Novena
dispuesta por un esclavo de Nuestro Señor, y publicada en Lima en 1776, con
licencia eclesiástica. Don Diego Antonio de Parada, Arzobispo de Lima, concedió
80 días de Indulgencia a cuantos rezaren la Novena.
NOVENA A NUESTRO SEÑOR
JESUCRISTO EN EL DOLOROSO PASO DE LA CORONACIÓN DE ESPINAS, PÚRPURA Y CETRO DE
CAÑA, SALUDÁNDOLE LOS JUDÍOS COMO A REY DE BURLAS
Por
la señal ✠ de la Santa Cruz, de nuestros ✠ enemigos,
líbranos
Señor
✠ Dios
nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.
Creo
en Dios firmísimamente. Espero en Dios con toda confianza. Amo a Dios con toda
mi alma. Pésame de haber ofendido a Dios, por ser quien es. Hágase en toda la
voluntad de Dios. Amén.
ORACIÓN PREPARATORIA
PARA TODOS LOS DÍAS
Altísimo y
Supremo Señor de Cielo y tierra:
Padre
mío, principio y último fin de mi ser: mi Dios, y todas las cosas: que por
reparar los daños que me motivó la culpa, os dignasteis de enviar a vuestro
precioso Hijo para que con su Pasión y su Muerte me librase de tan tirana
servidumbre, me restituyese a vuestra gracia, y me moviese a amaros como a
Esposo de mi alma, único objeto de Amor y Bondad por esencia, que llena y
satisface la voluntad. Por aquella inexplicable caridad que os obligó a tan
extremada fineza, y por los méritos del mismo Jesucristo, os pido me la
concedáis con todas las demás, para que, establecido mi espíritu en la
perfección, sea agradable a vuestros divinos ojos, y me dispenséis el socorro
en todas las necesidades que me afligen. Libradme, Señor, de los Enemigos de
vuestro Santo Nombre. No permitáis la profanación de vuestros Templos, la
opresión de vuestras Esposas y la conculcación de los lugares en que os
dignasteis ser adorado: y concededme lo que os pido en esta Novena,
dirigiéndolo a vuestra mayor gloria. Amén.
—Aquí se
rezarán tres Padre nuestros y Ave Marías gloriados, en desagravio de la mofa
con que pusieron a tan Suprema Majestad la Púrpura, Corona de Espinas y Cetro
de caña como a Rey de burlas.
DÍA PRIMERO
ORACIÓN
Jesús de mi vida y Dios de amor,
que
con esa Corona de agudas Espinas reprimís y contenéis mis vanos y locos
pensamientos, con esa Caña y Púrpura abatís mi altiva presunción y me enseñáis
a ser manso y humilde, concededme, Señor, la perfecta imitación de
vuestra mansedumbre y humildad, y que no aspire a otra cosa que, a complaceros,
ejecutando con resignación vuestra santísima voluntad. Amén.
—Aquí se
suplica lo que se pretende en la Novena, y se rezará el siguiente Rosario de la
Buena muerte:
℣.
Amoroso Jesús, por mí de Espinas coronado. ℟. Dadnos, Señor,
buena vida y buena muerte.
℣.
Por la Jornada que hiciste del Cielo al mundo a
salvarnos. ℟.
Dadnos, Señor, buena vida y buena muerte.
℣.
Por la humildad y pobreza con que naciste en Belén.
℟.
Dadnos, Señor, buena vida y buena muerte.
℣.
Por la Sangre que vertiste cuando Te circuncidaron.
℟.
Dadnos, Señor, buena vida y buena muerte.
℣.
Por el dulcísimo nombre de Jesús que Te pusieron. ℟. Dadnos, Señor,
buena vida y buena muerte.
℣.
Por la humildad con que fuiste en el Templo
presentado. ℟.
Dadnos, Señor, buena vida y buena muerte.
℣.
Por la abstinencia y ayuno que en el desierto
guardaste. ℟.
Dadnos, Señor, buena vida y buena muerte.
℣.
Por el celo de las almas con que andabas
predicando. ℟.
Dadnos, Señor, buena vida y buena muerte.
℣.
Por la muy solemne entrada que hiciste en
Jerusalén. ℟.
Dadnos, Señor, buena vida y buena muerte.
℣.
Por la Cena del Cordero que en el jueves
celebraste. ℟.
Dadnos, Señor, buena vida y buena muerte.
℣.
Amoroso Jesús, por mí de Espinas coronado. ℟. Dadnos, Señor,
buena vida y buena muerte.
℣.
Por lo liberal que fuiste en darnos tu Cuerpo y
Sangre. ℟.
Dadnos, Señor, buena vida y buena muerte.
