martes, 3 de diciembre de 2024

NOVENA EN HONOR A LA VENERABLE ANA DE SAN AGUSTÍN.

 


Novena publicada en Valencia por la imprenta Cícero en 1927. Imprimátur de Mons. Rigoberto Doménech Valls, Arzobispo de Zaragoza, otorgado el 6 de Septiembre de 1927.

 

COMENZAMOS: 2 diciembre.

FINALIZAMOS: 10 de diciembre.

FESTIVIDAD: 11 de diciembre.

  

NOVENA EN HONOR A LA VENERABLE ANA DE SAN AGUSTÍN

 

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo , y del Espíritu Santo. Amén.

 

ACTO DE CONTRICIÓN

 

   Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Criador y Redentor mío, por ser Vos quien sois y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón de haberos ofendido: propongo firmemente de nunca más pecar, y de apartarme de todas las ocasiones de ofenderos, y de confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta: ofrézcoos mi vida, obras y trabajos en satisfacción de todos mis pecados; y así como os lo suplico, así confío en vuestra bondad y misericordia infinita me los perdonaréis, por los merecimientos de vuestra preciosísima Sangre, Pasión y Muerte, y me daréis gracia para enmendarme y para perseverar en vuestro santo servicio hasta la muerte. Amén.

  

ORACIÓN PREPARATORIA

 

   ¡Oh, Dios Padre increado, Dios Hijo unigénito, Dios Espíritu Santo Paráclito, Santa e individua Trinidad! Con el corazón y con los labios os confesamos, alabamos y bendecimos. A Vos sea la gloria por los siglos de los siglos, por los innumerables favores y gracias inefables con que adornasteis el alma de la seráfica virgen Ana de San Agustín. Unimos este obsequio de alabanza y humilde súplica a las alabanzas que ella os tributó durante su vida mortal, para que con su poderosa intercesión sea digno de ser aceptado por Vos. Amén.

  


DÍA PRIMERO – 2 DE DICIEMBRE.

 

   Infundid, Señor, en nuestras almas la devoción a vuestra divina Infancia que inspirasteis a la Venerable Ana de San Agustín, cuando en su tierna edad le aparecisteis en forma de Niño encantador. Dadnos la gracia de practicar como ella, por el Niño Jesús, todos nuestros actos, aún los más pequeños, y la que os pedimos en esta novena, él ha de ser para mayor gloria vuestra y bien de nuestras almas.

  

—Pídase la gracia que se desea, rezando tres Padre nuestros y Gloria Patri en honor de la Santísima Trinidad.

  

ORACIÓN FINAL

 

   Omnipotente y sempiterno Dios,  que, con la abundancia de vuestra piedad, excedéis nuestros méritos y nuestros deseos, derramad sobre nosotros vuestra misericordia, que os haga aceptables nuestras peticiones y nos ayude a usar dignamente de vuestras gracias. Amén.

 

En el nombre del Padre, y del Hijo , y del Espíritu Santo. Amén.

  

NOVENA EN HONOR A NUESTRA SEÑORA DE LORETO.

 


 

Novena dispuesta por el padre Fray Daniel Sánchez García OFM, del Convento de San Francisco, y publicada en Guatemala de la Asunción por la Tipografía Sánchez y de Guise en 1915, con licencia eclesiástica otorgada por Rafael Álvarez, Secretario del Arzobispado, el 29 de Octubre de 1915.

 

COMENZAMOS: 1º de diciembre.

FINALIZAMOS: 9 de diciembre.

FESTIVIDAD: 10 de diciembre.

 

A LOS DEVOTOS DE NUESTRA SEÑORA DE LORETO.

 

Hace algunos meses publicamos la MILAGROSA HISTORIA DE LA IMAGEN DE NUESTRA SEÑORA DE LORETO. Desde entonces hemos visto con singular complacencia acrecentarse de día en día el culto de esta célebre Imagen tan venerada en otro tiempo. Con frecuencia acuden a solicitar un poco de aceite de la lámpara que arde ante la bendita Imagen, porque personas amigas les han manifestado haber obtenido con él prodigiosas curaciones. Se han celebrado y se celebran bastantes misas en acción de gracias por favores extraordinarios que confiesan haber recibido por mediación de Nuestra Señora de Loreto, venerada en los Templos de San Francisco y el Sagrado Corazón.

