Traducción
de la Novena compuesta por fray Víctor Felicísimo Francisco Nabantino, monje de
la Real Cartuja de Santa María de Scala Cœli de Évora (Portugal) en 1832. Los
Gozos fueron compuestos por un devoto de San Bruno en torno al año 1900.
COMENZAMOS: 27 de septiembre.
FINALIZAMOS: 5 de octubre.
FESTIVIDAD: 6 de octubre.
ADVERTENCIA
Quien
quiera hacer esta Novena, que comenzará el 27 de Septiembre, se preparará
recibiendo antes (si
le es posible hacerlo) los
Sacramentos de la Penitencia y de la Eucaristía, tanto en el día en que la
comience, como en el día del Santo, que es el 6 de
Octubre. Buscará también ocuparse en ejercicios de piedad en todos los
días de la Novena. Después debe saberse que el Ilustrísimo y Reverendísimo
Mons. Valentín Armellini, Obispo de Alatri, el 7 de Octubre de 1836, en ocasión
de su visita a la Venerable Cartuja de Trisulti, se ha dignado conceder a
cualquiera que recite devotamente esta Novena de San Bruno cuarenta días de Indulgencia por cada día que se recite, y
en cualquier tiempo del año a gusto del devoto. El Ilustrísimo y Reverendísimo
Monseñor Francisco María Cipriani, Obispo de Veroli, el 11 de Junio de 1837,
también se dignó conceder cuarenta días de Indulgencia en la forma
mencionada.
NOVENA EN
HONOR DEL SERAFÍN DE LA SOLEDAD SAN BRUNO, INSIGNE PATRIARCA DE LA ORDEN
CARTUJA
Estando de rodillas, se hará la Señal de la Cruz y se dirá:
Por
la señal ✠ de la Santa Cruz, de nuestros ✠ enemigos,
líbranos
Señor
✠
Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo ✠,
y del Espíritu
Santo. Amén.
℣. Oh Dios, ven en mi ayuda.
℟. Apresúrate, oh Señor, a socorrerme.
Gloria al
Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, y ahora, y
siempre, y en todos los siglos de los siglos. Amén.
ACTO DE CONTRICIÓN
Oh Dios de infinita bondad, con todo mi
corazón me arrepiento de todas las ofensas que contra Vos he cometido, me
arrepiento; Señor, porque Vos sois tan bueno, tan santo, tan amable y digno de
todo amor. Es muy cierto, oh mi Dios, que mis culpas son tantas que me hacen
indigno de que Vos me miréis con ojos de misericordia; pero, oh
misericordiosísimo Padre, dignaos en perdonar a este pecador contrito, que de
aquí en adelante propone, ayudado con vuestra divina gracia, no ofenderos más,
y así espero hacerlo por los infinitos méritos de Jesucristo vuestro amadísimo
Hijo. Amén.
DÍA PRIMERO - 27 DE SEPTIEMBRE
CONSIDERACIÓN: DE LA VIRTUD DE LA DILIGENCIA
Consideremos
que la virtud de la Diligencia es tan excelente, porque sin ella ninguna obra (en especial las buenas) puede ser agradable a
Dios. El glorioso San Bruno practicó siempre esta
virtud en el curso de toda su vida comenzando casi desde su infancia; tanto
que siendo enviado por sus nobilísimos padres a los estudios, realizaba con
suma diligencia todas sus obligaciones, y corría con pasos tan gigantescos en
el cumplimiento de sus deberes literarios, que dejaba tan atrás y perdía de
vista a los más excelentes de sus condiscípulos: es cierto que el Santo buscaba
la ciencia, pero no con otro fin que el de poder agradecerle mejor a Dios el
beneficio recibido de tan bella cualidad, ya que no ponía en la ciencia
solamente mundana su felicidad, como hacían los antiguos filósofos, sino más
bien en la ciencia de los Santos: por eso estudiando el santo con tan recto
fin, Dios le facilitaba el santo entendimiento, y
no le parecía por maravilla, de modo que en breve tiempo se convirtió en el más
sabio y docto maestro de su siglo.
FRUTO
De
esta consideración se realizará un propósito firme de cumplir con diligencia
todos nuestros deberes, dirigiendo siempre nuestra intención a nuestro último
fin, que es Dios, porque procediendo así tendremos el socorro de Dios en todos
nuestros afanes.
