miércoles, 13 de noviembre de 2024

NOVENA EN HONOR A SANTA INÉS DE ASÍS.

 




Novena dispuesta por el Padre José de la Purificación Sch. P., impresa por Eusebio Aguado en Madrid, año 1853.

 

COMENZAMOS: 7 de noviembre.

FINALIZAMOS: 15 de noviembre.

FESTIVIDAD: 16 de noviembre.

  

DIRECCIÓN PARA HACERLA CON FRUTO.

 

Aunque los verdaderos devotos de esta estática virgen no necesitan esperar el día de su fiesta ni otro tiempo determinado para explicar su fervoroso y cordial afecto, será acertado principiarla en preparación a su fiesta el día 16 de noviembre. Y para que reciba con mayor agrado los corazones que se consagran a su culto, se podrán manifestar con algunos de los obsequios y santas obras siguientes.

Luego que se levante, ofrecer a nuestro Señor todas las obras de aquel día, como lo practicaba la Santa.

Oír Misa y visitar los altares, ofreciendo la satisfacción por las ánimas del Purgatorio, de quienes la Santa fue devotísima: y Dios, por mano de sus ángeles, se lo premió en esta vida con una celestial resplandeciente corona.

Leer y meditar algunas de sus heroicas virtudes, como su amor a Dios y a los prójimos, su profundísima humildad, la paciencia en los trabajos, la mortificación de las pasiones, y evitar aun las culpas más leves.

Confesar y comulgar en uno de los nueve días, disponiéndose para que esta seráfica virgen les alcance de su divino Esposo la gracia o consuelo que solicitaren.

Si la persona que hiciere esta Novena fuere Religiosa, especialmente hijo o hija de Santa Clara, andará en estos días con más exacto fervor en el cumplimiento de sus reglas, observancias de su estado; más retiro, silencio y recogimiento interior; nuevo fervor en la oración, en el coro y en la presencia de Dios nuestro Señor; mayor espíritu en los ejercicios de humillación y penitencia; procurando imitar a esta candidísima virgen y a su seráfica hermana Santa Clara en todas las virtudes más propias de su estado, como son pobreza, castidad, obediencia, paciencia, amor a Dios, y resignación en su santísima voluntad; aspirando, con los auxilios de la divina gracia, a ser viva copia del perfectísimo original de esta santa virgen Inés, cordera dulcemente querida del Pastor soberano, y esposa tiernamente amada del Cordero divino.

 

NOVENA A LA BIENAVENTURADA VIRGEN SANTA INÉS DE ASÍS

 

 

—Estando de rodillas delante de algún altar o imagen de la santa virgen, levantará el corazón a Dios nuestro Señor, a María Santísima y a toda la corte celestial, fijando la consideración en Santa Inés, a quien dirige la Novena; y hecha la señal de la Cruz y Acto de contrición, dará principio con la siguiente oración:

 

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo , y del Espíritu Santo. Amén.

  


ACTO DE CONTRICIÓN


 

   Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Criador y Redentor mío, por ser Vos quien sois y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón de haberos ofendido: propongo firmemente de nunca más pecar, y de apartarme de todas las ocasiones de ofenderos, y de confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta: ofrezcoos mi vida, obras y trabajos en satisfacción de todos mis pecados; y así como os lo suplico, así confío en vuestra bondad y misericordia infinita me los perdonaréis, por los merecimientos de vuestra preciosísima Sangre, Pasión y Muerte, y me daréis gracia para enmendarme y para perseverar en vuestro santo servicio hasta la muerte. Amén.

 


ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS.

 

   Gloriosísima virgen y amorosa madre Santa Inés, modelo y espejo clarísimo de las almas que se consagran en las deíficas aras del amor hermoso; confiado en vuestro candidísimo maternal agrado imploro vuestra benignísima caridad, suplicándoos me alcancéis de vuestro inmaculado dueño y omnipotente Esposo, que en el inculto campo de mi corazón plante sin raíces de lo terreno el celestial ramillete de vuestras angélicas y admirables perfecciones, para que respirando con las fructuosas fragancias de una vida verdaderamente cristiana y una muerte dichosa con vuestra presencia, le sirva y goce en el eterno inmarcesible jardín del Paraíso. Espero de vuestra generosa piedad esta gracia, y lo que os pido en esta Novena, si es para mayor gloria de Dios, honor vuestro y bien de mi alma. Amén.

 

—Aquí se hará la petición, alentando la confianza de conseguir lo que el devoto solicita y desea por la intercesión de Santa tan prodigiosa.

