Novena
dispuesta por un devoto, y reimpresa en Méjico por la Imprenta de la Biblioteca
Mejicana en 1780. Los milagros relatados en ella se han de creer con fe
puramente humana, sin adelantarnos al juicio que la Autoridad Eclesiástica
hubiere hecho de ellos.
COMENZAMOS: 9 de diciembre.
FINALIZAMOS: 17 de diciembre.
FESTIVIDAD: 18 de diciembre.
ADVERTENCIAS ÚTILES PARA
LAS PERSONAS QUE HICIEREN ESTA NOVENA Y VISITAREN EL SANTUARIO DE NUESTRA
SEÑORA EN CUMPLIMIENTO DE SUS VOTOS O PROMESAS.
El día más propio para ejercitar anualmente esta Novena es el
día nueve de Diciembre, para acabarla antes del día diez y ocho del mismo mes,
día en que la Iglesia celebra la Festividad de la Expectación de Nuestra
Señora, y ser este el propio título de la milagrosísima Imagen.
Mas
como el fin principal de esta Novena es para que todos los que se hallasen
enfermos, afligidos, tentados, perseguidos, pobres, o en cualquiera otro
trabajo de alma o cuerpo, se valgan de esta Novena como de eficaz medicina que
les mejore y sane, digo que se podrá hacer esta Novena en cualquier tiempo del
año y en cualquiera parte o lugar; los que estuvieren sanos, en alguna Iglesia,
los impedidos, en sus casas, los enfermos en sus lechos y hospitales, y los
caminantes en el campo, que en todas partes experimentarán los favores de esta
liberalísima Reina. Las personas que fueren al Santuario de la Señora, por
espacio de tiempo, pueden escoger nueve días y juntar en ellos los ejercicios
de esta Novena, y si solo es un día el que han de ir al Santuario a cumplir
alguna vela, o algún otro voto, podrán empezar esta Novena ocho días antes, de
manera que el último sea la Visita a la Gran Señora, en cuya presencia la
acabarán.
Lo primero que han de procurar hacer las personas que hicieren
esta Novena es limpiar sus almas de todo pecado mortal, confesándose
sacramentalmente, y los que no tuvieren copia de Confesores, o no lo pudieren
hacer por legítimo impedimento, harán el Acto de Contrición y tendrán firme
propósito de confesarse luego que cómodamente lo pudieren hacer. Asimismo, comulgarán el primer día
que la comenzare, y los demás que permitiere el prudente Confesor o Padre
espiritual, con quien lo consultarán. Procuren
también en los días de la Novena, como que están dedicados a María Santísima,
ser muy agradables a sus Purísimos ojos, ejercitándose en obras de caridad y en
todo ejercicio de virtud, oigan Misa todos los días, y recen a lo menos una
parte del Rosario de la Señora.
Las
personas que velan en el Santuario y en él ejercitan esta Novena, como personas
que están empleadas solo en alabar y servir a la soberana Virgen, procuren
después de haber oído Misa, rezar la primera parte del Rosario y después
ofrecer su Novena. Antes de mediodía recen la segunda parte, y a la tarde la
tercera parte con las Letanías de la Señora y la Salve. Si acaso pasearen el
pueblo, no pierdan ocasión de servir a MARÍA
Santísima visitando a sus hijos los naturales enfermos, a quienes consolarán y
socorrerán con alguna limosna.
Procuren las mujeres que visitaren el Santuario ir con
edificación y honestidad en los trajes, porque se ha advertido que con el
achaque de que están en pueblos, entran al Santo Templo en cuerpo y con trajes
más de comediantas o danzarinas que de católicas que van pedir a Dios
misericordia, y a su Santísima Madre mercedes. Ojalá y yo pudiera aquí dilatarme un poco, y darles a conocer a las
mujeres profanas el daño que hacen a las almas, y gravísimo, que a sí mismas se
hacen. Solo diré con San Bernardino, que la mujer que va así vanamente
adornada, aunque ore no será oída, porque Dios no le dará ninguna gracia orando
en vanidad, y lo comprueba con San Pablo: Unde Paulus ad Timothéum: supérbus
hábitus non ímperat. scílicet, homo orándo in ipso hábitu vano, et supérbo non
exáuditur (Sermones,
tomo III, segunda parte, al medio), que quiere decir el Santo, que, según San Pablo, el soberbio ornato no impetra de Dios, esto es, el hombre
orando en hábito vano y soberbio no es oído del Señor. No sé, que si piensan bien estas palabras, haya
persona alguna que se atreva a ir al Santo Templo a lucir las modas y trajes,
con achaque de que andan cumpliendo sus votos, cuando más son para pervertir
las almas, al modo de aquella otra que pinta Salomón en el séptimo de los Proverbios:
Víctimas pro
salúte vovi, vos hodi vota mea: Prometí a
las víctimas la salvación, hoy os doy mis deseos. Ando pagando
unas Novenas (decía la escandalosa), hice un
voto, y lo he venido a cumplir. Y era cuando estaba hecha anzuelo del
demonio, y enredando a un desventurado. Por eso con grande acuerdo se han
prohibido las modas o indecentes trajes, y hasta ahora con gran prudencia lo
han tolerado los Señores Curas y Capellanes, en lo adelante echarán del Templo
a la que no fuere con decencia vestida y cubierta la cabeza arreglándose a los
Sagrados Cánones, Sumos Pontífices, Concilios, Prelados y Pragmáticas que lo
prohíben, como latamente lo puede ver el curioso en la Carta Pastoral del Sr.
Luis Antonio de Belluga y Moncada, Obispo de Cartagena (Carta Pastoral, 3. 5 y
última, n. 282).
También se encarga, así a hombres como a mujeres, que en el
Santuario no armen corrillos, ni fomenten conversación, que fuera de la gran
irreverencia, hacen grave daño a las personas devotas. Y porque suele haber
algunas personas que entran en el Santuario, con prisa e inquietud rezan un
poco y luego se salen a buscar el entretenimiento y piensan que con dejar
encendidas unas candelas ya han cumplido sus promesas a semejanza de aquellos que dice San
Mateo, que habiendo recibido a Cristo Nuestro Señor
con ramos y cánticos al entrar a Jerusalén, entonces, dice el Santo
Evangelista, que lloraba el Señor, porque algunos
de ellos le hacían pago con aquellas exterioridades, y su corazón lo tenían muy
lejos de su Majestad: Pópulus hic lábiis me honórat, cor autem eórum longe est a
me: Este pueblo me honra con los labios, pero
su corazón está lejos de mí. Mucho
de lo dicho en otras advertencias se podrá estorbar a los Mayordomos que cada
año se rifan para las fiestas de la Gran Señora, así la Titular como la que ha
establecido la devoción de los pobres Oficiales el día de la Purificación,
procuran excusar convites, músicas de bailes, juegos de toros o comedias, que
entonces más suelen ir algunas personas por esto que no por devoción a MARÍA
Santísima. Miren los dichos Mayordomos este punto con más cuidado y mortifiquen
su liberalidad, que bien la podrán desempeñar en el culto Divino que fuera de
esto, será querer solo festejarse a sí y celebrar a los hombres y no a MARÍA
Santísima, y pueden temer diga la Señora lo que dijo Dios por Isaías de
semejantes fiesteros: Ese incienso es abominable para mí, mi alma ha aborrecido
vuestras calendas, vuestras fiestas y solemnidades: Incénsum abominátio est mihi, caléndas vestras es
solemnitátes vestras odívit ánima mea (Isaías, cap. I, 13). Todo
puede suceder si hay desórdenes, y los que llaman fandangos, de bailes de
mueres, que, si esto hay, será sin duda ir a hacer oposición a la solemnidad de
la Divina O MARÍA Santísima, con otra infernal O, cuyo centro es el demonio con
los bailes, como dice San Agustín: Chórea est círculus cujus centrum est diábolus: La corea es un círculo cuyo centro es el diablo. (Sermón
46, Domingo de Quincuagésima).
