Novena
dispuesta por el Padre José de la Purificación Sch. P., impresa por Eusebio
Aguado en Madrid, año 1853.
COMENZAMOS: 7 de noviembre.
FINALIZAMOS: 15 de noviembre.
FESTIVIDAD: 16 de noviembre.
DIRECCIÓN PARA HACERLA
CON FRUTO.
Aunque
los verdaderos devotos de esta estática virgen no necesitan esperar el día de
su fiesta ni otro tiempo determinado para explicar su fervoroso y cordial
afecto, será acertado principiarla en preparación a
su fiesta el día 16 de noviembre. Y para que reciba con mayor agrado los
corazones que se consagran a su culto, se podrán manifestar con algunos de los
obsequios y santas obras siguientes.
Luego que se levante, ofrecer a nuestro Señor todas las obras de
aquel día, como lo practicaba la Santa.
Oír Misa y visitar los altares, ofreciendo la satisfacción por las
ánimas del Purgatorio, de quienes la Santa fue devotísima: y Dios, por mano de
sus ángeles, se lo premió en esta vida con una celestial resplandeciente
corona.
Leer
y meditar algunas de sus heroicas virtudes, como su amor a Dios y a los
prójimos, su profundísima humildad, la paciencia en los trabajos, la
mortificación de las pasiones, y evitar aun las culpas más leves.
Confesar
y comulgar en uno de los nueve días, disponiéndose para que esta seráfica
virgen les alcance de su divino Esposo la gracia o consuelo que solicitaren.
Si
la persona que hiciere esta Novena fuere Religiosa, especialmente hijo o hija
de Santa Clara, andará en estos días con más exacto fervor en el cumplimiento
de sus reglas, observancias de su estado; más retiro, silencio y recogimiento
interior; nuevo fervor en la oración, en el coro y en la presencia de Dios
nuestro Señor; mayor espíritu en los ejercicios de humillación y penitencia;
procurando imitar a esta candidísima virgen y a su seráfica hermana Santa Clara
en todas las virtudes más propias de su estado, como
son pobreza, castidad, obediencia, paciencia, amor a Dios, y resignación en su
santísima voluntad; aspirando, con los auxilios de la divina gracia, a ser viva
copia del perfectísimo original de esta santa virgen Inés, cordera dulcemente
querida del Pastor soberano, y esposa tiernamente amada del Cordero divino.
NOVENA A LA
BIENAVENTURADA VIRGEN SANTA INÉS DE ASÍS
—Estando
de rodillas delante de algún altar o imagen de la santa virgen, levantará el
corazón a Dios nuestro Señor, a María Santísima y a toda la corte celestial,
fijando la consideración en Santa Inés, a quien dirige la Novena; y hecha la
señal de la Cruz y Acto de contrición, dará principio con la siguiente oración:
Por
la señal ✠ de la Santa Cruz, de nuestros ✠ enemigos,
líbranos
Señor
✠
Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo ✠,
y del Espíritu
Santo. Amén.
ACTO DE CONTRICIÓN
Señor mío
Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Criador y Redentor mío, por ser Vos
quien sois y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón de
haberos ofendido: propongo firmemente de nunca
más pecar, y de apartarme de todas las ocasiones de ofenderos, y de confesarme
y cumplir la penitencia que me fuere impuesta: ofrezcoos mi vida, obras y
trabajos en satisfacción de todos mis pecados; y así como os lo suplico, así
confío en vuestra bondad y misericordia infinita me los perdonaréis, por los
merecimientos de vuestra preciosísima Sangre, Pasión y Muerte, y me daréis
gracia para enmendarme y para perseverar en vuestro santo servicio hasta la
muerte. Amén.
ORACIÓN PARA TODOS LOS
DÍAS.
