lunes, 8 de diciembre de 2025

NOVENA DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA.

 

Recopilado de varios autores por un devoto de este misterio.

Málaga. Imprenta de Martínez de Aguilar hoy del avisador malagueño. Calle del Marqués, n.° 12. 1856.

 

COMENZAMOS: 29 de noviembre.

FINALIZAMOS: 7 de diciembre.

FESTIVIDAD: 8 de diciembre.

 

ADVERTENCIA

 

El presente volumen contiene varios ejercicios piadosos (Novena, elogios dispuestos en forma de trisagios, Letanía de la Inmaculada, Devoto Duodenario que se contempla el día octavo de cada mes) dedicados por diferentes autores a la Santísima Virgen en el Misterio de su Concepción Inmaculada, y recopilados por un devoto de este Misterio, que lo expende gratis, con el fin de que se extienda y se propague cada día más la devoción, el culto, la veneración y la alabanza á Maria Santísima, pura, inmaculada y santa en el primer instante de su ser.

   Tanto por Su Santidad como por varios Llmos. Sres. Arzobispos y Obispos, estén concedidas innumerables indulgencias a los fieles cristianos que practiquen estos ejercicios en honor de la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen.

 

Bendita sea tu pureza,

Y eternamente lo sea,

Pues todo un Dios se recrea

En tan graciosa belleza.

A ti, celestial princesa,

Virgen sagrada María,

Te ofrezco desde este día

Alma, vida y corazón;

Mírame con compasión.

No me dejes, Madre mía.

Vivir ni morir,

sin tu santa bendición.

 

NOVENA DE LA INMACULADA CONCEPCION DE LA VIRGEN MARÍA.


Se empezará diciendo:

“Bendito y alabado sea el Santísimo Sacramento del Altar, y la Inmaculada Concepción de María Santísima, Madre de Dios y Señora nuestra, concebida sin pecado original en el primer instante de su ser.”

 

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo , y del Espíritu Santo. Amén.

 

ACTO DE CONTRICIÓN

 

   Señor mío Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Criador, Padre y Redentor mío, por ser vos quien sois, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón de haberos ofendido, y propongo firmemente la enmienda, de nunca más pecar, de apartarme de todas las ocasiones de ofenderos, de confesarme, y cumplir la penitencia que me fuere impuesta; por vuestro amor perdono a todos los que me hubieren ofendido. Ofrézcoos mi vida, obras y trabajos en satisfacción dé todos mis pecados; y así como os lo suplico así confió en vuestra bondad y misericordia infinita, que me los perdonareis por los merecimientos de vuestra preciosísima sangre, pasión y muerte, y me daréis gracias para enmendarme y perseverar en vuestro santo servicio hasta la muerte. Amén.

 

ORACIÓN AL ETERNO PADRE

 

   Oh Padre Todo Poderoso, de infinita justicia y misericordia, que habiendo previsto desde la eternidad la caída de los ángeles y de los hombres determinasteis dejar a aquellos en su perdición y salvar a este por medio de vuestro Unigénito, el cual haciéndose hombre satisficiese con su pasión y muerte a vuestra justica, y nos mereciese la gracia y gloria que perdimos por el pecado a cuyo fin le   preparasteis una Madre digna de tal Hijo distinguiéndola con el nombre de MARÍA, que significa mar de gracias y de dones eminentes. Alabado y engrandecido seáis por las excelencias que comunicasteis a esta Señora, haciéndola más limpia y brillante que el Sol, más alta que los cielos, más santa que los serafines, espejo sin mancha de vuestras infinitas perfecciones, principio de la salud de los hombres, restauradora de la ruina de los Ángeles, Emperatriz del mundo, depositaría y dispensadora de los tesoros celestiales, obra maestra de vuestra sabiduría, poder, amor y magnificencia. Admitid, Señor benignísimo, los piadosos afectos con que en estos nueve días me dedico a considerar, venerar y engrandecer tantos dones y privilegios como para gloria vuestra y felicidad del género humano habéis derramado con esplendidez sobre María santísima, siendo el primero y fundamento de ellos el de su purísima Concepción, llena de gracia, sin mancha de pecado original, como lo creo, confieso y proclamo con todas las veras de mi alma, dispuesto a defender en cuanto alcancen mis fuerzas este misterio singular y admirable, de tanto honor para vos, de tanta exaltación para la santísima María, y de tanto consuelo para sus devotos. Concededme, Padre Clementísimo, por fruto de este novenario, que ahora y todos los días de mi vida se aumente sin cesar mi amor a vos y mi devoción a Maria santísima, por cuya Concepción inmaculada os pido y espero conseguir la pureza y perfección de mis costumbres, la perseverancia final y la gloria eterna. Amén.