 

Repetidas veces me han manifestado algunos devotos sus grandes deseos de tener una Novena de esta milagrosa Imagen, y juzgando muy digno el acceder a ellos y muy a propósito para aumentar su culto, me resolví a escribir la presente. En las consideraciones de cada día de la Novena me he limitado únicamente a estudiar la vida admirable de María Santísima en su casita de Nazaret, tan famosa hoy día en el orbe católico con el nombre de la Santa Casa de Loreto. En todo tiempo puede hacerse provechosamente esta Novena, pero desde muy antiguo se viene celebrando con solemnidad la fiesta principal de esta Imagen el 10 de Diciembre, y por consiguiente la novena se hace en los nueve días anteriores. Con seguridad el que lea la Milagrosa Historia de Ntra. Señora de Loreto, se hará pronto su devoto.

   

Los muchos y singulares favores que ha dispensado en lo pasado a los que acudían a ella, son la mejor garantía de que favorecerá en lo por venir a los que se acojan a su amparo. Esta es la firme esperanza que abriga el que esto escribe, y por esto suplica a todos los que hagan esta Novena, lo encomienden a Nuestra Señora de Loreto.

  

FRAY DANIEL SÁNCHEZ GARCÍA, OFM.

Guatemala, Febrero de 1915.

   


NOVENA DE NUESTRA SEÑORA DE LORETO

  

    

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo , y del Espíritu Santo. Amén

   

ACTOS DE FE, ESPERANZA Y CARIDAD


   Creo en Vos, Dios mío, porque sois verdad infalible; espero en Vos, porque sois fiel en vuestras promesas; os amo, porque sois bondad infinita. Pésame, Dios mío, de haberos ofendido por ser Vos quien sois, y por qué os amo sobre todas las costas: propongo nunca más pecar. (Indulgencia de siete años y siete cuarentenas cada vez; plenaria al mes).

  

OFRECIMIENTO

 

   Os ofrezco, Dios mío, esta Novena a vuestra mayor gloria y en honra de Nuestra Señora de Loreto venerada en este templo, por medio de la cual obráis tantos prodigios y derramáis tantas gracias sobre los míseros mortales. Hacedme agradable a vuestros divinos ojos para que sea digno de alabaros y bendeciros eternamente en el cielo. Amén.

      


DÍA PRIMERO – 1 DE DICIEMBRE.

 

DESPOSORIOS DE LA SANTÍSIMA VIRGEN.

 

Hacía nueve años que María vivía en el templo, y deseaba con toda su alma permanecer para siempre en la casa de Dios cuyo último lugar prefería a las más altas dignidades del mundo; pero la ley se oponía a sus deseos. Cuando las vírgenes consagradas al servicio de los altares llegaban a los quince años de su edad, eran de nuevo enviadas por el Sumo Sacerdote al seno de sus familias, para que cumpliesen la rigurosa obligación del matrimonio, que el orgullo nacional imponía a todas las hijas de Israel. No pudiendo, pues, la Santísima Virgen prolongar su estancia en el templo contra el dictamen de la ley, ni presentarse en el mundo sin un protector de su juventud, se sometió a la costumbre de su país, confiando en que el auxilio del cielo la había de proporcionar un medio para conciliar con el matrimonio su voto de virginidad. La divina Providencia, que había predestinado a San José para que fuese fiel custodio de la virginidad de María y padre adoptivo de Jesús, le hizo conocer también por señales especiales que él era el elegido para ser esposo de aquella Virgen inmaculada y santísima.

  

Se celebra el desposorio con el castísimo José, y se retiran ambos esposos a vivir a una humilde aldea llamada Nazaret. El exacto y puntual desempeño de los ordinarios deberes domésticos y el gobierno interior de su casa forman el carácter distintivo de la vida que comenzó a llevar María en su casita de Nazaret. En este humilde retiro, María combate con su ejemplo esa piedad muelle y ociosa que se observa en no pocas mujeres acomodadas, enemigas del trabajo, sólo porque no necesitan de él para vivir. No; la piedad de María es muy diferente. Sabía muy bien que pesaban sobre ella los deberes de presentar oportunamente el alimento y el vestido a su querido esposo, y de cuidar con solicitud y esmero de las cosas de su pobre morada, y no podía olvidar que todo esto tenía que hacerlo por sí misma. ¡Ah! Si las esposas cristianas imitasen este hermoso ejemplo de María, sin duda alguna veríamos pronto reinar en sus casas el aseo, el orden, el bienestar y la dicha.

