Novena
compuesta por el padre Cayetano Ramo Parrilla de San Juan Bautista Sch. P., y
publicada en Madrid por la Imprenta de las Escuelas Pías en 1863, con
aprobación eclesiástica.
COMENZAMOS: 18 de agosto.
FINALIZAMOS: 26 de agosto.
FESTIVIDAD
VETUS ORDO: 27 de agosto (fecha en la que se sepultaron sus reliquias)
ADVERTENCIAS
PARA HACER LA NOVENA CON FRUTO
Esta
novena no es otra cosa que un obsequio, oración o súplica, que hacemos a Dios,
para obtener de su Majestad algún beneficio por intercesión de San José de
Calasanz, continuada por el espacio de nueve días.
Digo a Dios, porque como solo Dios es autor de la gracia, de la
gloria, y de los demás beneficios que podemos pedir, y Dios solo los puede
otorgar; debemos
dirigir a su Majestad principalmente nuestra oración y nuestros obsequios,
implorando la intercesión de San José de Calasanz, como tan llegado y amigo
suyo, para impetrar por sus ruegos lo que no merecemos alcanzar por nosotros
mismos. A la manera que para alcanzar del Rey alguna gracia, nos valemos de
alguno de sus válidos y llegados a su persona, para que le presente nuestro
memorial y nos facilite el favor.
Debe ser la oración devota; esto
es, hecha con espíritu contrito y humillado; no vano, curioso y ostentoso:
porque ni Dios, ni los Santos gustan de adoradores, puramente políticos y
ceremoniosos, que postrándose en el cuerpo y alabándole solamente con los
labios, tienen muy lejos de su Majestad el corazón.
De aquí nace que muchas personas sacan poco o ningún fruto de las
novenas. Las
hacen por política o ceremonia, porque ven que otros las hacen o por curiosidad
de oír la delicadeza de los discursos del orador, o por hacer ostentación de
sus personas y bizarría. Todas estas personas fuera mejor se estuvieran en sus
casas: pues faltándoles una recta intención y fin
cristiano y religioso, es forzoso trabajen sin provecho. Dios solamente
oye la oración de los humildes: ¿qué fruto, pues, puede tener la oración que se funda, o
en ostentación, o en vana curiosidad?
Jesucristo
nos dice: «Pedid,
y recibiréis». Sus promesas son
infalibles, y antes faltarán el cielo y la tierra, que falte a su palabra. De aquí se deduce que si no conseguimos lo que pedimos es
porque pedimos mal, o porque no acertamos el modo de pedir.
Regularmente
se piden en las novenas cosas temporales, sin hacer
cuenta con lo principal que es lo que conduce a nuestra salvación; y esto ya se
ve que es desorden. Hállense personas prontísimas a encenderse en ira, y
lo menos que piensan es pedir una paciencia cristiana; otras que pagadas de sí
mismas, a cada paso se ensoberbecen, y ni aun les ocurre pedir a Dios, por
intercesión de los Santos, las haga humildes, y omitiendo esto que más las
importa, ponen la mira en unas bagatelas de esta vida, y ésas piden en sus
novenas.
No negamos que es lícito pedir bienes temporales, pues el mismo
Jesucristo nos enseñó a pedir el Pan de cada día en la oración del Padre
Nuestro. Podemos,
pues, pedir la salud corporal y otras cosas útiles y
decentes; pero con resignación en la divina voluntad, y con la condición de que
así convenga para nuestra salvación; esperando de la bondad del Señor y de la
intercesión de San José de Calasanz, que, cuando no se nos concedan estos
bienes temporales, por no ser convenientes, no por eso será infructuosa nuestra
novena: pues seguramente se nos acordarán
bienes superiores a beneficio de nuestra alma.
Pero
para abrir el paso a la súplica es importantísimo esté
en gracia de Dios el que hace la novena; porque, aunque Dios no deja de oír a
los pecadores reconocidos y humildes, pero sin duda son de mayor peso las
súplicas de sus amigos, y es más consiguiente el efecto. Convendrá,
pues, confesar y comulgar dignamente en el principio de la novena, o para
recobrar la gracia perdida, o para aumentar la conservada.