DÍA PRIMERO —29 de noviembre.

 

Elogios para este día.

 

   Dios te salve, Reyna de los Ángeles, concebida con más luces de gracia que las de todos ellos, con un cuerpo terreno más puro que las estrellas, digno de comunicar al Verbo divino el ser humano, y con un alma llena de sabiduría y de virtud, imagen admirablemente expresiva de la Trinidad beatísima. Dios te salve, Azucena cándida que, floreciendo entre las espinas de los pecadores, no padeces el menor detrimento en tu integridad y perfección. Luna bellísima, que luces en la noche del mundo delincuente con los brillos del Sol de justicia. Aurora feliz, que desde tu origen alboreas los cielos y la tierra creciendo sin interrupción en los resplandores de la santidad. Toda eres hermosa ¡Oh María! Toda eres hermosa ¡Oh amiga la más querida del Espíritu Santo! En ti no hay mancilla de pecado, ni lunar de defecto alguno. Te suplicamos, Señora nos alcances la pureza de intención en todas nuestras obras para agradar a Dios y merecer verle y gozarle en el cielo. Amén.

 

—En seguida se dirá por tres veces en honor de las tres divinas Personas:

 

Bendita y alabada sea la beatísima Trinidad, porque crio á Maria santísima, concebida en gracia, sin pecado original, para que fuese digna Madre del Verbo divino y abogada poderosa de los pecadores.

 

—Un Dios te salve Maria y Gloria Patri.

 

HIMNO A LA PURÍSIMA CONCEPCIÓN DE NUESTRA SEÑORA


   ¡Oh Virgen sacrosanta!

La más pura y hermosa,

Tu Concepción dichosa

Mi vos ensalzará.

 

   ¡Oh cándida Azucena,

Suavísima, fragante,

Y en el primer instante

Única pura flor!

 

   ¡Oh mística, purpúrea,

Bella, divina Rosa!

Qué intacta, qué graciosa;

No la vio el mundo igual.

 

   ¡Oh bellísima Aurora

Siempre al orbe delicia,

Del Sol de la Justicia

Vestida en suma luz!

 

   ¡Oh Sol entronizado

En la mitad del día,

Dulcísima alegría

De la ciudad Dios!

 

   ¡Oh Luz esplendorosa,

Solaz de los mortales,

Remedio de los males

Del afligido Adán!

 

   ¡Oh Estrella refulgente!

¡Oh precioso Ornamento

Del alto firmamento!

Mis ojos alzo á tí.

 

   ¡Oh Espejo sin mancilla

De celestial pureza!

Conozco mi vileza

Mirando tu beldad.

 

   De los celestes dones

Que tu pecho atesora,

Da parte, da, Señora,

A un mísero infeliz.

 

   Cual luna clara, hermosa,

Fanal de navegantes,

Mis pasos vacilantes

Guía seguros tú.

 

   Alúmbrame, Señora,

Con un rayo divino;

Tú misma en el camino

Recto condúceme.

 

   Condúceme benigna,

De tu piadosa mano,

Al gozo soberano,

A la mansión feliz.

   ¡Oh Virgen sacrosanta!

La más pura y hermosa,

Tu Concepción dichosa

Mi vos ensalzará.

 

 

. Por tu Inmaculada Concepción, Virgen Madre de Dios.

. Defiéndenos del enemigo maligno.