ORACIÓN A SAN BRUNO PARA
EL DÍA PRIMERO
Oh Bruno Santísimo, así como en este Mundo
amaste tanto la virtud, y odiaste el vicio, así intercede por nosotros ante la
Santísima Trinidad, también dígnate ayudarnos para alejarnos del vicio, y
adquirir todas aquellas virtudes que más nos son necesarias, a fin de que
podamos fielmente servirla aquí en la tierra, para poder gozar después de la
muerte en compañía en el Cielo. Te pido
que por la intercesión de la Virgen quieras obtenerme la gracia de… (Pídase la gracia que
se desea recibir) Amén.
—Rezar
tres Padrenuestros, Avemarías y Gloria Patri.
GOZOS EN HONOR A SAN
BRUNO
Ardiendo
en llamas de amor,
Sois
serafín encendido.
Dad,
Bruno, de Dios querido,
Al
que os invoca favor.
Os
vio Colonia nacer,
Y
tras candorosa infancia
Ansioso
voláis a Francia
Para
en la ciencia ascender.
Con
vuestra ciencia y virtud,
Conquistáis
premio y loor.
Dad,
Bruno, de Dios querido,
Al
que os invoca favor.
En
Reims fuisteis Canciller
De
sus famosas escuelas,
Hermanando
siempre en ellas
La
humildad con el saber.
De
sabios fuisteis maestro,
Y
en toda virtud Doctor.
Dad,
Bruno, de Dios querido,
Al
que os invoca favor.
La
infausta condenación
Del
malhadado Raimundo
Os
decide a huir del mundo,
Y
encontráis la perfección.
Despreciáis
cargos y honores,
Y
está en Cristo vuestro amor.
Dad,
Bruno, de Dios querido,
Al
que os invoca favor.
De
Bruno y sus compañeros
Tiene
Hugo aviso cierto,
Viendo
bajar al desierto
Siete
brillantes luceros.
Siendo
él todo para ellos,
Caudillo,
Padre y Pastor.
Dad,
Bruno, de Dios querido,
Al
que os invoca favor.
Vuestra
continua oración,
Ayuno
y gran penitencia
Os
dan de Dios tal presencia,
Tan
alta contemplación,
Que
el yermo pobláis de gentes
Y
embalsama vuestro amor.
Dad,
Bruno, de Dios querido,
Al
que os invoca favor.
La
plegaria es tan ferviente,
Que
conmueve al mismo Cielo,
Y
en su virtud brota el suelo
Clara
y milagrosa fuente.
Así
dais a vuestros hijos
Prendas
de infinito amor.
Dad,
Bruno, de Dios querido,
Al
que os invoca favor.
Invicto
atleta de Cristo,
Gran
lumbrera de su Iglesia,
De
toda virtud y ciencia
Vuestro
celo es conocido,
Luz
y fuerza del Papado
Y
del sacerdocio honor.
Dad,
Bruno, de Dios querido,
Al
que os invoca favor.
De
muerte alevosa y fiera
Libras
al Conde Roger
¿Qué
tiene ya que temer
Quien
confiado en ti espera?
Quien
se acoja a tal Patrono
Deseche
todo temor.
Dad,
Bruno, de Dios querido,
Al
que os invoca favor.
Tu
sepulcro milagroso
Es
probática piscina,
De
todo mal medicina,
Al
que acude fervoroso.
Siempre
te encuentra benigno
Del
desvalido el clamor.
Dad,
Bruno, de Dios querido,
Al
que os invoca favor.
Pues
con Jesús vencedor
Me
esperáis en vuestro Empíreo,
Dad,
Bruno, de Dios querido,
Al
que os invoca favor.
Antífona: Este Santo, que pasó por la gloria de los
Ángeles, con razón revive en la memoria de los hombres, porque viviendo en
cuerpo en el peregrinaje de este mundo tenía siempre el pensamiento y deseo en
la Patria celeste.
℣. Exaltaste sobre la tierra su habitación.
℟. Para investigar la sabiduría en su oración.
