lunes, 15 de julio de 2024

NOVENA EN HONOR A SAN ELÍAS PROFETA, FUNDADOR DE LA ORDEN CARMELITA.

 


Adaptación de la Novena dispuesta por el Padre Juan José Ramírez de Arellano, capellán del Real Colegio Nuestra Señora de la Caridad, en México; y reimpresa en Barcelona en 1833.

 

COMENZAMOS: 11 de julio.

FINALIZAMOS:19 de julio.

FESTIVIDAD: 20 de julio.

 

ADVERTENCIAS PARA LA NOVENA

El tiempo más a propósito para comenzar la Novena es el día once de Julio, para acabarla el día diez y nueve, víspera de la Festividad del Santo, que es a veinte; pero también se puede hacer en cualquier tiempo del año, porque siempre que devotos buscáremos a San Elías lo hallaremos favorable.

Confesar y comulgar el primer y último día de la Novena, y los demás por consejo del Padre espiritual.

Ayunar todos los días de la Novena o los que se pudieren, en memoria de los cuarenta días que el Santo Profeta Elías ayunó.

Tomar disciplina, usar cilicio y otras mortificaciones, a imitación de las grandes austeridades de nuestro Santo Patriarca. Y los que por enfermedad no pudieren hacer estas obras penales, procuren mortificar sus sentidos y pasiones.

Rezar cada día tres Padres nuestros y Ave Marías con Gloria Patri a la Santísima Trinidad, en acción de gracias por haber criado un Santo tan admirable como este.

Tener cada día un rato de meditación, sirviendo de puntos para ella la virtud del Santo que le corresponde a cada día, leyéndola antes, pues con ese fin se pone una todos los días.

Hacer alguna limosna corporal, en reverencia de la que el Santo Profeta hizo a la viuda de Sarepta, multiplicándole la harina y el aceite, en el tiempo de su mayor necesidad. Y quien no pudiere, hará una limosna espiritual, procurando evitar en sus prójimos los pecados, imitando así algo del ardentísimo celo con que San Elías aborrecía las ofensas hacia Dios.

 

NOVENA EN HONOR A SAN ELÍAS PROFETA, FUNDADOR DE LA ORDEN CARMELITA

 

 

 

Por la señal de la Santa Cruz; de nuestros enemigos líbranos, Señor Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

   

ACTO DE CONTRICIÓN

 

   Señor mío Jesucristo, Criador de todas las cosas, Redentor mío y de todo el género humano, mi Padre amoroso y mi Dios verdadero, en quien firmísimamente creo, de quien infaliblemente espero el perdón de mis pecados, y a quien amo sobre todo lo criado con todas las veras de mi corazón; me pesa entrañablemente de haberos ofendido tantas y tan innumerables veces con mis culpas, siendo Vos quien sois, tan bueno, tan Santo y por consiguiente tan digno de ser amado sobre todo amor: y yo tan vil, tan perverso, tan inicuo, el mayor de los pecadores y el más despreciable entre las criaturas. Me pesa, mi Dios y mi Señor, de haber tenido tan grande atrevimiento, con el que os he perdido el respeto que os debo tener como a mi amantísimo Padre, y os he faltado al honor que os debo como a mi verdadero Dios y Señor. Y al considerar mis yerros e ingratitudes contra un Dios tan bueno, quisiera que mi corazón se hiciera menudos pedazos de dolor y arrepentimiento. ¡Ojalá, Señor, fuera yo tan dichoso, que muriera de dolor de haberos ofendido! Ea, mi buen Dios, mi amoroso Padre, mi dulcísimo Redentor, concededme el perdón de mis culpas como os lo pido, y juntamente gracia para no volver a ellas, sino que os ame y adore como a mi único bien, ahora y siempre por toda la eternidad. Amén.

 

ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS


   Todopoderoso y Eterno Dios, que con inefable providencia destinaste en el pueblo hebreo por celador de tu honra divina al Santo Profeta Elías, y lo tienes reservado en carne pasible para que, en los últimos siglos, acompañado del Santo Enoc, defienda tu honor en el cristiano pueblo contra la infernal bestia del Anticristo y sus secuaces malditos. Suplicámoste, Señor, que por sus méritos e intercesión nos concedas un ardentísimo celo de tu mayor honra y gloria, la exaltación de nuestra Santa Fe Católica, la conversión de los infieles y paganos, la reducción de los herejes al rebaño de la Iglesia Romana, la contrición y penitencia de los pecadores, para que tu Divina Majestad sea de todos adorado, amado y servido; y que todas nuestras obras, pensamientos y palabras, llenas del fuego de tu divino amor, no aspiren a otro fin que a honrarte, reverenciarte y glorificarte, a imitación del encendido amor y celo de tu amado siervo San Elías, que en todo y por todo solicitó tu mayor honra y gloria. Y si lo que te pedimos va dirigido a ese fin, humildemente te suplicamos nos lo concedas por tu infinita misericordia; y si no es así, te sirvas dirigir y encaminar nuestras peticiones para que ni pidamos ni deseemos otra cosa que tu mayor honra y gloria, para que seas alabado, amado y reverenciado, ahora y siempre en tiempo y en eternidad, por los siglos de los siglos. Amén.

 


DÍA PRIMERO - 11 DE JULIO

 

Meditación: DE LA HEROICA FE DE SAN ELÍAS.

 

La primera base del edificio espiritual es la virtud de la Fe, porque sin ella, según el Apóstol, es imposible agradar a Dios. La del Santo Profeta Elías fue tal y tan heroica, que por ella mereció ser en la tierra el primer defensor (que en el Cielo ya lo había sido el Príncipe San Miguel contra los ángeles apóstatas) en aquel público y general Auto de Fe que se celebró en el Monte Carmelo, cuando por orden del rey Acab se juntaron ochocientos cincuenta profetas falsos: los cuatrocientos cincuenta de Baal, y los cuatrocientos de los bosques, a quienes sustentaba Jezabel.

 

Estando, pues, todos juntos con el numeroso pueblo israelítico, les dijo el Santo Profeta Elías de esta suerte: “¿Qué desalumbramiento es el vuestro, ¡oh Israelitas!, y qué inconstancias, mudando cada dia la Fe y Religión de vuestros mayores? ¿Para qué cojeáis de entrambos pies? Si el Dios de Israel es el verdadero; seguidle con fe constante: y si Baal lo es, seguid a Baal. Y para vuestro total desengaño reduzcamos hoy a prueba nuestra fe. Los profetas de Baal son ochocientos cincuenta, yo solo he quedado de los Profetas que deben sacar la cara por el verdadero Dios. Tráiganse aquí dos bueyes, tomad vosotros uno, hacedle pedazos, y ponedlo sobre la leña del altar del sacrificio, sin ponerle fuego debajo, que yo haré lo mismo con el otro buey en altar diferente. Invocad vosotros el nombre de vuestro dios, que yo invocaré el del mío, y el Dios que oyere y enviare fuego sobre el altar, ese será tenido por Dios legítimo y verdadero”. Oyendo esto el pueblo, dijeron todos a una voz: “óptima proposítio”, bonísima es la proposición. Los profetas falsos mal de su grado lo hicieron así y con repetidas voces clamaban diciendo: “¡Baal, óyenos!”, mas como era ídolo muerto no los oía por más que le gritaban. De lo cual, burlándose el Santo Profeta Elías, les decía con santo y gracioso donaire: “Ea, levantad más la voz, porque es dios de paso, y quizá estará bajando en el mesón o en el camino. Gritad más recio, quizá está dormido, y así es bien despertarlo”.

 

Y poniendo Elías su altar; lo regó con abundancia de agua, puso en él su buey, y habiendo invocado el nombre del Señor, bajó fuego del Cielo que consumió hasta la misma agua. De lo cual, admirado todo el pueblo, a gritos decía: “El Señor es Dios, el Señor es el Dios verdadero”. Mandó entonces el Santo Profeta Elías, que a los ochocientos cincuenta profetas falsos los llevasen al arroyo Cisón, fuera del Monte Carmelo, y allí los degollasen a todos, quedando en Israel limpia y pura la fe del verdadero Dios; y por eso apellidó San Bernardo a nuestro Santo Profeta, acérrimo defensor de la Fe: Fídei defénsor. Defensor de la fe.

 

—Aquí se rezan los tres Padres nuestros con sus Ave María y Gloria. Se rezará a continuación la Letanía de nuestra Señora.

