Novena
compuesta en 1754 por Fray Braulio de Herrera OP, Misionero Apostólico y Prior
del Convento de San José de la Orden de Predicadores en Cartagena de Indias, e
impresa por un devoto del Santo Cristo de la Expiración en 1764 con aprobación
eclesiástica; reimpresa en 1913 por la Tipografía Mogollón en Magangué.
Reimprimátur concedido el 6 de Agosto de 1912 por el Padre José María Muñoz,
Provicario General de la Archidiócesis de Cartagena.
COMENZAMOS: 5 de septiembre.
FINALIZAMOS: 13 de septiembre.
FESTIVIDAD: 14 de septiembre.
PRÓLOGO AL LECTOR
Llegué, lector mío, a esta ciudad de
Cartagena, a los principios de Febrero del año de mil setecientos cincuenta y
tres; y viniendo como Misionero Apostólico a estos Reinos, encontré en el Convento de Predicadores, de
esta ciudad la devotísima y milagrosísima Imagen de Nuestro Señor Crucificado
con el título de la Expiración, simulacro ciertamente tan devoto, que ninguno
puede poner en él los ojos sin que interiormente se mude.
Sucedió en dicha ciudad en el año siguiente
de mil setecientos cincuenta y cuatro una epidemia de viruelas, de que se
llenaban las sepulturas de personas. Para templar el Divino enojo, en el Convento varias veces
se sacó a Nuestra Señora del Rosario por las calles. El nobilísimo Cabildo de
esta ciudad puso en Novena al Señor San Roque Confesor; pero nada templó el
Divino enojo, porque siempre proseguía el contagio, hasta que haciendo Novena (que
es esta que se imprime) a esta milagrosa Imagen del
Santo Cristo de la Expiración, cesó totalmente el accidente, dando a entender
Dios la intercesión de esta milagrosa Imagen.
El origen de
esta Santa Imagen, según la tradición que hay en este Convento, es milagroso y
así singularísimo. Es el caso (según refiere la tradición) que en este
Convento se retiró un hombre, que dijo era Estatuario. Salían los hermanos del
Noviciado todas las semanas a paseo por la puerta que llaman del Sol, y a las
orillas del mar encontraron un tronco desechado y arrojado de sus olas, y luego
les vino a la imaginación que de aquel madero se podía formar la imagen de un
Santo Cristo, teniendo artífice dentro del mismo Convento.
Comunicaron con el Estatuario el
pensamiento, y preguntándoles por la longitud del tronco, dijo no era bueno,
pues debía tener dos palmos más de largo. Salieron otro día a paseo y movidos
de la curiosidad, fueron al sitio, y midiéndolo encontraron tenía ya un palmo
más de largo. Trajeron la noticia al artífice; pero no tenía la longitud
suficiente. Tercera vez lo volvieron a registrar y encontraron ya palmo y medio
de creces; hasta que, prosiguiendo las visitas del madero en las salidas,
encontraron había crecido hasta tener longitud necesaria. Contentos con esto
los Religiosos hicieron conducir el madero al Convento, y requiriendo el disimulado
Artífice, para la hechura, se mandó este cerrar en un cuarto, y dispuso que
ninguno entrase en él; antes bien dijo, que la comida se la dieran por una
ventana. Así estuvo muchos días cerrado; pero advirtiendo los Religiosos, que
en el cuarto no se oía ruido, ni golpe alguno, abrieron la puerta, y no
encontraron al disimulado artífice; pero sí la
comida, y esta milagrosa y devota Imagen de Nuestro Señor Jesucristo al tiempo
de expirar, de lo que infirieron sería el Artífice algún Ángel, que envió Dios
a este Convento, para la formación de este devoto Simulacro del Santo Cristo de
la Expiración. Esta es la tradición, que ha llegado a nosotros de nuestros
mayores.
Lo que es digno de reparar, que esta Santa
Imagen, siendo tan antigua, del mismo modelo que salió de las manos del
Artífice, sin haber permitido que la retocasen, pues aún el tiempo que lo
consume todo, no ha tenido entrada en la encarnación de este devoto Simulacro.
También es de admirar, que habiendo querido la devoción ponerle clavos de plata
en Pies y Manos se han encontrado al otro día sobre la Mesa del Altar, quedando
la Santa Imagen mantenida por sí misma en el Sagrado Madero de la Cruz.
Los prodigios que obra
Dios por medio de esta Imagen, son muchos y no sería fácil comprenderlos en el
breve volumen de un Novenario; por lo que los omito, no sin sentimiento, porque
encenderían más la devoción a esta Santa Imagen, que es el fin que tengo, en
que salga a la luz este Novenario.
