sábado, 16 de septiembre de 2023

NOVENA A MARÍA SANTÍSIMA DE LOS DOLORES.

 

Novena reimpresa en León, en la oficina de la viuda de Rivero, el 14 de marzo de 1831. El Eminentísimo Sr. Cardenal, Arzobispo de Toledo ha concedido cien días de Indulgencia cualquiera persona que hiciere ésta Novena.

COMENZAMOS: 6 de septiembre.

FINALIZAMOS: 14 de septiembre.

FESTIVIDAD: 15 de septiembre (los siete dolores de la santísima Virgen).

MODO DE HACERSE ESTA NOVENA

En todo tiempo viene bien este agradable obsequio a Nuestra Señora, para obtener lo que se desea en cualquiera pretensión de alma, o para bien del cuerpo; mas el propio tiempo es, desde el lunes de Pasión inclusive, cuatro días antes del día propio de los Dolores, y cuatro después hasta el martes Santo inclusive.

El día que empieza, o á lo menos el que se acaba, se ha de Confesar y Comulgar, aunque en ambos será razón ejecutarlo. Todos los días de ella se ha de leer por espacio de media hora algún libro espiritual, y sea de la Pasión de Cristo o Dolores de Nuestra Señora, el que le tuviere; y ya que no se hagan penitencias especiales, dense a lo menos limosnas, y visítense los Altares después de la Misa, que ha, de oírse cada día: y las muchas Indulgencias, que por la visita de Altares se ganan, y mucho mas en cuaresma, aplíquense por las Animas devotas de los Dolores, Será esta limosna espiritual de gran conducencia, para que la Señora Dolorosísima nos alcance lo que pedimos. Y por la Pasión de los tormentos del Hijo, y dolores acerbísimos de la Madre sea en su Novena el mayor esmero de sus devotos, huir de divertimientos, conversaciones y empleos, cuanto puede ser ocasión de ofensa divina, aunque no sea grave. Y para eso, lo que más ayudará es él hacer con gran exacción el examen de la conciencia antes de comer, y a la noche antes de acostarse; y quien se habituare a hacerle de hora en hora, hallará un gran provecho para su Alma, y será este el obsequio más agradable a Nuestra Señora, para oírnos y favorecernos. Y el que tuviere oración estos días, debe ser del dolor que toca aquel día, según la distribución que de ellos se hace en la segunda oración, que es la que solamente se diferencia, y empieza siempre: Tristísima y Dolorosísima Virgen María.

   Para éstas y en ocasiones de mayor aflicción, o de algún empeño arduo, o al entablar una nueva vida, será muy del agrado de la Señora la Novena de los sábados; y el modo de hacerla es, por nueve sábados Confesar y Comulgar, y si no le puede ayunar, hacer en cada uno de ellos alguna otra mortificación o limosna, o a lo menos rezar la Corona de rodillas, y según los días de la Novena ir haciendo los sábados.

   Esto es, el primer sábado rezar, y hacer lo que corresponde al primer día de la Novena. El segundo sábado, además de Comunión y ayuno o la mortificación, o limosna que se hace en su lugar, rezar lo que corresponde al día segundo de la Novena. El tercer sábado, lo que corresponde al día tercero y asi en los demás. Y cuando por algún accidente se interrumpiere la Novena de los sábados, no es menester empezarla de nuevo, sino proseguir contando sobre los que han precedido, hasta cumplir los nueve, al modo que se hace en la decena del Gloriosísimo San Francisco Javier.

Por la señal de la santa Cruz; de nuestros enemigos líbranos, Señor Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo , y del Espíritu Santo. Amén.

—Puestos en presencia de una Imagen de María Santísima, hecha la señal de la Santa Cruz con todo fervor, se ha de decir…

ACTO DE CONTRICIÓN.

   Señor mío Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Criador y Redentor mío: por ser Vos quien sois, y porque os amo sobre todas las cosas, como a bondad infinita, me pesa Señor, pésame mi Dios, de haberos ofendido, y propongo firmemente con vuestra divina gracia de nunca más pecar, y de apartarme de todas las ocasiones de ofensa vuestra, y de confesarme enteramente de todas las mías. Por vuestra Madre afligidísima con tantos penetrantes Cuchillos en su corazón, como he cometido culpas contra Vos, perdonadme Señor; que yo espero en vuestra infinita Misericordia, que por sus Dolores Santísimos me habéis de admitir a vuestra gracia, y me la habéis de dar para enmendarme, y para perseverar en vuestro Santo servicio, y en el de vuestra Madre Dolorosísima y mi Señora hasta la muerte. Amén.

