domingo, 20 de noviembre de 2022

NOVENA EN HONOR DE SAN JUAN DE LA CRUZ, PRIMER CARMELITA DESCALZO DE LA REFORMA QUE FUNDÓ SANTA TERESA DE JESÚS.


 Novena escrita por un devoto de San Juan de la Cruz en Madrid, en el año 1849.

COMENZAMOS: 15 de noviembre.

FINALIZAMOS:  23 de noviembre.

FESTIVIDAD: 24 de noviembre.

 


 Antes de principiarla se procurará confesar y comulgar; después, puesto de rodillas ante alguna imagen del Santo, se persignará y dirá la Confesión general, y levantando el alma y corazón a Dios, le pedirá sea para mayor gloria suya y bien de su alma lo que desea alcanzar por medio de San Juan de la Cruz y su Novena; y con gran confianza de conseguirlo dirá las oraciones siguientes.

 

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo , y del Espíritu Santo. Amén.

 

CONFESIÓN GENERAL


Yo, pecador, me confieso a Dios todopoderoso, a la Bienaventurada siempre Virgen María, al bienaventurado San Miguel Arcángel, al bienaventurado San Juan Bautista, a los santos Apóstoles Pedro y Pablo, y a todos los santos, que pequé gravemente de pensamiento, palabra y obra; por mi culpa, por mi culpa, por mi gravísima culpa. Por eso, ruego a la Bienaventurada siempre Virgen María, al bienaventurado San Miguel Arcángel, al bienaventurado San Juan Bautista, a los santos Apóstoles Pedro y Pablo, y a todos los santos, que roguéis por mí a Dios nuestro Señor. Amén.

 

ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS.

 

Clementísimo Dios y Señor mío infinito, que por vuestra inmensa piedad quisisteis que San Juan de la Cruz fuese desde niño inclinado a todo género de virtudes, y por su ejercicio alcanzase ser muy amado de Vos y de vuestra Santísima Madre, comunicándole muchas gracias y singulares favores; suplícoos humildemente por su intercesión y merecimientos, me concedáis pureza de alma y cuerpo, con las demás virtudes teologales y cardinales que este Santo glorioso practicó toda su vida, para que imitándole en este ejercicio e inocencia de costumbres, merezca como él, ser amparado de Vos y de vuestra Madre Santísima en esta vida por gracia, y después gozaros para siempre en su compañía en la Gloria. Amén.

 



 

DÍA PRIMERO - 15 DE NOVIEMBRE

 

Glorioso Padre San Juan de la Cruz, que desde vuestra infancia fuiste tierno amante de María Santísima y de la Cruz de su Santísimo Hijo, mereciendo con este amor ser protector singular de las almas afligidas y desconsoladas; Suplicóte, Padre mío, interpongas tu ruego con Madre e Hijo para que me concedan fe viva, esperanza cierta, caridad ferviente y amor tierno a la Cruz de mi Señor, con cuyo ejercicio viva y muera amparado siempre de su gracia, y también consiga, si me conviene, lo que pido en esta Novena. Amén.

 

—Rezar nueve Ave Marías.

 

GOZOS A SAN JUAN DE LA CRUZ

 

Pues sois Padre generoso

Del reformado Carmelo,

Dadnos favor y consuelo,

San Juan de la Cruz glorioso.

 

Apenas naciste, Juan,

Cuando Jesús y María

Te dan la mano a porfía

Para ser su capellán;

Los dos de tu parte están

Para hacerte venturoso.

Dadnos favor y consuelo,

San Juan de la Cruz glorioso.

 

De inocencia revestido

En el primer sacrificio,

De capellán el oficio

Hiciste bien, y cumplido;

Por ser más agradecido

Buscas siempre lo penoso.

Dadnos favor y consuelo,

San Juan de la Cruz glorioso.

 

La cruz tomas por empresa

Del reformado Carmelo,

Y por subir más de vuelo

Te descalzas con Teresa;

Si esto a todos embelesa

A ti te hizo más dichoso.

Dadnos favor y consuelo,

San Juan de la Cruz glorioso.

 

De la cumbre del Carmelo

Compasivo al valle vas,

Y a todo pobre le das

Por sustento el pan del Cielo;

Todos quedan con consuelo

De verte tan dadivoso.

Dadnos favor y consuelo,

San Juan de la Cruz glorioso.

 

Los cojos y los quebrados,

Los mancos y los tullidos,

Los tristes más afligidos

Quedan por ti consolados;

En partos muy revesados

Socorres más generoso.

Dadnos favor y consuelo,

San Juan de la Cruz glorioso.

    

Son de toda enfermedad

Tus reliquias medicina,

Y universal oficina

De perenne sanidad;

A todos con brevedad

Sanas siempre prodigioso.

Dadnos favor y consuelo,

San Juan de la Cruz glorioso.