 

ORACIÓN

 

   ¡Oh Dios! que por la inmaculada Concepción de la Virgen preparaste una morada digna para tu Hijo; te rogamos que asi como por la muerte prevista de este Hijo la preservaste de toda mancha, asi también por su intercesión nos concedas, que purificados de nuestras culpas logremos tu eterna posesión. Por el mismo Jesucristo Señor Nuestro, que contigo en unidad del Espíritu Santo vive y Reyna, Dios por todos los siglos. Amén.

 

ORACIÓN PARA CONCLUIR TODOS LOS DÍAS

 

   Soberana Emperatriz del cielo y de la tierra concebida en tanta pureza, que después de la de Dios no puede imaginarse otra mayor. Gloria de la celestial Jerusalén, donde brillando con el resplandor de la luz eterna, manifiestas insignemente la grandeza de la santísima Trinidad y aumentas el gozo de los bienaventurados. Alegría de Israel, a cuya nación consolaste dándole el Salvador que esperaba, y que la engrandeció asociándole la nación gentil, formando de entrambas una sola que es la Iglesia Católica. Honorificencia de nuestro pueblo español al que elegiste para que entre todos los del mundo, fuese el primero que te diese culto público en el templo que edifico nuestro Apóstol Santiago en Zaragoza, cuando aun viviendo entre los mortales te dignaste visitarnos en persona, ofrecernos tu protección e imprimir en nuestros corazones el amor que siempre te hemos profesado, con celo por tus preeminencias, y singularmente por tu Inmaculada Concepción, bajo cuyo misterio te celebramos como a nuestra principal Patrona. Continua Señora amabilísima, tu beneficencia sobre nuestro reino, sosteniéndolo en la fe y piedad de nuestros mayores y en la lealtad para con nuestros reyes; asiste siempre a nuestro católico monarca y a los que mandan en su nombre, para que sus disposiciones sean las más acertadas y útiles a la gloria de Dios y felicidad de esta nación; ruega por el Sumo Pontífice y demás prelados de la Iglesia, por el clero y el estado religioso, por todas las almas del Purgatorio, por todas las almas del universo, para que en ninguna se malogre el fruto de la sangre de tu divino Hijo; alcanza la extirpación de todas las herejías, errores, escándalos y pecados de la tierra, para que en ella sea santificado el nombre de Dios, y cumplida su santísima voluntad como se hace en el cielo. Amén.

 

“Bendito y alabado sea el Santísimo Sacramento del Altar, y la Inmaculada Concepción de María Santísima, Madre de Dios y Señora nuestra, concebida sin pecado original en el primer instante de su ser.”

 

En el nombre del Padre, y del Hijo , y del Espíritu Santo. Amén.

 

miércoles, 3 de diciembre de 2025

NOVENA DE LA SANTISIMA VIRGEN MARÍA EN SU SINGULAR PRIVILEGIO DE SU INMACULADA CONCEPCIÓN.

 

BOGOTA

IMPRENTA ELECTRICA—I906.

Esta Novena ha sido revisada y corregida por un piadoso escritor, y el Ilmo. Sr. Arzobispo Dr. Vicente Arbeláez le impartió su aprobación y le concedió 80 días de indulgencia a cada una de las oraciones que contiene, como consta en el libro titulado Placeres espirituales para el mes de Diciembre, del cual hace parte esta Novena.

 

COMENZAMOS: 29 de noviembre.

FINALIZAMOS: 7 de diciembre.

FESTIVIDAD: 8 de diciembre.

 

 

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo , y del Espíritu Santo. Amén.

 


ACTO DE CONTRICIÓN



   Pésame, Señor, de todo corazón, de haberos ofendido por ser Vos quien sois, y porque os amo sobre todas las cosas, y propongo firmemente la enmienda.

