martes, 20 de agosto de 2024

NOVENA EN HONOR DE SAN AGUSTÍN, OBISPO, PADRE Y DOCTOR DE LA IGLESIA.

 


Tomado más o menos del devocionario “Tesoro Agustiniano”, recopilado por el Padre Fray Teófilo Garnica del Carmen OAR; y publicado en Granada (España), en 1948.

 

COMENZAMOS: 19 de agosto.

FINALIZAMOS: 27 de agosto.

FESTIVIDAD: 28 de agosto

   

ADVERTENCIA DEL EDITOR

Los Santos atienden en todo tiempo las súplicas de sus devotos, así que cualquier momento del año es perfecto para rezar esta novena a San Agustín. Ahora, bueno será rezar esta Novena entre el día diecinueve y el veintisiete del mes de agosto, fiesta de nuestro Padre San Agustín; o nueve días antes del veinticuatro de abril, fiesta de su conversión y bautismo; o antes del veintiocho de febrero, cuando sus Reliquias fueron trasladadas de la isla de Cerdeña a la ciudad de Pavía; o antes del once de octubre, la primera traslación de sus Reliquias desde Hipona a Cerdeña.

 

San Agustín es el Doctor de la Gracia y de la Predestinación, y su corazón estaba ardiendo y se hallaba traspasado por el amor de Dios y el celo por la Iglesia y la salvación de las almas. Por ello, mal haría en obtener para sus devotos algo que esté contra la Voluntad de Dios y, por ende, no convenga para nuestra salvación. No se turbe tu corazón por esta causa, pues en cambio, San Agustín intercederá para concederte de Dios aquellas gracias que convengan para la Gloria de su Majestad y para tu eterna salvación. Es conveniente que un día dentro de la novena, confieses y comulgues.

  

NOVENA EN HONOR DE SAN AGUSTÍN, OBISPO, PADRE Y DOCTOR DE LA IGLESIA

     

Por la señal de la santa Cruz; de nuestros enemigos líbranos, Señor Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo , y del Espíritu Santo. Amén.

   

ACTO DE CONTRICIÓN

   Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Criador y Redentor mío, por ser Vos quien sois, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón de haberos ofendido: propongo firmemente de nunca más pecar, y de apartarme de todas las ocasiones de ofenderos, y de confesarme, y cumplir la penitencia que me fuere impuesta: ofrezcoos mi vida, obras y trabajos en satisfacción de todos mis pecados; y así como os lo suplico, así confió en vuestra bondad y misericordia infinita me los perdonaréis por los merecimientos de vuestra preciosísima Sangre, Pasión y Muerte, y me daréis gracia para enmendarme, y para perseverar en vuestro santo servicio hasta la muerte. Amén.

   

ORACIÓN INICIAL

 

   ¡Gloriosísimo Padre Agustín, serafín en el amor divino, apóstol en la predicación, segundo San Pablo, Salomón de la Ley de Gracia, el más santo de los sabios y el más sabio de los Santos! Humildemente arrodillados ante tu altar sacrosanto, hoy acudimos para rendirte el homenaje de nuestra admiración y cariño durante esta novena, que deseamos hacer para gloria de Dios Nuestro Señor, que es admirable en sus santos y en ti principalmente, y para el mayor bien espiritual de nuestras almas.

   Te suplicamos que intercedas con tu poderoso valimiento en favor de la Iglesia Católica, por la que trabajaste incansablemente; por la conversión de los pecadores, herejes, cismáticos e infieles, que tan ardorosamente procuraste atraer al seno de nuestra Religión; por tus hijos y devotos, para que, imitando tus excelsas virtudes, seamos dignos de acompañarte algún día en la gloria eterna. Amén.

 

DÍA PRIMERO – 19 DE AGOSTO.