ADVERTENCIA PARA HACER
ESTA NOVENA
Esta Novena del Santo
Cristo de la Expiración se hace en el Convento de San José, orden de
Predicadores de la ciudad de Cartagena, nueve días antes de la fiesta de la
Exaltación de la Santa Cruz, en cuyo día se celebra y venera esta Santa y
milagrosa Imagen; pero cualquier persona la puede hacer en su casa en cualquier
tiempo del año.
Para conseguir las gracias y favores que se
desean alcanzar en las Novenas, es preciso entre en ellas, quien las hace, con
una santa indiferencia; pues no sabiendo nosotros lo que hemos de pedir, se ha
de suplicar se alcance este Don de Dios, mediante la intercesión del Santo a
quien se hace el Novenario.
También se ha de disponer la persona que
hace la Novena para ponerse en gracia mediante los Santos Sacramentos de la
Penitencia y Eucaristía, para lo cual serán muy del caso dos cosas:
La primera, todos
los días hacer examen de conciencia, y una vez que la tenga bien examinada,
confesar todas sus culpas con dolor, verdad, integridad y un propósito firme de
la enmienda. La segunda, meditar
cada día un paso de la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo y acompañarlo con una
obra de Mortificación; y si esto no se pudiere, con una obra de Misericordia;
que, disponiéndole de esta suerte, puede vivir asegurado que alcanzará el favor
que solicita en el Novenario.
NOVENA DE LA MILAGROSA Y
DEVOTA IMAGEN DEL SANTO CRISTO DE LA EXPIRACIÓN
—Hecha la
Señal de la Cruz, se dirá todos los días el Acto de Contrición:
Por
la señal ✠ de la Santa Cruz, de nuestros ✠ enemigos,
líbranos
Señor
✠ Dios
nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.
¿Quién dará agua a mis ojos, para que,
deshecho mi corazón en lágrimas, llore amargamente la fealdad de mis culpas?
¿Quién iluminará mi entendimiento con un rayo de Soberana Luz, y quién
encenderá la tibieza de mi voluntad, con una ascua del Divino Amor para que,
conociendo la infinita gravedad de mis ofensas, pueda dignamente aborrecerlas y
detestarlas? ¡Oh Altísimo
y Clementísimo Dios! ¡Rey de los Reyes y Señor de los Señores! ¡Oh eterna
Sabiduría del Padre, que, asentada sobre los Serafines, penetráis con la
claridad de vuestra vista en los Abismos, y no hay cosa que no esté patente a
vuestros Ojos! Vos, Señor, tan grande
amador de todo lo que criasteis y mucho más de mí que me redimisteis, inclinad
ahora esos Clementísimo ojos y abrid esos Divinos Oídos, para oír los clamores
de este pobre y vil pecador. ¡Señor, Dios mío,
ninguna cosa desea más mi alma que amaros, porque ninguna cosa hay en Vos más
debida, ni más necesaria, que este amor! Criásteisme para que os amase,
Enseñásteisme también, Salvador mío, que no os podía amar si no os conocía, y
mucho menos si os injuriaba. Pues ¿quién me dará
que así os conozca? ¿Quién más bueno que Vos? ¿Quién es el Esposo de nuestras
almas, el puerto de nuestros deseos, el centro de nuestros corazones, el último
fin de nuestra vida, nuestra última felicidad, sino Vos? ¿Pues qué haré yo,
Dios mío, para alcanzar este conocimiento? ¿Cómo os conoceré, pues no puedo
veros? ¿Cómo os podré mirar con ojos tan flacos? ¿Quién me dará alas como de
Paloma, para que yo pueda volar a Dios, supuesto, Dios mío, que cada día os
ofendo y no os amo? Confieso, Dios mío, esta injusticia; y digo con
fervorosos deseos de desenojaros, que me pesa. Pésame, Señor, de haberos ofendido: Misericordia, Señor,
misericordia. Apartad, Señor, Dios mío, de mis delitos la indignada severidad
de vuestros Ojos, para que, llorando mis culpas, logre la final gracia, con que
alabe a Dios eternamente en la Gloria. Amén.
—Se rezan
tres Padrenuestros gloriados.