 

Trabajos y oposición

En reformar padecéis,

Pero todo lo vencéis

Con paciencia y oración;

La mayor contradicción

Sufrís blando y cariñoso.

Dadnos favor y consuelo,

San Juan de la Cruz glorioso.

 

En las alas del amor

Y espinas de penitencia

Subís, Juan, a la eminencia

De insigne reformador;

En este divino ardor

Seguiste a Elías celoso.

Dadnos favor y consuelo,

San Juan de la Cruz glorioso.

         

De Jesús en el costado

Tuviste, Juan, la morada,

No buscando gusto en nada

Fuera de Jesús amado;

¡Oh Querubín abrasado

De todos modos, dichoso!

Dadnos favor y consuelo,

San Juan de la Cruz glorioso.

 

A Jesucristo imitaste

Negándote a ti mismo,

Queriendo ser uno mismo

En la Cruz que tanto amaste;

En ella pues te quedaste

De más penas siempre ansioso.

Dadnos favor y consuelo,

San Juan de la Cruz glorioso.

  

Por tan crecidos fervores

Os llegó Cristo a ofrecer

Coronas al escoger;

Mas tú eliges los mayores

Desprecios y confusiones

Por Jesucristo amoroso.

Dadnos favor y consuelo,

San Juan de la Cruz glorioso.

  

Siguiendo Juan este plan

En Cristo Juan se ha trocado,

Y Cristo crucificado

Vive transformado en Juan;

Esta gracia fue el imán

Que os hizo, Juan, portentoso.

Dadnos favor y consuelo,

San Juan de la Cruz glorioso.

  

Mil veces afortunados

Dicen, Juan, ser tus devotos,

Pues logran por ti sus votos

En favores duplicados;

Por eso experimentados

Te aclaman el poderoso.

Dadnos favor y consuelo,

San Juan de la Cruz glorioso.

 

Pues sois Padre generoso

Del reformado Carmelo,

Dadnos favor y consuelo,

San Juan de la Cruz glorioso.

 

. Ruega por nosotros, bienaventurado padre San Juan de la Cruz.

. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Cristo.

 

ORACIÓN


Omnipotente Dios y Señor, que al bendito San Juan de la Cruz le concediste ser amante fervoroso de los trabajos, desprecios y Cruz de vuestro Santísimo Hijo, y una abnegación perfecta de sus pasiones y apetitos; concédeme, Señor, por sus méritos y ruegos, que imitando yo aquí sus virtudes merezca en el Cielo ser compañero de su gloria por los siglos de los siglos. Amen.

 

En el nombre del Padre, y del Hijo , y del Espíritu Santo. Amén.

   

sábado, 19 de noviembre de 2022

NOVENA A SANTA ISABEL DE HUNGRÍA (1207- 1231) COMPLETA.

 


Basada en los escritos de su confesor Conrado De Marburgo al Papa Gregorio IX (1232).


 

COMENZAMOS: 11 de noviembre.

 

FINALIZAMOS: 19 de noviembre (FESTIVIDAD).

 

 

Patrona de la Tercera Orden Franciscana; de Bogotá, viudas; panaderos; mendigos; novias; trabajadores y sociedades de caridad; condesas; exiliados; personas falsamente acusadas; hospitales y sanatorios; servicios de enfermería; personas ridiculizadas por su piedad; terciarios. Protectora contra la mortalidad infantil; dolores de muela; problemas con la familia política.

 

 

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo , y del Espíritu Santo. Amén.

 

 

ORACIÓN INICIAL

 

Te rogamos Señor que, a imitación de la Bienaventurada y bendita Isabel, cuyo nombre se interpreta como “hartura y saciedad de Dios” por cuanto tantas veces te hartó en la persona de tus pobres y de tus enfermos, busquemos la felicidad eterna presentando a tu mesa tres manjares preciosos; la repulsión de cuanto Tú prohíbes; la obediencia a cuánto Tú ordenas y el cumplimiento de cuanto aconsejas. Amén.

 



MEDITACIÓN: DÍA 11 de noviembre 


“Pronto Isabel comenzó a destacar por sus virtudes, y, así como durante toda su vida había sido consuelo de los pobres, comenzó luego a ser plenamente remedio de los hambrientos. Mandó construir un hospital cerca de uno de sus castillos y acogió en él gran cantidad de enfermos e inválidos”.

 

Rezar: Pater Noster, Ave María y Gloria Patri.

 

 

ORACIÓN FINAL


Iluminad Dios misericordioso, los corazones de tus fieles; y, por las gloriosas preces de la bienaventurada Isabel, haced que despreciemos las prosperidades mundanales, y gocemos siempre de la celestial consolación. Por Nuestro Señor Jesucristo. Amén.

 

Santa Isabel de Hungría.

Ruega por nosotros.

 

 

En el nombre del Padre, y del Hijo , y del Espíritu Santo. Amén.