 

ORACIÓN

 

   Omnipotente Dios, trino y uno, en cuya fe divina protestamos vivir y morir, agradecidos a tu Soberana Majestad porque nos hicisteis Cristianos, humildemente suplicamos a las puertas de tu clemencia por los méritos y heroica fe de tu siervo San Elías, nos des fortaleza en la Santa Fe Católica, para que la mantengamos en nosotros pura y limpia de todos los errores que a ella se oponen. Y juntamente te pedimos conserves y dilates por toda la redondez de la tierra el sagrado depósito de la fe, para que desterradas las tinieblas de la herética pravedad y disipadas las sombras del gentilismo, a todos alumbres la antorcha de la fe cristiana, y mediante ella se haga de todos un rebaño, cuyo único y divino Pastor eres Tú, que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

 

ORACIÓN PARA OFRECER TODA LA NOVENA


   Esclarecido Patriarca Elías, tú que eres la forma misma de la justicia, espejo de la santidad, ejemplo de la piedad, defensor de la Fe, Doctor del israelítico pueblo, maestro de los ignorantes, refugio de los oprimidos, Abogado de los pobres, Juez de las viudas, vista de los ciegos, lengua de los mudos, vengador de las ofensas de Dios, temor de los malos, gloria de los buenos, vara castigadora de los Poderosos, martillo de los tiranos, Padre de los Reyes, Sal de la tierra, luz de todo el mundo, Profeta del Altísimo, Precursor de Jesucristo en su segunda venida, Cristo del Señor, Dios de Acab, terror de los falsos profetas de Baal y rayo destructor de los herejes, por todas estas tus excelentísimas prerrogativas que el Señor puso en ti, te suplicamos rendidos interpongas con la Divina Majestad tu poderosa y eficaz intercesión para que mediante ella los justos consigan la perseverancia, los afligidos el consuelo, los desvalidos el amparo, los pobres el remedio, las viudas el alivio, los pecadores la penitencia, los ciegos vista, vida los muertos, enmienda los tiranos, los Reyes Católicos paz y concordia, los herejes arrepentimiento, los idólatras luz y conocimiento del verdadero Dios, y todos consigamos de su Divina Majestad los bienes que necesitamos así de alma como de cuerpo, y así de gracia como de gloria, para que todo lo que hemos pedido en tu Novena redunde en honra de Dios y provecho nuestro. Amén.

  

GOZOS

 

Si a la necia ceguedad

Vencerá vuestro fervor,

Elías, danos favor,

Para vencer la maldad.

 

Sol brillante de Israel,

A quien la gracia previno

Para el más alto destino

Previsto antes de nacer:

Por ti hemos de merecer

Gozar de felicidad.

Elías, danos favor,

Para vencer la maldad.

 

Siendo vos recién nacido,

Fue vuestro padre admirado

Por veros, niño sagrado,

Entre unas llamas metido:

Discreto, cuanto advertido,

Consultó la novedad.

Elías, danos favor,

Para vencer la maldad.

 

Que seríais Juez prudente,

Dijo el oráculo santo,

Vuestro celo sin quebranto

En todo tiempo eminente:

Que os educara decente,

Con temor santo y verdad.

Elías, danos favor,

Para vencer la maldad.

  

Con una firme esperanza

Salisteis desde Galaad

Para reprender a Acab,

Por su idolatría tanta:

Todo su reino se espanta

Al ver la gran sequedad.

Elías, danos favor,

Para vencer la maldad.

  

Candados vuestro poder

En esas nubes echó,

Y la lluvia no cayó,

Atenta a vuestro querer:

Portentoso habéis de ser

Sin duda, en cualquier edad.

Elías, danos favor,

Para vencer la maldad.

 

El hospedaje pagaste

A la viuda sareptana,

Cuando en virtud más que humana

Su hijo resucitaste:

Que fue mucha declaraste

Siempre vuestra potestad.

Elías, danos favor,

Para vencer la maldad.

       

El fuego de su región

A vuestro imperio bajó,

Hecha ceniza dejó

La contumaz religión:

Dénos vuestra intercesión

El de ardiente caridad.

Elías, danos favor,

Para vencer la maldad.

   

La idolatría postrada

A vuestras plantas quedó,

Cuando el fuego consumió

Vuestra víctima sagrada:

Acab, su altivez domada,

Veneró tal santidad.

Elías, danos favor,

Para vencer la maldad.

  

Bajo un enebro rendido

Os miro, Padre sagrado,

Del camino fatigado,

De Jezabel perseguido:

Del Cielo favorecido

Con generosa piedad.

Elías, danos favor,

Para vencer la maldad.

