miércoles, 27 de septiembre de 2023

EXCELENCIAS Y NOVENA DEL GLORIOSO PRÍNCIPE SAN MIGUEL.

 


Esta Novena fue escrita por el Excmo. é Llmo. Sr. Arzobispo D. ANTONIO MARÍA CLARET Y CLARÁ.

Con aprobación del Ordinario.  Barcelona -1859.

Imprenta de Pablo Riera.

COMENZAMOS: 20 de septiembre.

FINALIZAMOS: 28 de septiembre.

FESTIVIDAD: 29 de septiembre.

EXCELENCIAS DEL GLORIOSO SAN MIGUEL.

   Dios, ser supremo y perfectísimo, para manifestar su poder y sabiduría, y comunicar su bondad creo el cielo y la tierra. En el cielo puso Ángeles, en la tierra colocó el hombre. Los Ángeles, unos fueron fieles a Dios, y quedaron confirmados en gracia; otros le fueron infieles, y de Ángeles se transformaron en demonios, enemigos de Dios y adversarios del hombre. Tendiéronle a estos lazos y le hicieron caer miserablemente en pecado, quedando desnudo de la gracia santificante e indigno del cielo a que había sido destinado.

   Criado el hombre a imagen y semejanza de Dios, oscureció en sí mismo esta imagen degradándose por el pecado. Dios, no obstante, en manifestación de su bondad y misericordia, quiso ser su Restaurador y Redentor. Para honrar a los Ángeles que le habían sido fieles, los asocios como cooperadores a la salvación de los hombres, a quienes debían prestar con este objeto amparo, consuelo y protección. Se distingue entre ellos el gloriosísimo príncipe san Miguel, a quien Dios destinó para presidir los nueve coros de los Ángeles, en frenar a los demonios y proteger a la Iglesia militante.

   El príncipe san Miguel es el supremo entre los Serafines, por ser el más enriquecido de gracias y prerrogativas entre todos los espíritus angélicos: es el generalísimo de los ejércitos de Dios, el que señala los Ángeles de guarda a cada uno de los hombres, para que los defiendan y les presten toda especie de buenos servicios a fin de obtener la salvación eterna y ser con ellos ciudadanos del cielo. Es san Miguel el más favorecido de la santísima Trinidad; es el grande amigo de Jesucristo, y el amado de María santísima: es, finalmente, el encargado de Dios para recibir las almas de los justos al separarse de sus cuerpos, y el que las defiende en el día del juicio.

   Dice san Gregorio, que siempre que Dios obra alguna maravilla en el mundo, siempre que dispensa alguna gran misericordia, lo hace todo por medio de san Miguel. Así es que san Miguel detuvo el brazo de Abrahán y salvó la vida a Isaac; libró al inocente Jacob de las repetidas persecuciones de su pérfido hermano Esaú; se apareció a Moisés representando a Dios en la zarza; sacó al pueblo hebreo del cautiverio de Egipto; le dio la ley en el monte Sinaí, haciendo las veces de Dios; condujo a este pueblo por el desierto a la tierra de promisión y protegió la Sinagoga ; se apareció y animó a Josué y á Gedeón , y mató a 185.000 soldados del ejército del blasfemo Senaquerib. Él fue quien se apareció á Balaán y le reprendió. Él quien se apareció a los tres jóvenes en el horno de Babilonia y les libró del incendio: él llevó a Habacuc al lago de los leones en que se hallaba Daniel; y él, por fin, fue el dispensero del gran profeta de Dios, Elías.

   No solo en la antigua ley prestó san Miguel estos grandes servicios al género humano, sino que también los presta en la ley de gracia, y los continuará hasta al fin del mundo. San Miguel se apareció á Constantino, y se apareció también en el monte Gárgano. Él alegra y anima las reuniones de los Católicos, hace invencibles a los fieles que le siguen, conforta a los pusilánimes, da confianza y ánimo a los pecadores que se quieren convertir, reprime los vicios, calma las pasiones y rechaza el ímpetu de los demonios tentadores.

