COMENZAMOS: 11 de agosto.
FINALIZAMOS: 19 de agosto.
FESTIVIDAD: 20 de agosto.
PRÓLOGO
DEL AUTOR
El Angélico Doctor Santo Tomás, en un sermón
que escribió del Melifluo Doctor San Bernardo, le alaba angélicamente diciendo “que San Bernardo tuvo todos los oficios y las virtudes de todos
los Ángeles”. Encomio
(texto de alabanza) que a mi ver explica que San Bernardo en su heroica vida no
sólo ejercitó los oficios todos de aquellos soberanos Espíritus, superiores en
su ser a nuestra humana naturaleza, sino también la suficiencia y proporción de
la gracia divina, para que con la imitación de todas las virtudes angélicas,
ejecutara todos sus oficios: y así, empezando desde la última Jerarquía, San Bernardo fue Ángel en la humildad, Arcángel en la
obediencia, Virtud en lo magnánimo de su Fe, Potestad en el celo de la honra de
Dios, Principado en la altísima pureza de sus consejos, Dominación en la
eficacia de su oración, Trono en lo admirable de su castidad, Querubín en lo
profundo de su ciencia, y Serafín en lo abrasado de su caridad.
Con este mismo orden te
exhorto a que celebres y pidas las mismas virtudes, repartidos los nueve Coros
de los Ángeles, cuyos Órdenes han de llenar y suplir los predestinados, del
menoscabo que causó la ruina de Lucifer, y así es congruente que aspire tu
imitación a sus virtudes; y si aquellos Espíritus gloriosos son el ejemplar más
perfecto de nuestras Novenas, pues nueve Coros, repartidos en tres Jerarquías,
alaban incesantemente a Dios nuestro Señor con otro ternario en que le celebran
Santo: celebremos a nuestro Patrón gloriosísimo en
el mismo número, con la misma significación, que no es otra sino que la
alabanza de las criaturas no excede de nueve, pues se reserva el décimo para lo
infinito de Nuestro Dios, a quien con tan santo ejemplar será bien que
invoquemos como principio y fin de todo lo bueno, diciendo la siguiente oración
a la Santísima Trinidad, que puede ser preparatoria para todos los días de
nuestra Novena.
Se puede, para
dar principio, confesar y comulgar (si
diere licencia el Confesor),
hacer alguna limosna, o algunas obras de caridad,
de mortificación o las que buenamente pudiere cada uno, según la posibilidad de
su estado.
NOVENA A HONRA DEL
GLORIOSO PATRIARCA Y DOCTOR MELIFLUO SAN BERNARDO
—Puesto de
rodillas ante alguna imagen del Glorioso Patriarca San Bernardo, se hará la
Señal de la Cruz y el Acto de Contrición con todas las veras y dolor posible.
Por
la señal ✠ de la Santa Cruz, de nuestros ✠
enemigos, líbranos
Señor
✠
Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo ✠,
y del Espíritu Santo. Amén.
ACTO DE CONTRICIÓN
Señor mío
Jesucristo, Amantísimo Padre у Redentor de mi Alma, con
todo mi corazón
te adoro, te alabo, у te bendigo; у
me pesa haber ofendido a tu Divina Majestad. Propongo la enmienda de mi vida; y
espero firmemente el perdón
de todas mis culpas en tu infinita clemencia. Yo, Señor, te ofrezco para
siempre mi Cuerpo, mis Sentidos, у mi Alma con
sus Potencias, Memoria, Entendimiento, у Voluntad.
Propongo emplearme, con todas mis fuerzas, en el servicio у
gloria vuestra. Os doy infinitas gracias por vuestros beneficios. A Vos, Señor,
Bondad infinita, os amo, por Vos mismo, con todo el afecto de mi Alma: у
quisiera saberos amar, como os han amado y aman todos los Ángeles
у
Santos del Cielo. Ofrezco a vuestra Majestad, con Sus méritos,
con los de la Purísima
Reina de los Ángeles, у con los del Dulcísimo
Bernardo, todas mis obras, palabras y pensamientos, bañándolas
con la Sangre de Jesús
mi Redentor у Señor,
en cuya Fe y amor deseo vivir y morir. Amén.