Gloriosísima
virgen y amorosa madre Santa Inés, modelo y espejo clarísimo de las
almas que se consagran en las deíficas aras del amor hermoso; confiado en
vuestro candidísimo maternal agrado imploro vuestra benignísima caridad,
suplicándoos me alcancéis de vuestro inmaculado dueño y omnipotente Esposo, que
en el inculto campo de mi corazón plante sin raíces de lo terreno el celestial
ramillete de vuestras angélicas y admirables perfecciones, para que respirando
con las fructuosas fragancias de una vida verdaderamente cristiana y una muerte
dichosa con vuestra presencia, le sirva y goce en el eterno inmarcesible jardín
del Paraíso. Espero de vuestra generosa piedad esta
gracia, y lo que os pido en esta Novena, si es para mayor gloria de Dios, honor
vuestro y bien de mi alma. Amén.
—Aquí se
hará la petición, alentando la confianza de conseguir lo que el devoto solicita
y desea por la intercesión de Santa tan prodigiosa.
DÍA PRIMERO – 7 DE NOVIEMBRE.
Omnipotente y
soberano Señor de cielo y tierra, que en la flaqueza del sexo de vuestra
esposa Inés criasteis una flor siempre viva, en que se animó el más heroico
grado de la constancia, resistiendo a las amenazas, a los golpes y a los
desprecios que le hizo el mundo para apartarla de vuestro lado y morada de
vuestras esposas, hasta ostentarla inmoble a la fuerza e insensible al dolor; disponed
en nosotros un corazón inalterable a las continuas invasiones de nuestros
enemigos, y una esperanza siempre viva de vuestros soberanos socorros, con que
superando las diabólicas astucias lleguemos a gozar de las eternas delicias. Amén.
—Ahora, en
memoria y veneración de las cuatro coronas que recibió esta santa virgen, tres
en la tierra y la que goza en el Cielo, se dirán todos los días los siguientes
versos, rezando al fin de cada dos una Ave María.
Inés, que
entraste a ser por modo extraño
cordera
del seráfico rebaño,
— Una Ave María.
No neguéis
a mi súplica el oído,
pues sois
cordera del mayor valido.
— Una Ave
María.
En vos
vive constante mi esperanza,
pues con
vuestro favor el bien se alcanza.
— Una Ave
María.
Sed amante
y benigna protectora
del que en
vos sus consuelos atesora.
— Una Ave
María.
GOZOS
Pues
del divino Pastor
Sois
la cordera amorosa,
Socorred,
Inés piadosa,
A quien os
pide favor.
Asís,
en su fértil suelo
De
Italia jardín fecundo,
Fue
vuestro oriente en el mundo,
Naciendo
animado Cielo.
Si
anticipó el resplandor
En
vuestra alma gracia hermosa,
Socorred,
Inés piadosa,
A quien os
pide favor.
Seráfica
llama pura
De
Clara en el pecho ardía,
Viendo
en vuestra compañía
Aumentarla
en la clausura.
Pues
a impulso superior
Logró
esta suerte dichosa,
Socorred,
Inés piadosa,
A quien os
pide favor.
Llegáis
veloz al convento,
Donde
esta sacra amazona
Supo
labrar la corona
Al
tesón del vencimiento.
Pues
fue pretexto al amor
La
visita misteriosa,
Socorred,
Inés piadosa,
A quien os
pide favor.
Un
rayo de luz divina
Vuestro
corazón inflama,
Y
luego prendió su llama
En
la voluntad más fina.
Pues
fue tan vivo el ardor.
Que
os hizo de Cristo esposa,
Socorred,
Inés piadosa,
A quien os
pide favor.
La
paternal repugnancia
Soltó
el freno a la impaciencia,
Y
con su tenaz violencia
Quiso
rendir la constancia;
Mas
triunfó vuestro valor
Con
la gracia poderosa.
Socorred,
Inés piadosa,
A quien os
pide favor.
El
vil asalto emprendieron
Doce
hombres de furia armados,
Y
quedándose burlados
De
la empresa desistieron.