 


DÍA PRIMERO – 7 DE NOVIEMBRE.

 

   Omnipotente y soberano Señor de cielo y tierra, que en la flaqueza del sexo de vuestra esposa Inés criasteis una flor siempre viva, en que se animó el más heroico grado de la constancia, resistiendo a las amenazas, a los golpes y a los desprecios que le hizo el mundo para apartarla de vuestro lado y morada de vuestras esposas, hasta ostentarla inmoble a la fuerza e insensible al dolor; disponed en nosotros un corazón inalterable a las continuas invasiones de nuestros enemigos, y una esperanza siempre viva de vuestros soberanos socorros, con que superando las diabólicas astucias lleguemos a gozar de las eternas delicias. Amén.

 

—Ahora, en memoria y veneración de las cuatro coronas que recibió esta santa virgen, tres en la tierra y la que goza en el Cielo, se dirán todos los días los siguientes versos, rezando al fin de cada dos una Ave María.

 

Inés, que entraste a ser por modo extraño

cordera del seráfico rebaño,

Una Ave María.


No neguéis a mi súplica el oído,

pues sois cordera del mayor valido.

— Una Ave María.


En vos vive constante mi esperanza,

pues con vuestro favor el bien se alcanza.

— Una Ave María.


Sed amante y benigna protectora

del que en vos sus consuelos atesora.

— Una Ave María.

 

GOZOS

 

Pues del divino Pastor

Sois la cordera amorosa,

Socorred, Inés piadosa,

A quien os pide favor.

 

Asís, en su fértil suelo

De Italia jardín fecundo,

Fue vuestro oriente en el mundo,

Naciendo animado Cielo.

Si anticipó el resplandor

En vuestra alma gracia hermosa,

Socorred, Inés piadosa,

A quien os pide favor.

   

Seráfica llama pura

De Clara en el pecho ardía,

Viendo en vuestra compañía

Aumentarla en la clausura.

Pues a impulso superior

Logró esta suerte dichosa,

Socorred, Inés piadosa,

A quien os pide favor.

    

Llegáis veloz al convento,

Donde esta sacra amazona

Supo labrar la corona

Al tesón del vencimiento.

Pues fue pretexto al amor

La visita misteriosa,

Socorred, Inés piadosa,

A quien os pide favor.

  

Un rayo de luz divina

Vuestro corazón inflama,

Y luego prendió su llama

En la voluntad más fina.

Pues fue tan vivo el ardor.

Que os hizo de Cristo esposa,

Socorred, Inés piadosa,

A quien os pide favor.

   

La paternal repugnancia

Soltó el freno a la impaciencia,

Y con su tenaz violencia

Quiso rendir la constancia;

Mas triunfó vuestro valor

Con la gracia poderosa.

Socorred, Inés piadosa,

A quien os pide favor.

  

El vil asalto emprendieron

Doce hombres de furia armados,

Y quedándose burlados

De la empresa desistieron.

Pues os hizo el Creador

Inmoble roca animosa,

Socorred, Inés piadosa,

A quien os pide favor.

 

Serena ya la tormenta

De la lid embravecida,

Fue celestial vuestra vida

Con las virtudes que aumenta.

Si el sacrificio al Señor

Fue grato en unión gloriosa,

Socorred, Inés piadosa,

A quien os pide favor.

  

Vuestra Cándida inocencia

Tanto se mortificaba,

Que en su ejercicio no hallaba

Descanso la penitencia.

Pues fue continuo el rigor

De vida tan prodigiosa,

Socorred, Inés piadosa,

A quien os pide favor.

   

Del convento que fundasteis

Sois ejemplar piedra viva,

Donde la virtud estriba

Desde que lo edificasteis.

Pues conserva en su vigor

La observancia religiosa,

Socorred, Inés piadosa,

A quien os pide favor.

  

El jardinero sagrado

Os hizo místico huerto

Para las gracias abierto,

Para las culpas cerrado.

Pues fuisteis Cándida flor

De su delicia amorosa,

Socorred, Inés piadosa,

A quien os pide favor.

   

En dulce rapto constante

Vuestra alma con Dios se unía,

Y la gloria que escondía

Manifestaba el semblante.

Pues de su llama al candor

Erais fina mariposa,

Socorred, Inés piadosa,

A quien os pide favor.

 

De serafines amantes

Fuisteis, Inés, visitada,

Y en la oración coronada

Con tres diademas brillantes.

Pues las dio nuevo esplendor

Vuestra alma, en Dios fervorosa,

Socorred, Inés piadosa,

A quien os pide favor.