℣.
Por la Oración que en el Huerto hiciste a tu eterno
Padre. ℟.
Dadnos, Señor, buena vida y buena muerte.
℣.
Por el gran sudor de sangre que en tu Cuerpo
padeciste. ℟.
Dadnos, Señor, buena vida y buena muerte.
℣.
Por la crueldad con que fuiste de los Verdugos
atado. ℟.
Dadnos, Señor, buena vida y buena muerte.
℣.
Por el tropel con que fuiste llevado a casa de
Anás. ℟.
Dadnos, Señor, buena vida y buena muerte.
℣.
Por las injurias y oprobrios que en tu presencia te
hicieron. ℟.
Dadnos, Señor, buena vida y buena muerte.
℣.
Por la prisa y vilipendio con que a Caifás Te
llevaron. ℟.
Dadnos, Señor, buena vida y buena muerte.
℣.
Por la cruel bofetada que recibiste de Malco. ℟. Dadnos, Señor,
buena vida y buena muerte.
℣.
Por la aflicción con que fuiste presentado ante
Pilatos. ℟.
Dadnos, Señor, buena vida y buena muerte.
℣.
Amoroso Jesús, por mí de Espinas coronado. ℟. Dadnos, Señor,
buena vida y buena muerte.
℣.
Por los falsos testimonios que contra Ti
levantaron. ℟.
Dadnos, Señor, buena vida y buena muerte.
℣.
Por lo ultrajado que fuiste a la presencia de
Herodes. ℟.
Dadnos, Señor, buena vida y buena muerte.
℣.
Por los desprecios que oíste de este Rey y sus
privados. ℟.
Dadnos, Señor, buena vida y buena muerte.
℣.
Por lo que en esta ida y vuelta Te ultrajaron los
Soldados. ℟.
Dadnos, Señor, buena vida y buena muerte.
℣.
Por la burla y vendamiento de Tus ojos soberanos. ℟. Dadnos,
Señor,
buena vida y buena muerte.
℣.
Por los cinco mil azotes que a la Columna Te
dieron. ℟.
Dadnos, Señor, buena vida y buena muerte.
℣.
Por el dolor que pasaste al coronarte de Espinas. ℟. Dadnos, Señor, buena vida y buena muerte.
℣.
Por los desprecios que oíste, siendo sacado al
balcón. ℟.
Dadnos, Señor, buena vida y buena muerte.
℣.
Por la Sentencia de muerte que dio contra Ti
Pilatos. ℟.
Dadnos, Señor, buena vida y buena muerte.
℣.
Por la interior alegría que con la Cruz recibiste. ℟. Dadnos, Señor,
buena vida y buena muerte.
℣.
Amoroso Jesús, por mí de Espinas coronado. ℟. Dadnos, Señor,
buena vida y buena muerte.
℣.
Por la fatiga y congojas que con la Cruz padeciste.
℟.
Dadnos, Señor, buena vida y buena muerte.
℣.
Por las Caídas que diste hasta llegar al Calvario. ℟. Dadnos, Señor,
buena vida y buena muerte.
℣.
Por la vergüenza y dolor que tuviste al desnudarte.
℟. Dadnos, Señor,
buena vida y buena muerte.
℣.
Por el terrible tormento que pasaste al enclavarte.
℟.
Dadnos, Señor, buena vida y buena muerte.
℣.
Por las blasfemias que oíste al poner la Cruz en
alto. ℟.
Dadnos, Señor, buena vida y buena muerte.
℣.
Por la sed que padeciste en Tu boca soberana.
℟. Dadnos, Señor,
buena vida y buena muerte.
℣.
Por el amargor que en ella dejó la hiel y vinagre. ℟. Dadnos, Señor,
buena vida y buena muerte.
℣.
Por la promesa que hiciste del Paraíso al Ladrón. ℟. Dadnos, Señor,
buena vida y buena muerte.
℣.
Por el perdón que pediste para todos tus
contrarios. ℟.
Dadnos, Señor, buena vida y buena muerte.
℣.
Por la aflicción y congojas que al expirar
padeciste. ℟.
Dadnos, Señor, buena vida y buena muerte.
℣.
Amoroso Jesús, por mí de Espinas coronado. ℟. Dadnos, Señor, buena vida y buena muerte.
℣.
Por la llaga que abrieron en tu pecho Sacrosanto. ℟. Dadnos, Señor,
buena vida y buena muerte.
℣.
Por aquella Sangre y agua que por ella derramaste. ℟. Dadnos, Señor,
buena vida y buena muerte.
℣.
Por las penas y amarguras de tu Santísima Madre.
℟. Dadnos, Señor,
buena vida y buena muerte.
℣.
Por la aflicción que pasó viéndote muerto en sus
brazos. ℟.
Dadnos, Señor,
buena vida y buena muerte.
℣.
Por el dolor que sintió al verte dar sepultura. ℟. Dadnos, Señor,
buena vida y buena muerte.
℣.
Por las angustias y penas que en su soledad pasó. ℟. Dadnos, Señor,
buena vida y buena muerte.
℣.
Por tu muerte y sepultura. ℟. Dadnos, Señor,
buena vida y buena muerte.
℣.
Por tu santísima Resurrección. ℟. Dadnos, Señor,
buena vida y buena muerte.
℣.
Por tu admirable Ascensión. ℟. Dadnos, Señor,
buena vida y buena muerte.
℣.
Por la gloria que posees a la diestra de Dios
Padre. ℟.
Dadnos, Señor, buena vida y buena muerte.
℣.
Amoroso Jesús, por mí de Espinas coronado. ℟. Dadnos, Señor,
buena vida y buena muerte.
ORACIÓN PARA TODOS LOS
DÍAS.
Oh buen
Jesús, amado Padre, Dueño y Venerado Esposo de mi alma, no retiréis, Señor, de mí
vuestras misericordias, pues las solicito confiado. Dispensadme los más
benéficos consuelos. Purificadme de todas las imperfecciones que me distraen de
vuestra gracia soberana y me impiden la unión que con Vos deseo. Llenadme el
corazón de humildad, para tenerlo siempre postrado a vuestros divinos pies.
Haced que viva en lo próspero y adverso solo en Vos y por Vos, y que triunfe de
mis pasiones y enemigos. Y si por la enormidad de mis delitos desmerezco este
favor, vuestra piedad inmensa me dispensará este logro, pues a este fin
interpelo el valor de esas heridas de vuestro Cuerpo purísimo, superabundante a
la más condigna satisfacción, y concededme benigno lo que os
suplico en esta Novena, interponiendo los ruegos de María Santísima, Madre
especial de Mercedes y Misericordia, de quien espero sea mi intercesora y
Abogada en la vida y en la muerte. Amén.
ORACIÓN QUE DECÍA SAN
AGUSTÍN A NUESTRA SEÑORA
Madre de
toda Piedad, acordaos que mientras el
Mundo es, no se sabe hayáis dejado sin consuelo a quien os lo llega a pedir.
Que no se ha oído decir que quien llego a vuestros ojos con miserias, dejase de
salir remediado. Fiado en vuestras entrañas piadosas y condición liberal, me
arrojo a vuestros pies soberanos. No querráis, oh Madre del Verbo y Palabra
eterna, despreciar mis palabras y ruegos; sino oídme propicia, y otorgadme lo que
con lágrimas de corazón os suplico. Amén.
En el
nombre del Padre, y del Hijo ✠,
y del Espíritu
Santo. Amén.
DÍA SEGUNDO
Por
la señal…
Acto
de contrición y Oración preparatoria.
ORACIÓN
Jesús mío, único imán de los
corazones: que sin despreciar los ruegos del más abatido en el Mundo lo
levantáis por la gracia a la alta dignidad de Hijo vuestro, por los desprecios
y ultrajes que sufristeis cuando os trataron los Judíos como a Rey de burlas: Os pido
dispongáis que yo desprecie todo lo que los mundanos estiman y solicitan, y que
solo en Vos ponga todo mi recreo para gozar en esta vida el logro de no
perderos jamás y amaros eternamente, y que no cese de hacer vuestra santísima
voluntad. Amén.
—Pedir la
gracia que se desea recibir.
—El
Rosario de la Buena Muerte y las demás Oraciones se dirán todos los días.
DÍA TERCERO
Por
la señal…
Acto
de contrición y Oración preparatoria.
ORACIÓN
Jesús mío, consueto seguro y
verdadero en toda tribulación y congoja, y Dios amante sin mudanza. Por esa
Soga que pusieron en vuestro cuello y manos cuando con tan desapiadada furia Os
oprimieron por afrentaros más, Os pido me libréis de los lazos
que el demonio me pone deseoso de devorarme; y hagáis que obediente siempre a
vuestros divinos preceptos y mandatos de mis Superiores, ni en lo más leve
discrepe de su puntual ejecución, y que me conforme en todo con vuestra
santísima voluntad. Amén.
—Pedir la
gracia que se desea recibir.
—El
Rosario de la Buena Muerte y las demás Oraciones se dirán todos los días.
DÍA CUARTO
Por
la señal…
Acto
de contrición y Oración preparatoria.
ORACIÓN
Jesús mío, a quien no puede ocultarse
el mérito o demerito de todas las criaturas; Sapientísimo Juez, que premiáis
con superabundancia y con piedad castigáis. Por la injuria que padecisteis
cuando Os pusieron esa Caña por Cetro: Os pido alumbres mi
entendimiento y el de todos los Jueces Eclesiásticos y Seculares. Arreglad sus
dictámenes de modo que prevalezca en ellos siempre la razón; para que,
guardando la debida justicia y la más recta intención, se ejerciten en ir
conformes con vuestra santísima voluntad. Amén.
—Pedir la
gracia que se desea recibir.
—El Rosario
de la Buena Muerte y las demás Oraciones se dirán todos los días.
DÍA QUINTO
Por
la señal…
Acto
de contrición y Oración preparatoria.
ORACIÓN
Jesús mío
amantísimo: que
cuando más improperiado con salivas y ejercitada vuestra paciencia con fingidas
adoraciones, manifestabais vuestro divino sufrimiento, para que reluciese más
vuestra Soberanía. Ruégoos, Señor, exterminéis de todos los
humanos corazones el rencor y enemistad, y todos los afectos que provocan e
irritan Vuestra justicia, para que viendo cada uno al prójimo como a sí mismo,
olvide los agravios y me desentienda de las injurias, porque en todo se haga
vuestra santísima voluntad. Amén.
—Pedir la
gracia que se desea recibir.
—El
Rosario de la Buena Muerte y las demás Oraciones se dirán todos los días.
DÍA SEXTO
Por
la señal…
Acto
de contrición y Oración preparatoria.
ORACIÓN
Jesús mío, fuente de dulzura y
suavidad que recrea infinitamente, Buen Compañero, que jamás me dejáis como de
Vos no me separe. Por la tolerancia con que padecisteis el más riguroso
tormento que inventó la malicia, penetrando con agudas espinas vuestra divina
Cabeza: Os pido me concedáis esté con Vos de tal
suerte que tolere las penalidades de esta vida con el mayor sufrimiento: que
procure imitaros en esta virtud, y que me sirva de vivir en todo conforme con
vuestra santísima voluntad. Amén.
—Pedir la
gracia que se desea recibir.
—El
Rosario de la Buena Muerte y las demás Oraciones se dirán todos los días.
DÍA SÉPTIMO
Por
la señal…
Acto
de contrición y Oración preparatoria.
ORACIÓN
Jesús mío,
fidelísimo en vuestras soberanas promesas y que nunca abandonáis a los que Os
siguen con perseverancia. Por esa despreciable Púrpura que Os puso la judaica
infidelidad: Os pido encendáis mi helada fe, para que,
sin reparo de las persecuciones, sin temores serviles ni miramientos mundanos,
desee sacrificar mi vida en contestación de vuestra Fe y Doctrina, y en guarda
de vuestros soberanos preceptos, para que me halle la muerte en el más heroico
acto de conformidad con vuestra santísima voluntad. Amén.
—Pedir la
gracia que se desea recibir.
—El
Rosario de la Buena Muerte y las demás Oraciones se dirán todos los días.
DÍA OCTAVO
Por
la señal…
Acto
de contrición y Oración preparatoria.
ORACIÓN
Jesús mío, Tesoro infinito, en cuya
Divinidad están contenidos eminentísimamente los bienes que no fastidian por
más que se posean. Por la abundancia de Sangre que derramasteis de vuestra
santísima Cabeza cuando con tan impía crueldad la taladraron esas agudas espinas:
Os pido me concedáis los más ardientes anhelos de serviros,
eficaces ejecuciones en amaros, y la más firme posesión en vuestra gracia; para
que mediante ella viva siempre y muera conforme con vuestra santísima voluntad.
Amén.
—Pedir la
gracia que se desea recibir.
—El
Rosario de la Buena Muerte y las demás Oraciones se dirán todos los días.
DÍA NOVENO
Por
la señal…
Acto
de contrición y Oración preparatoria.
ORACIÓN
Jesús mío, en quien reina por esencia
la Caridad; benéfico para todos, sin más motivo que el de vuestra inmensa
bondad, y sin atender a mi mala correspondencia e ingratitud, por vuestra
constancia en sufrir tantas afrentas, bofetadas e ignominiosas salutaciones, por
ese fuego soberano que abrasa y no consume, Os pido apliquéis a mi corazón
un tal incendio amoroso a vuestro divino Ser, que le destruya todo el apego a
lo caduco, para que sin cesar Os ame y sea todo mi anhelo el cumplimiento de
vuestra santísima voluntad. Amén.
—Pedir la
gracia que se desea recibir.
—El
Rosario de la Buena Muerte y las demás Oraciones se dirán todos los días.
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