Paréceme
he salido del asunto de lo que solo pide una Novena, pero como lo que se
pretende es quitar los inconvenientes que pueda haber para que se consiga el
fin a que se enderezan las Novenas que se hacen en el Santuario de Nuestra
Señora de Zapopan, me han parecido muy convenientes estos puntos y
advertencias, que, si bien se observan, no dudo conseguirán de MARÍA SANTÍSIMA los que visitaren su Santuario,
velando o haciendo Novenas, grandes mercedes. Y no dudo habrá muchas personas
que quisieran ser Mayordomos y entrar en rifa, pues muchos se excusan por los
gastos extraordinarios que se introducen sin más fundamento que el de la
vanidad.
MODO DE HACER ESTA
NOVENA
Postrado de rodillas delante de la Milagrosísima Imagen de
Nuestra Señora de Zapopan, o de otra cualquiera Imagen de MARÍA Santísima, se
procurarán recoger interiormente, y habiendo hecho la señal de la Cruz dirán el
Acto de Contrición como adelante se pone, o con otros semejantes afectos
nacidos de un corazón contrito y humillado, y después rezarán una vez la
oración del Padre nuestro, por ser la primera que nos enseñó el mismo Cristo,
para que supiéramos orar y pedir, y rezarán también una vez el Ave María, por
ser la Salutación con que el Arcángel San Gabriel nos enseña a saludar a tan
Serenísima Reina, y también porque en ella se incluyen las misteriosas palabras
con que Santa Isabel, llena del Espíritu Santo, bendijo a su Prima la Santísima
Virgen, y al fruto bendito de su purísimo Vientre.
Hechas estas, como principales diligencias, dirán las dos
primeras oraciones, que comienzan: Omnipotente Dios, y la otra que comienza
Soberana Emperatriz; las que se han de decir todos los días de la Novena, añadiendo
al fin nueve Salves o nueve Ave Marías.
Para todos los días de la Novena van puestos varios Milagros de
los que ha hecho MARÍA Santísima por medio de su Milagrosa Imagen, los cuales
se podrán leer antes de comenzar el Ejercicio del día, o si no se leerán
después de rezadas las nueve Salves para alentarse y pedir con confianza a la
Señora, pues tanto puede con Dios.
Dichas las nueve Salves y leído el Milagro que le conviene al
día, las ofrecerán con la Oración que después de cada Milagro se pone, y está
sola, y el Milagro, se variará todos los días, a la cual se seguirá hacer la
Petición, y se concluirá este Ejercicio con la Salutación que al fin de cada
día se verá.
NOVENA EN
HONOR DE LA MILAGROSÍSIMA IMAGEN DE MARÍA SANTÍSIMA NUESTRA SEÑORA DE ZAPOPAN,
VENERADA CON EL TÍTULO DE LA EXPECTACIÓN O DE LA O, EN EL CÉLEBRE SANTUARIO DE
ZAPOPAN, OBISPADO DE GUADALAJARA, NUEVO REINO DE GALICIA
Por
la señal ✠ de la Santa Cruz, de nuestros ✠
enemigos, líbranos
Señor
✠ Dios
nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.
ACTO DE CONTRICIÓN
Oh Virgen Purísima, Madre admirable de Dios,
abogada de los pecadores y Reina de los Ángeles. Veis
aquí postrado a vuestros pies al mayor pecador, pues al Dios de la Majestad, a
quien Vos con tanto amor concebisteis, disteis a luz, criasteis y ofrecisteis
al Eterno Padre para mi remedio, me atreví yo, gusanillo vil, a despreciar tan
inmensa hermosura por un poco de nada, que es el pecado. Pésame,
Señora, de mi ingratitud; ya propongo desde hoy morir antes que pecar, y confío
en vuestras amorosísima entrañas de piadosa Madre, me alcancéis el gozo de una
eficaz gracia, en la cual persevere hasta la muerte. Amén.
ORACIÓN A DIOS NUESTRO SEÑOR
PARA TODOS LOS DÍAS
Omnipotente Dios y Señor, verdaderamente
digno de que eternamente cantemos vuestras misericordias, pues las ostentas
abundantísimas por medio de las imágenes que de tu Santísima Madre MARÍA Santísima venera nuestra Fe, haciendo que en
ellas como en abiertos libros aprendamos Divinos Misterios, y que de tal suerte
por ellas elevemos nuestra Fe para el conocimiento de la realidad a que nos
guía la representación que veneramos, que a devoción nos excitan, a ternura nos
mueven y en tu amor nos abrasan: Gracias y alabanzas te damos, Señor, por estos
tesoros con que has querido enriquecer la Iglesia Santa, y con especialidad por
el admirable que disteis a este Reino en la Imagen de tu Purísima Madre Nuestra
Señora de Zapopan, manifestando en esta tu poder, y el que le comunicas, para
hacer maravillas y milagros: humildemente te pedimos,
liberalísimo Dios y Padre, por el amor con que en sus virginales entrañas
encarnaste, por los nueve meses que en ella esperaste para nacer, y por los pechos
que te amamantaron, hagas que se avive nuestra Fe, crezca nuestra Esperanza y
arda nuestra Caridad en tanto grado, que como fieles siervos y adoptivos hijos
de tan amante Madre procuremos (a pesar de los herejes) el culto y veneración a
sus Imágenes, derramando (si fuere necesario) en su defensa nuestra sangre, y
procurar que cada día crezca su devoción para que así obligada, logremos
alcanzar por su intercesión de tu Divina Majestad consuelo en los aprietos de
nuestras mayores congojas, y consigamos lo principalísimo, que es vivir en su
santo temor, ricos de virtudes, observantes en su Santa Ley, ambiciosos de la
perfección, y apartados de las cosas del mundo, para el logro de la mayor
dicha, que es morir en paz, llenos de verdadera contrición y lágrimas, con las
cuales lavemos nuestras culpas, para merecer que en tu gracia salgamos de este
destierro a gozarte, alabarte y glorificarte en compañía de tu Santísima Madre
por todos los siglos de los siglos. Amén.
