Novena
basada en el tratado De virginitáte de San Ambrosio de Milán. Los gozos son
tradicionales, sin autor ni fecha conocidos. Tomada de RADIO CRISTIANDAD.
COMENZAMOS: 12 de enero.
FINALIZAMOS: 20 de enero.
FESTIVIDAD: 21 de enero.
NOVENA EN
HONOR A LA VIRGEN Y MÁRTIR SANTA INÉS DE ROMA, PATRONA DE LA MODESTIA CRISTIANA
Por
la señal ✠ de la Santa Cruz, de nuestros ✠ enemigos,
líbranos
Señor
✠
Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo ✠,
y del Espíritu
Santo. Amén.
ACTO DE CONTRICIÓN
Señor mío
Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Criador y Redentor mío, por ser Vos
quien sois y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón de
haberos ofendido: propongo firmemente de nunca más pecar, y de apartarme de
todas las ocasiones de ofenderos, y de confesarme y cumplir la penitencia que
me fuere impuesta: ofrézcoos mi vida, obras y trabajos en
satisfacción de todos mis pecados; y así como os lo suplico, así confío en
vuestra bondad y misericordia infinita me los perdonaréis, por los
merecimientos de vuestra preciosísima Sangre, Pasión y Muerte, y me daréis
gracia para enmendarme y para perseverar en vuestro santo servicio hasta la
muerte. Amén.
ORACIÓN PARA TODOS LOS
DÍAS
¡Oh virgen gloriosa Santa Inés!, vos
que viviendo bajo la tiranía de la Roma pagana supisteis mantener la pureza
bautismal, preservando de este modo el tesoro de la fe cristiana; vos que a los
12 años tuvisteis el valor viril de soportar el martirio para no traicionar
vuestro voto de virginidad, conseguidnos la virtud de la templanza para vencer
los asaltos de las pasiones y las asechanzas del enemigo en medio de la
descomposición del siglo.
Procuradnos, os lo
suplicamos, mantener viva la llama de la fe, conculcada por la indiferencia y la
incredulidad del mundo. Y haced que estemos dispuestos a someternos a cualquier
clase de sufrimiento antes que abandonar nuestro deber de estado.
Os rogamos, finalmente, por los
méritos de vuestro Divino Esposo, ser llevados un día a la Gloria Eterna para
cantar junto a vos sus misericordias. Amén.
DÍA PRIMERO - 12 DE ENERO.
Celebramos hoy el nacimiento para el cielo de una virgen, imitemos su integridad; se trata también de
una mártir, ofrezcamos el sacrificio. Es el día natalicio de santa Inés. Sabemos por tradición que murió
mártir a los doce años de edad. Destaca en su martirio, por una parte, la
crueldad que no se detuvo ni ante una edad tierna; por otra, la fortaleza que
infunde la fe, capaz de dar testimonio en la persona de una jovencita.
Gracia a pedir: Alcanzadme, gloriosa Inés,
que me conserve puro y limpio en medio de los escándalos del mundo.
—Rezar 12
Ave Marías en honor de los 12 años que duró la peregrinación de la virgen y
mártir Santa Inés.
GOZOS EN HONOR DE SANTA
INÉS
Ya
que el célico esplendor
Logró
tu martirio santo.
Sé mi
escudo con tu manto
Desde el
trono del Señor.
Tú,
Inés, que en la eterna Roma
Flor
naciste peregrina,
De
su más bella colina
La
más cándida paloma:
Tú,
que en tu primer albor
Viste
arder el fuego santo.
Sé mi
escudo con tu manto
Desde el
trono del Señor.
Ya
modesta en tus abriles,
Dar
al mísero consuelo
Y
elevar preces al Cielo
Son
tus goces juveniles:
Tú,
a quien próvido fervor
Dio
tan joven celo santo.
Sé mi
escudo con tu manto
Desde el
trono del Señor.
Casta
Inés, ¿a cuál
más tan bella
Que tu
rostro al vergel humilla?
¿A cuál
más espléndida estrella
Que sobre
el Tíber brilla?
Para
dar a Dios tu amor,
Que
otro amor te causa espanto.
Sé mi
escudo con tu manto
Desde el
trono del Señor.
Ni
suspiros ni hondas penas
Rinden
tu pecho, Inés pura.
Y
en prisión lóbrega, oscura
Sufres
bárbaras cadenas:
Y
pues viste con valor
Del
tormento el negro espanto.
Sé mi
escudo con tu manto
Desde el
trono del Señor.
Ya
te arrastran a sus aras
A
adorar ídolos vanos.
Mas,
¿qué logran
los tiranos?
Que
en tu fe te acrisolaras.
¡Oh Inés!, tú que allí con fervor
Viste
el árbol sacrosanto.
Sé mi
escudo con tu manto
Desde el
trono del Señor.
Tú
que al verte ya en el seno
De
un lugar de culpa impuro,
Con
la luz del Nazareno
Llegaste
a puerto seguro:
Aquel
sitio corruptor
Trocaste
en asilo santo.
Sé mi
escudo con tu manto
Desde el trono del Señor.
Procopio
en vano te adora
Buscando
ofrecer el mayor tesoro.
¿Qué
valdrá para ti el oro
Ni la
pompa seductora?
Tú,
Inés, con cristiano fervor
Despreciaste
el mundanal encanto.
Sé mi
escudo con tu manto
Desde el
trono del Señor.
De
amor ciego ardiendo en ira,
Vil
Procopio se adelanta,
Queriendo
profanarla, expira,
Humillado
ante la santa:
Tú,
que orando al Redentor
Enjugaste
el triste llanto.
Sé mi
escudo con tu manto
Desde el
trono del Señor.
Aquel
mísero, ante tu ruego
Levántase
cual nuevo Lázaro,
De
la fe sintiendo el fuego
Que
la puerta abre del Cielo:
Tú,
que del Juez sacrosanto
Templaste
el duro rigor.
Sé mi
escudo con tu manto
Desde el
trono del Señor.
Tú,
que, al fin por hechicera,
Cuando
fe pura proclamas,
Te
ves, Virgen, en la hoguera,
Respetada
de las llamas:
Por
quien un ángel salvador
Al
infiel llenó de espanto.
Sé mi escudo con tu manto
Desde el trono del Señor.
Y
ya que al Cielo le plugo
Del
martirio darte palma,
Recibiendo
pura el alma
Al
herir del cruel verdugo:
Aquel
seno del candor
Que
albergó solo amor santo.
Sé mi
escudo con tu manto
Desde el
trono del Señor.
De
pureza maravilla,
Que
alba ciñes la corona,
Pura
Inés, a quien la modestia
Tiene
por Santa Patrona:
Pues
a ti con gran fervor
Se
consagra nuestro canto.
Sé mi
escudo con tu manto
Desde el
trono del Señor.
Ya
que el célico esplendor
Logró
tu martirio santo.
Sé mi
escudo con tu manto
Desde el
trono del Señor.
℣.
Ruega por nosotros, bienaventurada mártir Santa
Inés.
℟.
Para que seamos dignos de las promesas de Cristo.
ORACIÓN
Dios todopoderoso, que elegís en el mundo a los
más débiles para confundir a los más fuertes, haced,
por vuestra bondad, que, celebrando la solemnidad de vuestra virgen Santa Inés,
experimentemos los efectos de su protección junto a Vos. Por Jesucristo Nuestro
Señor. Amén.
En el
nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.