Novena
dispuesta por el padre Fray Daniel Sánchez García OFM, del Convento de San
Francisco, y publicada en Guatemala de la Asunción por la Tipografía Sánchez y
de Guise en 1915, con licencia eclesiástica otorgada por Rafael Álvarez,
Secretario del Arzobispado, el 29 de Octubre de 1915.
COMENZAMOS: 1º de diciembre.
FINALIZAMOS: 9 de diciembre.
FESTIVIDAD: 10 de diciembre.
A LOS DEVOTOS
DE NUESTRA SEÑORA DE LORETO.
Hace
algunos meses publicamos la MILAGROSA HISTORIA DE
LA IMAGEN DE NUESTRA SEÑORA DE LORETO. Desde entonces hemos visto con
singular complacencia acrecentarse de día en día el culto de esta célebre
Imagen tan venerada en otro tiempo. Con frecuencia acuden a solicitar un poco
de aceite de la lámpara que arde ante la bendita Imagen, porque personas amigas
les han manifestado haber obtenido con él prodigiosas curaciones. Se han
celebrado y se celebran bastantes misas en acción de gracias por favores
extraordinarios que confiesan haber recibido por mediación de Nuestra Señora de
Loreto, venerada en los Templos de San Francisco y el Sagrado Corazón.
Repetidas veces me han manifestado algunos devotos sus grandes
deseos de tener una Novena de esta milagrosa Imagen, y juzgando muy digno el
acceder a ellos y muy a propósito para aumentar su culto, me resolví a escribir
la presente. En
las consideraciones de cada día de la Novena me he limitado únicamente a
estudiar la vida admirable de María Santísima en su
casita de Nazaret, tan famosa hoy día en el orbe católico con el nombre de la
Santa Casa de Loreto. En todo tiempo puede hacerse provechosamente esta
Novena, pero desde muy antiguo se viene celebrando con
solemnidad la fiesta principal de esta Imagen el 10 de Diciembre, y por
consiguiente la novena se hace en los nueve días anteriores. Con
seguridad el que lea la Milagrosa Historia de Ntra. Señora de Loreto, se hará
pronto su devoto.
Los
muchos y singulares favores que ha dispensado en lo pasado a los que acudían a
ella, son la mejor garantía de que favorecerá en lo por venir a los que se
acojan a su amparo. Esta es la firme esperanza que
abriga el que esto escribe, y por esto suplica a todos los que hagan esta
Novena, lo encomienden a Nuestra Señora de Loreto.
FRAY DANIEL SÁNCHEZ GARCÍA,
OFM.
Guatemala,
Febrero de 1915.
NOVENA DE
NUESTRA SEÑORA DE LORETO
Por
la señal ✠ de la Santa Cruz, de nuestros ✠ enemigos,
líbranos
Señor
✠
Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo ✠,
y del Espíritu
Santo. Amén
ACTOS DE FE, ESPERANZA Y
CARIDAD
Creo en Vos, Dios mío, porque
sois verdad infalible; espero en Vos, porque sois fiel en vuestras promesas; os
amo, porque sois bondad infinita. Pésame, Dios mío, de haberos
ofendido por ser Vos quien sois, y por qué os amo sobre todas las costas:
propongo nunca más pecar. (Indulgencia de siete
años y siete cuarentenas cada vez; plenaria al mes).
OFRECIMIENTO
Os ofrezco, Dios mío, esta
Novena a vuestra mayor gloria y en honra de Nuestra Señora de Loreto venerada
en este templo, por medio de la cual obráis tantos prodigios y derramáis tantas
gracias sobre los míseros mortales. Hacedme agradable a vuestros
divinos ojos para que sea digno de alabaros y bendeciros eternamente en el
cielo. Amén.
DÍA PRIMERO – 1 DE DICIEMBRE.
DESPOSORIOS
DE LA SANTÍSIMA VIRGEN.
