Sacado
del libro Anuario de María, o el verdadero siervo de la Virgen Santísima.
Aprobado
en Roma y presentado a la Santidad de Gregorio XVI, por M. Menghi–D’ Arville,
Protonotario apostólico.
Aprobado
y mandado a reimprimir para los fieles devotos de la Santísima Virgen por el
Illmo. Sr. D. Juan Manuel Irisarri y Peralta, arzobispo de Cesarea, Dean de esta santa Iglesia metropolitana
y Vicario capitular del arzobispado de México. Año 1846.
COMENZAMOS: 29 de noviembre.
FINALIZAMOS: 7 de diciembre.
FESTIVIDAD: 8 de diciembre.
ADVERTENCIA
Habiéndose obtenido dos gracias extraordinarias,
una espiritual, otra temporal, por medio de esta piadosa Novena manuscrita,
hecha en honor de la Virgen Santísima concebida sin pecado, y delante de una
imágen pintada sobre el modelo de la Medalla de Francia, llamada Milagrosa; el autor a creído que su publicación seria
del agrado de los devotos de la Virgen Santísima, al paso que les serviría de grande
utilidad, porque les ofrece una nueva ocasión de reanimar su confianza en la
inagotable bondad de esta Madre de misericordia.
Por este motivo ha querido añadirla a su Anuario.
Siendo el objeto principal de esta Novena honrar
a María en el misterio de su Concepción inmaculada, será conveniente hacerla delante
de una imágen que represente a la Virgen en este misterio: y sin duda una de
las que pueden adoptarse con más fruto y provecho es la llamada Medalla milagrosa.
Será también un excelente medio para sacar
fruto de esta Novena, el confesar y comulgar en uno de los nueve días,
preparándose desde el día primero para recibir estos dos sacramentos, tan
propios para merecernos los más señalados beneficios de la protección de la
Madre de Dios.
Asimismo, será muy provechoso oír la santa misa
todos los días en que se haga la presente Novena, y practicar alguna obra de
caridad cristiana, o mortificarse voluntariamente en alguna cosa en honor de
María concebida sin pe
cado.
Siguiendo estos consejos, es de esperar que María
oirá las súplicas que se la dirijan, celebrando por nueve días consecutivos la
memoria de un misterio que tanto la honra y glorifica, y que Dios concederá las
gracias que se le pidan por la intercesión de su Santísima Madre concebida sin
pecado.
NOVENA DE LA
INMACULADA CONCEPCIÓN DE MARÍA.
Por
la señal ✠ de la Santa Cruz, de nuestros ✠ enemigos,
líbranos
Señor
✠ Dios
nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.
ACTO DE CONTRICIÓN
Pésame, Señor, de todo corazón de haberos ofendido por ser Vos quien sois, y porque os amo sobre todas las cosas, y propongo firmemente la enmienda.
DIA PRIMERO —29 de noviembre.
En este día
honrareis a María concebida sin pecado, como la más perfecta de todas las
criaturas, y os consagrareis a ella.
ORACIÓN
¡Oh María concebida sin pecado!
Así
como nadie es capaz de apreciar bastante vuestra dignidad, tampoco hay ninguno
que sea capaz de tributaros todo el honor de que sois digna. ¡Ay! ¿Qué podré yo
hacer, miserable pecador, para honraros? Sin embargo, soberana Señora
del mundo, ya que vuestra bondad y vuestra misericordia igualan a vuestro
poder, ya que no desecháis los homenajes de un corazón lleno de vuestro amor,
dignaos admitir los que os son debidos por tantos títulos.
¡Oh Madre de mi Dios y Redentor, que reináis sobre todos
los serafines, y en presencia de la cual la majestad de todos los reyes de la
tierra no es más que una sombra vana! Permitidme que yo os tribute el honor más
sincero, más humilde y más profundo, después del que debo tributar a mi Dios.
Con la más grande alegría de mi corazón os
reconozco por mi soberana Señora, y me considero feliz en conoceros, serviros y
contarme en el número de vuestros hijos. Pero ya que mi bajeza me impide
poderos ofrecer cosas que sean dignas de vos, agrego mis homenajes a los de
toda la corte celestial y a los honores que habéis recibido de Jesucristo vuestro
Hijo.
Yo me consagro a vos, ¡oh Virgen Santísima! recibidme en el número de
vuestros siervos, y dignaos ayudarme para cumplir los deberes que me impone
este título, deberes de respeto y de obediencia, con el mas ardiente deseo de
sacrificarme por la gloria de vuestro Hijo y por la vuestra.