ORACIÓN PARA TODOS LOS
DÍAS
Dulcísimo
Jesús, Divino Redentor, que
estáis en esa Cruz expirando por mí: Yo, humilde criatura vuestra y vil
gusanillo, postrándome a vuestros Sagrados Pies, adoro vuestra Pasión, y con
especialidad las agonías que padecisteis al tiempo de expirar, como representa
esta Venerable y Milagrosa Imagen, que por disposición Angélica quiso
fabricarse y quedarse en esta Ciudad de Cartagena; Yo os doy, Jesús mío,
infinitas gracias por haber sufrido por mi redención, que os atasen las manos
como a inocentísimo Cordero, que os coronasen de espinas para que de las
heridas de vuestra sagrada Cabeza saliesen fuentes de salud en la mayor
enfermedad; y que después de azotado, coronado de espinas y despreciado del
Pueblo, para llevar la Cruz os pusieron las Vestiduras propias, para que siendo
más conocido, fuerais más despreciado y afrentado, hasta que en la Cruz expirasteis
por mi amor: Suplícoos, Señor, por
vuestras santísimas penas y dolores, me concedáis una fe viva con que crea en
Vos como en verdad infalible: una firme esperanza con que solo estriben en Vos
mis deseos como en infinito poder: una caridad verdadera, con que os ame sobre
todas las cosas como a bondad suma, y a mis prójimos con santo amor como a mí
mismo. También, Señor, pido a vuestra soberana piedad, me concedáis el favor
que solicito conseguir en esta Novena, si conviene para vuestra Gloria y
salvación de mi alma. Este es el memorial que os presento, Dios mío, que vivís
y reináis con Dios Padre en unidad del Espíritu Santo, Dios, por todos los
siglos de los siglos. Amén.
—Ahora
cada uno pide con el corazón la gracia que desea conseguir en esta Novena.
DÍA PRIMERO - 5 DE SEPTIEMBRE
ORACIÓN
¡Oh
Soberano Libertador de las almas!
Adoro
la prodigiosa humildad con que os dejasteis conducir desde Getsemaní ante
Antás, Caifás, Pilatos y Herodes, y de nuevo a Pilatos, gobernador débil, que
os condenó a muerte luego de reconoceros inocente y de lavarse las manos y
dejar libre al criminal Barrabás, señal de liberación de tantos pecadores, con
vuestra cruelísima muerte. Beso vuestras manos santísimas, hoy atadas, que
criaron los cielos y obraron tantos prodigios, y también venero vuestra
paciencia y mansedumbre, permitiendo que por mi amor os llegasen a crucificar.
Quisiera, Señor, a costa de mil vidas, haberos excusado tantas afrentas y
penas. Suplícoos, Señor, por
esta vuestra humildad y paciencia, me deis estas virtudes y me concedáis el
buen suceso que deseo, de lo que en esta Novena os pido. Amén.
En el
nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.
DÍA SEGUNDO - 6 DE SEPTIEMBRE
Por
la señal...
Acto
de Contrición, tres Padrenuestros gloriados y Oración para todos los días.
ORACIÓN
Oh
Liberalísimo Jesús, que,
para concedernos los mayores beneficios, quisisteis que os prendiesen y atasen
las manos, y para más favorecernos, dispusisteis que un madero seco y
desechado, que creció por sí mismo, sirviera para formar este Sagrado Simulacro
de la Expiración. Deseando, Señor, desagraviaros de aquella injuria, y daros
gracias de esta fineza, adoro vuestra Omnipotencia y convoco a los Ángeles y a
los hombres para alabar lo infinito de vuestro amor. Suplícoos, Señor, me concedáis que yo tenga atadas las manos de
mis obras para todo lo que no fuere serviros y agradaros, y que, por vuestras
Manos, nunca más liberales, que cuanto más aprisionadas, me concedáis el favor
que deseo conseguir en esta Novena de vuestra soberana piedad. Amén.
En el
nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.
DÍA TERCERO - 7 DE SEPTIEMBRE
Por
la señal...
Acto
de Contrición, tres Padrenuestros gloriados y Oración para todos los días.
ORACIÓN
¡Oh amantísimo Señor!, que
en vuestra Pasión orasteis tres veces en Getsemaní a vuestro Padre que pasase
el Cáliz de la Cruz, si era posible, pero que se hiciese en todo su santísima
Voluntad ¡Oh Señor!, que mostrasteis vuestra
Omnipotencia en el Huerto de los Olivos, postrando por tierra a vuestros
enemigos, y al dejaros prender cuidasteis de la libertad de vuestros
Discípulos, mandando a los soldados los dejasen libres. ¡Oh valientísimo Jesús, que de las tres caídas os levantasteis para animarnos
a no permanecer en el pecado, del que librasteis al buen ladrón en la Cruz y al
tiempo de expirar pedisteis perdón al Padre Eterno por los mismos que os
crucificaban, queriendo para Vos todas las penas, y para los vuestros toda la
soltura y la Gloria, para cuyo beneficio nos dejasteis la memoria en esa
Sagrada y Devota Imagen! Suplícoos,
Señor, que mi ingratitud no ate las manos de vuestra piedad, para que no nos
neguéis en cualquier necesidad el favor; y también os suplico por las agonías
que padecisteis al tiempo de expirar, me concedáis la gracia que os pido en esta
Novena. Amén.