ORACIÓN PREPARATORIA
PARA TODOS LOS DÍAS
Oh Santísima, Gloriosísima y Beatísima
Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo,
tres
Personas en una esencia, a quien confieso por mi soberano e inmenso Dios, yo os adoro, alabo y bendigo. Yo te adoro, Padre todopoderoso,
de infinita majestad, Creador del Cielo y de la tierra, y de todo cuanto hay
visible e invisible. Yo te adoro, Hijo unigénito, tesoro de sabiduría, Verbo
del Padre, perfectísima Imagen de su substancia, piadosísimo Redentor del
mundo. Yo te adoro, Espíritu Santo, compendio de toda la bondad, que procedes
del Padre y del Hijo, y eres vínculo de purísimo y ardentísimo amor de ambos,
dulcísimo Consolador y maravilloso santificador de las almas. Yo te adoro, oh
Altísimo y Clementísimo Dios, bien infinito y perdurable, que beatificas a
todos los Santos y Espíritus Angélicos, a ti, Padre ingénito, Hijo unigénito, y
Espíritu Santo, que de ambos procede, invoco para que con fruto de mi alma
ejecute estos ejercicios que hago en honra de vuestro querido siervo y Abogado
mío San Bernardo y de los Santos Ángeles, que no cesan de daros alabanzas,
gloria y honra por todos los siglos de los siglos. Amén.
DÍA PRIMERO – 11 DE AGOSTO
Se aplica
la humildad del primer Coro de los Santos Ángeles, mirados de nosotros para
Dios Nuestro Señor, y se les aplica, porque aquellos Soberanos Espíritus,
siendo de la Corte Celestial, su ocupación es ser enviados a las Embajadas de
cosas pequeñas. Esta virtud ejercitó San Bernardo con tal singularidad que, metido
todo y sumergido en el abismo de su nada, cosa ninguna le pudo desvanecer y
levantar: le ofrecieron seis Obispados y otras grandes dignidades, y ninguna
quiso aceptar, teniéndose por indigno para ellas. Se
tenía por indigno de que Dios Nuestro Señor se sirviese de él para la salvación
de las almas. En los mayores agravios no pensaba que se le hacía
injuria, y así decía, “que no quería ser humilde sino vil”; y de
aquí nacía hacer fervorosa oración por sus contrarios y perseguidores (que tuvo muchos), procurando
con humildad y sumisión ablandarlos y dar bien por mal, beneficio por injurias,
y honra y reverencia por desprecios y afrentas.
—Celebremos
esta humildad y animémonos a su imitación, y pidámosla con todas veras,
diciendo tres Padre nuestros y tres Ave Marías gloriados al primer Coro de los
Santos Ángeles, y esta oración:
Oh Dios y Señor mío, ejemplar y premio de la
verdadera humildad, que te dignaste de concederla tan profunda a tu querido
siervo San Bernardo, humildemente te
suplicamos que por tu intercesión te dignes de concedernos gracia para
despreciar al Mundo y sus vanidades, y para vencer nuestras inclinaciones a
honra y estimación, para que por el camino del desprecio sigamos tu Cruz, y
consigamos gozarte en la Gloria.
Amén.
OFRECIMIENTO Y SÚPLICA A
SAN BERNARDO PARA TODOS LOS DÍAS
Admite, Dulcísimo Bernardo, Padre у Abogado mío, este corto obsequio que en estos nueve días te rinde mi
afectuosa devoción, у suple los defectos de mi fragilidad, interponiéndote
compasivo con mi Dios, para que, no atendiendo a mis culpas, ni a quien yo soy,
me conceda, por tu intercesión, el feliz despacho de mi suplica en mi
necesidad. No quede sin fruto la confianza que tengo en tan Glorioso Patrón. En
ti, Dulce Padre, confío; de ti espero la intercesión; у por ti la gracia de mi
Dios para que yo le sirva en esta vida, y le ame por toda la eternidad. Amén.
GOZOS
A
SAN BERNARDO DE CLARAVAL.
Dulce
miel de los Doctores,
De
María tierno amante,
Bernardo,
Sol rutilante,
Amparad
los pecadores.
A
este mundo habéis venido
Por
Privado de Jesús,
En
cuyos clavos y Cruz,
Tenéis
la morada y nido:
Pues
con afecto constante
Vos
cargáis con sus dolores:
Bernardo,
Sol rutilante,
Amparad
los pecadores.
De
ilustre noble hidalguía
Vuestro
ser habéis tomado,
Y
estás muy ilustrado
Con
la leche de María:
En
cuyo candor flamante
Inflaman
vuestros candores:
Bernardo,
Sol rutilante,
Amparad
los pecadores.
Vuestro
noble corazón
De
amor le partió la aljaba,
Porque
siempre meditaba
De
Jesús en la Pasión:
Sin
cesar nunca un instante
De
meditar sus rigores:
Bernardo,
Sol rutilante,
Amparad
los pecadores.
A
Dios sí miráis sangriento
En
su amor os abrasáis,
Y
al corazón trasladáis
De
su pasión el tormento:
Y
con Fe perseverante
Sois
fénix de sus ardores:
Bernardo,
Sol rutilante,
Amparad
los pecadores.
Con
santo у
divino celo
Instruís
a los mortales,
Y
desarraigáis los males,
Siendo
de virtud modelo:
Pues
a Luzbel arrogante
Vencéis
desterrando errores:
Bernardo,
Sol rutilante,
Amparad
los pecadores.
Vuestra
celestial doctrina
Pasto
de la Iglesia fue,
Y
es el néctar de la Fe,
Y
de sus dulzuras mina:
Cuyo
caudal abundante
Se
lleva inmensos loores:
Bernardo,
Sol rutilante,
Amparad
los pecadores.
Císter
Religión Sagrada
Su
Fundador os venera,
Y
como sois su lumbrera
Está
por vos ilustrada:
Ella
os tiene por Atlante
Del
Cielo, de sus fulgores;
Bernardo,
Sol rutilante,
Amparad
los pecadores.
Doctor,
Virgen у Prelado
El
mundo todo os blasona,
Y
tres lauros por corona
A
vos Dios os ha alargado:
Y
en la Iglesia militante
Lográis
supremos honores:
Bernardo,
Sol rutilante,
Amparad
los pecadores.
Dulce
miel de los Doctores,
De
María tierno amante,
Bernardo,
Sol rutilante,
Amparad
los pecadores.
Antífona:
Como estrella matutina, y cual refulgente Sol, así
resplandece Bernardo en la casa de Dios, y como vaso de oro sólido adornado con
toda piedra preciosa. Todo en él es disciplina, toda insigne virtud, e imagen
de perfección.
℣. Ruega por nosotros, bienaventurado Padre San Bernardo.
℟. Para que seamos dignos de las promesas de
Cristo.
ORACIÓN
Te
rogamos, Señor, que
traigas a perfección en nosotros el amor a la santa religión, y para obtener la
generosidad de tu gracia, interceda siempre ante ti por nosotros los méritos y
oraciones de tu egregio Abad y Doctor el bienaventurado Padre San Bernardo. Por
Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
—Rezar un
Ave María por los devotos que iniciaron esta Novena.
En el
nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu
Santo. Amén.
DÍA SEGUNDO – 12 DE AGOSTO
Por
la señal...
Acto
de Contrición y Oración Preparatoria
La virtud de la obediencia resplandece en
los Santos Espíritus que llamamos Arcángeles, no por singularidad, pues
todos los Ángeles son obedientísimo, sino por excelencia: porque tienen los Arcángeles como oficio el ser
Mensajeros en los más graves negocios de la celestial curia. Fue Nuestro
Glorioso Padre San Bernardo fidelísimo ejecutor de esta virtud, no solo dentro
de la Religión en donde, para estímulo de la guarda puntual de los tres votos
principales, tenía siempre en su corazón, y muy de ordinario en sus labios estas
palabras, dignas de que todos los Religiosos las repitamos continuamente para
recuerdo de nuestras obligaciones: “Bernardo, Bernardo, ¿A qué viniste a la Religión?”, sino
también en los negocios que por el bien de la Iglesia hizo fuera de la
Religión: Porque no era San Bernardo de los que con pretexto de darse a la
contemplación huyen el trabajo, o por su gusto particular dejan el bien común,
antes juntaba la acción con la contemplación, y anteponía las cosas públicas y
de obediencia a las suyas propias, y aun a su misma vida: pues siendo así que
los médicos se maravillaban cómo estando tan flaco y exhausto a rigores de la
penitencia, podía atender a ocupación alguna: por obediencia caminó a la villa
de Étampes al Concilio, que todo se puso en su determinación, como lo hizo,
declarando por sumo y verdadero Papa y Pastor de la Iglesia a Inocencio II
contra el Antipapa Anacleto II; por obediencia caminó dos veces a Roma, a
Milán, a la Gascuña; y otras muchas y sagradas correrías que ejecutó por la
obediencia en provecho de la Iglesia.
—Pidamos
la imitación de esta virtud, rezando tres Padre nuestros y tres Ave Marías
gloriadas a los Santos Arcángeles, y luego dirás la siguiente oración:
¡Oh Jesús! ¡Oh Señor! ¡Oh bien nuestro!, que por nosotros te
hiciste obediente desde el principio de tu gloriosa vida hasta la afrentosa
muerte de Cruz: haznos por la
intercesión de tu Glorioso Siervo San Bernardo obedientes a todos tus
preceptos, para que, con la observancia puntual de todas las insinuaciones de
tu voluntad santísima, acabemos nuestra peregrinación en tu santo servicio, y
después de ella merezcamos gozar las felicidades que concedes a tus escogidos. Amén.
—La
Oración y los Gozos los rezarás todos los días.
DÍA TERCERO – 13 DE AGOSTO
Por
la señal...
Acto
de Contrición y Oración Preparatoria
Es el
oficio de las Virtudes el oponerse a las leyes de la naturaleza, y obrar
continuamente milagros: y como la heroica Fe de San Bernardo, en confirmación de lo que
predicara, hiciese tantos, se aplica este día a lo magnánimo de su Fe. No es fácil el contarlo,
ni aun en común: Godefrido, Monje de Claraval,
Secretario y Compañero del Santo, afirma que un solo día con la imposición de
sus manos alumbró once ciegos, sanó diez mancos y diez y ocho cojos: en Colonia
dentro de tres días doce cojos, dos estropeados, tres mudos y diez sordos
cobraron entera salud. Algunos hombres piadosos quisieron escribir los
milagros que el Santo obraba, y comenzándolo a hacer, después lo dejaron,
vencidos de la muchedumbre de ellos. Bendijo cierto día muchos panes, y al
repartirlos, dijo a los que los tomaban: “la prueba de la verdad que os predico será el que todos
vuestros enfermos que comieren de este pan, quedarán sanos”. Estaba presente un Obispo, que modificando la
proposición del Santo, dijo: “Habéis de entender, que sanarán, si comieren con Fe de
este pan”, a lo cual replicó el
Santo: “No
digo yo eso, Señor, sino como mis palabras suenan, que todos los enfermos que
gustaren de este pan cobrarán salud: porque se entienda que nosotros somos
legítimos y verdaderos Embajadores de Dios”;
y como lo dijo sucedió, pues cuantos comieron de aquel pan bendito, sin
excepción alguna sanaron, porque era tal y tanta la Fe de San Bernardo, que aun
aquellos que no tenían Fe, el mismo pan se la comunicaba, para que no se
frustrase el milagro. Aquí pienso que miraba esta Nobilísima Ciudad de México,
cuando le juró Patrón de las Mieses, con la Fe de que por su intercesión no le
podría faltar pan.
—Pidamos,
pues, por sus ruegos la firmeza en tan grande virtud, rezando a las Virtudes
angélicas tres Padre nuestros, y tres Ave Marías gloriados, y dirás esta
oración:
Todopoderoso
y benigno Dios y Señor mío, yo
te alabo y doy infinitas gracias porque me criaste de la nada, porque me
redimiste con la preciosa Sangre de tu Unigénito Hijo, mi Señor Jesucristo,
porque me hiciste Cristiano y diste entera noticia de tu Santa Fe y doctrina de
tu Iglesia: a todo esto correspondí ingrato, de lo que me arrepiento y te pido
perdón: suplícote por la
intercesión de tu maravilloso Siervo y Padre mío San Bernardo abundancia de
frutos, así de buenas obras para avivar la Fe, como de mieses en los campos,
para que todos los que estamos encomendados a su protección, gocemos consuelos
en esta vida, y descanso eterno en la otra. Amén.
—La
Oración y los Gozos los rezarás todos los días.
DÍA CUARTO – 14 DE AGOSTO
Por
la señal...
Acto
de Contrición y Oración Preparatoria
Las
Potestades son aquellas sagradas inteligencias, que gozan por oficio
ordenar los buenos Ángeles que presiden a los Reinos y potestades, y resistir a
las potestades adversas; uno y otro empleo se vio en la vida admirable de San
Bernardo, celando la honra de Dios Nuestro Señor, y por eso a este celo
dedicamos este día.
La resistencia que hizo a las potestades adversas, dígalo el hereje Pedro de
Abelardo, ya avisado por el Santo, benigna y secretamente, para que revocase
las nuevas, falsas y perniciosas opiniones que había diseminado; ya concluido y
convencido por el Santo, en el Concilio que se celebró en Sens, lugar de
Francia; dígalo Gilberto Porretano, que disputando con el Santo dos días en el
Concilio de Reims, vino a retractar los errores que había enseñado. Dígalo el
perverso Maestro Enrique, entregado por los mismos a quienes había pervertido,
a quienes redujo a Nuestra Santa Fe la predicación de San Bernardo: el ordenar
los Ángeles buenos lo publican sus escritos, como el insigne libro que llamó de
la Consideración con que doctrina su discípulo el Papa Eugenio III, y declara
el hecho en que por ayudar al Arzobispo de Tréveris, que había ido a Claraval,
y echándose a los pies del Santo Abad, suplicándole que fuese a componer graves
discordias que padecían sus ovejas, le acompañó el
Santo, que se hallaba en una cama, disponiéndose ya para morir, haciendo el
costo para aquel viaje la Omnipotencia de Dios Nuestro Señor, que le dio
súbitamente fuerza para aquella jornada, porque la tomaba para su honra y
servicio.
—Procuremos
imitar esta virtud, pidiéndola por medio de las Potestades rezarás tres Padre
nuestros, y tres Ave Marías gloriados, y luego esta oración:
Oh Espejo
inmenso de bondad, Sabiduría del Padre Eterno, Jesús mío, por
el ardiente celo de tu honra que fuiste servido conceder a tu querido siervo
San Bernardo, te suplicamos nos
comuniques verdadero dolor y sentimiento de que hayamos correspondido ingratos
a tus beneficios, y de que todo el mundo no te amé con amor correspondiente a
los innumerables beneficios que continuamente recibe de tu liberalísima
misericordia; usa, Señor, de ella con nosotros ahora, y en el tiempo, que
esperamos, de nuestra muerte. Amén.
—La
Oración y los Gozos los rezarás todos los días.
DÍA QUINTO – 15 DE AGOSTO
Por
la señal...
Acto
de Contrición y Oración Preparatoria
Son los
Principados aquellos
gloriosos Espíritus que disponen lo que han de ejecutar los súbditos, a quienes
presiden, y como se hallen en el Glorioso Padre San
Bernardo divinos documentos para sus súbditos, a ellos le dedicamos este quinto
día. Fue al principio de su gobierno tan rígido y fervoroso, que cuando
recibía a algún novicio, lo primero que le avisaba era que dejase fuera del
Convento el cuerpo con todos sus resabios, y que solamente entrase con el
Espíritu. Cuando confesaba a sus Monjes, cualquiera falta, por ligera que
fuese, le parecía grave; y pedía a todos la grande perfección, que a muchos le
quitaba la esperanza de alcanzarla, y aún la gana de procurarla; pero después
que vio un Niño, que apareció vestido de una luz celestial, se le infundió una
nueva gracia y singular don de suavidad y dulzura, tanta, que porque algunos
echaron de ver que debajo de sus hábitos viejos y remendados traía un áspero
cilicio le dejó, temiendo que otros, con graves enfermedades, le quisiesen
imitar.
—Pidamos
la imitación de tan santa prudencia, rezando a las Potestades nueve Padre
nuestros, y nueve Ave Marías con Gloria Patri, y dirás esta oración:
¡Oh
Clementísimo! ¡Oh piadosísimo! ¡Oh Benignísimo Redentor mío Jesús,
protección, providencia mía en todos mis aprietos,
luz y dirección mía en todas mis dudas! Por los merecimientos de tu
amado hijo San Bernardo, merezca tener la
discreción y providencia verdadera en el principal negocio de mi alma, que es
su salvación, para este fin a ti te invoco, Jesús mío, que vives y reinas con
el Padre y el Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén.
—La
Oración y los Gozos los rezarás todos los días.
Por
la señal...
Acto
de Contrición y Oración Preparatoria
Tiene la
Dominación dos aspectos en sus oficios, pues se emplea en que no seamos
tiranizados, y en mandar sobre otros Espíritus, y como uno y otro se halle en
los efectos de la Oración de Nuestro Padre San Bernardo, a ella se aplica el
oficio de aquellos soberanos espíritus.
Véase a un respecto en la Conversión de San Guillermo, a quien por su Oración
libró de la tiranía del demonio, con tan raro prodigio, que estando el Duque de
Aquitania sin entrar en la iglesia, por estar por cismático incurso en la
excomunión, salió a ella San Bernardo, revestido con ornamentos sacerdotales, y
la hostia sobre la patena, y diciéndole, como Cristo Señor Nuestro a Saulo, que
era perseguidor de Cristo, y que a su Majestad no volvería las espaldas, y
otras razones, que preparado en el Santo Sacrificio de la Misa había prevenido
su espíritu, obró el mismo efecto, que la voz de Cristo Nuestro Señor en Saulo,
que cayó en tierra obediente, arrepentido, discípulo de San Bernardo y Santo,
de quien nuestra Sagrada Religión reza a los diez de Febrero. No sólo libró de la tiranía la Oración de San Bernardo,
sino que mandó con eficacia a los espíritus malignos que dejasen los cuerpos de
los que poseían, y saliendo al instante; y aun sirviendo en cierta
ocasión de rueda con cuerpo fantástico a un carro en que iba el Santo a
componer cierta disensión, en castigo de haber roto media rueda, para impedir
su malicia el bien que se seguía de aquietar aquella discordia.
—Pidamos
por la intercesión de San Bernardo un perfectísimo hábito de Oración, y que, si
fuere voluntad de Dios, nos dé contemplación pasiva fructuosa, para por su
medio tener robustez para no ser siervos del demonio, sino hijos de Dios
Nuestro Señor, y que sea por medio de las Dominaciones, rezando nueve Padre
nuestros con otras tantas Ave Marías gloriados, y luego esta oración:
Oh Gozo de los entendimientos, Jesús, y
Señor mío, poned
los ojos de vuestra piedad divina en la contemplación que fuisteis servido
conceder a vuestro regalado Siervo y Padre mío San Bernardo, y por su
intercesión, sed servido de
concederme el que sepa frecuentar la Oración y ser instruidos en santos ejercicios,
por los cuales suba a lograr la corona de los escogidos. Amén.
—La
Oración y los Gozos los rezarás todos los días.
Por
la señal...
Acto
de Contrición y Oración Preparatoria
Son los
Tronos aquellos espíritus purísimos que se llenan de la gracia de la
Divinidad, para que en ellos se siente la divina Majestad: y esto mismo dice
del alma pura y casta San Lorenzo Justiniano (De Castitáte, conción 14) que sirve de asiento en que alegremente se sienta el Esposo
celestial, por esta razón aplicamos a la admirable Castidad de Nuestro Padre
San Bernardo este día.
Qué aprecio fuese el del Santo a esta virtud, se ve ya en aquella modestia y
compostura rara con que tenía cerrados todos los sentidos, pues el de la vista
no fue bastante a dar razón de un lago por donde todo el día había caminado el
Santo, el del gusto no supo distinguir un vaso grande de aceite que el Santo
bebió por agua; así tenía cerradas las ventanas por donde podían robarle el
tesoro de su mayor aprecio, frase que usó el Santo cuando una insolente mujer
quiso manchar el armiño de su pureza, pues comenzó a gritar “ladrones,
ladrones”, y acudiendo gente se
libró de aquel peligro. Cuando por un descuido de
los ojos se entró en un estanque en lo rígido del invierno, de donde le sacaron
medio muerto, mereció que Dios Nuestro Señor con su gracia le mortificase la
concupiscencia de la carne, que reina en nuestros miembros.
—Celebremos
esta pureza, y pidámosla por medio de los Tronos; di tres Padre nuestros y tres
Ave Marías con Gloria Patri, y esta oración:
Todopoderoso Dios y Señor, amante de la santa pureza,
por la que le concediste a tu amado siervo San Bernardo te suplicamos rendidos, el que dedicados a tu santo servicio,
con pureza de conciencia y limpieza de corazón, guardemos nuestros sentidos, a
fin de conservar con tu ayuda la virtud de la castidad, para que, triunfando de
la carne, enemigo cruel de nuestras almas, merezcamos llegar a las felicidades
eternas. Amén.