ORACIÓN
Oh Dios, del cual separarse es
morir, y caminar con Vos es vivir, Vos, Señor, que sublimasteis con el don de
la altísima contemplación al Beatísimo San Bruno, os suplicamos que nos
concedáis el espíritu de la gracia salvífica, por medio del cual,
conformándonos con él por su ejemplo, nos fortifiquemos con sus méritos, y nos
auxilie con su intercesión, para que así como la vocación lo llevó a la corona,
por su devoción nos conduzca al perdón de nuestros pecados. Por nuestro Señor
Jesucristo tu Hijo, que contigo vive y reina en la unidad del Espíritu Santo, y
es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
En el
nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.
DÍA SEGUNDO - 28 DE SEPTIEMBRE
Por
la Señal...
℣.
Oh Dios, ven en mi ayuda.
℟. Apresúrate, oh Señor, a socorrerme.
Gloria al Padre, y al
Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, y ahora, y siempre, y en
todos los siglos de los siglos. Amén.
Acto
de contrición.
CONSIDERACIÓN: DE LA VIRTUD DE LA PRUDENCIA
Consideremos que la Prudencia es una de las
más buenas virtudes, porque el fin de ella es regular todas las demás, y con
ella debemos aprovecharnos de todo esto, que para nosotros sea destinado, o
encontrado, como hizo el glorioso san Bruno en el acontecimiento siguiente: Entre los doctores de la Universidad de
París, había uno muy célebre no solo en razón de su gran ciencia, sino sobre
todo por vivir con tan gran premura la modestia, que a los ojos de todos los
ciudadanos de París parecía un hombre de mucha virtud. Murió este renombrado
Doctor, de nombre Raimundo Diocres, recibiendo antes los Sacramentos de la
Iglesia Católica, y cuando por su alma se hacían los funerales y se cantaba el
oficio, estando el cuerpo presente, en medio de este acto tan solemne alzó el
difunto la cabeza, y con voz muy espantosa profirió la sentencia de su
condenación eterna con estas palabras: «Por justo
juicio de Dios estoy condenado».
Encontrándose
el Santo presente a este horrible suceso, se fue a su casa, y como prudente
aprendió a costa ajena, conociendo que, para evitar consecuencia tan funesta,
se hacía necesario elegir principios más sólidos.
FRUTO
Por esta consideración tomar un propósito de hacer todas nuestras obras
con tan recta intención, que no solamente seamos buenos a los ojos de los
hombres, sino también (y esto es mejor) a los ojos de Dios: y jamás debemos olvidarnos de nuestro
Juicio final, como dice el Espíritu Santo: «recuerda siempre tus postrimerías, y jamás pecarás».
ORACIÓN A SAN BRUNO PARA
EL DÍA SEGUNDO
¡Oh gran
protector mío San Bruno! A
vuestros pies he recordado la gran lección que con vuestro ejemplo me dais. Sin
embargo, con frecuencia olvido que mi vida me es dada para adquirir méritos
para el Paraíso. Os ruego, prudentísimo
Santo, que con la gracia que hoy os pido (se dice la
gracia que se desea), me obtengáis la más
preciosa de todas, esto es, morir antes que ofender gravemente a Dios. Sí,
deseo con todo corazón que me obtengáis de la Virgen Santísima la gracia pedida
en esta Novena, si conviene para el bien de mi alma; sobre todo pido vuestra
intercesión para asegurar mi salvación eterna. Amén.
—Rezar
tres Padrenuestros, Avemarías y Gloria Patri. Los Gozos y la Oración se dirán
todos los días.
DÍA TERCERO - 29 DE SEPTIEMBRE
Por
la Señal...
℣. Oh Dios, ven en mi ayuda.
℟. Apresúrate, oh Señor, a socorrerme.
Gloria al Padre, y al
Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, y ahora, y siempre, y en
todos los siglos de los siglos. Amén.
Acto
de contrición.
CONSIDERACIÓN: DE LA VIRTUD DE LA LIBERALIDAD
Consideremos que la virtud de la Liberalidad
es muy amada de Dios, el cual es tan liberal que hace nacer el sol sobre buenos
y malos: el mismo Dios nos aconseja dar, porque
luego nos será dado. Fue San Bruno talmente liberal, que después de
haber visto y entendido el espantable suceso del desgraciado doctor parisino,
dio tan generosamente a los pobres todas sus copiosas riquezas, que ellos
quedaron bien socorridos, y él quedó solamente con
sus vestidos que llevaba encima, y después se retiró a un desierto con otros
seis compañeros para hacer allí santa penitencia.