—En el
nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.
DÍA CUARTO - 8 DE SEPTIEMBRE
Por
la señal...
Acto
de Contrición, tres Padrenuestros gloriados y Oración para todos los días.
ORACIÓN
Oh Rey de
los Reyes, Cielos y Tierra, que
sufristeis por mi amor pusiesen en vuestra Sagrada Cabeza una Corona de
penetrantes espinas para que el hombre, que por la culpa quedó sujeto a sufrir
las espinas de las enfermedades y miserias, consiguiese el estar libre de todo
y tener corona de Gloria con Vos en el Cielo, compartisteis las penas y
alegrías con María camino del Calvario, en la Cruz y en la mañana feliz de
vuestra Resurrección, que dejasteis vuestro Rostro divino en el paño de la
bienaventurada Verónica y consolasteis a las hijas de Jerusalén, nos entregasteis
a María y nos la disteis por Madre. Y dispusisteis con altísima providencia
poner en esta ciudad vuestra prodigiosa Imagen de la Expiración. Yo os deseo
desagraviar de aquella afrenta y daros gracias de esta misericordia; y para
esto pido a todas las criaturas os adoren por verdadero Dios, Creador de los
Ángeles y Redentor de los hombres. Suplícoos,
Rey Divino, me ayudéis para que no desmerezca yo con mis obras la Corona de la
Gloria, que ganó tal Corona de Espinas, como pusieron en vuestra Sagrada
Cabeza; que en este andar hacia Vos consiga el consuelo de vuestra asistencia y
de vuestra Madre santísima, de Verónica y de tantos Santos que lograron subir
hasta el calvario de su perfección y el trono del Cielo, y que me concedáis la
gracia, que como a poderosísimo Rey de la Gloria os pido en esta Novena.
Amén.
En el
nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.
DÍA QUINTO - 9 DE SEPTIEMBRE
Por
la señal...
Acto
de Contrición, tres Padrenuestros gloriados y Oración para todos los días.
ORACIÓN
Oh
Inocentísimo Cordero de Dios,
que
entre las espinas de vuestra Corona os ofrecisteis para el sacrificio
sangriento de la Redención, para que el hombre, como Isaac, quedase libre del
golpe de la Espada de la Divina Justicia, y quisisteis para el socorro de
nuestras miserias, que os venerasen expirando en esa Imagen Sagrada nuestras
almas. Vos que, cargado con la Cruz de vuestro suplicio como Isaac con la leña
para el sacrificio, fuisteis ayudado por el dichoso Cirineo. Yo os adoro con la
más profunda reverencia de cuerpo y alma, confesando que, no teniendo, ni
pudiendo tener culpa alguna, solo por mi amor padecisteis tantas penas. Suplícoos, Señor, que las Fuentes de Sangre que salieron de
vuestra Divina Cabeza rieguen la tierra de mi corazón, para que yo os sepa
desagraviar de la afrenta de la Corona de Espinas con flores y frutos de
virtudes cristianas. Y por vuestra Corona de Espinas os pido el buen despacho
de lo que solicito en esta Novena. Amén.
En el
nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.
DÍA SEXTO - 10 DE SEPTIEMBRE
Por
la señal...
Acto
de Contrición, tres Padrenuestros gloriados y Oración para todos los días.
ORACIÓN
Oh
Redentor Divino, que
mejor que antes entre las espinas de la zarza cuidabais del rescate y alivio de
vuestro Pueblo, solicitáis ahora la Redención del Mundo, con esas heridas de la
flagelación y cercado de las espinas con que fue herida vuestra Sagrada Cabeza,
hasta que os puso para expirar, cubierto de agonías. Yo adoro ese Cuerpo todo
flagelado y ese sagrado y traspasado Cerebro, de quien tiemblan las Potestades
del Cielo, y quiero reparar también con sentido de redención esos golpes,
insultos y salivazos e ignominias sufridas por mí el Jueves y Viernes Santo en
vuestro cuerpo y sobre todo en vuestra delicadísima alma, venerando al mismo
tiempo las ansias que tuvisteis por mi redención, y la piedad y misericordia
con que quisisteis quedase en Cartagena esa Imagen vuestra; para que buscándoos
en ella, tuviéramos todos auxilio en las necesidades y socorro en las
tribulaciones. Suplícoos, Señor, no
permitáis que mis malos pensamientos os vuelvan a sofocar con agonías y a
renovar vuestros dolores y afrentas. Y también os pido me concedáis el favor
por cuya causa os hago esta Novena, si así fuere vuestra voluntad santísima. Amén.