ORACIÓN A NUESTRA SEÑORA
PARA TODOS LOS DÍAS
Soberana Emperatriz de los Cielos MARÍA,
Reina de los Ángeles y Madre amantísima de los hombres, a
Ti vengo como a mi Señora, mi Madre y mi salud, vuelve a mí esos tus Ojos
misericordiosísimos, mira que eres Señora de este inútil siervo, Madre de este
enfermo concebido en flaquezas y miserias, pero Tú, que como Señora que todo lo
puedes, como Madre todo lo suples, y como Salud todo lo mejoras, puedes hacer
de un siervo inútil un diligente esclavo, de un hijo indigno, quien dignamente
te reverencie; y de un enfermo, un espíritu sano: Este Poder que el Eterno
Padre te comunicó, esta Sabiduría que el Eterno Hijo te enseñó, este amor y
caridad que el Eterno Espíritu Santo te infundió, es el que me trae a tus Aras
tan lleno de confianza. No permitas, Piadosísima Madre, salga yo triste de
donde todos vuelven con consuelo; acuérdate, Señora, que por nosotros los
hombres y por nuestra salud se hizo Hombre en vuestras purísimas entrañas el
Hijo de Dios; acuérdate, Virgen Madre, que con vuestro dichosísimo FIAT
fuisteis el medio de nuestra Redención; acuérdate también, Señora, de las
ansias y fervorosos deseos que tuviste por ver nacido para universal consuelo
al prometido de los Profetas y al deseado de todas las gentes; por estos
ardientes deseos, t por el gozo que tuviste cuando sin detrimento de tu Pureza
lo diste a luz, y por el que recibiste cuando le adoraste como a Dios, y
recibiéndole en tus brazos, le diste, como verdadera Madre, tus pechos; por
ellos te pido, Madre Purísima, me alcances vea yo cumplido lo que deseo
conseguir en esta Novena, si es para honra y gloria de Dios y tuya, y provecho
de mi alma, que es lo que más quiero para el sosiego de mi acongojado espíritu,
para el acierto de una ajustada vida, y la felicidad de una dichosa muerte, para
este forzoso trance espero, Señora, me has de alcanzar eficaces auxilios,
preparándome antes con los avisos que acostumbras recordar a tus fieles y
verdaderos Devotos: yo aunque el más indigno espero conseguir este privilegio
de tus misericordias, pues tan abundantes las derrama tu magnificencia. Ea
pues, Señora, muéstrate que eres Madre, y Madre de todo un Dios, muéstrate
dulce y Abogada nuestra en la última y amarga hora del morir, destierra
entonces de mí los temores y las sombras, mostrándome a JESÚS, fruto de tu
purísimo vientre, para con la eficacia de tus ruegos, y el infinito valor de su
Preciosa Sangre, sea digno de tus promesas en la eternidad de la Gloria, que
con el Padre y el Espíritu Santo vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.
DÍA PRIMERO – 9 DE DICIEMBRE
MILAGRO
Este día harás conmemoración del milagro que hizo MARÍA
Santísima por medio de su Milagrosísima Imagen con un ciego a nativitáte, el
cual oyendo sus maravillas, se hizo llevar a su Soberana presencia, y
pidiéndola con viva fe le diese vista y ostentara en él el poder de sus
milagros, luego al punto se halló con entera vista, y habiéndole dado las
gracias por tan gran favor, salió de la iglesia por su pie y sin ninguna guía,
con grande admiración de todos los que siempre le conocieron ciego, y así todos
le preguntaban, como al otro ciego que sanó Cristo, según San Juan (cap. 6) y le decían
que ¿si era
el que antes conocían ciego, o si era otro? ¿O cómo, o quién, o de qué manera
había sanado? Permitiendo Dios que viviese después muchos
años para ser pregonero de los milagros y maravillas de Nuestra Señora de
Zapopan, a quien confesaba por su Médica y que fue la Piscina de Siloé que le
abrió los ojos y dio luz, así lo publicaba y como testigo de vista. Refiérelo el P. Florencia en el
Libro de sus Milagros, cap. 1, § 6, folio 24.
—Rezar
nueve Salves a Nuestra Señora.
ORACIÓN PARA ESTE DÍA
Oh Amabilísima Virgen María, Dignísima Madre
de Dios y Señora mía: yo te ofrezco estas nueve Salves en
memoria y reverencia de los nueve meses que en tu purísimo vientre tuviste al
mejor Sol Cristo Señor nuestro, el cual deseabas con ansia ver nacido, para que
los ciegos hijos de Adán abrieran los ojos y vieran la verdadera Luz: Por estos
tus caritativos deseos humildemente te pido, Señora, que si hasta ahora he
vivido ciego y entre tinieblas de culpas, hagas que arrepentido renazca en mí
la luz de la gracia, para que reconociendo por esta los lazos del demonio, los
precipicios de la carne y las oscuridades del mundo, en las cuales ha vagado mi
ceguedad y miseria, ya desde hoy camine seguro por la derecha senda de la
virtud, y hecho pregonero de tus milagros, de tus gracias y favores. Estos,
liberalísima Reina, te pido ostentes, libertándome de la congoja presente,
concediéndome el favor que te pido en esta Novena, si es para provecho de mi
Alma. Amén.
—Aquí
levantando el corazón, se pide lo que se desea alcanzar de Dios por mano de su
Santísima Madre, y hecha la petición, dirás la salutación siguiente:
HORNO de
Pan Eucarístico,
ORIGEN
de la Esperanza,
OLIVA, que
Paz alcanza,
ÓLEO,
que sana a lo místico.
OH VIRGEN de Zapopan,
OH
manso Signo del mundo,
ORATORIO sin
segundo,
ORÁCULO de
Abrahán.
HONORIFICENCIA
nuestra,
OH, pasto
de la Esperanza,
OH, con
que todo se amansa,
OH, que al
Salvador nos muestra.
OH, Consuelo
y alegría,
OH, Pía
en casos fatales,
OH, Clemente
en nuestros males.
OH, Dulcísima
MARÍA.
Antífona: Oh Virgen de vírgenes, ¿cómo será esto?, porque
nunca antes se vio semejante a ti, ni la habrá después. Hijas de Jerusalén,
¿por qué os admiráis de mí, si esto que veis, misterio divino es?
℣.
Bendita tú eres, MARÍA, entre todas las mujeres.
℟.
Y bendito es el fruto de tu vientre.
ORACIÓN
Oh Dios, que quisisteis por el anuncio del
Ángel que vuestro Verbo se hiciera carne en el seno de la bienaventurada Virgen
María, concedednos os suplicamos, que cuantos la
creemos verdaderamente como Madre de Dios, podamos ser socorridos por su
intercesión ante Vos. Por el mismo Jesucristo tu Hijo nuestro Señor, que
contigo y el Espíritu Santo vive y reina por los siglos de los siglos.
Amén.