Pues
os hizo el Creador
Inmoble
roca animosa,
Socorred,
Inés piadosa,
A quien os
pide favor.
Serena
ya la tormenta
De
la lid embravecida,
Fue
celestial vuestra vida
Con
las virtudes que aumenta.
Si
el sacrificio al Señor
Fue
grato en unión gloriosa,
Socorred,
Inés piadosa,
A quien os
pide favor.
Vuestra
Cándida inocencia
Tanto
se mortificaba,
Que
en su ejercicio no hallaba
Descanso
la penitencia.
Pues
fue continuo el rigor
De
vida tan prodigiosa,
Socorred,
Inés piadosa,
A quien os
pide favor.
Del
convento que fundasteis
Sois
ejemplar piedra viva,
Donde
la virtud estriba
Desde
que lo edificasteis.
Pues
conserva en su vigor
La
observancia religiosa,
Socorred,
Inés piadosa,
A quien os
pide favor.
El
jardinero sagrado
Os
hizo místico huerto
Para
las gracias abierto,
Para
las culpas cerrado.
Pues
fuisteis Cándida flor
De
su delicia amorosa,
Socorred,
Inés piadosa,
A quien os
pide favor.
En
dulce rapto constante
Vuestra
alma con Dios se unía,
Y
la gloria que escondía
Manifestaba
el semblante.
Pues
de su llama al candor
Erais
fina mariposa,
Socorred,
Inés piadosa,
A quien os
pide favor.
De
serafines amantes
Fuisteis,
Inés, visitada,
Y
en la oración coronada
Con
tres diademas brillantes.
Pues
las dio nuevo esplendor
Vuestra
alma, en Dios fervorosa,
Socorred,
Inés piadosa,
A quien os
pide favor.
Prodigios
innumerables
Obráis,
llevándoos la palma
En
curar males del alma
Y
los del cuerpo insanables.
Y
pues el supremo Autor
Os
hizo tan milagrosa,
Socorred,
Inés piadosa,
A quien os
pide favor.
Vuestros
cultos, igualados
Con
Clara, publica el Cielo,
Cuando
los venera el suelo
En
la virtud hermanados.
Y
pues en lazo de amor
Sois
clara, Inés asombrosa,
Socorred,
Inés piadosa,
A quien os
pide favor.
℣.
Ruega por nosotros, Santa Inés de Asís.
℟.
Para que seamos dignos de las promesas de Cristo.
ORACIÓN
Escúchanos, oh
Dios Salvador nuestro, para que, así como nos regocijamos con la
festividad de tu virgen Santa Inés, escuchemos también el afecto de
su piadosa devoción. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
En el
nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.
DÍA SEGUNDO – 8 DE NOVIEMBRE
Por
la señal, …
Acto
de contrición y Oración preparatoria.
Humildísimo y Clementísimo Jesús mío, enamorado
dueño de las almas, que en el espíritu de vuestra electa esposa Inés creasteis
el más sublime grado de humildad, formando en ella una suavísima viola, en que
se unieron todos los vivos colores de la modestia, por lo que se tenía por la
mayor pecadora, y se colocaba bajo los pies de toda criatura; humillad,
Señor, nuestra soberbia altivez, y abatidnos hasta la más profunda humildad,
para que haciéndonos modestos el claro conocimiento de nuestras culpas, nos veamos
exaltados, como vuestra humilde sierva, en los excelsos tronos de vuestra
gloria, como lo esperamos del soberano auxilio de vuestra gracia.
Amén.
—Ahora, en
memoria y veneración de las cuatro coronas que recibió esta santa virgen, tres
en la tierra y la que goza en el Cielo, se dirán todos los días los siguientes
versos, rezando al fin de cada dos una Ave María.
Inés, imán
que en dulces atracciones
os lleváis
los más puros corazones,
—Una Ave María.
Nevada
perla sois, que empleó su precio
en la
compra del propio menosprecio,
—Una Ave
María.