En el
nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu
Santo. Amén.
Por
la señal...
Acto
de Contrición, tres Padrenuestros gloriados y Oración para todos los días.
ORACIÓN
Oh Santísimo
Hijo de Dios, que
vestido para nuestro remedio de carne humana; después de haberos despreciado el
Rey Herodes, mandándoos vestir de blanco como a loco, después de haberos
cubierto de sangre Pilatos con cinco mil azotes, después que los soldados os
vistieron la púrpura por escarnio y afrenta, y después de haber sido despojado
antes de la crucifixión para mayor ignominia y así expiar mejor nuestros
pecados de impureza; quisisteis que un Artífice desconocido y de un tronco
milagroso os formase expirando, para que con vuestros dolores fuerais remedio
de nuestras agonías y enfermedades. Suplícoos,
Señor, me deis fortaleza para despreciar los vanos juicios del mundo, y para
perdonar por vuestro amor todos los agravios que me hicieren mis enemigos,
pidiéndoos también por vuestros méritos infinitos, lo que en esta Novena os
vengo a rogar, confiado en vuestra Clemencia soberana. Amén.
En el
nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.
Por
la señal...
Acto
de Contrición, tres Padrenuestros gloriados y Oración para todos los días.
ORACIÓN
¡Oh Lirio
hermoso de los valles! ¡Flor bellísima de Nazaret!, que vestido de
más gloria que Salomón de riqueza, humillasteis vuestra Soberanía a los
oprobios que decían los Judíos cuando salisteis para el Calvario con vuestras
Vestiduras propias, enriqueciendo con vuestras excelentísimas Virtudes el
Tesoro de la Iglesia, y alentando a los fieles a padecer por la gloria de
vuestro Padre todo género de mortificaciones; y como Árbol de la vida, que en
el Paraíso Terrenal plantó la Divina Providencia para desterrar dolencias,
fuisteis enarbolado en la Cruz y acá en Cartagena quisisteis que de un tronco
desechado se hiciera esa Imagen sagrada, en donde pusisteis remedio para todas
las enfermedades del Pueblo. Yo os estimo de mi parte, y en nombre de todo el
Pueblo Cristiano, estos ejemplos de amor que nos disteis en toda la vida y
concluisteis con los brazos abiertos, y también deseo que os alabe todo el
mundo, para corresponder las finezas que alargáis en esa Imagen Sagrada. Suplícoos, Señor, me deis una codicia santa de gracia y
merecimientos para que no deje de hacer todo aquello que conociere ser de
vuestro santo servicio, y me concedáis lo que en esta Novena deseo conseguir.
Amén.
En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del
Espíritu Santo. Amén.
DÍA NOVENO - 13 DE SEPTIEMBRE
Por
la señal...
Acto
de Contrición, tres Padrenuestros gloriados y Oración para todos los días.
ORACIÓN
Oh Señor Todopoderoso, que para
gloria y bien de vuestras criaturas vestís de claridad a los Ángeles, de
Virtudes los Santos, de nubes los cielos, de plumas las aves, de hojas a los
árboles y a la tierra de flores y hermosura; que con grande amor entregasteis
vuestra vida por nosotros muriendo en el madero de la Cruz y permitiendo que
toda la naturaleza se estremeciera en fuerte movimiento y la tierra se cubriera
de tinieblas; y para manifestación grande de vuestra providencia dispusisteis
que creciendo un tronco seco, sirviera para formar esa Imagen santa, consuelo
universal de Cartagena. Yo reverencio con toda mi alma el deseo que tuvisteis
de vestiros de mayores afrentas por mi bien y de expirar en la Cruz por mi
amor. Suplícoos, Señor, me
deis verdadero espíritu para meditar vuestra Pasión y aprender en ella
lecciones importantes para vivir conforme a vuestra santísima voluntad, detestando
todo pecado de pensamiento, palabra y obra, y que me otorguéis con misericordia
lo que en esta Novena deseo conseguir de vuestra soberana piedad. Amén.
En el
nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario