Novena
dispuesta por E. Pérez Hermida, y publicada en Palencia en 1948. Imprími Potest
por el P. Alberto Colunga Cueto OP, Vicario provincial; Nihil Obstat por el Dr.
José Hijosa, Censor diocesano; e Imprimátur por Mons. José Souto Vizoso, Obispo
de Palencia. Los Gozos, de origen valenciano, son tradicionales, sin autor
conocido.
COMENZAMOS: 25 de octubre.
FINALIZAMOS: 2 de noviembre.
FESTIVIDAD: 3 de noviembre.
NOVENA AL
BEATO MARTÍN DE PORRES, TERCIARIO PROFESO DEL ORDEN DE PREDICADORES, MILAGROSO
Y SOLÍCITO ENFERMERO, SOCORRO DE NECESITADOS Y PADRE CARIÑOSO DE LOS POBRES
Por
la señal ✠ de la Santa Cruz, de nuestros ✠
enemigos, líbranos
Señor
✠
Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo ✠,
y del Espíritu
Santo. Amén.
ACTO DE CONTRICIÓN
Señor mío Jesucristo, Dios y Hombre
verdadero, Creador y Redentor mío, por ser Vos quien sois y
porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido;
propongo firmemente nunca más pecar, y apartarme de todas las ocasiones de
ofenderos, confesarme y cumplir la penitencia que me fuera impuesta. Ofrezcoos, Señor, mi vida, obras y trabajos, en satisfacción de
todos mis pecados, y, así como lo suplico, así confío en vuestra bondad y
misericordia infinita, que los perdonaréis, por los méritos de vuestra
preciosísima Sangre, Pasión y Muerte, y me daréis gracia para enmendarme, y
perseverar en vuestro santo amor y servicio hasta la muerte. Amén.
ORACIÓN PARA TODOS LOS
DÍAS
¡Oh Dios
misericordioso, que nos disteis en el
Bienaventurado Martín un modelo perfecto de humildad, de mortificación y de
caridad; y sin mirar a su condición, sino a la fidelidad con que os servía, le
engrandecisteis hasta glorificarle en vuestro Reino, entre los coros de los
ángeles! Miradnos compasivo y hacednos sentir su
intercesión poderosa.
Y tú, beatísimo
Martín, que viviste sólo para Dios y para tus semejantes; tú, que tan
solícito fuiste siempre en socorrer a los necesitados, atiende piadoso a los
que, admirando tus virtudes y reconociendo tu poder, alabamos el Señor, que
tanto te ensalzó. Haznos sentir los efectos de tu gran
caridad, rogando por nosotros al Señor, que tan fielmente premió tus méritos
con la eterna gloria. Amén.
DÍA PRIMERO – 25 DE OCTUBRE
ORIENTACIÓN
Al instruirse el niño Martín en las primeras nociones propias de
su edad, comenzaba también a conocer a Dios que ya desde entonces vino a ser la
razón y divisa de su conducta. Se
puso luego bajo la enseñanza de un maestro que era barbero-cirujano, que en
aquel tiempo no sólo sabían el arte propio de la barbería, sino también el de
curar las enfermedades más corrientes… Preveía Martín el bien que podía prestar
a sus prójimos, y así gustaba de tal oficio gozoso de poder ser un día útil a
sus semejantes. Donde se ve, cómo la Divina
Providencia iba orientando a su Siervo, preparándolo para los fines a que lo
destinaba.
—Pídase la
gracia que se desea. Un Padrenuestro, tres Avemarías y un Gloria.
ORACIÓN FINAL
¡Oh feliz Martín, que, contento en tu condición de hijo de una esclava, te dejabas
guiar por la mano de Dios ya en tu niñez; haz que nos resignemos en todo a los
designios de la Providencia! A imitación tuya aceptamos gustosos
la voluntad del Señor y sus designios sobre nosotros. Tú nos enseñas que, si
somos buenos con Él, Él será generoso con nosotros; he aquí que queremos
servirle fielmente. Ayúdanos tú, Martín bondadoso, y ruega por
nosotros a tu amado Jesús, Dios verdadero, que con el Padre y el Espíritu Santo
vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.
GOZOS EN ALABANZA DEL
BIENAVENTURADO FRAY MARTÍN DE PORRES
Martín
de Porres amado,
En
la humildad distinguido:
Por Vos
sea aborrecido
Con satán
todo pecado.
Cual
oloroso clavel
De
Lima en jardín nacisteis;
En
honra opuestos tuvisteis
Padre
y madre, pues aquel
Por
nobleza decorado,
Esta
esclava había sido:
Por Vos
sea aborrecido
Con satán
todo pecado.