El tiempo propio para dar principio a esta novena es el día 27 de
agosto, en que se celebra la fiesta del Santo Patriarca, confesando y
comulgando, para ganar también la indulgencia plenaria concedida por nuestro
Santísimo Padre Clemente XIII a los que confesados y comulgados visitaren en
ese día, o en el antecedente desde las vísperas, las iglesias de las Escuelas
Pías, e hicieren devota oración según las intenciones de Su Santidad. También se podrá empezar nueve días
antes, y terminarla en la fiesta del Santo. Entre año será bien elegir el
tiempo de menos ocupaciones, para poderse emplear el devoto más fácilmente en
la imitación de sus virtudes.
NOVENA AL
PRODIGIOSÍSIMO PATRIARCA SAN JOSÉ DE CALASANZ DE LA MADRE DE DIOS, FUNDADOR DE
LAS ESCUELAS PÍAS, ESPECIAL PROTECTOR Y ABOGADO DE LOS PERSEGUIDOS.
Por
la señal ✠ de la Santa Cruz, de nuestros ✠ enemigos,
líbranos
Señor
✠
Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo ✠,
y del Espíritu Santo. Amén.
ACTO DE CONTRICIÓN
Señor mío Jesucristo, Dios y hombre
verdadero, Criador y Redentor mio, por ser Vos quien sois y porque os amo sobre
todas las cosas, me pesa de todo corazón de haberos ofendido: propongo
firmemente de nunca más pecar, y de apartarme de todas las ocasiones de
ofenderos, y de confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta, y de
restituir y satisfacer si algo debiere: ofrézcoos mi vida, obras y trabajos en
satisfacción de todos mis pecados; y así como os lo suplico, así confío en
vuestra bondad y misericordia infinita me los perdonaréis, por los
merecimientos de vuestra preciosísima Sangre, Pasión y Muerte, y me daréis
gracia para enmendarme y para perseverar en vuestro santo servicio hasta la
muerte. Amén.
ORACIÓN PARA TODOS LOS
DÍAS
«Nisi efficiámini
sicut párvuli, non intrábitis in regnum cœlórum»: “Si no os hacéis como niños pequeños, no entraréis en el reino
de los cielos.” San
Mateo, cap. 18.
Omnipotente y eterno Dios, que habiendo enviado a todas horas obreros a vuestra viña para crédito de vuestra Providencia, destinasteis finalmente en la última hora a San José de Calasanz, encargando principalmente a su cuidado las tiernas plantas de los niños, para que criadas rectas desde los primeros años, ni los torbellinos de las pasiones, ni todo el poder del abismo las desviase de su primera rectitud y camino del Cielo: Yo os adoro, Señor, os alabo, os bendigo, y os doy las más rendidas gracias por este especial efecto de vuestra amorosa Providencia, bastante a renovar las repúblicas y la Iglesia por medio de una santa educación de la niñez y de la juventud, y por habernos dado en San José de Calasanz un nuevo maestro y doctor de los párvulos, y un poderoso protector de nuestro reino. Y pues vuestro unigénito Hijo, que es la eterna e infalible Verdad, nos asegura en su Evangelio que no entraremos en el Cielo si no nos hacemos como niños; desde luego, Señor, me humillo y reconozco mi pequeñez: solicito la inocencia de la infancia, su pureza, el candor de su ánimo y tranquilidad de su espíritu: esperando, que colocado por este medio bajo la especial protección de tan ilustre Patriarca, daréis por su intercesión gratos oídos a mi súplica, y me concederéis el favor que solicito en esta novena (si conviene para bien de mi alma y gloria vuestra) por los méritos de mi Señor Jesucristo, que con Vos, y con el Espíritu Santo vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.