  

—Medítese unos instantes sobre lo dicho, y hágase la petición. Ahora se rezarán tres Avemarías y un Gloria.

  

JACULATORIA: Bendita sea la Santa e Inmaculada Concepción de la beatísima Virgen María, Madre de Dios. (300 días de indulgencia cada vez).

  

ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS DÍAS

 

   Acordaos, oh piadosísima Virgen María, que jamás se oyó decir que fuese abandonado de Vos ninguno de cuantos han acudido a vuestra protección, implorando vuestro socorro y pidiendo vuestros auxilios. Animado yo con igual confianza, acudo también a, Vos, oh Virgen Madre de las vírgenes, y gimiendo bajo el peso de mis pecados, me postro humilde a vuestras plantas. No despreciéis, oh Madre del Verbo, mis pobres súplicas, antes bien dignaos oírlas y acogerlas favorablemente. Amén. (300 días de indulgencia cada vez; plenaria al mes).

   

—Se terminará con las Letanías de la Virgen, llamadas lauretanas o sea de Loreto, a las cuales hay concedidas 300 días de indulgencia cada vez; plenaria en las cinco fiestas mayores de la Virgen.

 

Letanía Lauretana


V. Señor, ten piedad de nosotros.

R. Señor, ten piedad de nosotros.

 

V. Cristo, ten piedad de nosotros.

R. Cristo, ten piedad de nosotros.

 

V. Señor, ten piedad de nosotros.

R. Señor, ten piedad de nosotros.

 

V. Cristo, óyenos.

R. Cristo, óyenos.

 

V. Cristo, escúchanos.

R. Cristo, escúchanos.

 

V. Dios, Padre Celestial.

R. Ten piedad de nosotros.

 

V. Dios Hijo, Redentor del mundo.

R. Ten piedad de nosotros.

 

V. Dios Espíritu Santo.

R. Ten piedad de nosotros.

 

V. Trinidad Santa, un solo Dios.

R. Ten piedad de nosotros.

 