Cirujano
del hogar
Paternal,
os separaron;
Mas
en ello ejecutaron
Providencia
singular:
Con
ella fuisteis Donado
O
Terciario esclarecido:
Por Vos
sea aborrecido
Con satán
todo pecado.
Rígido
en la penitencia,
Portentosa
austeridad
Os
atrajo la amistad
Del
virrey y la audiencia;
En
las dudas consultado,
Con
tino habéis respondido:
Por Vos
sea aborrecido
Con satán
todo pecado.
Mientras
las yerbas comíais
Ayunando,
el refectorio
Fue
seguro repertorio
Dé
el alimento servíais
Al
pobre que extenuado,
De
Vos fue siempre querido:
Por Vos
sea aborrecido
Con satán
todo pecado.
No
faltó la caridad
A
los de Lima distantes,
En
China y Japón garantes
Fueron
de vuestra bondad:
Por
milagro transportado,
Ángel
sois allí creído:
Por Vos
sea aborrecido
Con satán
todo pecado.
Los
enfermos en sus males
Hallan
en Vos el cariño,
Sin
doblez, siempre cual niño,
Les
mostráis finezas tales,
Que
salud el desahuciado,
Calma
el paciente ha tenido:
Por Vos
sea aborrecido
Con satán
todo pecado.
Hasta
los gatos y perros
El
remedio consiguieron:
Vuestro
cuidado obtuvieron
De
las casas en encierros;
Obras
de Dios han hallado
Esmero
desconocido:
Por Vos sea aborrecido
Con satán todo pecado.
Ángel
Vos por la pureza,
Conservasteis
la inocencia,
Del
impuro incontinencia
Rechazasteis
con presteza;
El
estímulo domado
De
carne fue en Vos vencido:
Por Vos sea aborrecido
Con satán todo pecado.
Isaac
obediente,
Al
palacio arzobispal
Os
mandó el provincial,
Dé
sanasteis de repente
Al
doliente y gran prelado
Que
os llamaba condolido:
Por Vos sea aborrecido
Con satán todo pecado.
Pobre
quisisteis vivir:
Tuvisteis
cruz de madera
Y
una túnica grosera,
Sin
cama os vieron dormir;
En
féretro recostado
O
en el suelo habéis seguido:
Por Vos
sea aborrecido
Con satán
todo pecado.
Cual
apóstol, no teníais
Nada
de qué disponer;
No
obstante favorecer
A
muchos pobres podíais;
De
todos fuisteis loado
Limosnero
enternecido:
Por Vos
sea aborrecido
Con satán
todo pecado.
Rico
en claustro por virtudes
Hasta
edad de setenta años,
Por
treinta y ocho los amaños
Superó
y vicisitudes;
En
la paz de Dios finado,
Logró
el premio prometido:
Por Vos
sea aborrecido
Con satán
todo pecado.
Son
muchos y portentosos
Los
milagros que el Señor,
Siendo
Vos intercesor,
Obra
en casos asombrosos;
Con
fe viva el desahuciado
La
salud ha conseguido:
Por Vos
sea aborrecido
Con satán
todo pecado.
Ya
que habéis burlado
Al
averno enfurecido:
Por Vos
sea aborrecido
Con satán
todo pecado.
℣.
Ruega por nosotros, bienaventurado Martín.
℟.
Para que seamos dignos de las promesas de Cristo.
ORACIÓN
Oh Dios, que llevaste a la gloria
celestial a tu Confesor el bienaventurado Martín, por el camino de la humildad;
concédenos, te suplicamos, por sus méritos e intercesión, que
haciéndonos humildes por su ejemplo, merezcamos ser exaltados con él en el
Cielo. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
En el
nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.
DÍA SEGUNDO – 26 DE OCTUBRE
Por
la Señal…
Acto
de Contrición y Oración Inicial.
FE EN DIOS
Era tan firme la fe de fray Martín, que suspiraba pidiendo a
Dios la gracia de morir por defenderla. Por
su parte empleaba el tiempo que le quedaba libre, en enseñar la doctrina
cristiana a los indios y negros en Lima; luego se iba a Limatambo, distante
media legua de la ciudad, y a otras haciendas vecinas, donde enseñaba a los
humildes trabajadores y esclavos, consolándolos en sus trabajos y enfermedades,
e inspirándolos amor a la Cruz. Hubiera querido multiplicarse, para llevar a
todas partes el conocimiento de Dios. El Señor le
concedió la gracia especialísima, de actuar al parecer a la vez en dos lugares
en cuya virtud, le vemos instruyendo y consolando a los sufridos negros en el África
y otros lugares apartados.