DÍA PRIMERO - 18 DE AGOSTO
FE: «Postúlet autem in fide, nihil hǽsitans»: “Pero pida con fe, no dudando nada.” Santiago, cap. 1, v. 6.
ORACIÓN
Oh Verbo eterno, Sabiduría del Padre, que
os dignasteis ilustrar tan particularmente el entendimiento de San José de
Calasanz, que de edad de cinco años no solo entendía distintamente los
misterios de nuestra fe, sí que los explicaba a los demás niños con palabras
tan claras y perceptibles, que era la admiración de los mayores: y siendo ya patriarca,
le comunicasteis un don de fe tan firme y excelente, que en virtud de ella
mandaba a los furiosos vientos y calmaban; a las encrespadas olas y se
deshacían; a las dolencias y dejaban a los enfermos; a los demonios y quedaban
libres los endemoniados; y aun a la misma muerte, restituyendo a vida los
difuntos: Concededme, Señor, por intercesión de tan
favorecido Patriarca vuestro y protector mío, un distinto conocimiento de Vos y
de vuestros misterios, y una fe no solamente viva, sino tan firme, que no me
quede duda de que he de conseguir el favor que pido en esta novena: una fe en
fin, que podáis decir de mí lo que de la Cananea: «Grande
es tu fe; hágase como tú lo quieres»: o lo del Centurión: «No
he hallado tan excelente fe en Israel; anda, y hágase como lo creíste». Sea
así, Señor, que con el Padre y el Espíritu Santo vives y reinas por los siglos
de los siglos. Amén.
—Aquí se
rezarán tres Padre nuestros, Ave Marías y Glorias. Luego se hará la petición
particular de la gracia que se desea conseguir.
ORACIÓN A NUESTRA SEÑORA
PARA TODOS LOS DÍAS
Oh dulcísima esperanza de los hombres, reina
de los Ángeles, María, Madre de Dios, que en tantas ocasiones habéis
manifestado cuánto os complacéis y agradáis en vuestro devoto siervo y tierno
capellán San José de Calasanz; yo os doy las más afectuosas gracias, por
haberlo sublimado el Señor por vuestros ruegos a la gloria que goza en la divina
presencia, y al honor de Patriarca de una nueva religión en la Iglesia
católica, que se gloría de teneros por titular y protectora. Y pues sois madre
de pecadores y consuelo de los que en vos confían, encaminad mis súplicas para
que siendo agradables en el divino acatamiento, tengan feliz y favorable
despacho por vuestra intercesión y méritos de San José, ruego por las almas del
Purgatorio, especialmente por las que en esta vida hicieron profesión de ser
vuestras devotas: por el aumento de la fe católica,
extirpación de las herejías, conversión de los pecadores, paz entre los
Príncipes cristianos, salud de los enfermos, libertad de los cautivos, consuelo
de los encarcelados y de todos los afligidos; generalmente por todas aquellas
necesidades que por cualquiera título de justicia o caridad debo tener
presentes; y si es del agrado de vuestro precioso Hijo, alcanzadme la gracia
que pido en esta novena, por la dignidad de Madre de Dios, que os eleva sobre
todas las criaturas. Todas os alaben, todas os bendigan. Glorificados sean los
bellísimos privilegios de María. Viva María, única esperanza mía. Amén.
GOZOS
Pues
nuestro Dios y Señor
Os
hizo tan prodigioso,
José
Calasanz piadoso,
Sednos con
Él protector.
En
Peralta de la Sal
Os
dio el Cielo claro oriente,
Y
cual astro refulgente,
Vos
le dais gloria inmortal:
Pues
se une con lazo igual
De
Hijo y Padre vuestro amor,
José
Calasanz piadoso,
Sednos con
Él protector.
Fue
de vuestro nacimiento
Una
estrella precursora,
Que
a la más brillante aurora
Despojó
de lucimiento:
Ya
que quiso el firmamento
Señalar
vuestro candor,
José
Calasanz piadoso,
Sednos con
Él protector.