ORACIÓN AL SANTO ÁNGEL
DE LA GUARDA, PATRÓN DE ESTA NOVENA; SACADA DEL LIBRO Cadena Angelical, FOLIO
83.
Ángel Santísimo de mi Guarda, benignísimo
Amigo mío, mi Tutor piadosísimo, mi Maestro venerabilísimo, mi Guía certísima,
mi Argos vigilantísimo, mi Defensa poderosísima, mi Consejero sapientísimo, mi
Compañero fidelísimo, a quien por gran beneficio de Dios estoy encomendado
desde el punto que nací. Dios te salve, dignísimo de todo amor y respeto, pues
estás lleno de gracia, de dones y de prerrogativas celestiales desde el primer
instante de tu ser, de lo cual me huelgo infinito y os doy mil parabienes. El Señor
es contigo por gracia y gloria, amándote como a hijo muy querido suyo: Bendito
eres entre todos los Cortesanos del Cielo, a quienes ruego te bendigan en mi
nombre, y bendito es el fruto de tu empleo en alabar y servir perfectamente a
Dios, a quien te ruego le pidas la aceptación de esta Novena, y una encendida
devoción a su Santísima Madre MARÍA, para que con su amparo viva, y con la
Divina gracia muera. Amén.
—Rezar un
Ave María.
En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.
DÍA SEGUNDO – 10 DE DICIEMBRE
Por
la señal…
Acto
de Contrición, Oración a Dios nuestro Señor, y Oración a Nuestra Señora.
MILAGRO
Este día harás conmemoración del caso que le sucedió a un cierto
Cura, el cual no queriendo dar licencia para que en su jurisdicción se pidiera
limosna ni se recibiese la Santa Imagen con solemnidad, echó a los demandantes
de su presencia:
más estos llenos de confusión por ver que el Cura, cuando se había de tener por
muy dichoso de que la gran Señora saliese de su Templo y Casa para irle a
visitar, como lo hizo con su prima Santa Isabel a las montañas de Judea, y
dijera lo mismo que esta gloriosa Santa dijo en semejante visita: «Unde hoc mihi, ut
véniat Mater Dómini mei ad me!» (¡De dónde a mí tanta dicha, que venga a visitarme a mí
la Madre de mi Señor!), y como vieron los demandantes tan
irreverente resolución, depositaron la Imagen en un jacalito del Hospital,
permitiendo Dios no saliese la Señora hasta mostrarle al dicho Cura lo que
sentía el mal recibimiento que había tenido con su Santísima Madre, lo cual le
dio a entender aquella misma tarde que, o movido de superior impulso, o por
divertirse, se salió a pasear a su pueblo, y por curiosidad entró en donde
estaba escondida la Soberana Imagen, se llegó a verla, mas no pudo conseguirlo,
porque por repetidas veces le negó su hermosísimo Rostro, hasta que
reconociendo era castigo de su indevoción se postró en tierra, le pidió perdón,
y le prometió solemne Novenario y público culto: con la
cual diligencia, se le mostró el Rostro de la Imagen muy benigno, que lo dejó
pasmado y muy bien reprendido, haciéndole le diese su culto, como lo hizo el
devoto Cura. Refiérelo
el P. Florencia en el libro de sus milagros, cap. 10, fol. 25, n.º 20.
—Rezar
nueve Salves a Nuestra Señora.
ORACIÓN PARA ESTE DÍA
Oh Amabilísima Virgen María, Dignísima Madre de Dios y
Señora mía: yo te ofrezco estas nueve Salves en memoria y reverencia de
los nueve meses que en tu purísimo vientre tuviste al mejor Sol Cristo Señor
nuestro, el cual deseabas con ansia ver nacido y adorado de todas las gentes:
Por estos tus caritativos deseos y por el ardentísimo que tu Corazón sintió
cuando, sin poder sufrir sus incendios, fuisteis apresuradamente a visitar a tu
prima Santa Isabel, en cuya visitación el niño San Juan en el vientre de su
madre dio saltos de placer, y adoró y reverenció a su Dios humanado en la
custodia de tu purísimo vientre, quedando desde entonces santificado: y Tú,
Señora, conocida, alabada y venerada como verdadera Madre de Dios: humildemente
te pido merezca espiritualmente me visites, y vuelvas a mí ese tu bellísimo
Rostro: que si hasta ahora he sido indigno de tanto bien por mis graves culpas
y por mi indevoción en tu presencia, ya desde hoy arrepentido te prometo la
enmienda, y espero que, como Madre piadosa, me has de perdonar y me has de
favorecer en todas mis aflicciones, particularmente en esta Novena, a mayor
honra y gloria de Dios nuestro Señor. Amén.
—Aquí
levantando el corazón, se pide lo que se desea alcanzar de Dios por mano de su
Santísima Madre, y hecha la petición, dirás la salutación siguiente:
OBJETO y
recreo de justos,
ÓRGANO sonoro
y santo,
ORFEO
dulce en tu canto,
ORBONA que
quitas sustos.
OH VIRGEN de
Zapopan,
OH manso
Signo del mundo,
ORATORIO
sin segundo,
ORÁCULO de
Abrahán.
HONORIFICENCIA nuestra,
OH,
pasto de la Esperanza,
OH,
con que todo se amansa,
OH,
que al Salvador nos muestra.
OH, Consuelo
y alegría,
OH,
Pía en casos fatales,
OH, Clemente
en nuestros males.
OH,
Dulcísima MARÍA.
—La
Antífona y la Oración, y la Oración al Ángel de la Guarda se dirán todos los
días.
DÍA TERCERO – 11 DE DICIEMBRE
Por
la señal…
Acto
de Contrición, y Oración a Nuestra Señora.
MILAGRO
Este
día harás conmemoración del milagro que MARÍA
Santísima hizo por medio de su Soberana Imagen, al tiempo y cuando se
estaba renovando su Templo, al cual entró a ayudar a trabajar un indio llamado
Juan Tomás, quien viendo a la Imagen en el Altar, y unos cántaros de agua abajo
de las gradas, señalando uno que estaba hasta la mitad, dijo a los demás peones
que allí estaban: «Vosotros decís que esta Imagen hace
milagros, y que algunos de vosotros los habéis visto, y así se lo oí contar a
mis padres; yo o he visto ninguno ni lo tengo de creer, sino es que este cántaro
eche fuera el agua que tiene dentro, rebosando». Al instante que el incrédulo de las
maravillas de la Imagen profirió estas palabras, empezó el cántaro a moverse de
una parte a otra en forma de Cruz, y a cada moción que hacía, a echar la
cantidad de agua que cabía por la de él levantándola más de vara en alto,
volviendo a caer dentro del cántaro sin derramarse fuera, lo que hizo por tres
veces. Quedaron todos admirados, mirándose unos a otros sin saber hablar,
viendo el prodigio vio y creyó Juan Tomás el milagro, y sin duda diría, por lo
menos en su corazón, como el otro Tomás, «Mater Dei, et Dómina Mea»: “Madre de Dios y Mi Señora” (cf. San Juan, cap. 20), Madre de Dios y Señora mía, yo
creo que esta Imagen vuestra es milagrosa, que en ella está el brazo del Poder
de Dios, para obrar los milagros que dicen, y como no hay cosa imposible para
Dios, no hay cosa imposible que no haga por vuestras Imágenes, que son Imágenes
de la Madre de Dios. Refiérelo
el P. Florencia en su libro, cap. 1, folio 16, n.º 22.