   

Prodigios innumerables

Obráis, llevándoos la palma

En curar males del alma

Y los del cuerpo insanables.

Y pues el supremo Autor

Os hizo tan milagrosa,

Socorred, Inés piadosa,

A quien os pide favor.

   

Vuestros cultos, igualados

Con Clara, publica el Cielo,

Cuando los venera el suelo

En la virtud hermanados.

Y pues en lazo de amor

Sois clara, Inés asombrosa,

Socorred, Inés piadosa,

A quien os pide favor.

    

. Ruega por nosotros, Santa Inés de Asís.

. Para que seamos dignos de las promesas de Cristo.

 

ORACIÓN

 

   Escúchanos, oh Dios Salvador nuestro, para que, así como nos regocijamos con la festividad de tu virgen Santa Inés, escuchemos también el afecto de su piadosa devoción. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

  

En el nombre del Padre, y del Hijo , y del Espíritu Santo. Amén.

 


DÍA SEGUNDO – 8 DE NOVIEMBRE

Por la señal, …

Acto de contrición y Oración preparatoria.

  

   Humildísimo y Clementísimo Jesús mío, enamorado dueño de las almas, que en el espíritu de vuestra electa esposa Inés creasteis el más sublime grado de humildad, formando en ella una suavísima viola, en que se unieron todos los vivos colores de la modestia, por lo que se tenía por la mayor pecadora, y se colocaba bajo los pies de toda criatura; humillad, Señor, nuestra soberbia altivez, y abatidnos hasta la más profunda humildad, para que haciéndonos modestos el claro conocimiento de nuestras culpas, nos veamos exaltados, como vuestra humilde sierva, en los excelsos tronos de vuestra gloria, como lo esperamos del soberano auxilio de vuestra gracia. Amén.

 

—Ahora, en memoria y veneración de las cuatro coronas que recibió esta santa virgen, tres en la tierra y la que goza en el Cielo, se dirán todos los días los siguientes versos, rezando al fin de cada dos una Ave María.

 

Inés, imán que en dulces atracciones

os lleváis los más puros corazones,

—Una Ave María.

 

Nevada perla sois, que empleó su precio

en la compra del propio menosprecio,

—Una Ave María.

 

Escala fija de eminente grado,

por donde sube al cielo el humillado.

—Una Ave María.

 

Sella en mi corazón virtud tan alta,

pues al que más se abate más lo exalta.

—Una Ave María.

 

 

—Los Gozos y la Oración se rezarán todos los días.

  


DÍA TERCERO – 9 DE NOVIEMBRE

Por la señal, …

Acto de contrición y Oración preparatoria.

  

   Piadosísimo y amantísimo Salvador del mundo, que animasteis en vuestra querida esposa Inés una fragantísima rosa, en que viviese la más encendida caridad, rodeándola con las agudas espinas de una extraña mortificación, para cuyo ejercicio perenne llevó toda su vida ceñido un horroroso cilicio de penetrantes puntas, que hiriendo su virginal y delicado cuerpo quedaban copiosamente sangrientas; concedednos, Señor, por la que vertió esta candidísima virgen, el espíritu fervoroso de la mortificación de nuestros sentidos, para que con la unión de los méritos infinitos de vuestra Sangre purísima, podamos merecer las suaves delicias de vuestra gloria. Amén.

 

—Ahora, en memoria y veneración de las cuatro coronas que recibió esta santa virgen, tres en la tierra y la que goza en el Cielo, se dirán todos los días los siguientes versos, rezando al fin de cada dos una Ave María.

 

Inés, rosa vital de aroma puro,

no marchita del aire al silbo impuro.

Una Ave María.

 

Nido sois del amor, que el vuelo toma

del mismo nido de quien sois paloma,

— Una Ave María.

 

Encendido crisol en fragua ardiente,

no apagado del mundo a la corriente,

— Una Ave María.

 

Serafín del amor el más fogoso,

que arde en la dulce hoguera de su Esposo.

— Una Ave María.

 

—Los Gozos y la Oración se rezarán todos los días.

    


DÍA CUARTO – 10 DE NOVIEMBRE

Por la señal, …

Acto de contrición y Oración preparatoria.

  

   Infinito Hacedor de cuanto tiene ser, que queriendo hacer ostentación del poder de vuestra gracia elevasteis en vuestra amante esposa Inés un clavel hermoso, en cuyas varias hojas sobresaliesen todas las perfecciones juntas, practicando ésta todas las virtudes con tanta valentía, que causaba espanto a su seráfica hermana Santa Clara, y a cuantas se ilustraron en su celestial compañía; infundidnos, Señor, el alto espíritu de la perfección que nos remonte a lo más heroico de la virtud, para que vestidos con la gala más preciosa de vuestra gracia, podamos sentarnos dignamente con vuestra esposa amantísima a la mesa inmortal de vuestra gloria. Amén.