ORACION PARA TODOS LOS DÍAS

   Dolorosísima, y Purísima Virgen María, Madre del mejor Hijo, y la más afligida de todas las Madres del mundo, postrándome a vuestros pies, os ruego humildemente Señora, que, si este favor que pido, ha de ser para gloria de Dios y bien de mi Alma, me le alcancéis de su divina piedad, y, sino que se haga en toda su Santísima voluntad.

PRIMER DÍA —6 de septiembre.

   Tristísima y Dolorosísima Virgen María, mi Señora que, siguiendo los pasos a vuestro Unigénito Hijo, mi Señor Jesucristo con la Cruz a cuestas por la calle de la amargura llegasteis al monte Calvario, a donde os convidó, como a monte de Mirra, el Espíritu Santo, abrazad Señora juntos todos los dolores que os esperan, y ofrecedlos al Eterno Padre padecidos en el cuerpo de vuestro Hijo, y puestos en vuestro corazón, para que se ablande la dureza del mío: Y alcanzadme el favor que pido en esta Novena, si ha de ser para gloria suya y bien de mi Alma. Amén.

—Aquí se rezan siete Ave Marías, y siete veces Gloria Patri en reverencia de los siete mayores dolores, que entre los innumerables suyos mientras la vida y Pasión de su Hijo, tuvo la Santísima Madre; y proseguirá hablando con Nuestra Señora…

   Soberana Virgen María, y mi amantísima Madre y de todos los pecadores, que tenéis en el Ara de la Cruz a vuestro Unigénito Hijo, ofrecedle al Eterno Padre en agradable sacrificio para remedio de los hombres, y satisfacción entera y superabundante, de sus culpas, y pedidle Señora, que mire a su Hijo crucificado, y a Vos amantísima Madre suya, y se duela de los infieles y herejes, y los traiga al gremio de su Santa Iglesia. Amén.

—Aquí levantando el corazón a Dios y a su Santísima Madre, con confianza de obtener (si conviene) lo que se pide, hará cada uno su súplica, orando un rato y se prosigue…

   Señor mío Jesucristo, crucificado, no permitáis, que se condene alguna Alma, pues nos pusisteis debajo del amparo y protección de vuestra Madre Santísima, como hijos de sus dolores nacidos entre sus lágrimas, principalmente Señor, los que estamos juntos haciendo esta su santa Novena en agradecido recuerdo de sus Dolores, y publicando (a pesar del infierno) ser hijos y esclavos suyos, señalados con sus lágrimas, y bañados con vuestra sangre, para que en la hora de nuestra muerte nos recibáis como hijos suyos. Amén.

—Luego se saludan las cinco Llagas del Hijo, por mejor obligar a la Dolorosísima Madre, rezando a cada una un Padre nuestro, un Ave María, y un Gloria Patri; y después de la Llaga del Costado otro Padre nuestro, etc. formando intención de ganar las Indulgencias concedidas a la Estación mayor del Santísimo Sacramento.

A la Llaga del Pie izquierdo.

—Padre nuestro, Ave María y Gloria Patri.

   Saludóte, o Santísima Llaga de mi Señor Jesucristo y os pido Señor, por ella me perdonéis cuanto os he ofendido, con todos mis pasos y movimientos, Amén.

A la Llaga del Pie derecho.

—Padre nuestro, Ave María y Gloria Patri.

   Salúdote, o Santísima Llaga de mi Señor Jesucristo; y os pido Señor, por ella, me perdonéis cuanto os he ofendido con todas mis acciones y palabras, Amén.

A la Llaga de la mano izquierda.

—Padre nuestro, Ave María etc.

   Salúdote, o Santísima Llaga de mi Señor Jesucristo; y os pido Señor, por ella me perdonéis cuanto os he ofendido con mi vista, y demás sentidos, Amén.

A la Llaga de la mano derecha.

—Padre nuestro, Ave María y Gloria Patri.

   Saludóte, o Santísima Llaga de mi Señor Jesucristo; y os pido Señor, por ella me perdonéis cuanto os he ofendido con el mal empleo de mi memoria, entendimiento, y voluntad, Amén.

A la Llaga del Santísimo costado.

—Padre nuestro, Ave María y Gloria Patri.  

   Saludóte, o Santísima Llaga de mi Señor Jesucristo; y os pido Señor, por ella que, así como fue herido vuestro corazón con el hierro de la lanza, y el de vuestra Madre dolorosísima con el cuchillo de su dolor, así penetren el mío vuestras soberanas luces, para siempre amaros, y nunca más ofenderos, queriendo antes morir, que pecar, Amén.

—Padre nuestro, Ave María y Gloria Patri. 

Oración que el Glorioso S. Francisco Javier decía todos los días a las Santas Llagas.

   Dios de mi corazón, y mi Señor Jesucristo, por las cinco Llagas que, en la Cruz, y por las innumerables que en la Pasión os imprimió nuestro amor, os pedimos que (según vuestra misericordia) favorezcáis a los que redimisteis con vuestra preciosa sangre, y nos conduzcáis a la vida eterna, Amén.

OFRECIMIENTO

   Madre y Señora nuestra, dolorida y sin consuelo, pasada de dolor con el Cuchillo de tu Hijo: Cuidadosa y necesitada, huyendo a Egipto: triste y atribulada, buscándole perdido; amarga y llorosa, encontrándole en la calle de la Amargura: afligida y ansiosa, viéndole morir: agonizando y temblando con vuestro Hijo, muerto en los brazos. Sola y sin alivio, dejándole enterrado. Nosotros, aunque indignos siervos vuestros, con deseo de agradaros y serviros, os ofrecemos vuestra Corona en reverencia de vuestros Dolores, suplicándoos nos alcancéis fervor en la Oración, paciencia en los trabajos, humildad en las afrentas, esfuerzo en las aflicciones, fortaleza en las tentaciones, perseverancia en el bien obrar, y una buena y reconocida muerte, para ser verdaderos hijos de vuestros dolores, Amén.

EL STABAT MATER DOLOROSA

Estaba junto a la Cruz

La Madre de gracia hermosa,

Afligida y dolorosa,

Viendo pendiente a Jesús.

 

Allí fue su alma en rigor

Tristemente traspasada

Con la más aguda espada

De la pena y del dolor.

 

¡Oh qué triste y afligida

Con el llanto y el tormento

Se vio en tanto sentimiento

La Madre de Dios querida!

 

La que con pecho sentido

Piadosa se entristecía

Cuando las penas veía

De su Hijo esclarecido.

 

¡Qué hombre hay que no llorara

Con un dolor nunca visto,

Si allí a la Madre de Cristo

En tanta pena mirara!

 

¡Y quién no se entristeciera

Con sentimiento prolijo

Si padecer con el Hijo

A la dulce Madre viera!

 

Por pecados de su gente.

Después de ser azotado,

Vio en la Cruz atormentado

A su Jesús inocente.

 

Vio la más piadosa Madre

Que su Hijo muy amado,

Muriendo desamparado,

Volvió su espíritu al Padre.

 

Madre, pues, o amargo mar,

Pues eres fuente de amor,

Hazme sentir tu dolor

Para contigo llorar.

 

Haz que se llegue a abrasar

En amor mi corazón.

Para que con perfección

A Cristo Dios pueda amar.

 

Ruégote, Madre me hagas

Esta merced y favor,

Fijando de aquel Señor

En mi corazón las llagas.

 

Para que pueda contigo

De Cristo el dolor sentir,

Que por mí quiso morir,

Parte tus penas conmigo.

 

Haced pues, Madre afligida,

Que las penas desalado

Llore del Crucificado

Mientras me dure la vida.

 

Contigo, estrella de luz,

Mi amor desea entre tanto,

Acompañando tu llanto,

Estar al pie de la Cruz.

 

Virgen, Reina singular,

De Vírgenes hermosura,

No me muestres la amargura,

Hazme contigo llorar.

 

Haz, que a Cristo de tal suerte

Acompañe en su pasión,

Que siempre en mi corazón

Lleve presente la muerte.

 

Haz que yo sea llagado

Con sus llagas, y mi amor

De su precioso licor

Siempre sea embriagado.

 

A tu amor pido propicio;

Que inflamado y encendido,

Por tí, Virgen, defendido

Sea yo el dia del juicio.

 

Haz que yo, Madre de gracia

Sea por la Cruz defendido,

Por la Pasión guarecido,

Confortado por la gracia.

 

Y cuando sea preciso

Que el cuerpo haya de morir

Logre mi alma al partir

La gloria del Paraíso, Amén.

Antífona: Cuando Jesús vio a su Madre de pie junto a la Cruz y al Discípulo a quien amaba, dijo a su Madre: Mujer, ahí tienes a tu Hijo; luego al Discípulo: Ahí tienes a tu Madre.

. Ruega por nosotros, Virgen Dolorosa.

. Para que seamos dignos de las promesas de Cristo.

ORACION

  Dios, en cuya pasión la espada del dolor, según la profecía de Simeón, traspasó la dulcísima alma de la gloriosa Virgen María tu Madre. Concédenos por tu bondad, que los que con veneración celebramos la memoria de tu Pasión, y transfixión, consigamos los frutos dichosos de tu Pasión, por los gloriosos méritos, é intercesión de todos los que fielmente asistieron al pie de la Cruz. Hazlo tú que vives y reinas. Amén.

En el nombre del Padre, y del Hijo , y del Espíritu Santo. Amén.


SEGUNDO DÍA —7 de septiembre

 Por la señal...

Acto de contrición y Oración para todos los días.

   Tristísima y Dolorosísima Virgen María, mi Señora, que puesta en pie delante de la santa Cruz, en que estaba crucificado Nuestro Unigénito Hijo, mi Señor Jesucristo, le mirabais padecer y agonizar por los pecados del mundo: volved señora esos purísimos ojos vuestros, bañados en lágrimas, y miradme para compadeceros de mí, viendo cual me tiene la culpa, y alcanzadme de vuestro Hijo crucificado misericordia, y el favor que os pido, si ha de ser para su Gloria, y bien de mi alma. Amén.

—Se rezan siete Ave Marías, y siete veces Gloria Patri en reverencia de los siete mayores dolores, luego la Oración… Soberana Virgen María…

—Se prosigue con la Oración… Señor mío Jesucristo, crucificado…

—Luego se saludan las cinco Llagas del Hijo, por mejor obligar a la Dolorosísima Madre, rezando a cada una un Padre nuestro, un Ave María, y un Gloria Patri; y después de la Llaga del Costado otro Padre nuestro, etc. formando intención de ganar las Indulgencias concedidas a la Estación mayor del Santísimo Sacramento.

—Por último… el STABAT MATER DOLOROSA.

TERCER DÍA —8 de septiembre.

Por la señal...

Acto de contrición y Oración para todos los días.

   Tristísima y Dolorosísima Virgen María, mi señora, a quien vuestro Unigénito Hijo, antes de espirar, hizo Madre del género Humano en cabeza del Virgen Juan, para que miraseis a los hombres como hijos nacidos de vuestros dolores, adoptados por el amor de Jesús, y encomendados a vuestro cuidado. Recibidme por hijo, Madre dulcísima, y encaminad a Dios mis palabras, obras y pensamientos, y alcanzadme de vuestro Hijo santísimo éste favor que os pido, si ha de ser para gloria suya y bien de mi alma, Amén.

—Se rezan siete Ave Marías, y siete veces Gloria Patri en reverencia de los siete mayores dolores, luego la Oración… Soberana Virgen María…

—Se prosigue con la Oración… Señor mío Jesucristo, crucificado…

—Luego se saludan las cinco Llagas del Hijo, por mejor obligar a la Dolorosísima Madre, rezando a cada una un Padre nuestro, un Ave María, y un Gloria Patri; y después de la Llaga del Costado otro Padre nuestro, etc. formando intención de ganar las Indulgencias concedidas a la Estación mayor del Santísimo Sacramento.

—Por último… el STABAT MATER DOLOROSA.

CUARTO DÍA —9 de septiembre

Por la señal...

Acto de contrición y Oración para todos los días.

   Tristísima y Dolorosísima Virgen María, mi señora, que entre la muchedumbre de Escribas y Fariseos que rodeaban a vuestro Unigénito Hijo, mi Señor Jesucristo, oíais aquellas afrentosas palabras, injurias y blasfemias, con que baldonaban su Divina inocencia, y le visteis espirar con aquella sonora voz. Purificad señora mis labios, para que yo le desagravie con amor; y oíd los suspiros de mi corazón, que dicen, que es mi Dios y Señor, suma santidad, suma bondad, suma inocencia, suma verdad, y alcanzadme de su misericordia este favor que os pido; si ha de ser para gloria suya, y bien de mi alma, Amén.

—Se rezan siete Ave Marías, y siete veces Gloria Patri en reverencia de los siete mayores dolores, luego la Oración… Soberana Virgen María…

—Se prosigue con la Oración… Señor mío Jesucristo, crucificado…

—Luego se saludan las cinco Llagas del Hijo, por mejor obligar a la Dolorosísima Madre, rezando a cada una un Padre nuestro, un Ave María, y un Gloria Patri; y después de la Llaga del Costado otro Padre nuestro, etc. formando intención de ganar las Indulgencias concedidas a la Estación mayor del Santísimo Sacramento.

—Por último… el STABAT MATER DOLOROSA.

QUINTO DÍA —10 de septiembre.

Por la señal...

Acto de contrición y Oración para todos los días.

    Tristísima y Dolorosísima Virgen María, mi señora, que después de haber entregado el Espíritu al Eterno Padre en la Cruz, vuestro Unigénito Hijo, mi Señor Jesucristo, cuando parecía haberse acabado los tormentos, visteis a un soldado levantar la Lanza y romper su Santísimo Costado, hiriendo el amante Corazón del crucificado Difunto, quedando abierta la puerta para la salvación de los hombres: bañadme Señora en esa sangre y agua; entradme por esa puerta a la eternidad de la gloria, y alcanzadme de Dios este favor que os pido, si ha de ser para gloria suya y bien de mi alma, Amén.

—Se rezan siete Ave Marías, y siete veces Gloria Patri en reverencia de los siete mayores dolores, luego la Oración… Soberana Virgen María…

—Se prosigue con la Oración… Señor mío Jesucristo, crucificado…

—Luego se saludan las cinco Llagas del Hijo, por mejor obligar a la Dolorosísima Madre, rezando a cada una un Padre nuestro, un Ave María, y un Gloria Patri; y después de la Llaga del Costado otro Padre nuestro, etc. formando intención de ganar las Indulgencias concedidas a la Estación mayor del Santísimo Sacramento.

—Por último… el STABAT MATER DOLOROSA.

SEXTO DÍA —11 de septiembre

Por la señal...

Acto de contrición y Oración para todos los días.

   Tristísima y Dolorosísima Virgen María mi señora, que, al pie de la santa Cruz, estabais viendo desclavar a vuestro Unigénito Hijo, mi señor Jesucristo, y recibisteis en vuestras manos la Corona de Espinas, y los clavos bañados en su sangre preciosísima; poned Señora esas punzantes Espinas sobre mis ojos, esos agudos clavos sobre mi corazón, para que yo sienta algo de lo mucho que sentisteis, y vaya a la parte en vuestros dolores, aborreciendo (más que la muerte) la culpa, que fue causa de tantos males; y alcanzadme de vuestro Hijo (con el perdón de todas las mías) este favor que os pido, si ha de ser para mayor gloria suya y bien de mi alma, Amén.

—Se rezan siete Ave Marías, y siete veces Gloria Patri en reverencia de los siete mayores dolores, luego la Oración… Soberana Virgen María…

—Se prosigue con la Oración… Señor mío Jesucristo, crucificado…

—Luego se saludan las cinco Llagas del Hijo, por mejor obligar a la Dolorosísima Madre, rezando a cada una un Padre nuestro, un Ave María, y un Gloria Patri; y después de la Llaga del Costado otro Padre nuestro, etc. formando intención de ganar las Indulgencias concedidas a la Estación mayor del Santísimo Sacramento.

—Por último… el STABAT MATER DOLOROSA.

SÉPTIMO DÍA —12 de septiembre.

Por la señal...

Acto de contrición y Oración para todos los días.