—La
Oración y los Gozos los rezarás todos los días.
DÍA OCTAVO – 18 DE AGOSTO
Por
la señal...
Acto
de Contrición.
Plenitud
de ciencia se interpretan los Querubines, y mirando la de Nuestro glorioso Patrón San Bernardo, se le
ajusta este día con propiedad. De
la ciencia de los Santos algo se ha dicho en los demás días; de la ciencia de
las Escrituras y altísimos misterios de la Teología, decía el Santo, haber sido
sus escuelas la soledad, sus maestros los árboles, y su estudio la Oración y
meditación; su aprovechamiento se deja ver en sus obras, en donde se conoce
tener con eminencia penetradas las palabras y ápices de los Libros sagrados,
pues escribe la Sagrada Escritura, no como quien la cita, sino como quien la
tenía rumiada, dirigida y convertida en sí.
—Celebremos
este día esta gran Sabiduría, pidiendo su imitación por medio de los
Querubines. Rezarás nueve Salves a Nuestra Señora, y dirás esta oración:
Oh dulce
Jesús mío, esperanza
mía, consuelo verdadero de mi alma, Sabiduría inmensa, por la que le
comunicaste a tu querido Siervo San Bernardo, haciéndole Doctor Melifluo de la
Iglesia nuestra Madre, y dándole especial dulzura en lo que dijo y escribió de
tu Gloriosísima Madre la Reina de los Ángeles María Santísima, Señora nuestra, te suplico rendidamente que de tal manera estudie la ciencia de
tus preceptos divinos, que sea de los aprovechados en tu santo servicio, y de
los premiados con la dulzura de entenderte y amarte en las eternidades de la
Gloria. Amén.
—La
Oración y los Gozos los rezarás todos los días.
DÍA NOVENO – 19 DE
AGOSTO
Por
la señal...
Acto
de Contrición y Oración Preparatoria
Son los
Serafines los que arden en caridad; y fue un Serafín en carne San
Bernardo.
Son testigos fieles aquellos compasivos afectos con que, contemplando un día
los dolores y afrentas de Cristo Nuestro Señor Crucificado, derretido en
ansias, hizo tan suyas aquellas penas por el afecto, que mereció el que
desclavando la imagen las dos manos, le abrazara, y en estrechos lazos se
uniera con su amado. Es testigo fiel aquel éxtasis dulcísimo en que mereció ser
regalado con la Sangre del costado de Cristo Nuestro Señor, y con la leche
purísima de lo sagrados pechos de su Madre Santísima. Son testigos fieles los
elementos; no sin misterio se pone por primera de todas las Epístolas de San
Bernardo la que escribió a su sobrino Roberto, porque estándola dictando el
Santo, comenzó a llover fuertemente, quiso recoger el secretario el papel, y el
Santo le dijo: “Obra
es de Dios, escribe y no temas”, y así escribió, y acabó su Epístola en medio del agua sin
mojarse, porque la Caridad, que movía al Santo Padre a dictar la carta, es la
que no pueden apagar las muchas aguas.
—Pretendamos,
por intercesión del Santo, muchos aumentos de caridad. Rezarás tres Credos a
los Serafines, y nueve a los nueve Coros de los Ángeles, y esta oración:
Oh Dios
mío, Señor mío, haced
que ame vuestra infinita Bondad con todo el afecto de mi alma por amor de Vos
mismo, y concededme por
intercesión de mi singular Abogada y Madre vuestra María Santísima, de los
nueve Coros de los Ángeles de vuestro amado Siervo San Bernardo la gracia que
os pido, si conduce a mi salvación. Dad, Señor paz y concordia a los Príncipes
Cristianos; acierto en sus gobiernos a todos los Príncipes Eclesiásticos;
reducid los infieles a vuestra divina Ley, los cismáticos a Nuestra Santa Madre
Iglesia, y los que están en pecado mortal a verdadera penitencia: compadeceos,
Señor, de las Ánimas del Purgatorio, tened por bien de apartarme, defenderme y
librarme de las astucias, lazos y tentaciones de mis enemigos visibles e
invisibles, ahora y para siempre jamás. Amén.
—La
Oración y los Gozos los rezarás todos los días.
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