 

—Ahora, en memoria y veneración de las cuatro coronas que recibió esta santa virgen, tres en la tierra y la que goza en el Cielo, se dirán todos los días los siguientes versos, rezando al fin de cada dos una Ave María.

 

Inés, que a ejemplo de tu hermana Clara

la virtud hermanaste más preclara,

— Una Ave María.

 

Niña eres de los ojos de Dios vivo,

que nos mira por vos tan compasivo,

— Una Ave María.

 

Esposa del Cordero inmaculado,

que aun antes de la luz fue ya engendrado.

— Una Ave María.

 

Sacro clavel, que en vivo sentimiento

cifra en la penitencia lo sangriento.

— Una Ave María.

  

—Los Gozos y la Oración se rezarán todos los días.

  


DÍA QUINTO – 11 DE NOVIEMBRE

Por la señal, …

Acto de contrición y Oración preparatoria.

 

   Dulcísimo Jesús y poderoso dueño de nuestras almas, que infundisteis en la de vuestra enamorada sierva Inés el ardiente deseo de que se salvasen todas, haciendo en ella un racional Jacinto que estuviese continuamente rompiendo los cielos en amorosos ayes que pidiesen misericordia por los pecadores, dirigiéndolos también con fervoroso afecto en fresco auxilio de las que padecen en el fuego del Purgatorio, por las que ejecutaba perennemente la penitencia, la oración y el ayuno; inspiradnos, Señor, ansias vehementes de convertir a todo el mundo a vuestra fe, y de asistir a aquellas benditas almas para que vuelen a la gloria, con la seráfica intención que Santa Inés os pedía esta gracia. Amén.

   

—Ahora, en memoria y veneración de las cuatro coronas que recibió esta santa virgen, tres en la tierra y la que goza en el Cielo, se dirán todos los días los siguientes versos, rezando al fin de cada dos una Ave María.

 

Inés, iris que templa la tormenta,

que el alma en nieblas de la culpa aumenta,

— Una Ave María.

 

Norte sois que seguro al Cielo guía,

a quien del mar del mundo se desvía.

— Una Ave María.

 

Estrella fija de propicias luces,

que benigna a la gloria nos conduces.

— Una Ave María.

 

Sol que, con clara luz de virtud rara,

en éxtasis de amor vio la luz clara.

— Una Ave María.

 

—Los Gozos y la Oración se rezarán todos los días.

   


DÍA SEXTO – 12 DE NOVIEMBRE

Por la señal, …

Acto de contrición y Oración preparatoria.

 

   Altísimo Señor del universo, que os dignasteis levantar en vuestra amorosa sierva Inés, de lo más bajo de la tierra a la mayor altura del Cielo, un girasol fidelísimo que estuviese siguiendo vuestros pasos en exhalado movimiento, para cuyo elevado ejercicio con la abnegación propia despreció al mundo, y en cuyo testimonio se admiraba en continuos éxtasis, levantado por los aires su inocentísimo cuerpo; concedednos, Señor, el ejemplar desasimiento de los caducos transitorios bienes de la tierra, y la heroica imitación de vuestra perfectísima vida, para que siguiéndoos como a sol de justicia y misericordia, seamos dignos en compañía de vuestra amante Inés de elevarnos a la altura de la eterna felicidad. Amén.

 

—Ahora, en memoria y veneración de las cuatro coronas que recibió esta santa virgen, tres en la tierra y la que goza en el Cielo, se dirán todos los días los siguientes versos, rezando al fin de cada dos una Ave María.

 

Inés, que casta, pobre y obediente

fuiste en grado perfecto y eminente.

— Una Ave María.

 

Nada en la tierra apeteció tu anhelo,

sino dejar el mundo por el Cielo,

— Una Ave María.

 

Envía un rayo de tu luz hermosa,

que ahuyente al alma la tiniebla umbrosa.

— Una Ave María.

 

Socorre a quien se acoge, en ti confiado,

al templo vivo de tu amor sagrado.

— Una Ave María.

 

—Los Gozos y la Oración se rezarán todos los días.

  


DÍA SÉPTIMO – 13 DE NOVIEMBRE

Por la señal, …

Acto de contrición y Oración preparatoria.