 

Meditación: “PENITENCIA DE SAN AGUSTÍN”

 

   Dos llaves solamente tienen las puertas del cielo, la inocencia y la penitencia. A los que han tenido la desgracia de perder la primera, que son la mayor parte, la casi totalidad del género humano, les queda únicamente la segunda, o sea, la penitencia. Por eso nos la recomienda tanto en las Escrituras el Espíritu Santo. Comprendiéndolo así San Agustín, después de su maravillosa conversión, hizo durante toda su vida una penitencia dolorosa, que ha merecido ser contado entre los mayores penitentes: David, Santa María Magdalena y San Pablo. No cesaba de llorar amargamente todos los días sus fragilidades pasadas; y aun estando enfermo y postrado en el lecho del dolor rezaba con fervor los salmos penitenciales escritos en la pared. “Todo pecado, decía, sea grande o pequeño, es preciso que sea borrado, o por la penitencia del mismo pecador, o por la justicia de Dios”. “Si rehúsas la humildad de la penitencia, no pienses poder acercarte a Dios”. “La penitencia de esta vida es dolor medicinal; en cambio no será más que pena la penitencia del otro mundo”. Y termina con esta apremiante exhortación: “Penitentes, penitentes, penitentes, si efectivamente queréis hacer penitencia y no burlaros del Señor, mudad de vida y reconciliaos con Dios”.

   Si hemos imitado a San Agustín en nuestra vida pasada, procuremos también aprender de él esta virtud tan necesaria, ya que es la única llave que nos resta para poder entrar en el reino de los cielos.

 

—Medítese y pídase la gracia particular de esta novena. Luego, rezar tres Padrenuestros, Avemaría y Glorias a San Agustín.

     

GOZOS EN HONOR DEL GRAN PADRE SAN AGUSTÍN, OBISPO Y DOCTOR

 

Serafín sois en amor,

Y en la ciencia Querubín.

Gran Padre San Agustín,

Guía y luz del pecador.

  

Fuisteis enemigo mortal

De la Iglesia algunos años,

Haciéndole varios daños

Vuestro genio sin igual:

Siendo en argumentos tal,

Que a todos causaba horror.

Gran Padre San Agustín,

Guía y luz del pecador.

    

Con llanto del corazón

Continuamente gemía

Vuestra madre, pues veía

Vuestra total perdición:

Que abrazabais con tesón

El maniqueo error.

Gran Padre San Agustín,

Guía y luz del pecador.

    

Mostróse Dios liberal

A los ruegos de la madre,

Pues os dio luz como Padre,

Para llorar tanto mal:

Con que de vaso infernal

Os hizo vaso de honor.

Gran Padre San Agustín,

Guía y luz del pecador.

    

Ya el Bautismo recibido,

Él Te Deum, Ambrosio santo,

Entonó con dulce canto;

Y vos, muy enternecido,

Ese himno tan lucido

Proseguís con gran primor.

Gran Padre San Agustín,

Guía y luz del pecador.

    

Por servir de corazón

Al Señor, os retirasteis

Al desierto, donde fundasteis

La ermitaña religión,

Que feliz goza el blasón

De tan alto Fundador.

Gran Padre San Agustín,

Guía y luz del pecador.

     

Setenta y más religiones

Vuestra regla han recibido,

Pues ser ella han conocido

Escala de perfecciones:

Por donde los corazones

Suben al perfecto Amor.

Gran Padre San Agustín,

Guía y luz del pecador.

    

En forma de peregrino

Visteis en carne a Dios,

Que os dijo con dulce voz:

“¡Oh gran Padre Agustino!,

Para custodio os destino

De mi Iglesia y defensor”.

Gran Padre San Agustín,

Guía y luz del pecador.

  

Otro favor señalado

Cristo y su Madre os han hecho,

Pues con leche de su pecho

María os ha regalado;

Y Cristo de su Costado

Os brindó con el licor.

Gran Padre San Agustín,

Guía y luz del pecador.

  

Cuando el desierto apreciáis,

Os elige Dios prelado

De Hipona, porque el ganado

De su Iglesia defendáis,

Y al lobo hereje oprimáis

Como celoso pastor.

Gran Padre San Agustín,

Guía y luz del pecador.

  

Es cosa muy singular

Ver que cuando el coro canta

Los tres Sanctus, se levanta

En la urna de cristal

Vuestro corazón leal,

Dando a Dios Trino el honor.