   Ahora san Miguel con sus Ángeles pelea contra Lucifer y sus secuaces, pero será más reñida la batalla al fin del mundo. Entonces a san Miguel se le juntará Elías, gran profeta y santo sacerdote, y con este aquellos sacerdotes que tendrán la virtud y el espíritu de Elías. Se juntará además a san Miguel Enoc, seglar justo y bueno, y con él aquellos buenos seglares que, como Enoc, andan siempre en la presencia de Dios, que son caritativos, que socorren las necesidades corporales y espirituales de los prójimos.

   San Miguel con sus Ángeles, Elías con los buenos sacerdotes, y Enoc con los buenos seglares, todos formarán un grande ejército que, dirigido por san Miguel, peleará contra el ejército de Lucifer que se compondrá de demonios, de malos sacerdotes como Judas, y de seglares impíos, injustos e inmorales, y este ejército se llamará del Anticristo, porque será enemigo de Cristo, de sus leyes, preceptos y consejos; de sus santos Sacramentos, y de las almas que Jesucristo redimió.

   Todo el ejército de Lucifer o del Anticristo será vencido por Jesucristo: sí, Jesús dará la sentencia, y san Miguel, como príncipe supremo de la justicia divina, la ejecutará, dice santo Tomás.

   San Miguel en el día del juicio final, en que Jesús vendrá a juzgar a todos, llevará el estandarte de la santa cruz, ya como príncipe supremo de las tres jerarquías, ya también por la excelencia de su naturaleza, ya finalmente por la dignidad de gracia y gloria.

   Todos los buenos sacerdotes y los buenos seglares nos debemos juntar y unir al ejército de los Ángeles, y todos debemos formar un cuerpo bien unido y compacto, con un solo corazón y una sola alma, bajo la protección y dirección de san Miguel, diciendo: ¿Quién como Dios?... Así podremos estar seguros de reportar con él la victoria y alcanzar también con él la corona del triunfo y de la vida. Amén.

NOVENA AL GLORIOSO SAN MIGUEL.

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo , y del Espíritu Santo. Amén.

ACTO DE CONTRICIÓN

   Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Criador y Redentor mío, por ser Vos quien sois y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón de haberos ofendido: propongo firmemente de nunca más pecar, y de apartarme de todas las ocasiones de ofenderos, y de confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta: ofrezcoos mi vida, obras y trabajos en satisfacción de todos mis pecados; y así como os lo suplico, así confío en vuestra bondad y misericordia infinita me los perdonaréis, por los merecimientos de vuestra preciosísima Sangre, Pasión y Muerte, y me daréis gracia para enmendarme y para perseverar en vuestro santo servicio hasta la muerte. Amén.

ORACION PARA TODOS LOS DIAS.

   Dios y Señor mío, Padre de misericordia y de toda consolación: con toda la espontaneidad de mi voluntad y con toda la resolución y firmeza de que es capaz mi corazón ayudado de vuestra divina gracia, me presento para que os dignéis recibirme en el número de vuestros humildes y fervorosos siervos bajo la dirección del glorioso san Miguel. Con muchísimo gusto de mi alma vestiré la librea de la humildad, observaré la limpieza de la castidad según mi estado, embrazaré el escudo de la paciencia con que resistiré los dardos que me podrán disparar los enemigos del mundo, demonio y carne; me armaré del santo celo con que procuraré la mayor gloria vuestra y la salvación de las almas, ocupándome con esmero en enseñar la verdad y en desvanecer la ignorancia, en extirpar vicios y en plantar virtudes en mí mismo y en todos mis prójimos. Esta es mi resolución, la que espero cumplir ayudado de la divina gracia que confió conseguir por los méritos de Jesucristo, Hijo vuestro y Señor nuestro, por la intercesión de María santísima, por la del glorioso san Miguel y la de los demás Ángeles y Santos. Amén.

