malicia y miseria.
Llena de amor y pureza a los sacerdotes, a los niños y a las almas a Ti
consagradas, formando de ellas esas legiones de almas puras, humildes y amantes
que Tú deseas: almas pequeñitas que como granos de trigos, formen todas en una
perfecta unión de intenciones y corazones con la Victima divina del Calvario y
del altar una Hostia que aplaque al Cielo por los pecados de la tierra y haga
descender sobre ella perdón y misericordia para los desgraciados pobres
pecadores, de esas almas que quieres sean las delicias de tu Corazón en la
tierra y tu corte de amor en el Cielo.
Obsequio:
abandonarme
en el Corazón de Dios.
—Uniendo mi corazón al Corazón de Cristo Rey y
mis intenciones a las suyas, rezaré: Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
—La Oración final y los
Gozos se rezarán todos los días.
DEVOCIONARIO CATÓLICO.
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