Gran Padre San Agustín,

Guía y luz del pecador.

  

Sois el águila africana

Y el sol entre los Doctores,

Que ilustráis con resplandores

Toda la Iglesia romana,

Y la Doctrina Cristiana,

Declaráis con tal primor.

Gran Padre San Agustín,

Guía y luz del pecador.

  

Contra el hereje atrevido

Sois de Dios el instrumento,

Pues que con vuestro argumento

Queda siempre confundido:

En toda lucha has sido

Magnánimo vencedor.

Gran Padre San Agustín,

Guía y luz del pecador.

  

Sednos siempre protector

Para amar a Dios sin fin

Gran Padre San Agustín,

Guía y luz del pecador.

    

. Ruega por nosotros, bienaventurado padre San Agustín.

. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo.

 

ORACIÓN

 

   Oh Dios, que revelando al bienaventurado Padre Agustín los arcanos ocultos de vuestra sabiduría e inflamando en su corazón las llamas de vuestra caridad, renovasteis en la Iglesia el milagro de la columna de nube y fuego, concedednos que pasemos felizmente los escollos de este mundo y merezcamos llegar a la eterna patria de las divinas promesas. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

 

En el nombre del Padre, y del Hijo , y del Espíritu Santo. Amén.

lunes, 19 de agosto de 2024

NOVENA EN HONOR A SANTA JUANA DE CHANTAL.

 



Novena publicada en 1823 por la imprenta de Mateo Repullés en Madrid, con las debidas licencias.

 

COMENZAMOS: 12 de agosto.

FINALIZAMOS: 20 de agosto.

FESTIVIDAD VETUS ORDO: 21 de agosto.

  

VIVA JESÚS.

 

Uno de los principales obsequios que debemos tributar a los Santos, y medio para conseguir su patrocinio, es consagrar especialmente a su veneración y culto nueve días, ya sean los que preceden, ya los que siguen a su festividad; en ellos no debe contentarse el cristiano con leer aquellas oraciones o máximas que están distribuidas para cada día, sino que debe emplearse con más esmero en el desempeño de las obligaciones que le impone su dignidad de cristiano, proponiéndose por modelo el Santo a quien consagra su devoción. De aquí es que las hijas de Santa Juana Francisca que se dedicasen a este culto de su Santa Madre, deben en sus nueve días poner mayor cuidado en la exactitud y puntualidad con que cumplan las obligaciones que su estado las impone, según lo que las dejó escrito para su instrucción, y practicó para su enseñanza; a fin de no desmentir la dignidad de hijas de tal Madre, con la diferencia de vida y prácticas.

  

NOVENA DE SANTA JUANA FRANCISCA FRÉMIOT DE CHANTAL, FUNDADORA DEL ORDEN DE LA VISITACIÓN DE SANTA MARÍA

    

Puestos delante de alguna imagen de Santa Juana Francisca levantarán el corazón a Dios, y se harán presentes a la Santísima Trinidad, a la Santísima Virgen, y a toda la Corte Celestial; harán la señal de la Cruz; y dirán el siguiente acto de Contrición.

  

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo , y del Espíritu Santo. Amén.

 

ACTO DE CONTRICIÓN

 

   Con todo mi corazón te amo, Dios mío, porque eres mi último fin; pésame de haberte ofendido, propongo, con tu divina gracia, antes morir que pecar, y espero me has da perdonar. Amén.

 

ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS

 

   Gloriosísima Santa Juana Francisca, perfectísimo modelo de espíritus perfectos, si es para gloria de Dios que yo consiga lo que deseo en esta Novena, alcanzadme esta gracia de Jesús, vuestro divino Esposo; y si no conviene, dirigid mi petición, y pedidle para mí lo que fuere de su mayor agrado, honor vuestro, y bien de mi alma. Amén.