DIA PRIMERO —20 de septiembre

ORACIÓN

   Dios y Señor de los espíritus celestiales del primer coro, llamados Serafines porque están encendidísimos en el fuego de vuestro amor: os ofrezco los méritos de estos fervorosos espíritus y los de vuestro amado y amante san Miguel, y os suplico me concedáis la gracia de que yo os ame a Vos, único Dios y Señor mío, sobre todas las cosas, con todo mi corazón, con toda mi alma, con todo mi entendimiento y con todas mis fuerzas, haciendo que todos os amen y que nadie os ofenda. Amén.

—Aquí se rezará nueve veces el Padre nuestro y Ave María en unión de los nueve coros de los Ángeles y de su príncipe san Miguel. Luego sigue…

ORACION AL SANTO.

   ¡Oh gloriosísimo san Miguel! príncipe de los ejércitos celestiales, terror de los espíritus malignos y sus secuaces, grande y admirable capitán después de Jesucristo, condecorado de especialísima gracia, excelencia y virtud; libradnos de toda adversidad, haced que amemos a Dios con todo fervor, y que cada día adelantemos en su santo servicio.

. Rogad por nosotros, glorioso san Miguel, protector     de la Iglesia católica.

. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.

ORACION

   Omnipotente y sempiterno Dios, que por vuestra suma bondad y misericordia infinita destinasteis para gloria vuestra y salud de los hombres al gloriosísimo príncipe san Miguel: concedednos que por su intercesión y eficaz auxilio merezcamos ahora ser defendidos de todos nuestros enemigos, y en la hora de la muerte seamos libres y presentados benignamente ante el trono de vuestra Majestad excelsa. Amén.

GOZOS DEL ARCANGEL SAN MIGUEL.

Pues en la corte del cielo

Gozáis tan altos blasones:

Dad a nuestros corazones,

Arcángel Miguel, consuelo.

 

De la escuadra celestial

Sois el primer coronel,

Que al atrevido Luzbel

Venciste en guerra campal,

Echando al fuego infernal

Su rabia y furioso anhelo.

Dad a nuestros corazones,

Arcángel Miguel, consuelo.

 

Vos al pueblo de Israel

Sacasteis libre a buen puerto,

Y guiasteis en el desierto

Porque a Dios sirviese fiel,

Dándole por pan, aquel

Maná que bajó del cielo.

Dad a nuestros corazones,

Arcángel Miguel, consuelo.

 

Cuando Cristo en oración

Estaba en el huerto triste,

Tú del cielo le trajiste

El consuelo en su aflicción;

Le animaste en la ocasión

De su mayor desconsuelo.

Dad a nuestros corazones,

Arcángel Miguel, consuelo.

 

Las empresas más gloriosas

Fia Dios a tu destreza,

Y emplea tu fortaleza

En las más dificultosas:

Haces cosas tan pasmosas,

Que admiran a tierra y cielo.

Dad a nuestros corazones,

Arcángel Miguel, consuelo.

 

Abogado y protector

De la Iglesia militante,

Cuidas siempre vigilante

De darle auxilio y favor:

Y cuanto el riesgo es mayor,

Tanto es mayor tu desvelo.

Dad a nuestros corazones,

Arcángel Miguel, consuelo.

 

De vuestro amparo sagrado

Fiamos en nuestra muerte

Seguro el logro, y la suerte

De salvación, pues postrado

Huye el infierno turbado

Del brazo de vuestro celo.

Dad a nuestros corazones,

Arcángel Miguel, consuelo.

. En presencia de los ángeles te cantaré, Dios mío.

. Adoraré en tu santo templo y confesaré tu nombre.

ORACIÓN

   Dios todopoderoso y eterno, que, para la salvación de la humanidad, con tu mayor clemencia, has delegado maravillosamente al gloriosísimo Príncipe de tu Iglesia, el arcángel Miguel, concédenos que con su saludable asistencia merezcamos aquí ser defendidos de todos los enemigos, y ser librados en nuestra muerte, y ser presentados con la mayor bendición a vuestra exaltada majestad. Por Cristo nuestro Señor. Amén.

En el nombre del Padre, y del Hijo , y del Espíritu Santo. Amén.


DIA SEGUNDO —21 de septiembre

Por la señal…

Acto de contrición, oración para todos los días.

ORACION

   Dios y Señor de los espíritus celestiales del segundo coro, llamados Querubines porque están adornados de perfectísima sabiduría: os ofrezco los merecimientos de estos espíritus sapientísimos y los del glorioso san Miguel, príncipe de los sabios del cielo y maestro brillantísimo de los que han sido más sabios de la tierra, y os suplico me concedáis la gracia de conocer lo que debo hacer para cumplir vuestra santa voluntad, y saberlo enseñar a los demás a fin de que todos os conozcamos y amemos aquí en la tierra y después allá en el cielo. Amén.

 —Aquí se rezará nueve veces el Padre nuestro y Ave María en unión de los nueve coros de los Ángeles y de su príncipe san Miguel. Luego sigue… Oración al Santo, gozos con oración final.

DIA TERCERO —22 de septiembre

Por la señal…

Acto de contrición, oración para todos los días.

ORACIÓN

   Dios y Señor de los espíritus celestiales del tercer coro, llamados Tronos, en quienes descansáis como en trono de vuestra gloria, y os sentáis como en tribunal de justicia: os ofrezco los merecimientos de estos espíritus altísimos y los del glorioso san Miguel, trono esclarecidísimo de vuestra grandeza y ministro supremo de vuestra justicia, para que me concedáis la gracia de recibiros por medio de la sagrada Comunión en el trono de mi corazón, y desde este trono juzgadme, no según merecen mis faltas, sino según vuestra gran misericordia, para así conseguir la salvación. Amén.

—Aquí se rezará nueve veces el Padre nuestro y Ave María en unión de los nueve coros de los Ángeles y de su príncipe san Miguel. Luego sigue… Oración al Santo, gozos con oración final.

DIA CUARTO —23 de septiembre

Por la señal…

Acto de contrición, oración para todos los días.

ORACIÓN

   Dios y Señor de los espíritus celestiales del cuarto coro, llamados Dominaciones, que presiden a los coros inferiores y son ministros de vuestra Providencia: os ofrezco los merecimientos de estos espíritus eminentísimos y los de vuestro primer ministro el glorioso san Miguel, para que me concedáis un perfecto señorío sobre mis pasiones y una perfecta obediencia a vuestra santa ley y a todos mis superiores, a fin de poder así conseguir el premio que está reservado a los que son obedientes hasta la muerte, como nos lo enseñó Jesucristo, Señor nuestro e Hijo vuestro, que con Vos y con el Espíritu Santo vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

—Aquí se rezará nueve veces el Padre nuestro y Ave María en unión de los nueve coros de los Ángeles y de su príncipe san Miguel. Luego sigue… Oración al Santo, gozos con oración final.

DIA QUINTO —24 de septiembre

Por la señal…

Acto de contrición, oración para todos los días.

ORACIÓN

   Dios y Señor de los espíritus celestiales del quinto coro, llamados Virtudes, por las cuales hacéis milagros propios de vuestro soberano poder, gobernando la naturaleza para que sirva a vuestra mayor honra y gloria: os ofrezco, Señor, los merecimientos de estos espíritus prodigiosos y los del glorioso príncipe san Miguel, principal instrumento de todas las maravillas que obráis en el universo, y os suplico me concedáis que, vencidas las malas inclinaciones de la corrompida naturaleza, conserve y aumente vuestra gracia y alcance la eterna gloria. Amén.

—Aquí se rezará nueve veces el Padre nuestro y Ave María en unión de los nueve coros de los Ángeles y de su príncipe san Miguel. Luego sigue… Oración al Santo, gozos con oración final.

DÍA SEXTO —25 de septiembre

Por la señal…

Acto de contrición, oración para todos los días.

ORACIÓN

   Dios y Señor de los espíritus celestiales del sexto coro, que son las Potestades, así llamados por el especial poder que les habéis dado para refrenar a los demonios: os ofrezco, Señor, los merecimientos de estos espíritus poderosísimos y los del glorioso príncipe san Miguel, que alcanzó sobre Lucifer y sus secuaces la mayor de las victorias; y con la misma felicidad pelea continuamente a favor del hombre y contra todos sus enemigos, os suplico humildemente me concedáis los auxilios necesarios para pelear con él legítimamente, y así merecer la corona de la gloria. Amén.

—Aquí se rezará nueve veces el Padre nuestro y Ave María en unión de los nueve coros de los Ángeles y de su príncipe san Miguel. Luego sigue… Oración al Santo, gozos con oración final.

DÍA SÉPTIMO —26 de septiembre

Por la señal…

Acto de contrición, oración para todos los días.

ORACIÓN

    Dios y Señor de los espíritus celestiales del séptimo coro, llamados Principados porque en ellos habéis confiado la guarda de los reinos y naciones: os ofrezco, Señor, los merecimientos de estos espíritus excelentísimos y los del glorioso príncipe san Miguel, guarda principal de todos los reinos cristianos y de la Iglesia, y os suplico humildemente guardéis mi alma y cuerpo, potencias y sentidos de todo desorden, de pasiones y tentaciones; y espero que vendrá en mí vuestro santo reino, que Vos y solo Vos mandaréis en él, y yo con sumo gozo, prontitud y fervor obedeceré vuestras santas leyes. Amén.

—Aquí se rezará nueve veces el Padre nuestro y Ave María en unión de los nueve coros de los Ángeles y de su príncipe san Miguel. Luego sigue… Oración al Santo, gozos con oración final.

DÍA OCTAVO —27 de septiembre

Por la señal…

Acto de contrición, oración para todos los días.

ORACIÓN

   Dios y Señor de los espíritus celestiales del octavo coro, que son los Arcángeles, así llamados porque acostumbráis confiarles los negocios gravísimos de vuestra honra y gloria: os ofrezco, Señor, los méritos de estos espíritus nobilísimos y los del glorioso san Miguel que tanto se distinguió en la gran lucha, y que tan heroicamente defendió vuestra honra y gloria contra Lucifer y sus secuaces, os suplico me deis gracia y fortaleza para vencer y superar a todos los enemigos de mi salvación, a fin de conseguir así la gloria del cielo, donde cantaré eternamente vuestras misericordias. Amén.

—Aquí se rezará nueve veces el Padre nuestro y Ave María en unión de los nueve coros de los Ángeles y de su príncipe san Miguel. Luego sigue… Oración al Santo, gozos con oración final.

DÍA NOVENO —28 de septiembre

Por la señal…

Acto de contrición, oración para todos los días.

ORACIÓN

   Dios y Señor de los espíritus celestiales del noveno coro, llamados Ángeles porque los enviáis para guardar a los hombres en todos los caminos de su salvación: os ofrezco, Señor, los merecimientos de estos espíritus soberanos y los del glorioso príncipe san Miguel, que por sí y por medio de los Ángeles guarda a los hombres y a toda la naturaleza humana, y os suplicó me guardéis de todo pecado, me concedáis una pureza angélica, y el llegar felizmente a la gloria del cielo, donde os veré cara a cara y os amaré con toda perfección y por toda la eternidad. Amén.

—Aquí se rezará nueve veces el Padre nuestro y Ave María en unión de los nueve coros de los Ángeles y de su príncipe san Miguel. Luego sigue… Oración al Santo, gozos con oración final.


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