Escala
fija de eminente grado,
por donde
sube al cielo el humillado.
—Una Ave
María.
Sella en
mi corazón virtud tan alta,
pues al
que más se abate más lo exalta.
—Una Ave
María.
—Los Gozos
y la Oración se rezarán todos los días.
DÍA TERCERO – 9 DE NOVIEMBRE
Por
la señal, …
Acto
de contrición y Oración preparatoria.
Piadosísimo y
amantísimo Salvador del mundo, que animasteis en vuestra querida esposa
Inés una fragantísima rosa, en que viviese la más encendida caridad, rodeándola
con las agudas espinas de una extraña mortificación, para cuyo ejercicio
perenne llevó toda su vida ceñido un horroroso cilicio de penetrantes puntas,
que hiriendo su virginal y delicado cuerpo quedaban copiosamente sangrientas; concedednos,
Señor, por la que vertió esta candidísima virgen, el espíritu fervoroso de la
mortificación de nuestros sentidos, para que con la unión de los méritos
infinitos de vuestra Sangre purísima, podamos merecer las suaves delicias de
vuestra gloria. Amén.
—Ahora, en
memoria y veneración de las cuatro coronas que recibió esta santa virgen, tres
en la tierra y la que goza en el Cielo, se dirán todos los días los siguientes
versos, rezando al fin de cada dos una Ave María.
Inés, rosa
vital de aroma puro,
no
marchita del aire al silbo impuro.
— Una Ave María.
Nido sois
del amor, que el vuelo toma
del mismo
nido de quien sois paloma,
— Una Ave
María.
Encendido
crisol en fragua ardiente,
no apagado
del mundo a la corriente,
— Una Ave
María.
Serafín
del amor el más fogoso,
que arde
en la dulce hoguera de su Esposo.
— Una Ave
María.
—Los Gozos
y la Oración se rezarán todos los días.
DÍA CUARTO – 10 DE NOVIEMBRE
Por
la señal, …
Acto
de contrición y Oración preparatoria.
Infinito Hacedor de cuanto tiene ser, que
queriendo hacer ostentación del poder de vuestra gracia elevasteis en vuestra
amante esposa Inés un clavel hermoso, en cuyas varias hojas sobresaliesen todas
las perfecciones juntas, practicando ésta todas las virtudes con tanta
valentía, que causaba espanto a su seráfica hermana Santa Clara, y a cuantas se
ilustraron en su celestial compañía; infundidnos, Señor, el alto
espíritu de la perfección que nos remonte a lo más heroico de la virtud, para
que vestidos con la gala más preciosa de vuestra gracia, podamos sentarnos
dignamente con vuestra esposa amantísima a la mesa inmortal de vuestra gloria. Amén.
—Ahora, en
memoria y veneración de las cuatro coronas que recibió esta santa virgen, tres
en la tierra y la que goza en el Cielo, se dirán todos los días los siguientes
versos, rezando al fin de cada dos una Ave María.
Inés, que
a ejemplo de tu hermana Clara
la virtud
hermanaste más preclara,
— Una Ave María.
Niña eres
de los ojos de Dios vivo,
que nos
mira por vos tan compasivo,
— Una Ave María.
Esposa del
Cordero inmaculado,
que aun
antes de la luz fue ya engendrado.
— Una Ave María.
Sacro
clavel, que en vivo sentimiento
cifra en
la penitencia lo sangriento.
— Una Ave María.
—Los Gozos
y la Oración se rezarán todos los días.
DÍA QUINTO – 11 DE NOVIEMBRE
Por
la señal, …
Acto
de contrición y Oración preparatoria.