—Rezar
nueve Salves a Nuestra Señora.
ORACIÓN PARA ESTE DÍA
Oh Amabilísima Virgen María, Dignísima Madre de Dios y
Señora mía: yo te ofrezco estas nueve Salves en memoria y reverencia de
los nueve meses que en tu purísimo vientre tuviste al mejor Sol Cristo Señor
nuestro, el cual deseabas con ansia ver nacido, para que como Fuente de agua
viva lavase los pecados del mundo; por estos tus ardientes deseos, humildemente
te pido que así como fuiste la prodigiosa Vara de que brotó la mejor flor y dio
el Divino fruto, seas también la milagrosa Vara que hiera mi corazón, no solo
para el mayor aumento de mi fe, sino también para que lleno de dolor de mis
culpas, se ablande la dureza de mi corazón, y le haga arrojar tan copiosos ríos
de lágrimas, que sean bastantes a reedificar el templo de mi alma, destrozado
tantas veces con mis culpas; haz, Señora, que como Templo
vivo de Dios lo adorne con todas las virtudes, para que en él te coloque a Ti
como a Sagrario de la Santísima TRINIDAD, en cuya presencia arda siempre la
lámpara de la Fe, y concédeme también el favor que te pido en esta Novena, si
es para honra y gloria de tu Divina Majestad.
Amén.
—Aquí
levantando el corazón, se pide lo que se desea alcanzar de Dios por mano de su
Santísima Madre, y hecha la petición, dirás la salutación siguiente:
ORO
de Divina Marca,
OBRIZO
de resplandor,
ÓPALO
de gran valor,
OFIR,
que guarnece el Arca.
OH VIRGEN de
Zapopan,
OH
manso Signo del mundo,
ORATORIO
sin segundo,
ORÁCULO
de Abrahán.
HONORIFICENCIA nuestra,
OH,
pasto de la Esperanza,
OH,
con que todo se amansa,
OH, que
al Salvador nos muestra.
OH, Consuelo
y alegría,
OH,
Pía en casos fatales,
OH, Clemente
en nuestros males.
OH,
Dulcísima MARÍA.
—La
Antífona y la Oración, y la Oración al Ángel de la Guarda se dirán todos los
días.
DÍA CUARTO – 12 DE DICIEMBRE
Por
la señal…
Acto
de Contrición, y Oración a Nuestra Señora.
MILAGRO
Este día harás conmemoración del milagro que MARÍA Santísima
hizo por mano de su Soberana Imagen, llevándola los Mayordomos a pedir limosna
para la fábrica de su primer Templo. Y
fue el caso que, como salió en tiempo de aguas la demanda, les cogió a los
demandantes una tormenta y copioso aguacero en despoblado, más reconocieron
estos que, aunque por todas partes llovía, solo al Tabernáculo de la Imagen, ni
a ellos ofendía el agua; y aunque ello les causó grande admiración, mayor fue
la que tuvieron cuando llegaron a un caudaloso y crecido río, en donde estaban
muchos pasajeros detenidos por su espantosa corriente, que los horrorizaba; y
como luego llegaron los demandantes el Tabernáculo de la Señora a la orilla,
vieron lo mismo que allá en el río Jordán sucedió en tiempo de Moisés, que
habiendo entrado el Arca de Dios en el río, admiradas las aguas de ver en sí
aquella Imagen de MARÍA Santísima, corteses
se apartaron: Sterunt
aqua in loco uno: Revuelva el agua en un solo lugar. (Josué, cap. 3). Así fue con esta milagrosa
Imagen, pues al punto que llegó a las márgenes del río, se suspendieron atentas
sus rápidas corrientes, dando lugar para que pasaran el Santo Tabernáculo los
conductores, y con ellos los demás pasajeros que estaban detenidos. Quedaron
todos pasmados del prodigio y muy agradecidos a MARÍA Santísima. Refiérelo el P. Florencia en su
libro, cap. 1, folio 17 n.º 23.
—Rezar
nueve Salves a Nuestra Señora.
ORACIÓN PARA ESTE DÍA
Oh Amabilísima
Virgen María, Dignísima Madre de Dios y Señora mía: yo te ofrezco estas
nueve Salves en memoria y reverencia de los nueve meses que en tu purísimo
vientre tuviste al mejor Sol Cristo Señor nuestro, al cual deseabas con ansia
ver nacido, para que el linaje humano hallara paso y camino seguro en las cenagosas
aguas de este mundo, y tomara el puerto que ciertamente guía al Celestial
Paraíso; por estos tus ardentísimos deseos humildemente te pido, que así como
en la ley antigua se suspendieron las aguas del Jordán con la presencia del
Arca, Imagen prosperísima de tu Santa Expectación, así hagas que con la
presencia de esta tu misma Imagen, en que te venere mi fe, logre el que en el
veloz y rápido curso de esta temporal vida se suspendan las espantosas lluvias
de mis desconsuelos, las rápidas olas de las tentaciones, las terribles furias
de mis pasiones, para que libre y a pie enjuto aborde al Puerto de la paz, a la
firmeza de la perfección y al camino de la verdad, que es el de la vida eterna.
Sed Tú, Señora, mi nave, mi guía y mi puerto, y si la petición que
te hago en esta Novena conduce a este fin, alcánzamela del Señor, y si no, dame
el consuelo de una firme resolución. Amén.
—Aquí
levantando el corazón, se pide lo que se desea alcanzar de Dios por mano de su
Santísima Madre, y hecha la petición, dirás la salutación siguiente:
OSTENTACIÓN
y Non plus,
HONOR
de toda la Grey,
OBSERVANCIA de
la Ley,
OPERARIA
de la luz.
OH VIRGEN de
Zapopan,
OH manso
Signo del mundo,
ORATORIO
sin segundo,
ORÁCULO de
Abrahán.
HONORIFICENCIA
nuestra,
OH, pasto
de la Esperanza,
OH, con
que todo se amansa,
OH, que
al Salvador nos muestra.
OH, Consuelo
y alegría,
OH, Pía
en casos fatales,
OH,
Clemente en nuestros males.
OH, Dulcísima
MARÍA.
—La
Antífona y la Oración, y la Oración al Ángel de la Guarda se dirán todos los
días.
DÍA QUINTO – 13 DE
DICIEMBRE
Por
la señal…
Acto
de Contrición, y Oración a Nuestra Señora.
