Novena
sacada del Devocionario Católico.
COMENZAMOS: 18 de noviembre.
FINALIZAMOS: 26 de noviembre.
FESTIVIDAD: 27 de noviembre.
¡OH MARÍA SIN
PECADO CONCEBIDA!
RUEGA POR
NOSOTROS
QUE
RECURRIMOS A TI.
ACTO DE CONTRICIÓN
Señor mío Jesucristo, Dios
y hombre verdadero, Criador y Redentor mío, por ser Vos quien sois y porque os
amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón de haberos ofendido:
propongo firmemente de nunca más pecar, y de apartarme de todas las ocasiones
de ofenderos, y de confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta, y
de restituir y satisfacer si algo debiere: ofrezcoos mi vida,
obras y trabajos en satisfacción de todos mis pecados; y así como os lo
suplico, así confío en vuestra bondad y misericordia infinita me los
perdonaréis, por los merecimientos de vuestra preciosísima Sangre, Pasión y
Muerte, y me daréis gracia para enmendarme y para perseverar en vuestro santo
servicio hasta la muerte. Amén.
ORACIÓN PREPARATORIA.
Virgen y Madre
Inmaculada, mira con ojos misericordiosos al hijo que viene a Ti, lleno
de confianza y amor, a implorar tu maternal protección, y a darte gracias por
el gran don celestial de tu bendita Medalla Milagrosa.
Creo y espero en tu Medalla, Madre mía del
cielo, y la amo con todo mi corazón, y tengo la plena seguridad de que no me
veré desatendido. Amén.
—Leer la
reflexión del día correspondiente.
DÍA PRIMERO: 18 de noviembre.
En una medianoche iluminada con luz celeste
como de Nochebuena –la del 18 de julio de 1830- se
apareció por primera vez la Virgen Santísima a Santa Catalina Labouré, Hija de
la Caridad de San Vicente de Paúl.
Y le habló a la santa de las desgracias y
calamidades del mundo con tanta pena y compasión que se le anudaba la voz en la
garganta y le saltaban las lágrimas de los ojos.
¡Cómo nos ama nuestra Madre del Cielo! ¡Como
siente las penas de cada uno de sus hijos! Que tú
recuerdo y tu medalla, Virgen Milagrosa, sean alivio y consuelo de todos los
que sufren y lloran en desamparo.
—Después de unos momentos de pausa para meditar el punto leído y pedir la gracia o gracias que se deseen alcanzar en esta Novena, se terminara rezando:
ORACIONES FINALES
Acordaos, ¡oh
piadosísima Virgen María!, que jamás se ha oído decir que ninguno de los
que han acudido a vuestra protección, implorando vuestro auxilio, haya sido
desamparado. Animado por esta confianza, a Vos acudo, oh Madre, Virgen de las
vírgenes, y gimiendo bajo el peso de mis pecados me atrevo a comparecer ante
Vos. Oh Madre de Dios, no desechéis mis suplicas, ante bien, escuchadlas
y acogedlas benignamente. Amén.
—Rezar
tres Avemarías con la jaculatoria:
OH MARÍA,
SIN PECADO CONCEBIDA, ROGAD POR NOSOTROS QUE RECURRIMOS A VOS.
En el nombre del Padre,
y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.
DÍA SEGUNDO: 19 de noviembre.
Por
la señal...
Acto
de Contrición y Oración Preparatoria.
En su primera
aparición, la
Virgen Milagrosa enseño a Santa Catalina la manera como había de portarse en
las penas y tribulaciones que se avecinaban.
“Venid al pie de este altar –le decía la celestial Señora-, aquí se
distribuirán las gracias sobre cuantas personas las pidan con confianza y
fervor, sobre grandes y pequeños”.
Que la Virgen de la santa
medalla y Jesús del sagrario sean siempre luz, fortaleza y guía de nuestra
vida.
—Meditar y
terminar con tres Avemarías con la jaculatoria:
OH MARÍA,
SIN PECADO CONCEBIDA, ROGAD POR NOSOTROS QUE RECURRIMOS A VOS.
—Oración
final.
DÍA TERCERO: 20 de
noviembre.
Por la señal...
Acto de Contrición y Oración Preparatoria.
En sus confidencias le dijo la Virgen
Milagrosa a Sor Catalina: “Acontecerán no pequeñas calamidades. El peligro será
grande. Llegará un momento en que todo se creerá perdido. Entonces yo estaré
con vosotros: tened confianza…”.
Refugiémonos en esta confianza, fuertemente
apoyada en las seguridades que de su presencia y de su protección nos da la
Virgen Milagrosa. Y en las horas malas y en los trances difíciles no cesemos de
invocarla: “Auxilio de los
cristianos, rogad por nosotros”.
—Meditar y
terminar con tres Avemarías con la jaculatoria:
OH MARÍA,
SIN PECADO CONCEBIDA, ROGAD POR NOSOTROS QUE RECURRIMOS A VOS.
—Oración final.
DÍA CUARTO: 21 de noviembre.
Por la señal...
Acto de Contrición y Oración Preparatoria.