  


DÍA PRIMERO – 12 DE AGOSTO

 

ORACIÓN PARA ESTE DÍA

 

   Eterno Dios, trino y uno: pues sois tan admirable en vuestros siervos, y especialmente lo fuisteis en vuestra escogida sierva Santa Juana Francisca, a quien fortalecisteis con una fe tan clara y resplandeciente de los misterios, que los creía más ciertamente que si los viese con los ojos del cuerpo, y que hicisteis que esta fe, con que fue tan ilustrada, la sirviese de lucida antorcha para caminar segura en medio de las tentaciones que sobre esta virtud sufrió; suplícoos, Jesús mío, me concedáis por la fe de vuestra sierva una fe que me ilumine para creer cuanto me enseña la Santa Iglesia, y que me dirija en los pasos interiores de mi espíritu, y me alcance la gracia que os pido en esta Novena. Amén.

 

PRÁCTICA: Este día se hacen tres actos de fe.

  

—Después se rezarán tres Padres nuestros, Ave Marías y Gloria Patri a la Santísima Trinidad, en obsequio del favor que la Santa recibió con los tres pobres; y se hará la petición del favor que se desea.

 

ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS

 

   Gloriosísima Santa Juana Francisca, Ángel en la pureza; Arcángel en la solicitud del bien de las almas; Principado excelentísimo en la dirección espiritual y perfecta de innumerables almas; Potestad admirable en refrenar los sentidos y las pasiones, que son los demonios que más daños nos hacen; Virtud prodigiosa en muchedumbre de milagros; Dominación sagrada en formar de criaturas terrestres, angélicos espíritus; Trono donde descansó el celestial Esposo; Querubín luminoso que alumbráis las acciones de vuestro instituto con vuestros escritos; Serafín fogosísimo en cuyo pecho imprimió el amor el Santo nombre de Jesús; yo, Santa mía amadísima, me gozo de los singulares dones con que vuestro dulcísimo Esposo enriqueció vuestra alma, y confiado en vuestra benignísima caridad imploro vuestra clemencia, para que me alcancéis del Señor que os imite esta vida, y después os acompañe en la gloria. Amén.

   

Antífona. Tenía Santa Juana Francisca muy grande reputación entre todos, porque temía mucho al Señor, y no había quien hablase de ella una mala palabra.

. Supo complacer al Señor.

. Y el Señor se agradó de su modo de proceder.

  

ORACIÓN

 

   Omnipotente y misericordioso Dios, que a la Bienaventurada Juana Francisca, abrasada en vuestro amor, la concedisteis una admirable fortaleza de espíritu para caminar en la perfección por todas las sendas de la vida espiritual, y quisisteis, por su medio, ilustrar a la Iglesia con una nueva familia; concédenos por sus méritos y ruegos, que así como conociendo nuestra flaqueza, confiamos en vuestra virtud, así con el auxilio de la divina gracia venzamos todo lo adverso, por nuestro Señor Jesucristo. Amén.

  

En el nombre del Padre, y del Hijo , y del Espíritu Santo. Amén.

   

NOVENA EN HONOR A SAN ROQUE, ABOGADO CONTRA LA PESTE.

 


Novena dispuesta por un devoto del Santo, y publicada en Lérida por la imprenta de Luis Corominas en 1887, con aprobación eclesiástica.

 

COMENZAMOS: 7 de agosto.

FINALIZAMOS: 15 de agosto.

FESTIVIDAD: 16 de agosto.

  

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo , y del Espíritu Santo. Amén.

 

ACTO DE CONTRICIÓN

 

   Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, por ser Vos quien sois bondad infinita, me pesa una y mil veces de haberos ofendido, oh amado Criador, Redentor y Padre mío. Me lleno, Dios mío, de vergüenza y confusión al ver tantas ofensas como he cometido contra Vos. Pero ya que me habéis sobrellevado con tanta misericordia durante el curso de mis odiosos delitos, no la retiréis de mí, Señor, ahora que, doliéndome de ellos, y arrepentido con todas las veras de mi alma, firmemente resuelvo, con el auxilio de vuestra divina gracia, no volveros a ofender jamás. Ayudadme, Dios mío, a cumplir esta resolución. Amén.

 

ORACIÓN A SAN ROQUE

 

   Glorioso San Roque, que mereciste por tu heroica caridad en la asistencia a los pobres que padecían del mal de peste, alcanzar de Dios su alivio, y exterminarla de los hospitales en que los asististe, pide al Señor nos dé gracia para que con ella consigamos vernos libres de la peste y del pecado, y que arrepentidos y salvos de los que hemos cometido, merezcamos gozarle en tu compañía eternamente en la gloria. Amén.

 


DÍA PRIMERO - 7 DE AGOSTO.

 

   Representémonos en este día a San Roque como ejemplar de humildad, la cual demostró bien cuando con traje y hábito humilde y despreciado, peregrinó por el mundo padeciendo infinitos trabajos e infortunios en su persona y glorificando por todas partes el santo nombre del Señor: y supliquémosle nos alcance del mismo la preciosa joya de la humildad para que, conociendo nuestra nada y la inmensa grandeza y bondad de Dios, levantemos sobre sólido y profundo cimiento el edificio de las virtudes necesarias para nuestra salvación. Amén.

(Aquí podrá cada uno pedir al Santo la gracia especial que desee obtener en esta Novena).

 

—Se rezarán al Santo cinco Padre nuestros, Ave Marías y Gloria Patri, en honor a los cinco años que pasó San Roque en prisión.

  

ORACION FINAL PARA CADA DÍA DE LA NOVENA

 

   Dios, que al Bienaventurado Roque prometisteis una tabla, que le llevó un Ángel, para que el que le invocare no sea ofendido de la aflicción de la peste; concedednos a los que su memoria referimos, que por sus merecimientos seamos librados de ella, por nuestro Señor Jesucristo. Amén.

 

GOZOS EN HONOR A SAN ROQUE, ABOGADO CONTRA EL CONTAGIO Y PESTILENCIA

 

Fue tal vuestra santidad,

¡Oh Príncipe de excelencia!,

Que se os dio la potestad

De curar la pestilencia.

 

Fuisteis de excelso linaje,

Y Señor de Montpelier,

Rindiendo a Dios homenaje

Al Cielo para ascender;

A la par de la voluntad

Brilló vuestra diligencia.

Que se os dio la potestad

De curar la pestilencia.

 

En obras muy excelentes

Se ejercitó vuestro ardor,

Repartiendo entre indigentes

Riquezas de gran valor.

A una vida de humildad

Mostrasteis tal preferencia.

Que se os dio la potestad

De curar la pestilencia.

 

Menospreciasteis las galas

De este mundo engañador,

Y tendisteis vuestras alas

En pos del sumo Hacedor.

Y halló vuestra caridad

Premio en su munificencia.

Que se os dio la potestad

De curar la pestilencia.

 

Quisisteis de peregrino

Vestir el tosco sayal,

Por lograr el bien divino

Olvidando el terrenal:

Recompensa esta ansiedad

Halló en la suma Clemencia.

Que se os dio la potestad

De curar la pestilencia.

 

Con la Cruz santa el estrago

Lograbais Vos detener

De peste y virus aciago

Que se extendían doquier,

Pronto gran celebridad

Os valió tal preminencia.

Que se os dio la potestad

De curar la pestilencia.

 

A castillos y a Ciudades

Víctimas del fiero mal,

Libraron vuestras bondades

De aquel azote mortal.

Haceros tal dignidad

Plugo a la divina Esencia.

Que se os dio la potestad

De curar la pestilencia.

 

Para aumentar vuestra fama

Fuisteis contagiado Vos:

A Dios vuestro pecho clama

Y os cura al momento Dios.

La vida y la actividad

Os volvió la eterna ciencia.

Que se os dio la potestad

De curar la pestilencia.

  

Roque Santo, así librad

Al pueblo de pestilencia;

Pues tenéis tal potestad

De la divina clemencia.

  

. Rogad por nosotros, bienaventurado Roque.

. Para que seamos librados de la peste y la epidemia.

 

ORACIÓN

 

   Os suplicamos, Señor, custodiad a vuestro pueblo con continua piedad, y por los méritos de los sufragios del bienaventurado Roque, haced que seamos protegidos de todo contagio de alma y cuerpo. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

 

En el nombre del Padre, y del Hijo , y del Espíritu Santo. Amén.