Amén.
ANTIFONA
Tota pulchra es, María, et macula originalis
non est in te. Tu gloria Jerusalem: tu lætitia Israel: tu honorificencia populi
nostri. Tu advocata peccatorum. ¡Oh Maria!
¡Virgo prudentissima! ¡Mater clementissima! Ora pro
nobis: intercede pro nobis ad Dominum Jesum Christum.
Eres toda hermosa, María, y no hay mancha
original en ti. Eres la gloria de Jerusalén; eres la alegría de Israel; eres el
honor de nuestro pueblo. Eres la abogada de los pecadores. ¡Oh María! ¡Virgen Prudentísima! ¡Madre Misericordiosa! Ruega por nosotros: intercede por nosotros ante el Señor
Jesucristo.
Letanías
Lauretanas
Kyrie,
eléison. Kyrie,
eléison.
Christie,
eléison. Christe,
eléison.
Kyrie,
eléison. Kyrie,
eléison.
Christie,
audi nos.
Christe,
audi nos.
Christe,
exáudi nos.
Christe,
exáudi nos.
Pater
de coelis, Deus, miserere nobis.
Fili,
Redeptor mundi, Deus, miserere
”
Spiritus
Sáncte Deus, miserere
”
Sancta
Trinitas, unus Deus, miserere
”
Sancta María,
Ora
pro nobis
Sancta Dei Génitrix,
”
Sancta Virgo
vírginum,
”
Mater
Christi,
”
Mater divinæ gratiæ,
Mater puríssima,
Mater castíssima,
Mater inviolata,
Mater intemerata,
Mater immaculata,
Mater amábilis,
Mater admirábilis,
Mater Creatoris,
Mater Salvatoris,
Virgo prudentíssima,
Ora
pro nobis
Virgo veneranda,
Virgo prædicanda,
Virgo potens,
Virgo Clemens,
Virgo fidélis,
Spéculum justitiæ,
Sedes sapientiae,
Causa nostræ lætitiæ,
Vas spirituale,
Vas honorábile,
Vas insigne devotionis,
Rosa mystica,
Turris Davídica,
Turris ebúrnea,
Domus áurea,
Fœderis arca,
Janua cœli,
Stella matutina,
Salus infirmórum,
Refugium peccatórum,
Consolatrix afflictorum,
Auxilium Christianorum,
Regina Angelorum,
Regina Patriarchárum,
Regina prophetárum,
Regina Apostolórum,
Regina Mártyrum,
Regina Confessorum,
Regina Vírginum,
Regina Sanctorum ómnium,
Regina sine labe originali concépta,
Regina in cœlum Assúmpta,
Regina sacratissimi Rosarii,
Regina pacis,
Ora
pro nobis.
Agnus
Dei, qui tollis peccata mundi,
parce nobis, Dómine.
Agnus
Dei, qui tollis peccata mundi, exáudi nos, Dómine.
Agnus
Dei, qui tollis peccata mundi, miserere nobis.
V. Per immaculatam Conceptionem purissimæ Virginis Mariæ. Por la Inmaculada Concepción de la Purísima Virgen María.
R. Adjuvet
nos Deus in omni necessitate, et
tribulatione.
Que Dios nos ayude en toda necesidad
y tribulación.
OREMUS (OREMOS)
Deus, qui per
immaculatam Virginis Conceptionem, dignum Filio tuo habitaculum præparasti, præsta, quæsumus, ut sicut ex morte
ejusdem Filii
tui prævisa, eam ab omni labe
præservasti, ira nos quoque mundos ejus intercessione ad te pervenire
concedas. Per eumdem Christum Dominum nostrum. Amen.
Oh Dios, que por la Inmaculada Concepción de la Virgen preparaste una morada digna para tu Hijo, te suplicamos que, al prever la muerte de tu Hijo, la hayas preservado de toda mancha; que también nosotros, los puros, podamos acudir a ti por su intercesión. Por Cristo nuestro Señor. Amén.
ORACION JACULATORIA.
Bendita
sea por siempre la purísima, santísima é inmaculada Concepción de la gloriosa Virgen
María, Madre de Dios.
Gregorio XV
y Benedicto XIII han concedido cien días de indulgencia, por cada vez que se
rezare esta oración jaculatoria.
En el
nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu
Santo. Amén.