V. Santa María. R. Ruega por nosotros.

V. Santa Madre de Dios. R. Ruega por nosotros.

V. Santa Virgen de las vírgenes. R. Ruega por nosotros.

V. Madre de Cristo. R. Ruega por nosotros.

V. Madre de la Iglesia. R. Ruega por nosotros.

V. Madre de la divina gracia. R. Ruega por nosotros.

V. Madre purísima. R. Ruega por nosotros.

V. Madre castísima. R. Ruega por nosotros.

V. Madre virginal. R. Ruega por nosotros.

V. Madre incorrupta. R. Ruega por nosotros.

V. Madre inmaculada. R. Ruega por nosotros.

V. Madre amable. R. Ruega por nosotros.

V. Madre admirable. R. Ruega por nosotros.

V. Madre del Buen Consejo. R. Ruega por nosotros.

V. Madre del Creador. R. Ruega por nosotros.

V. Madre del Salvador. R. Ruega por nosotros.

V. Virgen prudentísima. R. Ruega por nosotros.

V. Virgen digna de veneración. R. Ruega por nosotros.

V. Virgen digna de alabanza. R. Ruega por nosotros.

V. Virgen poderosa. R. Ruega por nosotros.

V. Virgen clemente. R. Ruega por nosotros.

V. Virgen fiel. R. Ruega por nosotros.

V. Espejo de justicia. R. Ruega por nosotros.

V. Trono de sabiduría. R. Ruega por nosotros.

V. Causa de nuestra alegría. R. Ruega por nosotros.

V. Vaso espiritual. R. Ruega por nosotros.

V. Vaso digno de honor. R. Ruega por nosotros.

V. Vaso insigne de devoción. R. Ruega por nosotros.

V. Rosa mística. R. Ruega por nosotros.

V. Torre de David. R. Ruega por nosotros.

V. Torre de marfil. R. Ruega por nosotros.

V. Casa de Oro. R. Ruega por nosotros.

V. Arca de la Alianza. R. Ruega por nosotros.

V. Puerta del cielo. R. Ruega por nosotros.

V. Estrella de la mañana. R. Ruega por nosotros.

V. Salud de los enfermos. R. Ruega por nosotros.

V. Refugio de los pecadores. R. Ruega por nosotros.

V. Consuelo de los afligidos. R. Ruega por nosotros.

V. Auxilio de los cristianos. R. Ruega por nosotros.

V. Reina de los Ángeles. R. Ruega por nosotros.

V. Reina de los Patriarcas. R. Ruega por nosotros.

V. Reina de los Profetas. R. Ruega por nosotros.

V. Reina de los Apóstoles. R. Ruega por nosotros.

V. Reina de los Mártires. R. Ruega por nosotros.

V. Reina de los Confesores. R. Ruega por nosotros.

V. Reina de las Vírgenes. R. Ruega por nosotros.

V. Reina de los Santos. R. Ruega por nosotros.

V. Reina concebida sin pecado original. R. Ruega por nosotros.

V. Reina llevada al cielo. R. Ruega por nosotros.

V. Reina del Santísimo Rosario. R. Ruega por nosotros.

V. Reina de la familia. R. Ruega por nosotros.

V. Reina de la paz. R. Ruega por nosotros.

 

V. Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo.

R. Perdónanos, Señor.

 

V. Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo.

R. Escúchanos, Señor.

 

V. Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo.

R. Ten misericordia de nosotros.

 

 

 

Bajo tu protección nos acogemos Santa Madre de Dios, no desoigas nuestras súplicas en nuestras

 

necesidades; antes bien, líbranos siempre de todos los peligros, Virgen gloriosa y bendita.

 

V. Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.

R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo. Amén

 

  

En el nombre del Padre, y del Hijo , y del Espíritu Santo. Amén.

  

NOVENA EN HONOR A SANTA BIBIANA, VIRGEN Y MÁRTIR.

 


Compuesta por un devoto agradecido a los favores recibidos de esta Santa.

Con licencia en Madrid por la imprenta de Antonio Espinosa de los Monteros y Abadía en 1807, con las debidas licencias.

 

COMENZAMOS: 23 de noviembre.

FINALIZAMOS: 1º de diciembre.

FESTIVIDAD: 2 de diciembre.

 

ADVERTENCIA

 

Deben los que se dedican a hacer esta santa Novena ejercitarse en los nueve días en oraciones, piadosos ejercicios y buenas obras, a gloria de Dios y honra de su Sierva Santa Bibiana, procurando avivar una gran confianza en los méritos de esta milagrosa Santa, esperando alcanzar de Dios por su intercesión lo que se la pide (si conviene) para la salvación de sus almas; y si no, que la Santa nos alcance de Dios el favor que les convenga para su eterna felicidad.

   Será bien confesar y comulgar el día primero de la Novena, para que, purificada el alma de las culpas, sean las obras hechas en gracia, meritorias de la vida eterna, y más eficaces para conseguir el beneficio particular que se pide en la Novena.

   Para obligar a la Santa, se la podrán consagrar los obsequios que a cada uno le dictare su devoción, o los que le aconseje su Padre espiritual.

 

NOVENA A LA GLORIOSÍSIMA

 VIRGEN Y MÁRTIR SANTA BIBIANA.


Puestos de rodillas delante de algún Altar o Imagen de Santa Bibiana, levantando el corazón a Dios, que está presente, y ofreciendo a su Majestad todas sus obras, palabras y pensamientos a su mayor gloria, honra de la Reina de los Ángeles la Virgen María, y obsequio de Santa Bibiana, hará la señal de la Cruz, y dirá de todo corazón:

 

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo , y del Espíritu Santo. Amén.

 

ACTO DE CONTRICIÓN


   Señor mío Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador y Redentor mío, por ser Vos quien sois y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido; propongo firmemente nunca más pecar, y apartarme de todas las ocasiones de ofenderos, confesarme y cumplir la penitencia que me fuera impuesta. Ofrezcoos, Señor, mi vida, obras y trabajos, en satisfacción de todos mis pecados, y, así como lo suplico, así confío en vuestra bondad y misericordia infinita, que los perdonaréis, por los méritos de vuestra preciosísima Sangre, Pasión y Muerte, y me daréis gracia para enmendarme, y perseverar en vuestro santo amor y servicio hasta la muerte. Amén.

 

ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS


   Gloriosa Santa Bibiana, Virgen castísima y esclarecida mártir, abogada mía, amadísima, si es para gloria de Dios, honra vuestra, y bien de mi alma, que yo consiga lo que deseo y pido en esta novena, alcanzadme esta gracia del Señor y si no, pedid para mí de Dios lo que más me convenga para gloria suya y salvación de mi alma. Amén.