Hacía nueve años que María vivía en el templo, y deseaba con
toda su alma permanecer para siempre en la casa de Dios cuyo último lugar
prefería a las más altas dignidades del mundo; pero la ley se oponía a sus
deseos. Cuando
las vírgenes consagradas al servicio de los altares llegaban a los quince años
de su edad, eran de nuevo enviadas por el Sumo Sacerdote al seno de sus
familias, para que cumpliesen la rigurosa obligación del matrimonio, que el
orgullo nacional imponía a todas las hijas de Israel. No pudiendo, pues, la
Santísima Virgen prolongar su estancia en el templo contra el dictamen de la
ley, ni presentarse en el mundo sin un protector de su juventud, se sometió a
la costumbre de su país, confiando en que el auxilio del cielo la había de
proporcionar un medio para conciliar con el matrimonio su voto de virginidad.
La divina Providencia, que había predestinado a San José para que fuese fiel
custodio de la virginidad de María y padre adoptivo de Jesús, le hizo conocer
también por señales especiales que él era el elegido para ser esposo de aquella
Virgen inmaculada y santísima.
Se
celebra el desposorio con el castísimo José, y se retiran ambos esposos a vivir
a una humilde aldea llamada Nazaret. El exacto y puntual desempeño de los
ordinarios deberes domésticos y el gobierno interior de su casa forman el carácter
distintivo de la vida que comenzó a llevar María en su casita de Nazaret. En
este humilde retiro, María combate con su ejemplo esa piedad muelle y ociosa
que se observa en no pocas mujeres acomodadas, enemigas del trabajo, sólo
porque no necesitan de él para vivir. No; la piedad de María es muy diferente.
Sabía muy bien que pesaban sobre ella los deberes de presentar oportunamente el
alimento y el vestido a su querido esposo, y de cuidar con solicitud y esmero
de las cosas de su pobre morada, y no podía olvidar que todo esto tenía que
hacerlo por sí misma. ¡Ah! Si las esposas cristianas imitasen este hermoso ejemplo de María,
sin duda alguna veríamos pronto reinar en sus casas el aseo, el orden, el
bienestar y la dicha.
—Medítese
unos instantes sobre lo dicho, y hágase la petición. Ahora se rezarán tres
Avemarías y un Gloria.
JACULATORIA: Bendita sea la Santa e Inmaculada
Concepción de la beatísima Virgen María, Madre de Dios. (300 días de
indulgencia cada vez).
ORACIÓN FINAL PARA TODOS
LOS DÍAS
Acordaos, oh piadosísima Virgen María, que jamás
se oyó decir que fuese abandonado de Vos ninguno de cuantos han acudido a
vuestra protección, implorando vuestro socorro y pidiendo vuestros auxilios.
Animado yo con igual confianza, acudo también a, Vos, oh Virgen Madre de las
vírgenes, y gimiendo bajo el peso de mis pecados, me postro humilde a vuestras
plantas. No despreciéis, oh Madre del Verbo, mis
pobres súplicas, antes bien dignaos oírlas y acogerlas favorablemente.
Amén. (300
días de indulgencia cada vez; plenaria al mes).
—Se terminará con las Letanías de la Virgen, llamadas lauretanas
o sea de Loreto, a las cuales hay concedidas 300 días de indulgencia cada vez;
plenaria en las cinco fiestas mayores de la Virgen.
Letanía Lauretana
V. Señor, ten piedad de nosotros.
R. Señor, ten piedad de nosotros.
V. Cristo, ten piedad de nosotros.
R. Cristo, ten piedad de nosotros.
V. Señor, ten piedad de nosotros.
R. Señor, ten piedad de nosotros.
V. Cristo,
óyenos.
R. Cristo,
óyenos.
V. Cristo,
escúchanos.
R. Cristo,
escúchanos.
V. Dios,
Padre Celestial.
R. Ten
piedad de nosotros.
V. Dios
Hijo, Redentor del mundo.
R. Ten
piedad de nosotros.
V. Dios
Espíritu Santo.
R. Ten
piedad de nosotros.