 

En prueba de vuestra pureza

Ángeles os acompañaban,

Y el sustento os llevaban

Huyendo de la fiereza

De Jezabel, en la empresa

Contra vuestra benignidad.

Elías, danos favor,

Para vencer la maldad.

 

Con oración fervorosa

Conseguiste en el Carmelo,

Ver la nube del consuelo

Y abundancia prodigiosa:

Que hizo la suerte dichosa

De Adán y su posteridad.

Elías, danos favor,

Para vencer la maldad.

 

El vaticinio que hicisteis

En aquella nubecilla

De la Virgen sin mancilla

Ser hijos nos merecisteis:

Bajo su amparo tuvisteis

A vuestra posteridad.

Elías, danos favor,

Para vencer la maldad.

 

De tu fe los resplandores

Dieron luz a los errantes,

Que estando de Dios distantes

Daban a Baal loores:

La Iglesia con tus favores

Aumentó su claridad.

Elías, danos favor,

Para vencer la maldad.

 

Masfa y Galaad son testigos

De tu austera penitencia,

La humildad y la obediencia

Allí trajo a tus amigos,

Y profesaron activos

La más pura castidad.

Elías, danos favor,

Para vencer la maldad.

  

Paso el Jordán os franquea

De vuestra virtud forzado;

Diste espíritu doblado

A Eliseo, que posea:

Propicia también nos sea

Vuestra liberalidad.

Elías, danos favor,

Para vencer la maldad.

 

Carroza os sirve de fuego,

Padre, por aquellos Cielos;

Premio que a vuestros desvelos

Envía Dios desde luego:

Alcanzad que el mundo ciego

Conozca su gran verdad.

Elías, danos favor,

Para vencer la maldad.

  

Allá en el Monte Tabor,

Cercada de claridad,

Se os mostró la humanidad

De Cristo nuestro Señor:

Sin duda fue ese favor

Señal de grande amistad.

Elías, danos favor,

Para vencer la maldad.

  

Todo encendido en amor

Vuestras palabras eran fuego,

Que daban la vista al ciego

Y pureza al pecador:

Todos como protector

Os piden con humildad.

Elías, danos favor,

Para vencer la maldad.

 

Y pues tu predicación

Fue y por último será,

Un rayo de Cristiandad

Que partirá el corazón:

Danos tu bendición,

Patriarca, con longanimidad.

Elías, danos favor,

Para vencer la maldad.

 

Contra el perverso Anticristo

Y su doctrina feroz,

Predicará vuestra voz

La verdad de Jesucristo:

Por vos el mundo malquisto

Dejará su ceguedad.

Elías, danos favor,

Para vencer la maldad.

  

Si a la necia ceguedad

Vencerá vuestro fervor,

Elías, danos favor,

Para vencer la maldad.

 

Antífona. Se quitó Elías su manto, y golpeó las aguas del Jordán, que se dividieron en dos partes, y transitaron él y Eliseo por terreno seco; y ascendió Elías al Cielo en un torbellino.

. Bienaventurados quienes te vieron.

. Y honraste con tu amistad.

   

ORACIÓN

 

   Oh Dios Omnipotente, que elevaste al Cielo a tu profeta, nuestro Padre el bienaventurado Elías en un carro de fuego sin padecer la muerte; te suplicamos nos concedas por su intercesión, que mientras vivamos en este mundo, sean elevados nuestros corazones a las cosas eternas y podamos regocijarnos con él en la resurrección de los justos. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

 

En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

martes, 9 de julio de 2024

NOVENA EN HONOR AL BEATO SIMÓN DE LIPNICA.

 


Traducción y adaptación de la Novena publicada en polaco en fecha desconocida. La Letanía fue publicada en 1864, y el himno en 1910.

COMENZAMOS: 9 de julio.

FINALIZAMOS: 17 de julio.

FESTIVIDAD: 18 de julio.

  

NOVENA EN HONOR AL BEATO SIMÓN DE LIPNICA

 

En el nombre del Padre, y del Hijo , y del Espíritu Santo. Amén.

Antífona: Ven, oh Santo Espíritu: llena los corazones de tus fieles, y enciende en ellos el fuego de tu amor.

. Envía tu Espíritu, y las cosas serán creadas.

. Y renovarás la faz de la tierra.