—Pídase la
gracia que se desea. Un Padrenuestro, tres Avemarías y un Gloria.
ORACIÓN FINAL
¡Oh glorioso fray Martín, que desde tus primeros años aprendiste a andar por los caminos
del Señor, firme siempre tu fe en Dios, celoso por su gloria y salvación de las
almas; haz que vivamos esa misma fe, como hijos de Dios que somos! Ruega
por nosotros, para que te imitemos en la fidelidad, y alcánzanos las gracias
particulares que sabes necesitamos, ya que tanto puedes ante nuestro Rey
Jesucristo, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.
—Los Gozos
y la Oración se rezarán todos los días.
DÍA TERCERO – 27 DE OCTUBRE
Por
la Señal…
Acto
de Contrición y Oración Inicial.
MORTIFICACIÓN
Fray Martín, no obstante, el conservarse en la gracia bautismal,
se consideraba el peor de los nacidos, e indigno del hábito que llevaba; y a
imitación de su Santo Patriarca, oraba casi toda la noche, disciplinándose
hasta por tres veces de un modo cruel. No
perdía ocasión de humillarse, gozando cuando se veía despreciado o insultado.
Cuando le honraban personas distinguidas, corría a un lugar oculto, y se
disciplinaba duramente; si no se le proporcionaba lugar a propósito, se
abofeteaba diciendo: «Pobre infeliz ¿cuándo mereciste?… No
seas soberbio; bien conoces que eres un ruin, que naciste para esclavo de estos
señores, y que sólo por amor a Dios pueden sufrirte tantos religiosos santos».
—Pídase la
gracia que se desea. Un Padrenuestro, tres Avemarías y un Gloria.
ORACIÓN FINAL
¡Oh Dios
misericordioso, que nos diste al humilde
fray Martín, como ejemplo de penitencia y mortificación; sednos propicio y
olvidad nuestras infidelidades! Y tú, purísimo Martín, que no sólo
sufrías resignado tus trabajos y enfermedades, sino que mortificabas duramente
tu inocente cuerpo; alcánzanos del Señor el espíritu de
penitencia, con el cual, al menos, suframos con alegría les mortificaciones de
nuestros semejantes y nuestros propios males, para que, purificados de nuestros
pecados, seamos aceptables a Dios y acreedoras a tu poderosa protección. Amén.
—Los Gozos
y la Oración se rezarán todos los días.
DÍA CUARTO – 28 DE
OCTUBRE
Por
la Señal…
Acto
de Contrición y Oración Inicial.
EL
TAUMATURGO
Eran continuos los prodigios del bienaventurado Martín
socorriendo necesitados y curando enfermos. Algunos
eran remediados al invocarle estando ausente, y otros con sólo tocar su ropa.
Entre éstos, sucedió que visitando a don Mateo Pastor, que le ayudaba en el
socorro de los pobres, se hallaba su señora, doña Francisca Vélez, con un
agudísimo dolor de costado sin conseguir aliviarse con ninguna medicina. Al
llegar el Siervo de Dios, tomó el borde de su capa y lo acercó a la parte
dolorida, sintiéndose enteramente sana. Atónita exclamó: «¡Ah!
Gran Siervo de Dios es fray Martín, pues el solo contacto de su ropa me ha
sanado».
Confundido
fray Martín, le dijo: «Dios sólo ha hecho esto, señora. Dé las
gracias a Dios, pues yo soy un miserable y el mayor pecador del mundo, Dios sea
bendito, que toma tan vil instrumento para consolarla a usted, y para que no
pierda su valor el hábito de mi padre Santo Domingo, aunque lo lleve tan gran
pecador como yo».
—Pídase la
gracia que se desea. Un Padrenuestro, tres Avemarías y un Gloria.
ORACIÓN FINAL
¡Oh glorioso San Martín; bendecimos al Señor por el gran poder que se dignó otorgarte
concediéndote dominio sobre la vida y la muerte! Animados
por la generosidad con que derramas los dones de Dios, recurrimos a Ti con la
mayor confianza. Pide para nosotros más fe, más amor a Dios
y les gracias que necesitamos. ¡Todo lo esperamos de tu
intercesión! y por los méritos de Jesucristo Nuestro
Señor. Amén.
—Los Gozos
y la Oración se rezarán todos los días.
DÍA QUINTO – 29 DE OCTUBRE
Por
la Señal…
Acto
de Contrición y Oración Inicial.