 

ORACIÓN para todos los días

 

   Soberana Señora, Emperatriz de los Cielos y Tierra, Estrella refulgente del mar, que fija en los candores de tu inmaculada pureza, diriges los errados navegantes hijos de Adán; yo, el más indigno de todos ellos, me postro ante tu sagrada imagen, venerándote en el primer instante de tu Purísima Concepción, desde el cual fuiste escogida para Madre de Dios y Virgen sin mancha, y te suplico en esta Novena que consagro a tus aras, que te dignes de ser mi Madre, pues lo eres de todos los miserables hijos de Adán, y me alcances del trono de la Beatísima Trinidad pureza de intención y conformidad con su divina voluntad, para que por tu santa intercesión sean mis súplicas oídas de su piedad; y en especial, Señora, se digne concederme el remedio de esta particular necesidad que te manifiesta mi corazón, lo que con gran confianza espero de tus bondades, para que, conseguida, te rinda en esta vida las gracias, hasta que logre adorarte en la gloria eternamente. Amén.

Día primero —29 de noviembre.

 

MEDITACIÓN PARA ESTE DÍA


Ad initio et ante saecula creata sunt: Fueron creados en el principio y antes de los siglos.

 

Contemplemos cómo habiendo llegado al trono de la Beatísima Trinidad las humildes deprecaciones del Señor San Joaquín y Señora Santa Ana, destinados para ser padres de María Santísima, fueron acogidas en aquel divino Consistorio y el Dios Uno y Trino determinó, llegada la plenitud de los tiempos, dar cumplimiento al plan eterno de la redención del hombre. Debemos suponer piadosamente que una embajada celestial fue enviada a aquellos santos ancianos para iluminarlos, vivificarlos y consolarlos, anunciándoles que sus oraciones habían sido oídas, y prometiéndoles que recibirían fruto de bendición y que Ana concebiría y daría a luz una hija a quien debía darse por nombre María, destinada para ser madre del Redentor de los hombres.

   Contemplemos cómo el Arcángel enviado por Dios debió descender al punto, y presentándose en forma humana a los dichosos padres de Maria Santísima, hermosa y resplandeciente como el sol, les anunció la feliz nueva dé la Concepción de esa Divina Niña, diciéndoles que había de ser en todo llena de Espíritu Santo, y que este suceso alegraría al cielo y a la tierra.

 

—Aquí se medita unos breves instantes; después se rezan nueve Avemarías, y luego se dice la siguiente…

 

ORACIÓN PARA EL DÍA PRIMERO

 

   ¡Oh soberanos señores míos y esclarecidos santos Joaquín y Ana! todos los que hemos empezado esta Novena en honra de la Concepción de vuestra Santísima Hija María Nuestra Señora, os damos mil parabienes del feliz anuncio que os dio el santo Arcángel, y gozándonos de vuestro gozo os suplicamos humildemente nos alcancéis de la Beatísima Trinidad purifique nuestras conciencias con sus divinos auxilios, para que concibamos pensamientos, palabras y obras libres de toda impureza, y que dignamente prosigamos esta Novena; y alcanzadnos de vuestra bellísima Hija, y Señora nuestra, las especiales súplicas que en ella le hacemos para que, purificados en esta vida, le sirvamos fieles, y en la otra para siempre le alabemos. Amén.

 

—Luego…

 

Ave María Santísima, Señora nuestra, llena de gracia, Inmaculada Madre de Dios, y siempre Virgen; por esta infinita dignidad, e incomparable prerrogativa vuestra y por el singular privilegio de vuestra purísima Concepción, os suplico que, pues el Padre como a Hija suya os hizo poderosísima, que en vida y en muerte me libres del poder del demonio. — Amén.

—Dios te salve María y Gloria Patri.

 

Ave María Santísima, Señora nuestra, llena de gracia, Inmaculada Madre de Dios y siempre Virgen; por esta infinita dignidad e incomparable prerrogativa vuestra, y por el singular privilegio de vuestra Purísima Concepción, os suplico que, pues el Hijo como Madre suya os hizo sapientísima, que me alcancéis de su Divina Majestad una esperanza firme, para que ni en vida ni en muerte me pueda pervertir alguna ignorancia o error. — Amén.

—Dios te salve María y Gloria Patri.