  

ORACIÓN

   Oh Dios, que con la claridad del Espíritu Santo iluminaste los corazones de los fieles; concédenos este mismo Espíritu para obrar con prudencia y rectitud, y gozar siempre de sus consuelos inefables. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

 

ORACIÓN PARA TODOS LOS DIAS

 

   Oh Dios, humildemente postrado ante Tu infinita majestad, te suplico con toda confianza y afecto por ayuda en mi presente necesidad. Confieso con toda mi alma que Tú, Señor, eres el Dador de todo, eres el Dios de vivos y muertos, y dispones de todo sabiamente. Creo que escuchas las oraciones de tus siervos cada vez que acuden a ti con fe y confianza. Apoyado por tu promesa divina y confiable, hoy vengo a ti, Dios, único bueno y amable, concédeme a través de los méritos infinitos de la pasión y muerte de Jesucristo, tu Hijo, a través de la causa de la Inmaculada Virgen María y de todos los Santos, y especialmente a través de la intercesión del Beato Simón de Lipnica, el recibir la gracia que estoy pidiendo.

  


DÍA PRIMERO – 9 DE JULIO

   Beato Simón - Patrón de la juventud académica

  

   En el siglo XV, la Academia de Cracovia experimentó su mayor desarrollo. Tenía excelentes profesores, por lo que los jóvenes acudían en masa a Cracovia para poder matricularse como estudiantes de tan excelente universidad. Simón también estuvo allí.

 

   El departamento de Artes al que asistió Simón era el mayor departamento. Allí conoció a muchos de sus compañeros, para quienes era un modelo de celo y un ejemplo de conducta. Se graduó de la facultad con una licenciatura. Como uno de los estudiantes de la Academia de Cracovia, fue declarado santo patrón de la juventud académica.

  

—Pedir la gracia que se desea. Rezar un Padre nuestro, Ave María y Gloria.

 

Oremos:

 

   Señor Jesucristo, que con amor miraste al joven que te preguntó «¿qué hacer para alcanzar la vida eterna?», y que a una edad temprana llamas a las personas a tu servicio, mira a los jóvenes de hoy y muéstrales la forma de vivir de acuerdo con Tu evangelio. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

 

LETANÍA AL BEATO SIMÓN DE LIPNICA

  

Señor, ten piedad de nosotros.

Cristo, ten piedad de nosotros.

Señor, ten piedad de nosotros.

 

Cristo, óyenos.

Cristo, escúchanos.

 

Dios Padre celestial, ten piedad de nosotros.

Dios Hijo, Redentor del mundo, ten piedad de nosotros.

Dios Espíritu Santo, ten piedad de nosotros.

Santísima Trinidad, un solo Dios, ten piedad de nosotros.

 

Santa María, concebida sin mancha de pecado, ruega por nosotros.

San Francisco, imagen viviente de la Pasión de Jesús, ruega por nosotros.

Beato Simón, Confesor de Cristo, ruega por nosotros.

Beato Simón, siervo especial de la Bienaventurada Virgen María, ruega por nosotros.

Beato Simón, verdadero hijo de San Francisco, ruega por nosotros.

Beato Simón, Ángel de limpieza intacta, ruega por nosotros.

Beato Simón, Hijo de la pobreza evangélica, ruega por nosotros.

Beato Simón, regla de obediencia voluntaria, ruega por nosotros.

Beato Simón, ejemplo de profunda humildad, ruega por nosotros.

Beato Simón, Maestro de la perfección religiosa, ruega por nosotros.

Beato Simón, despreciador del mundo y todas sus vanidades, ruega por nosotros.

Beato Simón, Predicador celoso del dulcísimo Nombre de Jesús, ruega por nosotros.

Beato Simón, espejo de todas las virtudes, ruega por nosotros.

Beato Simón, vencedor de la carne, el mundo y el diablo, ruega por nosotros.

Beato Simón, que escrutas los corazones humanos, ruega por nosotros.

Beato Simón, que con tu ejemplo y enseñanza condujiste a muchos a la salvación, ruega por nosotros.

Beato Simón, siempre enamorado de Dios, ruega por nosotros.

Beato Simón, multiplicador de honor y gloria divina, ruega por nosotros.

Beato Simón, conjunto de vidas de mortificación en bruto, ruega por nosotros.

Beato Simón, decoración de la vida trabajadora y temerosa de Dios, ruega por nosotros.

Beato Simón, deseoso de la salvación de los hombres, ruega por nosotros.

Beato Simón, incansable en el trabajo por amor a los demás, ruega por nosotros.

Beato Simón, con la paz laboral, ruega por nosotros.