V.
Trinidad Santa, un solo Dios.
R. Ten
piedad de nosotros.
V.
Santa María. R. Ruega por nosotros.
V.
Santa Madre de Dios. R. Ruega por nosotros.
V.
Santa Virgen de las vírgenes. R. Ruega por
nosotros.
V.
Madre de Cristo. R. Ruega por nosotros.
V.
Madre de la Iglesia. R. Ruega por nosotros.
V.
Madre de la divina gracia. R. Ruega por
nosotros.
V.
Madre purísima. R. Ruega por nosotros.
V.
Madre castísima. R. Ruega por nosotros.
V.
Madre virginal. R. Ruega por nosotros.
V.
Madre incorrupta. R. Ruega por nosotros.
V.
Madre inmaculada. R. Ruega por nosotros.
V.
Madre amable. R. Ruega por nosotros.
V.
Madre admirable. R. Ruega por nosotros.
V.
Madre del Buen Consejo. R. Ruega por nosotros.
V.
Madre del Creador. R. Ruega por nosotros.
V.
Madre del Salvador. R. Ruega por nosotros.
V.
Virgen prudentísima. R. Ruega por nosotros.
V.
Virgen digna de veneración. R. Ruega por
nosotros.
V.
Virgen digna de alabanza. R. Ruega por
nosotros.
V.
Virgen poderosa. R. Ruega por nosotros.
V.
Virgen clemente.
R. Ruega
por nosotros.
V.
Virgen fiel. R. Ruega por nosotros.
V.
Espejo de justicia. R. Ruega por nosotros.
V.
Trono de sabiduría. R. Ruega por nosotros.
V.
Causa de nuestra alegría. R. Ruega por
nosotros.
V.
Vaso espiritual. R. Ruega por nosotros.
V.
Vaso digno de honor. R. Ruega por nosotros.
V.
Vaso insigne de devoción. R. Ruega por
nosotros.
V.
Rosa mística. R. Ruega por nosotros.
V.
Torre de David. R. Ruega por nosotros.
V.
Torre de marfil. R. Ruega por nosotros.
V.
Casa de Oro. R. Ruega por nosotros.
V.
Arca de la Alianza. R. Ruega por nosotros.
V.
Puerta del cielo. R. Ruega por nosotros.
V.
Estrella de la mañana. R. Ruega por nosotros.
V.
Salud de los enfermos. R. Ruega por nosotros.
V.
Refugio de los pecadores. R. Ruega por
nosotros.
V.
Consuelo de los afligidos. R. Ruega por
nosotros.
V.
Auxilio de los cristianos. R. Ruega por
nosotros.
V.
Reina de los Ángeles. R. Ruega por nosotros.
V.
Reina de los Patriarcas. R. Ruega por
nosotros.
V.
Reina de los Profetas. R. Ruega por nosotros.
V.
Reina de los Apóstoles. R. Ruega por nosotros.
V.
Reina de los Mártires. R. Ruega por nosotros.
V.
Reina de los Confesores. R. Ruega por
nosotros.
V.
Reina de las Vírgenes. R. Ruega por nosotros.
V.
Reina de los Santos. R. Ruega por nosotros.
V.
Reina concebida sin pecado original. R. Ruega por
nosotros.
V.
Reina llevada al cielo. R. Ruega por nosotros.
V.
Reina del Santísimo Rosario. R. Ruega por
nosotros.
V.
Reina de la familia. R. Ruega por nosotros.
V.
Reina de la paz. R. Ruega por nosotros.
V.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo.
R.
Perdónanos, Señor.
V.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo.
R. Escúchanos, Señor.
V.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo.
R. Ten misericordia de nosotros.
Bajo tu protección nos
acogemos Santa Madre de Dios, no desoigas nuestras súplicas en nuestras
necesidades; antes bien,
líbranos siempre de todos los peligros, Virgen gloriosa y bendita.
V.
Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.
R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de
Nuestro Señor Jesucristo. Amén
En el
nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.