 

   Purísimo Esposo de las almas, que en vuestra candidísima Inés formasteis una animada azucena, cuya fragante hermosura sirviese de delicioso recreo, y dispusisteis que un ángel vuestro la coronase con tres brillantes diademas en premio de sus virtudes castísimas, conforme a los tres clavos dorados con que se corona esta flor, y la esmaltase con una fe viva, esperanza firme y caridad ferviente; infundid, Señor, una admirable y virginal pureza de estas virtudes en nuestros ánimos, que conserve limpios y castos nuestros cuerpos, para que como esta vuestra esposa podamos alcanzar el premio de los inmortales gozos. Amén.

 

—Ahora, en memoria y veneración de las cuatro coronas que recibió esta santa virgen, tres en la tierra y la que goza en el Cielo, se dirán todos los días los siguientes versos, rezando al fin de cada dos una Ave María.

 

Inés, que en la virtud fuiste ilustrada,

y de angélicos nuncios laureada.

—Una Ave María.

 

Nueva azucena de albor tan precioso,

para suave delicia del Esposo.

—Una Ave María.

 

Ejemplo virginal de la clausura,

y ángel de guarda en la observancia pura,

—Una Ave María.

 

Sagrario humano de Jesús divino,

electo para trono a su amor fino.

—Una Ave María.

 

 

—Los Gozos y la Oración se rezarán todos los días.

  


DÍA OCTAVO – 14 DE NOVIEMBRE

Por la señal, …

Acto de contrición y Oración preparatoria.

  

   Pacientísimo Redentor del mundo, que en la inocente cordera de vuestra dilecta esposa Inés os dignásteis renovar y avivar los amargos sentimientos de vuestra acerbísima muerte y pasión, haciéndola pasionaria humana que la mostrase continuamente en las fijas especies de su memoria, por la que se deshacía en profundo dolor y abundantes lágrimas, exhortando a todos a su compasión y ternura; dadnos, consolador único de nuestras almas, estos debidos afectos, para que en inflamada imitación de vuestra enamorada sierva Inés lloremos con amarga contrición las culpas que ocasionaron vuestras penas, con el claro conocimiento de esperar y lograr así por vuestra divina gracia la dulce posesión de vuestra gloria. Amén.

 

—Ahora, en memoria y veneración de las cuatro coronas que recibió esta santa virgen, tres en la tierra y la que goza en el Cielo, se dirán todos los días los siguientes versos, rezando al fin de cada dos una Ave María.

 

Inés, incendio de celeste llama,

lo tibio de mi pecho amante inflama.

Una Ave María.

 

Nube eres que en rocío continuado

se liquidó en las penas de su Amado.

— Una Ave María.

 

Erario de aquel mérito divino,

que nos da el que es verdad, vida y camino,

— Una Ave María.

 

Socórrannos las finas dignaciones

con la alta plenitud de vuestros dones.

— Una Ave María.

 

—Los Gozos y la Oración se rezarán todos los días.

  


DÍA NOVENO – 15 DE NOVIEMBRE

Por la señal, …

Acto de contrición y Oración preparatoria.

 

   Incomprensible Majestad de bondad infinita y Autor soberano de la gracia, que en la boca de vuestra pacientísima cordera Inés quisisteis cifrar cuantos consuelos ha repartido entre las criaturas vuestra clemencia, haciendo de ella una universal maravilla, disponiendo que ejecutase las de curar enfermedades de garganta, pechos y ojos a muchos desahuciados, y especialmente le concediste el don singular de arrojar de los cuerpos humanos los malignos espíritus; concedednos, Señor, que por sus incomparables méritos seamos libres de las malignas dolencias de la culpa, y de las corporales enfermedades que nos vienen por ella, para que logremos alabaros en su compañía en el jardín eterno de la gloria, trasplantados allá por la virtud y maravillas de vuestra gracia. Amén.

 

—Ahora, en memoria y veneración de las cuatro coronas que recibió esta santa virgen, tres en la tierra y la que goza en el Cielo, se dirán todos los días los siguientes versos, rezando al fin de cada dos una Ave María.

 

Inés, milagro en que la gracia brilla,

por ser de su pensil la maravilla.

—Una Ave María.

 

Nuestra súplica atienda tu pureza,

y otórgala, Señora, con presteza,

—Una Ave María.

 

Espejo eres del que es de Dios tocado,

donde se mira su perfecto estado.

—Una Ave María.

 

Salud en alma y cuerpo de ti espera

el que amante te invoca y te venera.

—Una Ave María.

 

—Los Gozos y la Oración se rezarán todos los días.


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