 

Ave María Santísima, Señora nuestra, llena de gracia, Inmaculada Madre de Dios y siempre Virgen; por esta infinita dignidad e incomparable prerrogativa vuestra y por el singular privilegio de vuestra Purísima Concepción, os suplico, que, pues el Espíritu Santo como a Esposa suya os enriqueció de una caridad inmensa, me alcancéis que mi corazón perpetuamente se abrase en el fuego del amor divino. — Amén.

—Dios te salve María y Gloria Patri.

 

Ave María Santísima, Señora nuestra, llena de gracia, Inmaculada Madre de Dios y siempre Virgen; por esta infinita dignidad e incomparable prerrogativa vuestra y por el singular privilegio de vuestra Purísima Concepción, os suplico que, pues la Santísima Trinidad os hizo templo suyo, sustentado sobre las columnas de las más sólidas virtudes, me alcancéis de su Divina Majestad, que, participando de vuestras virtudes, sea yo vivo templo suyo en tiempo y eternidad. —Amén.

—Dios te salve María y Gloria Patri.



GOZOS



 V. Todo el mundo en general

Os cante con alegría.

R. Sois concebida María,

 Sin pecado original.

 

 Si Dios legislador pudo

Dar en la ley excepción

Y hacer que en la Concepción

Fueseis la vara sin nudo,

Armada estáis con escudo

De exenta en la ley penal.

R. Sois concebida María,

 Sin pecado original.

 

 

 Si en gracia con su poder

Dios a los ángeles crio,

Esto mismo ejecutó

En vuestro primer ser;

Que asi quiso disponer

Vuestro claustro virginal.

R. Sois concebida María,

 Sin pecado original.

 

 Si vos fuisteis decretada

Ante toda criatura.

Ya quedasteis, Virgen pura,

De la culpa reservada.

Para cerrarle la entrada

A la serpiente infernal.

R. Sois concebida María,

 Sin pecado original.

 

 Si en el diluvio se ve

Que a todo el mundo anegó,

 Y no obstante se salvó

Sólo el arca de Noé,

Verdadero anuncio fue

Que sois arca celestial.

 R. Sois concebida María,

 Sin pecado original.

 

 Si viendo Moisés que ardía

La zarza no se quemó,

Que la culpa no os tocó

Enseña la Iglesia hoy día,

Porque Dios que os protegía,

Os libró de incendio tal.

R. Sois concebida María,

 Sin pecado original.

 

 Si el Jordán su seno abrió

Para que el arca pasase

Y Dios su poder mostrase,

Aquí más lo demostró

Que la nueva arca pasó

Sin la corriente fatal.

R. Sois concebida María,

 Sin pecado original.

 

Si aquel decreto de Azuero

No se entendió con Esther,

Tampoco a vos comprender

En el instante primero.

Pues que gozasteis de fuero

Pudo la ley general.

 R. Sois concebida María,

 Sin pecado original.

 

 Si Dios como Omnipotente

Libró vuestra Concepción,

Con pía y acorde unión

Cantaremos igualmente,

Diciendo de gente en gente

Con aplauso universal.

R. Sois concebida María,

 Sin pecado original.

 

 Si con tierna devoción

América os ha elegido

Por patrona y aplaudido

Del Papa la decisión.

Sea vuestra protección

Para América especial.

R. Sois concebida María,

 Sin pecado original.

 

  V. Todo el mundo en general

Os cante con alegría.

 R. Sois concebida María,

 Sin pecado original.

 

En tu Concepción fuiste, oh Virgen Inma culada.

. Ruega por nosotros al Eterno Padre, cuyo Hijo del Espíritu Santo concebiste.

 

ORACIÓN


   Oh Dios, que por la Inmaculada Concepción de la Purísima Virgen María preparaste digna morada a tu eterno Hijo, te suplicamos que, así como la preservaste de toda mancha y culpa original, así también nos concedas que, mediante su intercesión, lleguemos puros a tu divina presencia. Amén..

 

En el nombre del Padre, y del Hijo , y del Espíritu Santo. Amén.