 



DÍA PRIMERO – 23 DE NOVIEMBRE.

 

   Dios y Señor mío Jesucristo, que viniste al mundo a plantar la fe de los divinos misterios, para que con esta divina luz caminásemos a la vida eterna; yo os ofrezco los merecimientos, y en especial la excelente fe de mi especial protectora y dulcísima abogada Santa Bibiana y os pido, por aquella viva fe que le comunicasteis con un altísimo conocimiento de los misterios y verdades católicas, hasta llegar a ofrecer y dar la vida en obsequio de la misma fe, que encendáis en mi corazón una fe viva de todos los misterios y verdades divinas, que cree y confiesa la Santa Iglesia Católica y gracia para vivir de modo que se conforme mi vida con la fe que profeso y el favor que pido en esta novena a mayor gloria vuestra, honra de Santa Bibiana, y bien de mi alma. Amén.

 

—Ahora se rezan tres Padre nuestros con tres Ave Marías y tres Gloria Patri a la Santísima Trinidad, en memoria de la especial devoción que la Santa Virgen Bibiana tuvo a este Divinísimo misterio, siendo las postreras voces que articuló en su doloroso martirio la invocación del Poder del Padre, la Sabiduría del Hijo, y el Amor del Espíritu Santo.

—Después se dirá la Oración siguiente…

 

ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS


   Gloriosísima Patrona Mía, invicta mártir y castísima Virgen Santa Bibiana que desde tus tiernos años te consagraste al servicio de tu divino Esposo, despreciando por su amor, no solo tus grandes riquezas, sino también todas las esperanzas con que te brindaba el mundo por la nobleza de tu linaje, no haciendo caso de las amenazas, ni de los halagos con que intentó el Tirano Aproniano despojarte de la fe y de la virginidad, ni temiendo las iras del Apostata Juliano, apreciando más la humilde servidumbre de Cristiana, que toda las grandezas del mundo, ofreciéndote a padecer los más rigurosos martirios, hasta dar la vida por Cristo en el tormento de los azotes, yo el más tibio devoto vuestro, os pido me alcancéis de Dios gracia para imitar tan heroicas y excelentes virtudes, y para vivir de modo que tenga la dicha de acompañaros en la gloria. Amén.

 

—Ahora, alentando la confianza, se pedirá a Santa Bibiana el favor particular que se desea. Después se dirá la siguiente Oración a María Santísima Señora nuestra de la Buena Dicha, para que nos alcance de su amantísimo Hijo Jesús conformidad con su voluntad en todas nuestras tribulaciones:

 

   Reina soberana de cielos y tierra, Madre verdadera de Dios Verdadero, y amparo de pecadores, consuelo de afligidos, refugio de atribulados, y Madre de todos los hombres: yo indigno esclavo vuestro, postrado a vuestros sacros pies, os pido humildemente que me asistáis con vuestra intercesión, para que acierte a llevar con paciencia y conformidad con la voluntad de Dios, todos los trabajos y tribulaciones interiores y exteriores que se me ofrezcan en esta miserable vida, y que alcancéis a mi alma una feliz paz interior, como fruto de una buena conciencia, cuyo favor espero alcanzar de vuestra dignación, por las grandes tribulaciones que tuvisteis en este mundo, y por la inalterable paz interior que lograsteis en el instante primero de vuestra concepción purísima y conservasteis hasta el último de vuestra vida, esperando por vuestra intercesión conseguir una buena muerte y después de ella acompañaros en el cielo por todos los siglos de los siglos. Amén.

 

Antífona: Ven, esposa de Cristo, recibe la corona, que el Señor te tiene preparada para siempre.

. Ruega por nosotros, gloriosa Santa Bibiana

. Para que seamos dignos de la gloria y gracia que pedimos.



ORACIÓN


   Señor Dios, dispensador de todos los bienes, que en tu sierva Bibiana juntaste la palma de martirio con la flor de su virginidad, te pedimos por su intercesión unas contigo, por medio de la caridad, nuestro entendimiento, para que libres de todo peligro, consigamos premios eternos, por los méritos de Jesucristo, que contigo y el Espíritu Santo vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

 

En el nombre del Padre, y del Hijo , y del Espíritu Santo. Amén.