FRUTO
Por esta consideración tomemos el firme propósito de ser
generosos, dando (en cuanto sea posible) muchas
limosnas y socorro a nuestro prójimo, en la mejor manera que nos permita
nuestro estado.
ORACIÓN A SAN BRUNO PARA
EL DÍA TERCERO
¡Oh glorioso protector mío San Bruno! Junto con la gracia que os
pido en esta novena (se dice al Santo la
gracia que se desea recibir), obtenedme
tal pureza de intención en todas mis obras, para solo desear que Dios sea
glorificado en ellas, y que los intereses de su gloria sean antepuestos a
cualquier otro interés, a fin de que, en mi familia, en mi corazón y en el
mundo entero, reine la paz fruto de la glorificación divina. Amén.
—Rezar
tres Padrenuestros, Avemarías y Gloria Patri. Los Gozos y la Oración se dirán
todos los días.
DÍA CUARTO - 30 DE
SEPTIEMBRE
Por
la Señal...
℣. Oh
Dios, ven en mi ayuda.
℟. Apresúrate, oh Señor, a socorrerme.
Gloria al Padre, y al
Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, y ahora, y siempre, y en
todos los siglos de los siglos. Amén.
Acto
de contrición.
CONSIDERACIÓN: DE LA VIRTUD DE LA ESPERANZA
Consideremos que el glorioso San Bruno
practicó en grado eminente la virtud de la Esperanza; porque esperaba tan
firmemente en la otra vida una felicidad preparada para todos aquellos que
mueren en gracia de Dios, que por ello se determinó ir a servirle en el
desierto. El mismo Dios le manifestó que le agradaba tanto aquella santa
resolución de Bruno; de hecho, estando él con sus compañeros próximos a llegar
a la ciudad de Grenoble, donde tuvo San Hugo, Obispo de esa ciudad, un
admirable sueño, en el cual veía la Divina
Majestad, rodeada de innumerables Ángeles, que se fabricaba por mano de los
mismos Ángeles un bello templo sobre un monte de su Diócesis, llamado Cartuja,
y veía también de nuevo siete brillantísimas estrellas, que le conducían hasta
llegar al lugar, donde estaba la Divina Majestad. Ya de día, se
presentaron los siete peregrinos al palacio del santo obispo Hugo, el cual por
inspiración divina vio su misterioso sueño verificado en aquellos siete
compañeros; y por ello les dio el mencionado monte,
denominado Cartuja.
FRUTO
De esta consideración se formará un santo
propósito de esperar nuestra salvación, pero realizando diariamente obras
dignas de bienaventuranza.
ORACIÓN A SAN BRUNO PARA
EL DÍA CUARTO
¡Oh San Bruno, protector mío! Damos gracias a Dios por
habernos dado en vos un gran ejemplo de Fe. Haced, oh Bruno glorioso, que
crezca en nosotros la Fe, y obtenednos de la Virgen Santísima, con la gracia
que os pedimos en esta novena (se dice la gracia
deseada), el don precioso de no
renegarla con nuestro modo de vivir, aún si por esto debamos sufrir el
desprecio del mundo y de los cristianos que dicen llamarse tales, mas con sus
hechos manifiestan haber renegado de ella. Amén.
—Rezar
tres Padrenuestros, Avemarías y Gloria Patri. Los Gozos y la Oración se dirán
todos los días.
DÍA QUINTO - 1 DE OCTUBRE
Por
la Señal...
℣. Oh Dios, ven en mi ayuda.
℟. Apresúrate, oh Señor, a socorrerme.
Gloria al Padre, y al
Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, y ahora, y siempre, y en
todos los siglos de los siglos. Amén.
Acto
de contrición.
CONSIDERACIÓN: DE LA VIRTUD DE LA CARIDAD
Consideremos que
la Caridad es la más buena y más grande entre las virtudes; el Glorioso
San Bruno en toda su vida amó siempre tan soberana virtud, y en razón de ella
dejaba sus propias comodidades: aunque él y sus
compañeros moraban en su dilecto desierto de la Cartuja, recibió una carta del
Sumo Pontífice Romano, el cual les ordenó ir a Roma apenas recibiese la carta,
porque así lo necesitaba el bien de la Iglesia Católica. Después de que
nuestro Santo leyó la pontificia letra, no le concedió dilación a su inflamada
caridad, y presto dejó su amada solitud, dirigiéndose a Roma, aún con gran
fatiga suya; anteponiendo en esta guisa el bien común de todo el Cristianismo a
sus propios y particulares deberes.
FRUTO
De esta consideración se formará un propósito eficaz de
ser tan caritativos, haciendo bien a todos, y dejando nuestras propias
comodidades cuando así lo exija la necesidad del prójimo, y de este modo
imitaremos a nuestro Señor Jesucristo, el cual padeció tanto por nuestro bien.
ORACIÓN A SAN BRUNO PARA
EL DÍA QUINTO
Oh mi gran
Protector, Glorioso San Bruno,
admiro
en Vos el Modelo de los hijos amantes de la Santa Iglesia. Agradezco a la
Trinidad Beatísima por habernos dado en Vos un constante defensor de su Esposa.
Os ruego me obtengáis de la Virgen Santa, con la gracia que os pido (se dice la gracia deseada), un amor ardiente al
Magisterio legítimo de la Iglesia, especialmente en estos tiempos en que
hombres perversos, que se dicen amantes del pueblo y son verdaderos asesinos de
las almas, renuevan la Pasión de Cristo, crucificándole en la persona de la
Santa Iglesia. Haced que yo viva y muera
en fidelidad a la Fe y el amor a la Santa Iglesia. Amén.
—Rezar
tres Padrenuestros, Avemarías y Gloria Patri. Los Gozos y la Oración se dirán
todos los días.
DÍA SEXTO - 2 DE OCTUBRE
Por
la Señal...
℣. Oh Dios, ven en mi ayuda.
℟. Apresúrate, oh Señor, a socorrerme.
Gloria al Padre, y al
Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, y ahora, y siempre, y en
todos los siglos de los siglos. Amén.
Acto
de contrición.
CONSIDERACIÓN: DE LA VIRTUD DE LA HUMILDAD
Consideremos cuán preciosa es a los ojos de
Dios la virtud de la humildad, porque el mismo Señor dice que si nos humillamos,
seremos ensalzados.
Esto precisamente practicó el glorioso San Bruno en todo el curso de su vida,
no queriendo nunca recibir dignidades ni cargos honorables por el hecho de
estar presente en seis Concilios celebrados en diferentes lugares en los cuales
nada se hacía sin tomar su parecer; y queriendo por ello el Papa remunerarle
sus muchos y grandísimos servicios prestados en pro de la Iglesia, le eligió
Arzobispo de la ciudad de Reggio, Metrópoli de toda la Calabria: el Santo en cambio rechazó tal dignidad con desprecio muy
constante, civil y católico, que el Sumo Jerarca tan edificado vino a ver la
gran santidad y constancia con que él despreciaba las cosas que el Mundo ama
tanto.
FRUTO
De esta consideración formaremos un santo
propósito de no poner nuestro afecto en los honores, posesiones y dignidades,
sino tenerlos en santo desprecio, como cosas que no son más que un poco de
polvo que al soplo de la Muerte desaparecen.
ORACIÓN A SAN BRUNO PARA
EL DÍA SEXTO
¡Oh mi Protector, Glorioso San Bruno! Siento
viva confusión al verme tan disímil a Vos: una pequeña contrariedad me abate,
me desalienta, e incluso, a veces me hace lamentarme de la Providencia
amabilísima de Dios. Vos que con tanta fortaleza abrazaste, por amor a Jesús y
a la Virgen, las gravísimas tribulaciones, obtenedme de la Virgen, con la
gracia que os pido en esta novena (se dice la
gracia deseada), la virtud de la Fortaleza espiritual, para repetir en
mis dolores y aflicciones, con Jesús Bendito: «Si es posible, líbrame, Señor, de esta tribulación; mas hágase tu
voluntad, no la mía». Amén.
Rezar tres
Padrenuestros, Avemarías y Gloria Patri. Los Gozos y la Oración se dirán todos
los días.
DÍA SÉPTIMO - 3 DE OCTUBRE
Por
la Señal...
℣. Oh Dios, ven en mi ayuda.
℟. Apresúrate, oh Señor, a socorrerme.
Gloria al Padre, y al
Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, y ahora, y siempre, y en
todos los siglos de los siglos. Amén.
Acto
de contrición.
CONSIDERACIÓN: DE LA VIRTUD DE LA ABSTINENCIA
Consideremos que
la Abstinencia es una virtud tan excelente, porque todos los males que han
venido al mundo fueron causados por el pecado que Eva cometió contra esta
virtud, comiendo del fruto que Dios prohibió. El Glorioso San Bruno
practicó siempre esta virtud talmente, que casi desde el tiempo en que se
retiró al desierto, todo su alimento era en su calidad muy ordinario, y en
cantidad tan poco, y desde entonces jamás comió grasa, como han practicado (por mucho más de setecientos años) sus hijos los Monjes
Cartujos, ayunando siete meses seguidos durante el año, y absteniéndose de
comer carne en todo el curso de su vida, tanto los sanos como los enfermos, sea
cual sea su enfermedad. Por tanto, como el árbol es reconocido por su fruto, se
sigue que siendo (como
fue escrita)
la abstinencia de los hijos, ¡cuál será la de su institutor y Patriarca!
FRUTO
Por esta consideración formaremos el
propósito de abstenernos de todo lo que no nos será lícito, no deseando el
comer, sino como medio necesario para conservar la vida y poder servir a Dios.
ORACIÓN A SAN BRUNO PARA
EL DÍA SÉPTIMO
¡Oh mi
Protector glorioso San Bruno!
Agradezco
la Providencia que en vos ha dado al mundo un gran modelo de alma de oración:
un grande intercesor en medio de vuestros hijos, para implorar lluvia de
gracias a toda la humanidad. Obtenedme, ¡oh mi
amado santo!, de la Virgen, con la gracia que deseo en esta novena (se dice la gracia deseada) el gran don de la
Oración. Quien ora se salva, y quien no ora se condena: yo deseo sobre todos los bienes mi eterna salvación. Haced, oh mi
Santo Protector, que siga constantemente vuestro ejemplo viviendo santamente y
así mi vida será, como la vuestra, vida de continua oración. Amén.
—Rezar
tres Padrenuestros, Avemarías y Gloria Patri. Los Gozos y la Oración se dirán
todos los días.
DÍA OCTAVO - 4 DE OCTUBRE
Por
la Señal...
℣. Oh Dios, ven en mi ayuda.
℟. Apresúrate, oh Señor, a socorrerme.
Gloria al Padre, y al
Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, y ahora, y siempre, y en
todos los siglos de los siglos. Amén.
Acto
de contrición.
CONSIDERACIÓN: DE LA VIRTUD DE LA CASTIDAD
Consideremos que
la Castidad es una virtud de las más agradables a los ojos de Dios; el cual
hizo elección de una Castísima Virgen para ser su Madre. El Glorioso San
Bruno amó tanto todas las virtudes, especialmente sin embargo la Castidad; y
para mejor poder conservarla, castigaba rigurosamente su cuerpo, durmiendo
sobre la tierra desnuda, tomando muy a menudo sangrientas disciplinas, y
separándose siempre jamás de toda familiaridad de mujeres; y por eso no
consentía que ellas entrasen en las iglesias de sus Monasterios, lo que hasta
ahora se observa entre sus Religiosos: ya que santo
era David, sabio era Salomón, y fuerte era Sansón; y no obstante ello, todos
estos por ocasión de las mujeres ofendieron a Dios.
FRUTO
Por esta consideración se formará un propósito de ser muy
casto, extinguiendo el fuego de la concupiscencia con el agua de las discretas
penitencias, y huyendo en cuanto sea posible la familiaridad con personas del
sexo opuesto.
ORACIÓN A SAN BRUNO PARA
EL DÍA OCTAVO
¡Oh mi
Protector Glorioso san Bruno!
Por
el amor ternísimo y filial que siempre profesaste a la Virgen, obtenedme de tan
buena Madre, con la gracia que pido en esta novena (se
dice la gracia deseada), la verdadera devoción que vos tuviste a esta
Reina de los corazones. Haced, amable santo, que
olvidándome de mí mismo antes que olvidarme de obsequiarla todos los días, y en
modo particular, que merezca su dulcísima presencia en el momento supremo para
ser por Ella acompañado al Tribunal de su Hijo divino y así salir a la Gloria
para bendecirla eternamente con Vos. Amén.
—Rezar
tres Padrenuestros, Avemarías y Gloria Patri. Los Gozos y la Oración se dirán
todos los días.
DÍA NOVENO - 5 DE OCTUBRE
Por
la Señal...
℣.
Oh Dios, ven en mi ayuda.
℟.
Apresúrate, oh Señor, a socorrerme.
Gloria al Padre, y al
Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, y ahora, y siempre, y en
todos los siglos de los siglos. Amén.
Acto
de contrición.
CONSIDERACIÓN: DE LA
VIRTUD DE LA FE
Consideremos que la Fe
es una de las principales virtudes, y tanto la estima Dios, que ordinariamente
no hace milagro alguno sin que haya una viva Fe, o en la persona, por medio de
la cual lo hace, o en la persona, a quien lo hace: nuestro Divino Salvador dice
a sus Discípulos que, si ellos tuvieran Fe, ordenando a algún monte de
arrojarse al mar, el monte los obedecería. Sabía el Glorioso San
Bruno que la Fe sin las obras es muerta, y por eso unió a su grande y viva Fe
la práctica de las buenas obras: ya que por estas se conoce aquella, porque si
él no creía firmemente que Dios habría de remunerarle todas sus fatigas de esta
vida con la eterna Gloria de la otra, no habría dejado las muchas copiosas
riquezas que poseía, y la dignidad que ya tenía, y podía adquirir en el futuro
por medio de su mucha ciencia, de sus sólidas virtudes, y por la nobleza de su
sangre. Su Fe, sin embargo, lo movió a dejarlo todo y retirarse a la soledad,
para allí servir a Dios con todo su corazón. Finalmente,
para mayor prueba de su Fe, acabó sus días haciendo una santa y explícita
Protesta de Fe.
FRUTO
Por esta consideración formaremos un eficaz propósito de
reanimar cada día nuestra Fe, haciendo a menudo Actos de Fe; debemos sin
embargo acompañarla con las buenas obras, ya que solamente así, obtendremos la
sempiterna Gloria.
ORACIÓN A SAN BRUNO PARA
EL DÍA NOVENO
¡Oh
Glorioso San Bruno! Nosotros
nos regocijamos por la gloria que os circunda; agradecemos a la Trinidad
Beatísima por el trono resplandeciente que en el Cielo os ha preparado. Ahora
vos bendecís las penitencias, los sacrificios, el desprendimiento de todas las
cosas que en la tierra practicaste, puesto que os han merecido corona fulgente
de eterna alegría. Desde el trono de gloria en el que estáis, volved vuestro
rostro mirando intercesor a nosotros vuestros devotos, rogad por nosotros,
haced santa violencia al Corazón Inmaculado de la Virgen, que tanto amaste,
para que nos consuele y ayude en todos los instantes de nuestra vida;
obtenednos en particular la gracia que tanto queremos y que os pedimos en esta
novena (se dice la gracia deseada). Vuestro
corazón compasivo, oh amado San Bruno, no os consentirá dejar infructuosas
nuestras oraciones. Sí, sí, nosotros esperamos que aún una vez recordáis el
gran poder de intercesión que tenéis en el Cielo, obtenednos esta gracia.
Estamos seguros de que no serán vanas nuestras oraciones y nos comprometemos a
retornar a vuestros pies para agradeceros con el corazón lleno de
reconocimiento. Rogad, oh santo de la
bondad, a fin de que imitando en la tierra vuestras virtudes y ejemplos de
humildad, modestia, y sobre todo de fidelidad en la observancia de los divinos
Mandamientos y de los preceptos de la Iglesia, podamos con vos brillar un día
en el Cielo para alabar y agradecer eternamente con la Virgen, el Padre, el
Hijo y el Espíritu Santo. Amén.
—Rezar
tres Padrenuestros, Avemarías y Gloria Patri. Los Gozos y la Oración se dirán
todos los días.
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