Beato Simón, conocido por todos como la perfección de la vida, ruega por nosotros.

Beato Simón, que socorriste a los enfermos y contagiados, ruega por nosotros.

Beato Simón, que pasabas toda la noche en oraciones y disciplinas, ruega por nosotros.

Beato Simón, durante el aire por la muerte pecados del deseo humano, ruega por nosotros.

Beato Simón, Líder de pecadores que llevan a Dios, ruega por nosotros.

Beato Simón, consuelo de los angustiados, ruega por nosotros.

Beato Simón, apoyo a las madres que dan a luz, ruega por nosotros.

Beato Simón, famoso durante tu vida y después por tus grandes milagros, ruega por nosotros.

Beato Simón, que sanabas a los enfermos y volvías la vida a los muertos, ruega por nosotros.

Beato Simón, Diputado fiel ante Dios que recurre a ti en sus necesidades, ruega por nosotros.

Beato Simón, ruega a Dios por nosotros.

 

Por los méritos del Beato Simón, líbranos, Señor.

De todo mal, líbranos, Señor.

De todo pecado, líbranos, Señor.

De tu ira, líbranos, Señor.

De las trampas de satanás, líbranos, Señor.

De tempestad, hambre, fuego y guerra, líbranos, Señor.

De rayos y tormentas, líbranos, Señor.

De una muerte repentina e inesperada, líbranos, Señor.

Por la vida, el trabajo y los méritos del milagroso beato Simón, líbranos, Señor.

Por su ferviente amor, líbranos, Señor.

Por su celo por las almas pecaminosas, líbranos, Señor.

Por su deseo de la corona del martirio, líbranos, Señor.

Por todo lo que te gusta, líbranos, Señor.

En el día de tu juicio, líbranos, Señor.

 

Pecadores, te rogamos óyenos.

Para que nos perdones, te rogamos óyenos.

Para que tengas misericordia de nosotros, te rogamos óyenos.

Para que nos conduzcas al verdadero arrepentimiento, te rogamos óyenos.

Para que nos concedas el ardiente amor de Dios y el verdadero amor al prójimo, te rogamos óyenos.

Para que puedan dirigir nuestros pensamientos a demandas celestiales, te rogamos óyenos.

Para que tengas esperanza en la providencia de Dios, te rogamos óyenos.

Para que tus siervos y el lugar consagrado a tu culto sea libre de emboscadas enemigas, guerra, aire, cautiverio, incendios y otros peligros, te rogamos óyenos.

Para que puedas consolar a tus hijos, darnos nuestras necesidades y merecer nuestra defensa ante los peligros, te rogamos óyenos.

Para salvarnos de la ira de Dios, te rogamos óyenos.

Para que ayudes a todos los fieles a dignificarse, te rogamos óyenos.

Para que seas gracia iluminadora y estabilidad en las buenas obras dignas de glorificar a sus devotos, te rogamos óyenos.

Beato Simón, te pedimos humildemente que ruegues por nosotros.

  

Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, perdónanos, Señor.

Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, escúchanos, Señor.

Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, ten piedad de nosotros.

  

Cristo, óyenos.

Cristo, escúchanos.

 

Señor, ten piedad de nosotros.

Cristo, ten piedad de nosotros.

Señor, ten piedad de nosotros.

  

ORACIÓN

 

   Omnipotente y sempiterno Dios, que exaltaste a tu bienaventurado confesor Simón con el don de la enseñanza, concédenos la gracia que podamos ser iluminados por su enseñanza, para hacer tu voluntad y, siguiendo el camino de la justicia, podamos llegar felizmente hacia la patria celestial. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

 

HIMNO AL BEATO SIMÓN

 

Simón de Lipnica, tú eres la gloria de Cracovia,

Ejemplo de misericordia, decorado de humildad,

Vaso de ferviente amor al prójimo,

Tú resplandeces con pureza de alma y corazón

Santa Madre de Dios, acoge nuestras oraciones

Que con humildad te dirigimos.

 

Con tu intercesión destierra nuestras transgresiones

Y por tu ejemplo aviva la caridad,

Para que los hijos de San Francisco podamos gozosos

Cumplir fielmente nuestro llamado.

Santa Madre de Dios, acoge nuestras oraciones

Que con humildad te dirigimos.

 

Al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo,

Sea la alabanza y gloria en la Santísima Trinidad.

Santa Madre de Dios, acoge nuestras oraciones

Que con humildad te dirigimos.

 

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.