Tristísima y Dolorosísima Virgen María mi señora, que después de haber adorado y besado la Corona, y clavos de vuestro Hijo, recibisteis en vuestros delicados virginales brazos su Sacratísimo Cuerpo: mirad señora Dolorosísima esas heridas que abrió la crueldad: mirad esa sangre que cuajó el aire: mirad ese Cuerpo bellísimo, que formó el Espíritu Santo, ya tan desfigurado a rigores: rogadle señora y Madre mía con vuestras lágrimas, y compadeceos de mi miserable pecador, para que arrepentido de haberos ocasionado tanto dolor, y haber puesto así a vuestro Hijo y mi Señor, se deshaga mi corazón en llanto, y alcanzadme este favor que os pido, si ha de ser para mayor gloria de Dios y bien de mi alma, Amén.

—Se rezan siete Ave Marías, y siete veces Gloria Patri en reverencia de los siete mayores dolores, luego la Oración… Soberana Virgen María…

—Se prosigue con la Oración… Señor mío Jesucristo, crucificado…

—Luego se saludan las cinco Llagas del Hijo, por mejor obligar a la Dolorosísima Madre, rezando a cada una un Padre nuestro, un Ave María, y un Gloria Patri; y después de la Llaga del Costado otro Padre nuestro, etc. formando intención de ganar las Indulgencias concedidas a la Estación mayor del Santísimo Sacramento.

—Por último… el STABAT MATER DOLOROSA.

OCTAVO DÍA —13 de septiembre

Por la señal...

Acto de contrición y Oración para todos los días.

   Tristísima y Dolorosísima Virgen María mi Señora, que, anegada en lágrimas, con ellas lavasteis el Cuerpo tan afeada de vuestro Unigénito Hijo, mi Señor Jesucristo, le aplicasteis su Divino rostro al vuestro purísimo, le ungisteis y amortajasteis para conducirle al Sepulcro, donde con el dejasteis vuestro amantísimo corazón: dadme Señora licencia para que yo vaya como criado el más humilde de vuestra familia, acompañando el entierro de mi Señor, y para que nunca me aparte de su Sepulcro el dolor de mis culpas que le han puesto en él; y alcanzadme de su bondad este favor que os pido, si ha de ser para mayor gloria suya y bien de mi alma, Amén.

—Se rezan siete Ave Marías, y siete veces Gloria Patri en reverencia de los siete mayores dolores, luego la Oración… Soberana Virgen María…

—Se prosigue con la Oración… Señor mío Jesucristo, crucificado…

—Luego se saludan las cinco Llagas del Hijo, por mejor obligar a la Dolorosísima Madre, rezando a cada una un Padre nuestro, un Ave María, y un Gloria Patri; y después de la Llaga del Costado otro Padre nuestro, etc. formando intención de ganar las Indulgencias concedidas a la Estación mayor del Santísimo Sacramento.

—Por último… el STABAT MATER DOLOROSA.


NOVENO DÍA —14 de septiembre.

Por la señal...

Acto de contrición y Oración para todos los días.

   Tristísima y dolorosísima Virgen María mi señora, ya queda vuestro Unigénito mi Señor Jesucristo sepultado, y vos Señora volvéis sola sin la luz de vuestros ojos, y sin la vida de vuestro corazón. Todos los Espíritus del Cielo os acompañen, o María Dolorosísima que a mí me pesa de haberos dado tantos quebrantos con mis culpas; Yo he sido Madre amantísima el malhechor; Yo el cruel homicida; Yo con ellas he quitado la vida a vuestro Hijo Dulcísimo. A vuestros pies me postro, porque me valga toda vuestra piedad, aun habiendo sido tan cruel contra vos; en vuestra suma misericordia confió, para esperar por los Dolores mismos que yo os he ocasionado el perdón que no merezco. Propongo Señora, y Madre mía afligidísima firmemente la enmienda, y de empezar nueva vida, para que me valga vuestro Sagrado, y por el lograr en vuestra compañía la eterna gloria de Dios, y bien de mi alma, Amén.

—Se rezan siete Ave Marías, y siete veces Gloria Patri en reverencia de los siete mayores dolores, luego la Oración… Soberana Virgen María…

—Se prosigue con la Oración… Señor mío Jesucristo, crucificado…

—Luego se saludan las cinco Llagas del Hijo, por mejor obligar a la Dolorosísima Madre, rezando a cada una un Padre nuestro, un Ave María, y un Gloria Patri; y después de la Llaga del Costado otro Padre nuestro, etc. formando intención de ganar las Indulgencias concedidas a la Estación mayor del Santísimo Sacramento.

—Por último… el STABAT MATER DOLOROSA.

 


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