lunes, 30 de junio de 2025

NOVENA EN HONOR DE SAN PABLO APÓSTOL.

 



 

Novena aprobada por el Obispo de Barcelona en 1857. Puede rezarse en cualquier momento del año, pero también puede emplearse en preparación a las fechas litúrgicas en honor al Apóstol de los gentiles:

 

25 de Enero (Conversión)

10 de Febrero (Llegada a la isla de Malta)

30 de Junio (Conmemoración)

18 de Noviembre (Dedicación de la Basílica de San Pablo extramuros)

 

ADVERTENCIA

 

La memoria, pues, de los hechos y escritos del Apóstol San Pablo no puede dejar de ser muy provechosa a toda clase de personas, porque a los más grandes pecadores les debe animar su extraordinaria conversión, a los convertidos les debe mover su fidelidad y a los justos constantes les puede servir de modelo la práctica de sus virtudes altamente heroicas.

 

Procure, pues, el cristiano hacer con devoción esta novena, que no es otra cosa sino una sucinta colección de lo que nos dejó San Pablo en sus preciosas cartas que abundan en suaves reprensiones para los malos, saludables avisos para los buenos y sabios consejos para los que aspiren a la perfección.

 


NOVENA EN HONOR DE SAN PABLO APÓSTOL

 

 

 

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo , y del Espíritu Santo. Amén.

 

ACTO DE CONTRICIÓN


   Señor y Dios mío Jesucristo, yo el más indigno de vuestros hijos, postrado humildemente a vuestra Presencia y lleno de sentimiento, confieso la poca gratitud que he tenido a vuestra infinita Bondad y Misericordia, el poco respeto y reverencia a vuestra real y augusta Majestad, y el poco temor a vuestra inviolable Justicia, habiéndome atrevido orgulloso a quebrantar vuestra santa Ley y despreciar vuestra preciosa Sangre por mi derramada; pero lo que más siento, Señor, es el poco dolor que he tenido de haberos de esta manera ofendido. Pésame, Dios mío, de haber pecado y propongo firmemente de nunca más ofenderos. Ayudadme, dulcísimo Señor, para que pueda cumplir con mi propósito, siendo en adelante un fiel imitador del apóstol San Pablo, a quien dedico esta novena para mayor gloria vuestra, honor del Santo y provecho de mi alma. Amén.

 


DÍA PRIMERO - 21 DE JUNIO

 

MEDITACIÓN: De la virtud de la Fe.

 

Todos los escritos de San Pablo nos dan una verdadera idea de la viva fe que tenía; y no solo estaba bien poseído de esta virtud, sino que también procuraba con sus exhortaciones inculcarla a los demás. “Fortalecidos con la virtud de la fe, les decía, tened cuidado que nadie os engañe con filosofías y vanos sofismas que son según la tradición de los hombres y según los elementos del mundo, pero bien lejos de la ley de Cristo. Permaneced constantes, hermanos, y conservad las tradiciones que os hemos predicado y las que os hemos manifestado en nuestras cartas. Guardaos que no haya entre vosotros algún corazón inclinado a la incredulidad, apartándose de esta suerte de Dios; antes bien amonestaos siempre los unos a los otros, pues seremos participantes de la gloria de Jesucristo, si seguimos hasta el fin los caminos por donde nos dirige la fe. Por esta virtud alcanzaron los patriarcas y justos de la antigua ley las promesas del Señor, conquistaron reinos, apagaron la violencia del fuego, pusieron en huida a los ejércitos extranjeros y hasta resucitaron a los muertos”. No olvides, pues, cristiano, las exhortaciones que te hace el santo Apóstol; anímate y haz revivir en tu alma esta antorcha de la fe que con tus malas obras has amortiguado tantas veces. Atiende a la promesa que te hace San Pablo diciendo: “vendrá Jesucristo a ser glorificado en sus santos y hacerse maravilloso en todos los que creyeron”. ¡Cuánto alegrarás al santo Apóstol si permaneces firme en tu fe! “Gracias damos a Dios sin cesar, decía a sus fieles hermanos, porque cuando oísteis nuestra palabra no la recibisteis como palabra de hombres, sino como palabra de Dios. Temía que Satanás os tentase y que se hiciese vano e inútil nuestro trabajo; mas lleno estoy de consuelo y se me aparta toda mi aflicción, al saber que conserváis la fe que de nosotros recibisteis”. Aviva, pues, cristiano y aumenta tu fe, y de esta suerte podrás acudir seguro al santo apóstol para implorar su intercesión.

 

—Se meditará un rato y luego se dirá tres veces el Padre nuestro, con Ave María y Gloria Patri para que logremos imitar al apóstol San Pablo en la viva fe que tuvo de todos los misterios de nuestra santa Religión; y entre tanto pida cada uno al Señor por la intercesión de tan gran santo la gracia particular que desea alcanzar por medio de esta novena.

 

ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS DÍAS


 

   Glorioso Apóstol de las gentes, a quien Jesucristo nuestro Señor eligió para publicar su santo Nombre por toda la redondez de la Tierra, y que fuisteis tan obediente a su voz, que despreciando todo respeto humano os dirigisteis presuroso a la predicación de su santo Evangelio; os suplico me alcancéis del mismo Dios un verdadero arrepentimiento de todos mis pecados para que, siguiendo vuestro santo ejemplo, atienda gustoso a la voz de mi Redentor que he oído tantas veces dentro de mi corazón, y tenga siempre en mi memoria vuestras heroicas virtudes, de las cuales nos habéis dejado tan perfecto dechado, para que, practicándolas como vos, alcance el fruto de ellas, viviendo y muriendo en gracia del Señor, para entrar a la participación de la eterna gloria e inexplicable felicidad, que tiene prometida a los que verdaderamente Le aman. Amén.

  

GOZOS EN HONOR A SAN PABLO APÓSTOL



Porque fuisteis pecador

Brillan más vuestros loores,

De enfermos y pecadores

Sed, San Pablo, intercesor.

 

De Benjamín descendiente

Fuisteis Saulo esclarecido,

Hebreo, bien instruido,

Y a la Ley muy obediente,

Disteis a Dios la adoración

En Moisés legislador.

De enfermos y pecadores

Sed, San Pablo, intercesor.

    

Admirable al mundo entero

Se hizo vuestra conversión,

Pues Jesús, de fiero león

Os trocó en manso cordero,

Y así es su pregonero

Quien fue su perseguidor.

De enfermos y pecadores

Sed, San Pablo, intercesor.

    

A Damasco os dirigíais,

Y con sangre de cristianos

Empaparos vuestras manos

Vivamente apetecíais:

Mas mientras veloz corríais

Os detiene el Redentor.

De enfermos y pecadores

Sed, San Pablo, intercesor.

    

La luz del que guía al trueno

Hasta el suelo os ha rendido,

Y casi desfallecido

La miráis de pavor lleno;

Mas, ¡qué estilo tan ameno

Escucháis del Dios de amor!

De enfermos y pecadores

Sed, San Pablo, intercesor.

    

«Saulo, Saulo, ¿porque así

Me persigues sin sosiego?»

«¿Quién sois vos, respondéis luego,

Que venís radiante a mí?»

«Soy Jesus, que el blanco fui

De tu bárbaro furor».

De enfermos y pecadores

Sed, San Pablo, intercesor.

    

Del divino amor vencido,

Ya trocado os conocéis,

Y al Señor os ofrecéis

Contestando agradecido:

«¿Qué queréis, Jesus querido

De este grande pecador?».

De enfermos y pecadores

Sed, San Pablo, intercesor.

    

«La ciudad que estabas ya

Para ver a breve instante,

Os dice Jesús amante,

Ciego te recibirá,

Y allí se te explicará

Tu destino y tu labor».

De enfermos y pecadores

Sed, San Pablo, intercesor.

    

Vuestros consocios turbados

Os conducen por la mano,

Y no entienden el arcano

Que contemplan admirados:

Del deslumbre consternados,

Andan presos del terror.

De enfermos y pecadores

Sed, San Pablo, intercesor.

    

¡Sinagoga, viste luto,

Que entra ciego en la ciudad

El que de tu impiedad

Defensor fue muy astuto!

Contra ti será su fruto,

No será más su fautor.

De enfermos y pecadores

Sed, San Pablo, intercesor.

    

Por orden del Poderoso,

Ananías os visita,

Vuestras cataratas quita

Y os instruye cariñoso:

«Vos seréis, dijo gozoso,

Vaso de elección y honor».

De enfermos y pecadores

Sed, San Pablo, intercesor.

    

De Jesús soldado fuerte

Desde aquel día sois vos,

Preparado ya por Dios

A sufrir hasta la muerte,

Y empezasteis de esta suerte

Predicando con fervor.

De enfermos y pecadores

Sed, San Pablo, intercesor.

    

Con rapto al Señor

En el Empíreo oísteis,

De arcanos que recibisteis

Fue vuestro saber iluminado:

El mundo quedó pasmado

Por tan inaudito favor.

De enfermos y pecadores

Sed, San Pablo, intercesor.

    

Testigos los pueblos son

De vuestro constante celo,

Con que las sendas del Cielo

Enseñáis con perfección,

Y vuestra predicación

No respira sino amor.

De enfermos y pecadores

Sed, San Pablo, intercesor.

    

Que lo diga Antioquía,

Roma, Atenas, Malta, Apolonia,

Toda la gran Licaonia,

Filipos, Pafos, Bética y Candía:

En fin, toda gente oía

Vuestra voz de gran doctor.

De enfermos y pecadores

Sed, San Pablo, intercesor.

    

Sufristeis persecuciones,

Azotes y crueles penas

De naufragios y cadenas,

Calabozos y prisiones;

Mas por esto a las naciones

Predicáis con gran valor

De enfermos y pecadores

Sed, San Pablo, intercesor.

    

Decretó por fin Nerón,

Siendo vos preso y atado,

O bien ser decapitado

O seguir su religión:

«El martirio es mi elección»,

Decís al emperador.

De enfermos y pecadores

Sed, San Pablo, intercesor.

    

Vuestra cabeza cortaron,

Y en tierra tres saltos dio

De los que, Roma lo vio,

Tres fuentes de agua manaron,

Y los labios pronunciaron

El nombre del Salvador.

De enfermos y pecadores

Sed, San Pablo, intercesor.

    

Los prodigios que hicisteis

Fueron grandes y admirables,

Pues a muertos e incurables,

Salud y vida les disteis,

A los pobres socorristeis

Con el cariño mayor.

De enfermos y pecadores

Sed, San Pablo, intercesor.

    

Es creencia universal

Que aliviáis a los dolientes,

Y al que padece accidentes

De epilepsia fatal

Le curáis luego su mal,

Si os lo pide con fervor.

De enfermos y pecadores

Sed, San Pablo, intercesor.

    

Porque fuisteis pecador

Brillan más vuestros loores:

De enfermos y pecadores

Sed, San Pablo, intercesor.

    

. Tú eres vaso de elección, ¡oh San Pablo Apóstol!

. Predicador de la verdad en el universo mundo.

  

ORACIÓN


   Oh Dios, que has instruido al mundo entero por la predicación del apóstol San Pablo, haz, te lo rogamos, que, honrando su memoria, marchemos hacia Ti imitando sus ejemplos. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

 

En el nombre del Padre, y del Hijo , y del Espíritu Santo. Amén.

 

viernes, 13 de junio de 2025

NOVENA AL SANTÍSIMO SACRAMENTO DEL ALTAR.

 


Novena tomada del libro Coloquios con Jesucristo en el Santísimo Sacramento del Altar, escrito en francés por un religioso benedictino de la Congregación de San Mauro, y traducida al castellano por Don Felipe Moreno Estepar en 1796. 4.ª edición publicada en Madrid por la Imprenta de la calle de la Greda en 1819.

 

COMENZAMOS: 11 de junio del 2025.

FINALIZAMOS: 19 de junio, fiesta del Corpus Christi.

Se festeja el jueves de la semana que sigue a la fiesta de la Santísima Trinidad.

 

NOVENA AL SANTÍSIMO SACRAMENTO DEL ALTAR

   

 

   

Bendito y alabado sea el Santísimo Sacramento del Altar, y la Virgen concebida sin pecado original.

 


Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo , y del Espíritu Santo. Amén.

  

ACTO DE CONTRICIÓN


   Dios y Señor mío, mi Criador, mi Redentor y Glorificador, en quien creo, en quien espero, a quien adoro y amo sobre todas las cosas: penetrado mi corazón del más vivo dolor de haberte ofendido, recurro a tus pies y presencia santísima, conociendo que he pecado delante del cielo, y contra ti; y por ser quién eres infinita bondad, me pesa una y mil veces de haberte ofendido: recibe, Señor, la contrición de mis pecados, y auméntala, y perfecciónala para que sea firme el propósito que hago de nunca más volverte a ofender, y de confesarme. Y en reconocimiento de la misericordia, que espero me has de conceder, admitiéndome a tu gracia, quiero dedicarme a tu obsequio en el Santísimo Sacramento, donde te alabaré y bendeciré toda mi vida. Amén.

 


DÍA PRIMERO —11 de junio

 

CONSIDERACIÓN: LA DIVINA MAJESTAD EN EL SANTÍSIMO SACRAMENTO COMO DIOS.

 

   Soberano y eterno Dios, en cuya presencia están llenos de respeto y reverencia los más altos Serafines; y maravillados de vuestra infinita grandeza no hacen más que repetir: «Santo, Santo, Santo»: que has querido encerrar en la sagrada Eucaristía todas tus perfecciones: dígnate recibir en señal de mi agradecimiento todas las alabanzas que te dieron, y dan todos los bienaventurados desde su creación, y todos los santos desde que entraron en tu gloria, y las que te dan y darán todas las criaturas desde el principio del mundo por toda la eternidad; y te pido humildemente alumbres mi alma con una fe muy viva, para que conociendo tus finezas en el Santísimo Sacramento, te sepa tributar continuas acciones de gracias, y la más profunda adoración. Amén.

 

—Ahora se reza una Estación, consistente en seis Padrenuestros, Ave Marías y Glorias, y después se dirán estos:

 

AFECTOS

 

Tú eres mi Dios, y te confesaré siempre en este Santísimo Sacramento.

Tú eres mi Dios, y te exaltaré.

Te confesaré siempre, porque te has dignado oír mis súplicas en este lugar de propiciación.

Glorificaré tu nombre eternamente, porque así manifiestas sobre mí tu misericordia.

Tú solo eres Dios; y no hay otro fuera de ti. Tú solo Santo. Tú solo Señor.

Tú solo Altísimo... Tú esplendor del Padre. Figura de su sustancia. Ilumina mi entendimiento, y abrasa mi corazón con tu amor.

  

—Aquí se hará la súplica, pidiendo a nuestro Señor lo que se desee conseguir por medio de esta Novena.

  

ORACIÓN COMÚN PARA TODOS LOS DÍAS


   Dios eterno y misericordiosísimo, que obligado de tu infinita caridad quisiste enriquecer a tu Iglesia con el preciosísimo e inestimable tesoro de tu Cuerpo y Sangre, para ser en la Eucaristía rey que nos gobiernas, pastor que nos diriges, médico que nos sanas, maestro que nos enseñas, padre que nos amas, sol que nos alumbras, y fuente divina e inagotable de donde se derivan todas las gracias; reconocida mi alma a tus infinitas finezas, quisiera arder en el fuego de los Serafines para derretirse en tu obsequio, y saber darte gracias por haberte quedado en el Santísimo Sacramento para unirte a nosotros con vínculo tan estrecho de dulcísima caridad, o poder recompensar las injurias que recibes de tantos infieles y herejes, y de los malos cristianos con sus comuniones sacrílegas, o del olvido que padeces en las iglesias, donde no quieren hacer caso de Vos los hombres, con quienes aseguras tienes tus delicias. Pero ya que son tan débiles y pobres mis afectos, yo te ofrezco todas las adoraciones que te tributan los bienaventurados, y las alabanzas que te dio en la tierra, y te dará en el cielo la reina de los Ángeles María Santísima. Recíbeme, Señor, por perpetuo esclavo tuyo, y haz que lo acredite en la reverencia con que te adore, y en el celo con que promueva tus cultos. Te encomiendo las necesidades en que se halla tu santa Iglesia, y te pido humildemente mires con perpetua misericordia a este tu católico reino, que tanto te ha venerado. Que destruyas las herejías, conviertas a los pecadores, y perfecciones a los justos. Abrid, Señor, vuestra mano liberalísima, y compadecido de todas mis necesidades temporales y espirituales, dadme el remedio que en todo necesito, para que, santificado con tu gracia, te alabe por todos los siglos. Amén.

 

HIMNO


¡Oh, Hostia saludable!

Tú que abres las puertas del cielo,

préstanos tu fortaleza y tu auxilio

cuando los enemigos estrechan el cerco.

Para Ti, Señor, uno y trino,

sea siempre la gloria eterna,

que nos conceda una vida sin fin

en la patria (el Paraíso).

 

. Nos has dado Pan del Cielo.

. Que contiene en sí todo deleite.

 

ORACIÓN


   Oh Dios, que en este sacramento admirable nos dejaste el memorial de tu pasión, te pedimos nos concedas venerar de tal modo los sagrados misterios de tu Cuerpo y de tu Sangre, que experimentemos constantemente en nosotros el fruto de tu redención. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

 

Bendito y alabado sea el Santísimo Sacramento del Altar, y la Virgen concebida sin pecado original.

  

En el nombre del Padre, y del Hijo , y del Espíritu Santo. Amén.