MILAGRO
Este día harás
conmemoración del milagro siguiente: muchos años había que una pobre y
desamparada india se hallaba cual otro paralítico, tullida sin tener remedio en
lo humano, ni hallar hombre que la llevase a la milagrosa Piscina de Nuestra
Señora de Zapopan, a donde oía decir hallaban los enfermos salud, hasta que
pasados cinco años, compadecidos de sus dolores y movidos de sus ruegos unos
indios, la llevaron en hombros y la pusieron delante de la Milagrosa Imagen, de
quien solo esperaba el remedio. Al ponerse el sol, empezó de esta afligida
india la Oración, y con viva fe, hecho sus ojos fuentes de lágrimas, no cesaba
de pedirle a la Señora le diese salud. En estas plegarias llegó la noche, pero
la enferma, aunque no sentía en sus miembros alivio, no sé qué impulso le
mantenía la esperanza, por lo cual no permitió la moviesen de tan Soberana
presencia, queriendo, como otra cananea, perseverar en su petición toda la
noche, así fue, que empleándola en ruegos y oración, al reír de la Aurora, cual
otro Jacob, quedó vencedora, y aunque se deja entender quedaría herida del amor
a la Santísima Virgen, pero con logro en su petición, logrando
desde aquella hora salud, y tanta que después de haber dado las gracias a su
Médica Divina, salió a todas luces por su pie, manifestando con el prodigio lo
que vale la Oración porfiada, y lo que puede MARÍA Santísima, cuando con fe se
le pide. Refiérelo
el Padre Florencia en su Libro, cap. 1, folio 19.
—Rezar
nueve Salves a Nuestra Señora.
ORACIÓN PARA ESTE DÍA
Oh Amabilísima
Virgen María, Dignísima Madre de Dios y Señora mía: yo te ofrezco estas
nueve Salves en memoria y reverencia de los nueve meses que en tu purísimo
vientre tuviste al mejor Sol Cristo Señor nuestro, quien quiso fueses Tú la
mejor Aurora, que alegrases al mundo, y que en TI y por Ti nos viniese todo el
remedio de las espirituales y corporales dolencias, por estas gracias con que
te enriqueció y adornó la Omnipotencia, humildemente te pido, Soberana Reina,
que movidas las aguas de la Piscina de tus virginales entrañas, hagas que desde
ahora quede libre de mis interiores males, y sano de mis corporales dolencias. Concédeme,
Admirable Madre, un encendido amor al ejercicio de la Oración, pues esta es la
que te mueve a Ti, y la que vence al mismo Dios cuando enojado por las culpas
se hace sordo a nuestros ruegos, y también te pido me concedas buen despacho en
la petición que te hago en esta Novena, si es del agrado de Dios nuestro Señor.
Amén.
—Aquí
levantando el corazón, se pide lo que se desea alcanzar de Dios por mano de su
Santísima Madre, y hecha la petición, dirás la salutación siguiente:
HOSTIA,
que la Perla cría,
OSTIARIO, que
la asegura,
ORIENTE, que
dice es pura,
ORÁCULO de
la TRINIDAD.
OH VIRGEN de
Zapopan,
OH manso
Signo del mundo,
ORATORIO sin
segundo,
ORÁCULO de
Abrahán.
HONORIFICENCIA nuestra,
OH, pasto
de la Esperanza,
OH, con
que todo se amansa,
OH, que
al Salvador nos muestra.
OH, Consuelo
y alegría,
OH, Pía
en casos fatales,
OH, Clemente
en nuestros males.
OH, Dulcísima
MARÍA.
—La
Antífona y la Oración, y la Oración al Ángel de la Guarda se dirán todos los
días.
DÍA SEXTO – 14 DE DICIEMBRE
Por
la señal…
Acto
de Contrición, y Oración a Nuestra Señora.
MILAGRO
Este día harás conmemoración del milagro siguiente: Lograba una mujer a una hija, que
amaba en extremo, a la cual vino tal accidente que en breve tiempo acabó con la
vida: más como la amante Madre se la pretendía dar con su aliento, y resucitar
con gemidos; viendo no eran más que desahogos de su triste corazón, se acordó
de MARÍA Santísima, y que en su Santa Imagen
solo podía hallar la vida su difunta hija, y así abrazándose con el tierno
cadáver, corrió con él a la iglesia de la Señora; y con tiernos clamores y
lágrimas le pedía le diera vida a la que le ofrecía muerta, ¡caso
prodigioso!, puso la afligida
madre sobre la peana del Altar a la hija muerta, y no queriendo la Soberana
Señora suspender el consuelo a la que clamaba dolorida, luego
le concedió el regocijo de darle a la hija, no solo con vida, sino sana en el
todo. Refiérelo
el P. Florencia en su Libro 1, folio 18.
—Rezar
nueve Salves a Nuestra Señora.
ORACIÓN PARA ESTE DÍA
Oh Amabilísima
Virgen María, Dignísima Madre de Dios y Señora mía: yo te ofrezco estas
nueve Salves en memoria y reverencia de los nueve meses que en tu purísimo
vientre tuviste al mejor Sol Cristo Señor nuestro, quien quiso hacer de tus
virginales entrañas Carro triunfal, para venir del Cielo a la tierra a dar vida
a los muertos y consuelo a los afligidos por el amor y gracia con que Tú,
Admirable Madre, lo enamoraste y trajiste en tu purísimo vientre para nuestro
bien, humildemente te pido me alcances de su
Majestad la mejor vida, que es la gracia, y haz que nunca la pierda con la formidable
muerte del pecado, al cual aborrezco con toda mi alma por ser ofensa contra tu
amorosísimo Hijo JESÚS, mi
Dios y mi Señor, de quien espero, por tu intercesión, su amistad y el favor que
en esta Novena te pido, si es para provecho de mi Alma.
Amén.
—Aquí levantando el corazón, se pide lo que se desea alcanzar de
Dios por mano de su Santísima Madre, y hecha la petición, dirás la salutación
siguiente:
OCEANO
de Grandeza,
OPULENTA
en los tesoros,
ORDEN
de celestes coros,
HONESTIDAD
y Pureza.
OH
VIRGEN de Zapopan,
OH
manso Signo del mundo,
ORATORIO sin
segundo,
ORÁCULO
de Abrahán.
HONORIFICENCIA nuestra,
OH, pasto
de la Esperanza,
OH, con
que todo se amansa,
OH, que
al Salvador nos muestra.
OH, Consuelo
y alegría,
OH, Pía
en casos fatales,
OH, Clemente
en nuestros males.
OH, Dulcísima
MARÍA.
—La
Antífona y la Oración, y la Oración al Ángel de la Guarda se dirán todos los
días.
DÍA SÉPTIMO – 15 DE
DICIEMBRE
Por
la señal…
Acto
de Contrición, y Oración a Nuestra Señora.