El
primer paso asombroso
De
vuestra vida en la tierra
Fue
declararos en guerra
Con
satanás orgulloso:
Si
por triunfo tan glorioso
Os
aclaman vencedor,
José
Calasanz piadoso,
Sednos con
Él protector.
Varias
universidades
Admiraron
vuestra ciencia,
Y
premiaron su eminencia
Los
reyes con dignidades:
Si
tantas felicidades
Renunciasteis
con valor,
José
Calasanz piadoso,
Sednos con
Él protector.
Penetrasteis
los horrores
De
los montes Pirineos,
Con
eficaces deseos
De
convertir pecadores:
Si
de Apóstol los honores
Logró
allí vuestro fervor,
José
Calasanz piadoso,
Sednos con
Él protector.
Por
inspiración divina
De
España a Roma pasasteis,
Donde
obediente entablasteis
La
obra a que el Cielo os destina
Pues
de piedad y doctrina
Fuisteis
sabio director,
José
Calasanz piadoso,
Sednos con
Él protector.
Fundasteis
la Escuela Pía,
Cuyo
Instituto sagrado
Quisisteis
fuera sellado
Con
el nombre de María:
Y
pues el Cielo quería
Fuerais
su propagador:
José
Calasanz piadoso,
Sednos con
Él protector.
Mitras,
capelos y honores
A
vuestros pies se rindieron,
Y
a vuestra cabeza dieron
Luminosos
esplendores:
Pues
de otras glorias mayores
Fuisteis
tan merecedor,
José
Calasanz piadoso,
Sednos con
Él protector.
Visteis
florecer piadosa
Vuestra
religión querida,
Mas
en breve destruida
Con
persecución furiosa:
Y
pues luego más gloriosa
Recibió
nuevo esplendor,
José
Calasanz piadoso,
Sednos con
Él protector.
De
la más violenta audacia
Vuestra
paciencia triunfó,
Y
un Padre Santo os llamó
El
Job de la Ley de Gracia:
Pues
con ésta y su eficacia
Disteis
más fuerza al valor:
José
Calasanz piadoso,
Sednos con
Él protector.
A
infinitos inocentes
Dais
de la doctrina el pan,
Siendo,
cual otro Abrahán,
El
padre de muchas gentes:
Pues
os dan cultos fervientes,
Como
a Santo Fundador,
José
Calasanz piadoso,
Sednos con
Él protector.
Por
vuestra muerte preciosa
Gloria
el Cielo os asegura,
Donde
goza la hermosura
De
Dios vuestra alma dichosa:
Pues
vuestra vida asombrosa
Mereció
el premio mayor,
José
Calasanz piadoso,
Sednos con
Él protector.
Lengua
y corazón unidos,
Por
un siglo sepultados,
Se
admiran tan conservados
Como
frescos y encendidos:
Pues
milagros repetidos
Por
ellos obra el Señor,
José
Calasanz piadoso,
Sednos con
Él protector.
Consoláis
los afligidos,
Dais
al ciego claros ojos;
Mano
a mancos, pies a cojos,
Y
a los muertos los sentidos:
Pues
sois de los perseguidos
El
especial defensor:
José
Calasanz piadoso,
Sednos con
Él protector.
Pues
nuestro Dios y Señor
Os
hizo tan prodigioso,
José
Calasanz piadoso,
Sednos con
Él protector.
℣.
Ruega por nosotros, San José de Calasanz.
℞.
Para que seamos dignos de las promesas de Cristo.
ORACIÓN
Oh Dios, que te dignaste por medio de tu Confesor
San José proveer a tu Iglesia un nuevo subsidio para ilustrar el espíritu de
inteligencia y piedad de la juventud, te suplicamos nos concedas que
por su ejemplo e intercesión hagamos y enseñemos también, para conseguir los
premios eternos. Por Jesucristo Nuestro Señor.
Amén.
Bendito y
alabado sea el Santísimo Sacramento del Altar, y la Virgen concebida sin pecado
original.
En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.