PADRE DE
LOS POBRES
Por la prontitud con que socorría fray Martín a los necesitados,
le llamaban Padre de los Pobres.
En multitud de casos acudió milagrosamente al que le llamaba, enfermo o
necesitado. Entre otros, una pobre a la que él solía socorrer, se vio
necesitada, con urgencia, de cierta cantidad. No pudiendo ir a encontrarse con
el Siervo de Dios, clamó en estos términos, repetidas veces: «Hermano
fray Martín, tu socorro me falta, y no puedo participarte la gran aflicción en
que me hallo».
Al
cabo de una hora se presenta el caritativo bienhechor, precisamente con la
cantidad que ella necesitaba, diciéndole que no se
afligiese pues Dios conocía las necesidades de los pobres y sabía remediarlas.
—Pídase la
gracia que se desea. Un Padrenuestro, tres Avemarías y un Gloria.
ORACIÓN FINAL
Glorioso San Martín, siempre
compasivo, padre de los pobres y necesitados; míranos con piedad y ruega
siempre por nosotros, que te invocamos con fe absoluta en tu bondad y en tu
poder. No nos olvides ante este Dios, a quien siempre serviste y
adoraste. Padre, Hijo y Espíritu Santo, a quien nosotros también queremos
servir y adorar ahora y por toda la Eternidad. Amén.
—Los Gozos
y la Oración se rezarán todos los días.
DÍA SEXTO – 30 DE OCTUBRE
Por
la Señal…
Acto
de Contrición y Oración Inicial.
AMOR DE
DIOS
Todo cuanto fray Martín hacía en sus prácticas y obligaciones y
en relación con sus semejantes, era efecto de su amor a Dios. Cuando oraba, pues, se hallaba como
en su centro: con frecuencia perdía el uso de los sentidos, quedando largo rato
en éxtasis. Muchos testigos dieron testimonio, de haberle visto repetidas veces
elevado algunas varas sobre el suelo, en su celda, en la Iglesia, y en la sala
capitular conversando con la imagen de Cristo Crucificado. Si a esto añadimos
la sublimidad del momento en que recibía a Jesús Sacramentado en que se sentía
como en una gloria anticipada, conversando
íntimamente con su Dios, no nos extrañará el que, aceptando Dios tan grande
amor, hiciera tan poderoso a su fiel y amante Siervo.
—Pídase la
gracia que se desea. Un Padrenuestro, tres Avemarías y un Gloria.
ORACIÓN FINAL
¡Oh Dios mío, que tan generoso sois con quien os ama con sinceridad de
corazón; os amarnos, pero deseamos amaros más y más! Haced
que, por intercesión de San Martín, aumente nuestro amor a Vos. Y tú, Martín
benditísimo, ruega por nosotros, alcánzanos el amor puro de Dios, que nos hará
dulce el vivir según su ley. Consíguenos también las demás gracias que sabes
necesitamos y esperáramos por tu intercesión poderosa y los méritos de Nuestro
Señor. Amén.
—Los Gozos
y la Oración se rezarán todos los días.
DÍA SÉPTIMO – 31 DE OCTUBRE
Por
la Señal…
Acto
de Contrición y Oración Inicial.
AL CIELO
Reveló Dios al bienaventurado Martín el día y hora de su muerte
mostrándose él, desde entonces, más jovial y contento.
Cayó
enfermo, y ya no pensó más que en su Dios, sobre todo después de recibir el
Santo Viático, sin engreírle las visitas que llegaban a su penitente lecho de
tablas. Autoridades, prelados, dignidades eclesiásticas y hasta el mismo Virrey
Don Luis Fernández de Bobadilla, iban a dar sus últimos encargos para el Cielo
a aquel humildísimo siervo fiel, que con frecuencia estaba en éxtasis, arrobado
en el amor de Dios, a quien siempre había servido.
Se
cantó el credo y al decir aquellas palabras «se encarnó por el Espíritu Santo de la Virgen María y se
hizo hombre», acercó al pecho el Crucifijo que tenía en sus manos, y
cerró suavemente los ojos. Todos lloraban… El Arzobispo exclamó: «Aprendamos
a morir».
—Pídase la
gracia que se desea. Un Padrenuestro, tres Avemarías y un Gloria.