MILAGRO
Este día harás conmemoración del milagro siguiente: Un indio de edad de quince a diez y
seis años, vivía atormentado de unos espíritus malignos que lo sacaban de
juicio y de sentidos, derribándolo en tierra con horrendos visajes que hacía,
echando por la boca muchas espumas y salivas, y en volviendo en sus sentidos,
se levantaba con furia y con semblante espantoso, echaba a correr, buscando
dónde despeñarse, que a no impedírselo se hubiera hecho pedazos en un profundo
barranco que está inmediato al pueblo. Lastimado el Cura, acudió a su remedio
con los Exorcismos que usa la Iglesia, pero no pudo conseguir su expulsión,
sucediéndole lo mismo que a los Apóstoles de Cristo Señor nuestro con semejante
endemoniado, como lo refiere San Marcos: Et dixi
discípulis tuis ut ejicérunt illum, et non potuérunt: Y dije a tus
discípulos que lo echaron fuera, y no pudieron (cap. 9, n.º 17). Y
si allá por altísima disposición, quiso su Majestad ser en persona el obrador
de la maravilla, aquí permitió lo fuera su Santísima Madre, a quien acudió con
buen acuerdo el Cura: trajo consigo al endemoniado a la iglesia de la Señora, lo
puso delante de sus misericordiosos Ojos, hizo al mismo indio rezar las
Oraciones, y le persuadió a que se confesase y que se pusiera en sus manos; le
dio un Rosario para que lo trajese al cuello y lo rezase; además de esto, le
prometió el afligido indio de servirle siempre, y que todas las veces que
saliese su Retrato a demandar, acompañarle, y fue tan eficaz el poder de la
Soberana Reina, que desde este día quedó libre de los demonios, y sin ver los
horrorosos demonios que le impelían antes a despeñarse. Refiérelo el P. Florencia en su
libro, cap. 1, folio 23, n.º 32.
—Rezar
nueve Salves a Nuestra Señora.
ORACIÓN PARA ESTE DÍA
Oh Amabilísima Virgen María, Dignísima Madre de Dios y
Señora mía: yo te ofrezco estas nueve Salves en memoria y reverencia de
los nueve meses que en tu purísimo vientre tuviste al mejor Sol Cristo Señor
nuestro, quien te participó tanto poder y gracia, que aun solo con la presencia
de tus Imágenes se ahuyentarán los espíritus malignos, no solo en la antigua
Ley con el Arca del Testamento, que como Imagen Misteriosa de tu Purísima
preñez, en su presencia se ahuyentó y despedazó el infernal ídolo de Dragón,
sino también en esta nuestra Ley de Gracia con esta tu Imagen, en que te venera
nuestra devoción, y de quien consiguen los afligidos consuelo, los enfermos
salud y los muertos vida; por este tu gran poder, humildemente
te pido, Madre amorosa, me libres de los demonios, que si hasta ahora me han
perseguido, envidiosos siempre de mi bien y ambiciosos de mi alma, instigándome
para que me precipite al profundo de la culpa, haz Tú, Señora, que siempre
libre de sus asechanzas, siga sin torcer el camino de la virtud, y que me ocupe
en tus alabanzas agradecido, y el favor que te pido en esta Novena, si es para
provecho de mi alma, haz que logre el consuelo que deseo. Amén.
—Aquí
levantando el corazón, se pide lo que se desea alcanzar de Dios por mano de su
Santísima Madre, y hecha la petición, dirás la salutación siguiente:
OLFATORIO
para caídos,
HONDA,
la que mata altivos,
ORBE sois
para los vivos,
ORIÓN a
deslumbrados.
OH
VIRGEN de Zapopan,
OH
manso Signo del mundo,
ORATORIO
sin segundo,
ORÁCULO de
Abrahán.
HONORIFICENCIA
nuestra,
OH, pasto
de la Esperanza,
OH, con
que todo se amansa,
OH, que
al Salvador nos muestra.
OH, Consuelo
y alegría,
OH, Pía
en casos fatales,
OH, Clemente
en nuestros males.
OH, Dulcísima
MARÍA.
—La
Antífona y la Oración, y la Oración al Ángel de la Guarda se dirán todos los
días.
DÍA OCTAVO – 16 DE DICIEMBRE
Por
la señal…
Acto
de Contrición, y Oración a Nuestra Señora.
MILAGRO
Este día harás conmemoración del milagro siguiente: Un indio del mismo pueblo de Zapopan
salió con la Imagen Peregrina a demandar y pedir para ayuda de la iglesia de
Nuestra Señora, pero con cargo y condición de que el pueblo había de pagar sus
tributos y sustentar a su mujer en tanto volvía con la demanda, a este trato le
faltaron, y habiendo vuelto y cumplido él con su obligación, se halló con grande
pesar porque por una parte le acongojaban los Alcaldes por los Reales Tributos
que debía; por otra le cobraban lo que le habían suplido a su mujer para su
sustento; y por otra el ver que no tenía con qué socorrer en la presente
ocasión a su familia: más se vio rodeado de tales trabajos, se fue triste a la
iglesia, le hizo cargo a MARÍA Santísima de
que todos sus atrasos se habían venido por irle a servir con la demanda, y que
así le diera remedio a sus trabajos. Con esto se salió de la iglesia cargado de
su aflicción, pero no sin remedio, porque usando MARÍA
Santísima, en cierto modo, lo que Cristo Señor Nuestro con Nuestro Padre
San Pedro cuando le mandó ir al mar y del primer pez que picase el anzuelo,
sacase de su boca la moneda para que pagase el tributo por su Majestad y por él
(San Mateo, cap. 17, n.º 26). Así MARÍA Santísima
le inspiró a su demandante que comprase el vientre de una res que en la ocasión
que salió de la iglesia se estaba matando, pidió le supliesen para su sustento
aquel vientre, y habiéndole conseguido, como le afligía el hambre, luego se
puso a limpiarlo y a encontrar monedas de plata entre sus bascosidades; halló
hasta la cantidad de trece pesos, tres tomines y medio real. Hizo
luego gustoso las cuentas, pagó los Reales Tributos, satisfizo a sus
acreedores, y el medio real que le sobró, pagó el vientre de la res, y quedó en
paz y muy agradecido a su Soberana Reina, que tan cabalmente sabe pagar. Refiérelo el Padre Florencia, cap.
1, folio 24.
—Rezar
nueve Salves a Nuestra Señora.
ORACIÓN PARA ESTE DÍA
Oh Amabilísima Virgen María, Dignísima Madre
de Dios y Señora mía: yo te ofrezco estas nueve Salves en
memoria y reverencia de los nueve meses que en tu purísimo vientre tuviste al
mejor Sol Cristo Señor nuestro, a quien deseabas ver nacido, para que como
moneda de infinito valor y perla de divinos quilates, criada en tu purísimo
vientre, pagase por todo el género humano las deudas y retenidos tributos a que
se hallaba deudor e imposibilitado a pagar; por estos caritativos deseos y
fervorosas ansias, humildemente te ruego me alcances de su Divina Majestad
tanta gracia cuanta necesito para saber corresponder, así a Ti como a tu
liberalísimo Hijo JESÚS nuestro Señor, a
quien le ofrezco por tus Soberanas Manos por moneda mi corazón y por perla mi
alma, por ser la que más estima y la que vino a comprar haciéndose Mercader
Divino. Pon, Señora, en ella el sello de la Santa
Cruz, y graba como Castillo tu Santísimo Nombre de MARÍA,
para que así sea aceptable y corriente moneda ante el Divino
comercio de toda la Santísima TRINIDAD; presenta
también en este Majestuoso Trono mis necesidades, y con especialidad la
presente que me aflige y espero conseguir, si es para bien de mi Alma. Amén.