Dulcísimo Jesús y poderoso dueño de nuestras almas,
que infundisteis en la de vuestra enamorada sierva Inés el ardiente deseo de
que se salvasen todas, haciendo en ella un racional Jacinto que estuviese
continuamente rompiendo los cielos en amorosos ayes que pidiesen misericordia
por los pecadores, dirigiéndolos también con fervoroso afecto en fresco auxilio
de las que padecen en el fuego del Purgatorio, por las que ejecutaba
perennemente la penitencia, la oración y el ayuno; inspiradnos,
Señor, ansias vehementes de convertir a todo el mundo a vuestra fe, y de
asistir a aquellas benditas almas para que vuelen a la gloria, con la seráfica
intención que Santa Inés os pedía esta gracia. Amén.
—Ahora, en
memoria y veneración de las cuatro coronas que recibió esta santa virgen, tres
en la tierra y la que goza en el Cielo, se dirán todos los días los siguientes
versos, rezando al fin de cada dos una Ave María.
Inés, iris
que templa la tormenta,
que el
alma en nieblas de la culpa aumenta,
— Una Ave
María.
Norte sois
que seguro al Cielo guía,
a quien
del mar del mundo se desvía.
— Una Ave
María.
Estrella
fija de propicias luces,
que
benigna a la gloria nos conduces.
— Una Ave
María.
Sol que,
con clara luz de virtud rara,
en éxtasis
de amor vio la luz clara.
— Una Ave
María.
—Los Gozos
y la Oración se rezarán todos los días.
DÍA SEXTO – 12 DE NOVIEMBRE
Por
la señal, …
Acto
de contrición y Oración preparatoria.
Altísimo Señor del universo, que
os dignasteis levantar en vuestra amorosa sierva Inés, de lo más bajo de la
tierra a la mayor altura del Cielo, un girasol fidelísimo que estuviese
siguiendo vuestros pasos en exhalado movimiento, para cuyo elevado ejercicio
con la abnegación propia despreció al mundo, y en cuyo testimonio se admiraba
en continuos éxtasis, levantado por los aires su inocentísimo cuerpo; concedednos,
Señor, el ejemplar desasimiento de los caducos transitorios bienes de la
tierra, y la heroica imitación de vuestra perfectísima vida, para que
siguiéndoos como a sol de justicia y misericordia, seamos dignos en compañía de
vuestra amante Inés de elevarnos a la altura de la eterna felicidad.
Amén.
—Ahora, en
memoria y veneración de las cuatro coronas que recibió esta santa virgen, tres
en la tierra y la que goza en el Cielo, se dirán todos los días los siguientes
versos, rezando al fin de cada dos una Ave María.
Inés, que
casta, pobre y obediente
fuiste en
grado perfecto y eminente.
— Una Ave
María.
Nada en la
tierra apeteció tu anhelo,
sino dejar
el mundo por el Cielo,
— Una Ave
María.
Envía un
rayo de tu luz hermosa,
que
ahuyente al alma la tiniebla umbrosa.
— Una Ave
María.
Socorre a
quien se acoge, en ti confiado,
al templo
vivo de tu amor sagrado.
— Una Ave
María.
—Los Gozos
y la Oración se rezarán todos los días.
DÍA SÉPTIMO – 13 DE NOVIEMBRE
Por
la señal, …
Acto
de contrición y Oración preparatoria.
Purísimo Esposo
de las almas, que en vuestra candidísima Inés formasteis una animada
azucena, cuya fragante hermosura sirviese de delicioso recreo, y dispusisteis
que un ángel vuestro la coronase con tres brillantes diademas en premio de sus
virtudes castísimas, conforme a los tres clavos dorados con que se corona esta
flor, y la esmaltase con una fe viva, esperanza firme y caridad ferviente; infundid,
Señor, una admirable y virginal pureza de estas virtudes en nuestros ánimos,
que conserve limpios y castos nuestros cuerpos, para que como esta vuestra
esposa podamos alcanzar el premio de los inmortales gozos. Amén.
—Ahora, en
memoria y veneración de las cuatro coronas que recibió esta santa virgen, tres
en la tierra y la que goza en el Cielo, se dirán todos los días los siguientes
versos, rezando al fin de cada dos una Ave María.