ORACIÓN FINAL
¡Oh dichoso San
Martín, que viste coronados tus trabajos,
tus mortificaciones, tu caridad y tu amor a Dios con una muerte feliz!, ¡ten
compasión de nosotros! Todos te lloran. Los necesitados y enfermos creen
perder un padre compasivo y el remedio de sus males, y dan rienda a su dolor
llorando tu muerte; pero luego ven que tú no los abandonas; te llaman y tú
sigues socorriéndolos y aliviando sus males. El estar más cerca del Señor,
glorioso San Martín ha aumentado tu poder. Oye, pues, también nuestras
humildes súplicas, pidiendo al Señor por nosotros para que atienda nuestros
ruegos. Y que nuestra muerte sea la de los justos por tu intercesión y los
méritos de Nuestro Señor Jesucristo. Amén.
—Los Gozos
y la Oración se rezarán todos los días.
DÍA OCTAVO – 1 DE NOVIEMBRE
Por
la Señal…
Acto
de Contrición y Oración Inicial.
DESPUÉS
DEL TRÁNSITO
Después de la muerte de fray Martín, los milagros se
multiplican. El
propio Notario del proceso, don Francisco Blanca, se hallaba con una llaga en
un pie, con gran hinchazón en la pierna y grandes dolores. Tenía que actuar al
día siguiente. Invocó al Santo y al momento se quedó dormido; al amanecer se
halló perfectamente bien, sin hinchazón, y la llaga seca y sana.
Entre otros prodigios, fueron muchos los casos de señoras que,
no pudiendo naturalmente dar a luz lo consiguieron con felicidad al encomendarse
al Siervo de Dios fray Martín. Así aconteció a una esclava de doña Isabel Ortiz
de Torres, a doña María Beltrán, otra señora de Arequipa, desahuciada de los
médicos, a la que aplicaron una carta de fray Martín, y particularmente, a doña
Graciana Farfán de los Godos, a quien libró de una infección y muerte segura.
—Pídase la
gracia que se desea. Un Padrenuestro, tres Avemarías y un Gloria.
ORACIÓN FINAL
¡Oh bienaventurado Martín! Si,
en la tierra vivías sólo para Dios y para tus semejantes, hoy, que te hallas ya
junto al trono de la bondad y la misericordia, puedes disponer mejor de sus
tesoros. Si aquí conocías donde estaba la necesidad para remediarla, mejor la
ves desde el Cielo donde moras. Mira, pues, Martín bondadoso, a
los que a ti acudimos con la segura confianza de ser oídos. No defraudes las
esperanzas de los que nos gozamos en verte ensalzado en la tierra, como Dios te
ensalzó llevándote a su gloria. Amén.
—Los Gozos
y la Oración se rezarán todos los días.
DÍA NOVENO – 2 DE NOVIEMBRE
Por
la Señal…
Acto
de Contrición y Oración Inicial.
APOTEOSIS
Examinada en Roma la portentosa vida del Siervo de Dios fray
Martín y a instancia del Rey Felipe IV y de todos los elementos vitales de la
ciudad de Lima, envió el Pontífice las cartas remisoriales, nombrando jueces
apostólicos para formar el proceso solemne. Se
comunicó a la ciudad tan fausta noticia en la Catedral, en solemne función, con
asistencia del Virrey, Arzobispo, demás autoridades civiles, militares y eclesiásticas
e inmensidad de público que no cabía en el gran templo; todos derraman copiosas
lágrimas de gozo, pues se acercaba el tiempo de ver beatificado y canonizado a
su querido fray Martín. Unos y otros referían sus virtudes y los milagros
obrados por Dios para confirmar el concepto de Santo en que todos le tenían.
Hecho
el proceso, y firmado por más de ciento sesenta testigos de hechos milagrosos,
se cerró y selló ante el pueblo. Emocionado el Arzobispo derramando abundantes
lágrimas, dijo: «Así honra Dios a este hombre de color
que supo servirle y amarle de corazón».
El 29 de octubre de 1837 fue beatificado por el Papa Gregorio
XVI.
—Pídase la
gracia que se desea. Un Padrenuestro, tres Avemarías y un Gloria.
ORACIÓN FINAL
¡Oh Dios, que tan gloriosamente
levantas a los abatidos y humildes, y tan generosamente premias el sufrimiento
y la caridad! Miradnos postrados ante Vos y
glorificad a vuestro humilde siervo San Martín, atendiéndonos en nuestras
súplicas. Y tú, hermano nuestro benditísimo, que ya te ves glorificado ante el
trono del Señor, ruégale por nosotros, tanto más dignos de compasión cuanto más
necesitados. Consíguenos las gracias que te pedimos, y
que un día logremos la gloria del cielo, donde vives bendiciendo a Dios en
compañía de los Ángeles y Santos por toda la eternidad. Amén.
—Los Gozos
y la Oración se rezarán todos los días.
No hay comentarios:
Publicar un comentario