—Aquí
levantando el corazón, se pide lo que se desea alcanzar de Dios por mano de su
Santísima Madre, y hecha la petición, dirás la salutación siguiente:
ORNATO del
buen Cordero,
OJOS, que
quitan pesares,
OH, la
que aplaca los mares,
OBSEQUIOSA con
esmero.
OH
VIRGEN de Zapopan,
OH
manso Signo del mundo,
ORATORIO sin
segundo,
ORÁCULO de
Abrahán.
HONORIFICENCIA nuestra,
OH,
pasto de la Esperanza,
OH,
con que todo se amansa,
OH,
que al Salvador nos muestra.
OH, Consuelo
y alegría,
OH, Pía
en casos fatales,
OH, Clemente
en nuestros males.
OH, Dulcísima
MARÍA.
—La Antífona y la Oración, y la Oración al Ángel de la Guarda se
dirán todos los días.
DÍA NOVENO – 17 DE DICIEMBRE
Por
la señal…
Acto
de Contrición, y Oración a Nuestra Señora.
MILAGRO
Este día harás conmemoración del milagro siguiente: A un Caballero tan noble como rico
(cuyo nombre y patria se calla por justos motivos) le sucedió un frangente tan
grave que peligraba su hacienda, su vida y su honra, y no hallando otro remedio
que el huirse, se resolvió a ejecutarlo, y se entró por los montes más ásperos
a vivir en tierras muy incógnitas, no pocos tiempos, hasta que sin saber cómo
se halló cerca del pueblo de Zapopan, metido en sus profundos, a donde se
escondía; allí ya desesperado y tentado del demonio, tuvo por bien de
precipitarse en aquellas formidables quiebras, que para el fin le ofrecía el
enemigo; más a irse a arrojar, no pudo, porque poniéndosele MARÍA Santísima en su Imagen de Zapopan, delante, lo detuvo por dos veces; con
este prodigio le suspendió por entonces, hasta que la tristeza y melancolía,
junta la instigación del demonio, lo volvió a cegar, y para dar fin a su
desastrada vida y acabar con tantas penas, se echó al cuello un lazo, y ya para
darse el último término, se iba ahorcar, pero estorbándoselo la misma Imagen de
MARÍA, que llena de luz se le puso delante,
no se precipitó, porque ya blanda la peña de su corazón con los repetidos
golpes de aquella milagrosa Vara, que por tres veces se le apareció, a sus
luces abrió los ojos del entendimiento y volvió en sí de su desatino; y
formando de sus ojos dos fuentes de lágrimas, deseoso de confesar sus culpas y
corresponder a los toque de Dios, se salió de aquellas quiebras y barrancas, y
a poco espacio encontró con el pueblo y sus moradores, a quienes preguntó si
había en el dicho pueblo Cura o Vicario. Le dijeron que sí; hizo se lo llamasen
a la puerta de la iglesia, a donde por ser ya de noche se puso a hablar en
secreto; le dijo lo que le había pasado, y le pidió con lágrimas lo confesase: lo
hizo así el celoso Cura, a quien le dio cuenta de su persona y de sus trabajos.
Entró a la iglesia, y luego que le descubrió el dicho Cura a la Soberana
Imagen, la conoció y le dijo: «Esta es, esta es, Padre, a quien le debo la vida y no
estar en el Infierno: Esta es la que por tres veces se me apareció». Postrado en tierra, le dio las gracias y le pidió
el remedio. El Cura le exhortó y consoló, diciéndole
que quien lo habría librado de eterna muerte, tuviera esperanza de que le había
de volver a su casa, a su hacienda y honores; todo se supo después que le había
sucedido así; Otras circunstancias calla el P. Florencia, quien lo refiere, por
no convenir aun en estos tiempos, cap.
1, folio 30.
—Rezar
nueve Salves a Nuestra Señora.
ORACIÓN PARA ESTE DÍA
Oh Amabilísima Virgen María, Dignísima Madre de Dios y
Señora mía: yo te ofrezco estas nueve Salves en memoria y reverencia de
los nueve meses que en tu purísimo vientre tuviste al mejor Sol Cristo Señor
nuestro, a quien deseabas ver nacido para salud de los enfermos, consuelo de
los afligidos, fortaleza de los tentados, honra de los abatidos y remedio de
los desesperados; por estos tus ardentísimos deseos humildemente te pido que no
me desampares en mis aflicciones, y que no me dejes precipitar en las tentaciones
del demonio; alcánzame de tu Benditísimo Hijo eficaces y repetidos auxilios; y
para que se ablande la dureza de mi corazón y arroje con verdadera contrición
ríos de lágrimas para limpiar y fertilizar mi alma, para crecer en virtud y
restaurar la tardanza que he tenido en mi conversión, y volver a los antiguos
honores de su gracia, cual otro hijo pródigo con su buen Padre. Y pues
Tú, Señora, eres también mi Madre, que con inmensos dolores me diste a luz al
pie de la Cruz, recíbeme con amor, perdóname mis ingratitudes, introdúceme a
las celestiales bodas, y si es para este fin, logre yo lo que te pido en esta
Novena, concédemelo, y si no, dame resignación con la Divina Voluntad, y
fuerzas para la cruz de los trabajos de esta miserable vida, y gracia para
emplearme en tu servicio. Amén.
—Aquí
levantando el corazón, se pide lo que se desea alcanzar de Dios por mano de su
Santísima Madre, y hecha la petición, dirás la salutación siguiente:
OLIMPO
Monte encumbrado,
ODORÍFICA
Azucena,
OLOR
de la Rosa amena,
HORIZONTE recamado.
OBELISCO
prodigioso,
OTOÑO, que
el fruto dio,
ÓSCULO, que
Paz llevó,
OLIVETE el
más gracioso.
OBEDIENCIA
más veloz,
OH, Tú,
que quitas litigios,
ÓMNIUM máxima
en prodigios,
OVEJA
mansa de Dios.
OH
VIRGEN de Zapopan,
OH
manso Signo del mundo,
ORATORIO
sin segundo,
ORÁCULO
de Abrahán.
HONORIFICENCIA
nuestra,
OH,
pasto de la Esperanza,
OH,
con que todo se amansa,
OH, que
al Salvador nos muestra.
OH, Consuelo
y alegría,
OH, Pía
en casos fatales,
OH, Clemente
en nuestros males.
OH, Dulcísima
MARÍA.
—La
Antífona y la Oración, y la Oración al Ángel de la Guarda se dirán todos los
días.
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