En la tarde del 27 de noviembre de 1830,
baja otra vez del cielo la Santísima Virgen para manifestarse a Santa Catalina
de Labouré.
De pie entre resplandores de gloria, tiene
en sus manos una pequeña esfera y aparece en actitud extática, como de profunda
oración. Después, sin dejar de apretar la esfera contra su pecho, mira a Sor
Catalina para decirle: “Esta esfera representa al mundo entero…, y a cada
persona en particular”.
Como el hijo pequeño en brazos
de su madre, así estamos nosotros en el regazo de María, muy junto a su corazón
Inmaculada. ¿Podría encontrarse un sitio más seguro?
—Meditar y
terminar con tres Avemarías con la jaculatoria:
OH MARÍA,
SIN PECADO CONCEBIDA, ROGAD POR NOSOTROS QUE RECURRIMOS A VOS.
—Oración final.
DÍA QUINTO: 22 de noviembre.
Por la señal...
Acto de Contrición y Oración Preparatoria.
De las manos de María Milagrosa, como de una
fuente luminosa, brotaban en cascada los rayos de luz. Y la Virgen explico: “Es el símbolo
de las gracias que Yo derramo sobre cuantas personas me las piden”, haciéndome
comprender –añade Santa Catalina- lo mucho que le agradan las súplicas que se
le hacen y la liberalidad con que las atiende.
La Virgen Milagrosa es la Madre
de la divina gracia que quiere confiar y afianzar nuestra fe en su omnipotente
y universal mediación. ¿Por qué, pues, no acudir a ella en
todas nuestras necesidades?
—Meditar y
terminar con tres Avemarías con la jaculatoria:
OH MARÍA,
SIN PECADO CONCEBIDA, ROGAD POR NOSOTROS QUE RECURRIMOS A VOS.
—Oración final.
DÍA SEXTO: 23 de noviembre.
Por la señal...
Acto de Contrición y Oración Preparatoria.
Como marco “¡Oh María, sin pecado concebida, rogad por
nosotros que recurrimos a vos!”.
Y enseguida oyó una voz que recomendaba
llevar la medalla y repetir a menudo aquella oración-jaculatoria,
y prometía gracias especiales a los que así lo hiciesen.
¿Dejaremos nosotros de
hacerlo? Sería imperdonable dejar de utilizar un
medio tan fácil de asegurarnos en todo momento el favor de la Santísima Virgen.
—Meditar y
terminar con tres Avemarías con la jaculatoria:
OH MARÍA,
SIN PECADO CONCEBIDA, ROGAD POR NOSOTROS QUE RECURRIMOS A VOS.
—Oración final.
DÍA SÉPTIMO: 24 de noviembre.
Acto de Contrición y Oración Preparatoria.
Nuestra Señora ordenó a Sor Catalina que
fuera acuñada una medalla según el modelo que Ella misma le había diseñado.
Después le dijo: “Cuantas personas la lleven, recibirán
grandes gracias que serán más abundantes de llevarla al cuello y con
confianza”.
Esta
es la Gran Promesa de la Medalla Milagrosa. Agradezcámosle tanta bondad, y
escudemos siempre nuestro pecho con la medalla que es prenda segura de la
protección de María.
—Meditar y
terminar con tres Avemarías con la jaculatoria:
OH MARÍA,
SIN PECADO CONCEBIDA, ROGAD POR NOSOTROS QUE RECURRIMOS A VOS.
—Oración final.
DÍA OCTAVO: 25 de noviembre.
Por la señal...
Acto de Contrición y Oración Preparatoria.
Fueron tantos y tan portentosos los milagros
obrados por doquier por la nueva medalla (conversiones
de pecadores obstinados, curación de enfermos desahuciados, hechos maravillosos
de todas clases) que la voz popular empezó a denominarla con el
sobrenombre de la medalla de los milagros, la
medalla milagrosa; y con este apellido glorioso se ha propagado
rápidamente por todo el mundo.
Deseosos de contribuir también nosotros a la
mayor gloria de Dios y honor de su Madre Santísima, seamos desde este día
apóstoles de su milagrosa medalla.
—Meditar y
terminar con tres Avemarías con la jaculatoria:
OH MARÍA,
SIN PECADO CONCEBIDA, ROGAD POR NOSOTROS QUE RECURRIMOS A VOS.
—Oración final.
DÍA NOVENO: 26 de noviembre.
Por la señal...
Acto de Contrición y Oración Preparatoria.
Las apariciones de la Virgen de la Medalla
Milagrosa constituyen indudablemente una de las pruebas más exquisitas de su
amor maternal y misericordioso.
Amemos a quien tanto nos amó y nos ama. “Si amo a María –decía San Juan Bérchmans- tengo asegurada mi eterna salvación”.
Como su feliz vidente y confidente, Santa
Catalina Labouré, pidámosle cada día A Nuestra Señora, la gracia de su amor y
de su devoción.
—Meditar y
terminar con tres Avemarías con la jaculatoria:
OH MARÍA,
SIN PECADO CONCEBIDA, ROGAD POR NOSOTROS QUE RECURRIMOS A VOS.
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