Novena
aprobada por el Obispo de Barcelona en 1857. Puede rezarse en cualquier momento
del año, pero también puede emplearse en preparación a las fechas litúrgicas en
honor al Apóstol de los gentiles:
25 de Enero (Conversión)
10 de Febrero (Llegada a la isla de Malta)
30 de Junio (Conmemoración)
18 de Noviembre (Dedicación de la Basílica de San Pablo
extramuros)
ADVERTENCIA
La memoria, pues, de los hechos y escritos del Apóstol San Pablo
no puede dejar de ser muy provechosa a toda clase de personas, porque a los más grandes
pecadores les debe animar su extraordinaria conversión, a los convertidos les debe mover su
fidelidad y a los justos constantes les puede servir de modelo la práctica de sus virtudes altamente
heroicas.
Procure,
pues, el cristiano hacer con devoción esta novena,
que no es otra cosa sino una sucinta colección de lo que nos dejó San Pablo en
sus preciosas cartas que abundan en suaves reprensiones para los malos, saludables
avisos para los buenos y sabios consejos para
los que aspiren a la perfección.
NOVENA EN HONOR DE SAN
PABLO APÓSTOL
Por
la señal ✠ de la Santa Cruz, de nuestros ✠ enemigos,
líbranos
Señor
✠
Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo ✠,
y del Espíritu
Santo. Amén.
ACTO DE CONTRICIÓN
Señor y Dios mío Jesucristo,
yo el más indigno de vuestros hijos, postrado humildemente a vuestra Presencia
y lleno de sentimiento, confieso la poca gratitud que he tenido a vuestra infinita
Bondad y Misericordia, el poco respeto y reverencia a vuestra real y augusta
Majestad, y el poco temor a vuestra inviolable Justicia, habiéndome atrevido
orgulloso a quebrantar vuestra santa Ley y despreciar vuestra preciosa Sangre
por mi derramada; pero lo que más siento, Señor, es el poco dolor que he tenido
de haberos de esta manera ofendido. Pésame, Dios mío, de haber
pecado y propongo firmemente de nunca más ofenderos. Ayudadme, dulcísimo Señor,
para que pueda cumplir con mi propósito, siendo en adelante un fiel imitador
del apóstol San Pablo, a quien dedico esta novena para mayor gloria vuestra,
honor del Santo y provecho de mi alma. Amén.
DÍA PRIMERO - 21 DE JUNIO
MEDITACIÓN: De la virtud
de la Fe.
Todos
los escritos de San Pablo nos dan una verdadera idea de la viva fe que tenía; y
no solo estaba bien poseído de esta virtud, sino que también procuraba con sus
exhortaciones inculcarla a los demás. “Fortalecidos con la virtud de la fe, les decía, tened
cuidado que nadie os engañe con filosofías y vanos sofismas que son según la
tradición de los hombres y según los elementos del mundo, pero bien lejos de la
ley de Cristo. Permaneced constantes, hermanos, y conservad las tradiciones que
os hemos predicado y las que os hemos manifestado en nuestras cartas. Guardaos
que no haya entre vosotros algún corazón inclinado a la incredulidad,
apartándose de esta suerte de Dios; antes bien amonestaos siempre los unos a
los otros, pues seremos participantes de la gloria de Jesucristo, si seguimos
hasta el fin los caminos por donde nos dirige la fe. Por esta virtud alcanzaron
los patriarcas y justos de la antigua ley las promesas del Señor, conquistaron
reinos, apagaron la violencia del fuego, pusieron en huida a los ejércitos
extranjeros y hasta resucitaron a los muertos”. No
olvides, pues, cristiano, las exhortaciones que te hace el santo Apóstol;
anímate y haz revivir en tu alma esta antorcha de la fe que con tus malas obras
has amortiguado tantas veces. Atiende
a la promesa que te hace San Pablo diciendo: “vendrá Jesucristo a ser glorificado en sus
santos y hacerse maravilloso en todos los que creyeron”. ¡Cuánto alegrarás al santo Apóstol si permaneces firme en
tu fe! “Gracias damos a Dios sin cesar, decía a sus fieles hermanos, porque
cuando oísteis nuestra palabra no la recibisteis como palabra de hombres, sino
como palabra de Dios. Temía que Satanás os tentase y que se hiciese vano e
inútil nuestro trabajo; mas lleno estoy de consuelo y se me aparta toda mi
aflicción, al saber que conserváis la fe que de nosotros recibisteis”. Aviva, pues, cristiano y aumenta tu fe, y
de esta suerte podrás acudir seguro al santo apóstol para implorar su
intercesión.
—Se
meditará un rato y luego se dirá tres veces el Padre nuestro, con Ave María y
Gloria Patri para que logremos imitar al apóstol San Pablo en la viva fe que tuvo
de todos los misterios de nuestra santa Religión; y entre tanto pida cada uno
al Señor por la intercesión de tan gran santo la gracia particular que desea
alcanzar por medio de esta novena.
ORACIÓN FINAL PARA TODOS
LOS DÍAS
Glorioso Apóstol
de las gentes, a quien Jesucristo nuestro Señor eligió para publicar su
santo Nombre por toda la redondez de la Tierra, y que fuisteis tan obediente a
su voz, que despreciando todo respeto humano os dirigisteis presuroso a la
predicación de su santo Evangelio; os suplico me alcancéis del
mismo Dios un verdadero arrepentimiento de todos mis pecados para que,
siguiendo vuestro santo ejemplo, atienda gustoso a la voz de mi Redentor que he
oído tantas veces dentro de mi corazón, y tenga siempre en mi memoria vuestras
heroicas virtudes, de las cuales nos habéis dejado tan perfecto dechado, para
que, practicándolas como vos, alcance el fruto de ellas, viviendo y muriendo en
gracia del Señor, para entrar a la participación de la eterna gloria e
inexplicable felicidad, que tiene prometida a los que verdaderamente Le aman.
Amén.
GOZOS EN HONOR A SAN
PABLO APÓSTOL
Porque
fuisteis pecador
Brillan
más vuestros loores,
De
enfermos y pecadores
Sed, San
Pablo, intercesor.
De
Benjamín descendiente
Fuisteis
Saulo esclarecido,
Hebreo,
bien instruido,
Y
a la Ley muy obediente,
Disteis
a Dios la adoración
En
Moisés legislador.
De
enfermos y pecadores
Sed, San
Pablo, intercesor.
Admirable
al mundo entero
Se
hizo vuestra conversión,
Pues
Jesús, de fiero león
Os
trocó en manso cordero,
Y
así es su pregonero
Quien
fue su perseguidor.
De
enfermos y pecadores
Sed, San
Pablo, intercesor.
A
Damasco os dirigíais,
Y
con sangre de cristianos
Empaparos
vuestras manos
Vivamente
apetecíais:
Mas
mientras veloz corríais
Os
detiene el Redentor.
De
enfermos y pecadores
Sed, San
Pablo, intercesor.
La
luz del que guía al trueno
Hasta
el suelo os ha rendido,
Y
casi desfallecido
La
miráis de pavor lleno;
Mas,
¡qué estilo
tan ameno
Escucháis
del Dios de amor!
De
enfermos y pecadores
Sed,
San Pablo, intercesor.
«Saulo, Saulo, ¿porque así
Me
persigues sin sosiego?»
«¿Quién
sois vos,
respondéis luego,
Que venís
radiante a mí?»
«Soy
Jesus, que el blanco fui
De tu
bárbaro furor».
De
enfermos y pecadores
Sed, San
Pablo, intercesor.
Del
divino amor vencido,
Ya
trocado os conocéis,
Y
al Señor os ofrecéis
Contestando
agradecido:
«¿Qué
queréis, Jesus querido
De este
grande pecador?».
De
enfermos y pecadores
Sed, San
Pablo, intercesor.
«La ciudad
que estabas ya
Para ver a
breve instante,
Os
dice Jesús amante,
Ciego te
recibirá,
Y allí se
te explicará
Tu destino
y tu labor».
De
enfermos y pecadores
Sed, San
Pablo, intercesor.
Vuestros
consocios turbados
Os
conducen por la mano,
Y
no entienden el arcano
Que
contemplan admirados:
Del
deslumbre consternados,
Andan
presos del terror.
De
enfermos y pecadores
Sed, San
Pablo, intercesor.
¡Sinagoga,
viste luto,
Que entra
ciego en la ciudad
El que de
tu impiedad
Defensor
fue muy astuto!
Contra
ti será su fruto,
No
será más su fautor.
De
enfermos y pecadores
Sed, San
Pablo, intercesor.
Por
orden del Poderoso,
Ananías
os visita,
Vuestras
cataratas quita
Y
os instruye cariñoso:
«Vos seréis, dijo gozoso,
Vaso de
elección y honor».
De
enfermos y pecadores
Sed, San
Pablo, intercesor.
De
Jesús soldado fuerte
Desde
aquel día sois vos,
Preparado
ya por Dios
A
sufrir hasta la muerte,
Y
empezasteis de esta suerte
Predicando
con fervor.
De
enfermos y pecadores
Sed, San
Pablo, intercesor.
Con
rapto al Señor
En
el Empíreo oísteis,
De
arcanos que recibisteis
Fue
vuestro saber iluminado:
El
mundo quedó pasmado
Por
tan inaudito favor.
De
enfermos y pecadores
Sed, San
Pablo, intercesor.
Testigos
los pueblos son
De
vuestro constante celo,
Con
que las sendas del Cielo
Enseñáis
con perfección,
Y
vuestra predicación
No
respira sino amor.
De
enfermos y pecadores
Sed, San
Pablo, intercesor.
Que
lo diga Antioquía,
Roma,
Atenas, Malta, Apolonia,
Toda
la gran Licaonia,
Filipos,
Pafos, Bética y Candía:
En
fin, toda gente oía
Vuestra
voz de gran doctor.
De
enfermos y pecadores
Sed, San
Pablo, intercesor.
Sufristeis
persecuciones,
Azotes
y crueles penas
De
naufragios y cadenas,
Calabozos
y prisiones;
Mas
por esto a las naciones
Predicáis
con gran valor
De enfermos
y pecadores
Sed, San
Pablo, intercesor.
Decretó
por fin Nerón,
Siendo
vos preso y atado,
O
bien ser decapitado
O
seguir su religión:
«El
martirio es mi elección»,
Decís
al emperador.
De
enfermos y pecadores
Sed, San
Pablo, intercesor.
Vuestra
cabeza cortaron,
Y
en tierra tres saltos dio
De
los que, Roma lo vio,
Tres
fuentes de agua manaron,
Y
los labios pronunciaron
El
nombre del Salvador.
De
enfermos y pecadores
Sed, San
Pablo, intercesor.
Los
prodigios que hicisteis
Fueron
grandes y admirables,
Pues
a muertos e incurables,
Salud
y vida les disteis,
A
los pobres socorristeis
Con
el cariño mayor.
De
enfermos y pecadores
Sed, San
Pablo, intercesor.
Es
creencia universal
Que
aliviáis a los dolientes,
Y
al que padece accidentes
De
epilepsia fatal
Le
curáis luego su mal,
Si
os lo pide con fervor.
De
enfermos y pecadores
Sed, San
Pablo, intercesor.
Porque
fuisteis pecador
Brillan
más vuestros loores:
De
enfermos y pecadores
Sed, San
Pablo, intercesor.
℣.
Tú eres vaso de elección, ¡oh San Pablo Apóstol!
℟.
Predicador de la verdad en el universo mundo.
ORACIÓN
Oh Dios, que
has instruido al mundo entero por la predicación del apóstol San Pablo, haz, te
lo rogamos, que, honrando su memoria, marchemos
hacia Ti imitando sus ejemplos. Por
Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
En el
nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.