Inés, que
en la virtud fuiste ilustrada,
y de
angélicos nuncios laureada.
—Una Ave
María.
Nueva
azucena de albor tan precioso,
para suave
delicia del Esposo.
—Una Ave
María.
Ejemplo
virginal de la clausura,
y ángel de
guarda en la observancia pura,
—Una Ave
María.
Sagrario
humano de Jesús divino,
electo
para trono a su amor fino.
—Una Ave
María.
—Los Gozos
y la Oración se rezarán todos los días.
DÍA OCTAVO – 14 DE NOVIEMBRE
Por
la señal, …
Acto
de contrición y Oración preparatoria.
Pacientísimo Redentor del mundo, que
en la inocente cordera de vuestra dilecta esposa Inés os dignásteis renovar y
avivar los amargos sentimientos de vuestra acerbísima muerte y pasión,
haciéndola pasionaria humana que la mostrase continuamente en las fijas
especies de su memoria, por la que se deshacía en profundo dolor y abundantes
lágrimas, exhortando a todos a su compasión y ternura; dadnos,
consolador único de nuestras almas, estos debidos afectos, para que en
inflamada imitación de vuestra enamorada sierva Inés lloremos con amarga
contrición las culpas que ocasionaron vuestras penas, con el claro conocimiento
de esperar y lograr así por vuestra divina gracia la dulce posesión de vuestra
gloria. Amén.
—Ahora, en
memoria y veneración de las cuatro coronas que recibió esta santa virgen, tres
en la tierra y la que goza en el Cielo, se dirán todos los días los siguientes
versos, rezando al fin de cada dos una Ave María.
Inés,
incendio de celeste llama,
lo tibio
de mi pecho amante inflama.
— Una Ave María.
Nube eres
que en rocío continuado
se liquidó
en las penas de su Amado.
— Una Ave
María.
Erario de
aquel mérito divino,
que nos da
el que es verdad, vida y camino,
— Una Ave
María.
Socórrannos
las finas dignaciones
con la
alta plenitud de vuestros dones.
— Una Ave
María.
—Los Gozos
y la Oración se rezarán todos los días.
DÍA NOVENO – 15 DE NOVIEMBRE
Por
la señal, …
Acto
de contrición y Oración preparatoria.
Incomprensible Majestad de bondad infinita y
Autor soberano de la gracia, que en la boca de
vuestra pacientísima cordera Inés quisisteis cifrar cuantos consuelos ha
repartido entre las criaturas vuestra clemencia, haciendo de ella una universal
maravilla, disponiendo que ejecutase las de curar enfermedades de garganta,
pechos y ojos a muchos desahuciados, y especialmente le concediste el don
singular de arrojar de los cuerpos humanos los malignos espíritus; concedednos,
Señor, que por sus incomparables méritos seamos libres de las malignas
dolencias de la culpa, y de las corporales enfermedades que nos vienen por
ella, para que logremos alabaros en su compañía en el jardín eterno de la
gloria, trasplantados allá por la virtud y maravillas de vuestra gracia. Amén.
—Ahora, en
memoria y veneración de las cuatro coronas que recibió esta santa virgen, tres
en la tierra y la que goza en el Cielo, se dirán todos los días los siguientes
versos, rezando al fin de cada dos una Ave María.
Inés,
milagro en que la gracia brilla,
por ser de
su pensil la maravilla.
—Una Ave
María.
Nuestra
súplica atienda tu pureza,
y
otórgala, Señora, con presteza,
—Una Ave
María.
Espejo
eres del que es de Dios tocado,
donde se mira
su perfecto estado.
—Una Ave
María.
Salud en
alma y cuerpo de ti espera
el que
amante te invoca y te venera.
—Una Ave
María.
—Los Gozos
y la Oración se rezarán todos los días.
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